Secretos a la vista

Templo de Escorpio

Después del incidente en la cafetería con Milo e Hyoga, Camus les dejó en claro que iba a hablar con ambos para aclarar porqué habían hecho el ridículo. Sin embargo, al salir de la cafetería, Milo e Hyoga se alejaron con rápidez para evitar que Camus los interrogase. Una vez en el Santuario, Camus muy decidido, fue a buscar a Milo a su templo pero este se había encerrado en su habitación y se negaba a hablar con él. Aunque Camus insistió, Milo no se doblegaba y para sorpresa del caballero de Acuario, Hyoga estaba junto con Milo e igualmente se negaba a aclarar las cosas. Camus se detuvo a escucharlos un momento y escuchó que ambos estaban discutiendo y se echaban la culpa uno al otro, por lo que decidió dejar el tema para el día siguiente.

Cuando volvió a ir al templo de Milo por la mañana, este estaba en la sala viendo la televisión y cuando vio a Camus, corrió de nuevo hacia su habitación. El caballero de acuario, molesto ya, congeló la cerradura y terminó rompiendo la puerta. Milo no tuvo otra opción que resignarse, molesto.

Hyoga tampoco la tuvo fácil pues apenas se despertó, Camus ya estaba en su habitación. Ahora estaban ambos frente a Camus, esperando el sermón que evitaron ayer.

-No sé porqué razón se están comportando así pero me parece ridículo e inmaduro. Ni siquiera sé si quiero preguntarles porqué se aliaron ayer - decía Camus molesto, caminando frente a ellos de un lado a otro.

-¿Aliarnos? -Milo bufo molesto, casi ofendido-. Nada de esto habría pasado si no fuera por tu culpa, si le hubieras hecho caso a Mari Anne nada de esto habría pasado por eso estás solo amargado y tratando de quitarme a Sory... ¡Mal amigo!

-¿Perdón? - Camus estaba sorprendido por la acusación tan segura de Milo.

-¿No que no eran celos? -Le preguntó por lo bajo Hyoga a Milo.

-Cállate que todo se hecho a perder por tu culpa - le amenazó por lo bajo al rubio.

-Milo...te estás portando como un niño celoso y aparte chismoso...Lo que me sorprende es que por fin te refirieras a Sory como si fuera tu novia -Camus puso una mano sobre su mentón.

-No me quieras cambiar el tema ahora entiendo por qué ella regreso a su verdadero hogar tal vez debería ir yo con ella y quedarme ahí también.

Aunque sabía que eran palabras vacías y sin afán de hacer realidad, Camus sintió una presión en el pecho. Le dolía recordar que Mary Anne se había ido y más por su culpa.

-Tienes razón Milo, si Manne se fue, es por mi culpa pero por eso estoy buscándola, tanto Sory como yo lo hacemos, por eso es que ayer nos quedamos de ver en esa cafetería. Por lo tanto, espero que entiendas que no existe un romance entre nosotros, así que no te vuelvas a poner celoso.

¿Y que no es más fácil ir directamente al orfanato donde creció?- Milo se había cruzado de brazos aún molesto.

-Es lo que hemos estado indagando pero no sabemos cómo se llama el orfanato. Sólo sé que nació en Nápoles, Francia - Explicó Camus.

Milo solo le quedó mirando por unos segundos como si lo cuestionara con la mirada

-¿Has buscado en Saco...Sacroes cour -Se le trababa la lengua al intentar pronunciarlo.

- Sacré Coeur -Le corrigió Camus-. ¿Qué es ahí?

-El orfanato donde vivió Mary Anne.

Camus abrió los ojos de golpe y quiso abalanzarse contra Milo. Pero se detuvo y en cambio, un ttic emergió en su ojo.

-¿El orfanato? -Trataba de controlar su tic. Hyoga permeneció con la boca abierta, miraba incrédulo a Milo. El caballero de Escorpio ni se inmutó.

-Si...ahora que recuerdo dijo que siempre le gustó vivir con las hermanas.

-¿Mary Anne tenía hermanas? -preguntó Hyoga rascándose la cabeza totalmente confundido. Milo puso los ojos en blanco.

-Las señoras que visten como pingüinos...a eso me refiero.

Camus apretó los puños y miró fijamente a Milo. En esos momentos, quería estrangularlo.

-¿Y tú como es que sabes...eso? -preguntó entre dientes.

-Porque ella me lo dijo una vez .- dijo como si fuera algo de lo mas natural del mundo- Se lo pregunté hace años en la fiesta de Shion. Fue muy simpática.

-Milo...-Camus se estaba reprimiendo. Hyoga al verlo, tragó saliva, estaba enfadado.

-Oye Milo...por lo menos hubieras ayudado, desde hace tiempo que mi maestro quiere saber donde está Mary Anne -Se acercó al caballero de Escorpio-. Deja de echarle leña al fuego.

-Se lo hubiera dicho si me hubiera preguntado. Si no estuviera todo aislado y deprimido yo podría haberlo ayudado, pero no lo hizo, el señor quería ocuparse solo.

-Estoy...a punto de...-Decía Camus imaginádose que lanzaba a Milo por las escaleras del Santuario- Yo no sabía que tú poseías esa información...¡¿Por qué no me dijiste nada, estúpido?! - Terminó por explotar al recordar el tiempo perdido, la búsqueda interminable y las noches en vela por buscar a Mary Anne cuando su amigo sabía desde un inicio donde encontrarla.

-¡¡¡Porque no me preguntaste nada!!! -Se defendió Milo pero al sentir el frío u agresivo cosmos trato de buscar donde esconderse-. De verdad nunca me dijiste nada y así pues no puedo ayudar.

-¡Desde cuando pude haber ido a ese orfanato a buscarla pero por tus malditos celos y egoísmo no me dijiste nada! -Le gritó. Hyoga hasta se levantó de golpe del sillón y se puso detrás de este.

-Tú solo dijiste que ella se había ido pero no que había regresado a Francia.

Camus estuvo a nada de darle un puñetazo en la cara pero alcanzó a limitarse con el brazo frente suyo. Inhaló hondo.

-Gracias por el dato pero a partir de hoy, no deseo hablar contigo hasta que las cosas fluyan mejor. Y en cuanto a ti...-Miró a Hyoga-. Razona antes de hacer cualquier estupidez -antes de dar media vuelta, Camus le volvió a dedicar una fría mirada a Milo-. Ya que tanto me juzgas por haber lastimado a Manne con mi egoísmo y ceguera...espero que no cometas el mismo error.

Milo no respondió nada ante eso, de algún modo él sabia que ya había cometido el error antes y lo seguía cometiendo pero eran mas sus celos los que no lo dejaban reaccionar bien, al contrario estaba buscando un modo de escapar de eso de manera inconsciente.

- Camus sabes que no lo dije para lastimarte u ofenderte, pero yo pensaba que ya sabias de ese dato que sabias algo de su vida...

Camus encendió su cosmo. La habitación comenzó a enfriarse notoramiente. Camus apuntó su mano directo a Milo. Hyoga trago saliva.

-Ay no.

***

Mientras tanto...

Casi una hora después, Ambrosía aún no hablaba con sus padres. Aún no los había visto y eso calmaba un poco su agitado corazón. Ojalá que no se presentaran y así no tendría que estar tan nerviosa. Ya casi salía a danzar. Se asomó por las cortinas semitransparentes. Veía a sus primos y tíos además de dos espacios vacíos a su lado. Aún no llegaban. Ambrosía suspiró y siguió observando quienes más estaban. Esperaba que Shiva fuera a verla, le tenía mucho aprecio y le daba la estabilidad que en esos momentos sentía.

-Hola Ambrosía -La chica casi salta del susto. Miró aterrada a su derecha. Era Shaka.

-¡Dios!- exclamo poniéndose una mano en el pecho-. Disculpa, es solo que me has asustado, has podido venir me alegra pensé qué no lo harías -Tratando de tranquilizarse miro a otro lado comenzando a murmurar cosas intelegibles sus nervios estaban al máximo.

Shaka la observó por un largo rato. La analizaba, claramente no estaba bien.

-Te había dicho que vendría, no miento en lo que digo -Comenzó a decir calmo-. Sin embargo, parece que quisieras huir de aquí.

-No sabes cuanto quiero hacerlo -murmuro entre dientes.- Perdona, es solo que todo esto me estreso más de lo que imagine tengo el estomago hecho un nudo por los nervios y me gustaria que ya todo se terminara pero al mismo tiempo no

-Y...¿puedo saber qué te tiene así? Si bien sé que sueles tener ataques de ansiedad, esta vez es más pronunciado. Claro, sólo si deseas contarme.

-Bueno...-nuevamente su mirada fue a esos asientos vacíos.- Son mis padres ellos aun no llegan y todo esto me tiene mal.

-No entiendo por qué, una vez me dijiste que querías verlos, que tenía mucho tiempo que no lo hacías.

-Si, es solo que ahora las cosas son un poco más complicadas, admito que quiero verlos pero no con lo que pasara despues de esta presentación.

Shaka esperaba que le dijera más sobre su angustia,sin embargo,parecía no animarse por completo.

-¿Y qué va a pasar después de la presentación que te tiene tan asustada?

Ella suspiro pesadamente al final no podría seguir ocultándolo más tiempo tarde o temprano todos se iban a enterar.

-Puede que mis padres me den a alguien en matrimonio para eso es esta presentación para anunciar un compromiso con un extraño

Shaka quedó demasiado impresionado que hasta quedó mudo. Ahora él sintió que sus nervios le jugaban sucio. ¿Ambrosía se iba a casar? No podía estar pasando eso.

-No sabía que tuvieras prometido -comentó más serio que antes.

-No lo tengo, lo voy a tener una vez que que lleguen mis padres

-Oh...ahora entiendo mejor lo que te pasa. ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?

Ambrosía tardó en pensar que responderle. Consideraba que nadie podía ayudarla, sin embargo, su mal presagio sucedió. Vio como sus padres se acercaban a ella.

-Perdona.- dando una pequeña sonrisa se alejo de él caminando hacia sus padres, solo esperaba que Shiva apareciera de un momento a otro

-Ambrosía...-dijo su madre con voz apática. Volteó a ver a Shaka, lo vio portando una túnica hindú de apreciables bordados. Lo saludó con gentileza.

Shaka respondió al saludo y enseguida se apartó un poco para brindarles espacio. Estaba al tanto de lo que ocurría por si tenía que ayudar a Ambrosía.

-Mamá, Papá me... me alegra verlos otra vez, estaba muy nerviosa por que tardaban en llegar ¿todo bien? ¿Fue un viaje tranquilo?

El padre de Ambrosía no fue más gentil con ella.La miró de arriba a bajo con exigencia.

-Estás muy flaca, es evidente que estás descuidada.

-Es producto de los nervios de esta presentación y mi peso este bien, no tengo ningun problema alimenticio

-No estoy seguro, quizás se deba a que aún sigues soltera -Fue cruel con sus palabras. Ambrosía se sintió mal. Agachó la cabeza-. Recibimos tu último mensaje, sobre que ya tenías prometido.

-¿Dónde está él? -continuó su madre.

-Él... él no tardara en llegar - dijo mientras miraba tras de ella como si buscara a alguien-. La verdad dijo que llegaria lo antes posible. Seguro no tarda ya.

-Eso ya lo veremos -El señor miró a sus espaldas hacia un hombre de barba y cabello peinado hacia atrás. Era apenas de la misma estatura de Ambrosía pero como cuatro veces su peso. Ella no podía asegurar su edad pero creía que era de la misma edad que su padre, casi el doble de edad de ella-. Hija, te presento a Ragzak, es un viejo amigo y viajó con nosotros para conocerte.

-Un placer conocerte Ambrosía, hace tantos años que no te veo, creo que apenas y tenías diez años.

Ambrosía no estaba para nada cómoda. Esbozó media sonrisa con notoria inseguridad y pánico. Correspondió al saludo pero no fue capaz de decir algo.

-Ragzak, será mejor que vayamos a sentarnos -El padre de Ambrosía y aquel hombre se fueron alejando. Ambrosía se quedó con su madre quien volteó enseguida a verla con severidad.

-Espero que sea cierto que ya tienes un prometido, de lo contrario, el señor Ragzak será tu marido. De cualquier manera, si ese supuesto prometido no cumple con nuestras expectativas, Ragzak lo será. Tiene mucho dinero, jamás tte hará falta nada -dijo antes de alejarse también.

Ambrosía tenía un nudo en la garganta y las lágrimas salieron más rápido que lo que esperaba. Shaka escuchó todo lo que dijeron, comprendió mejor el tormento por el que estaba pasando Ambrosía, sin embargo, era parte de su costumbre, tarde o temprano tendría que hacerlo aunque él tampoco estuviera de acuerdo. Quería ayudarla, hacer algo que la salvara de ese malestar emocional. Y ya tenía una idea al respecto.

FLASHBACK

Saida miraba por la ventana, sentada sobre un pequeño diván. No podía dejar de imaginarse cómo habría sido su vida con su bebé. Ahora que lo había perdido y a pesar de los apoyos que recibió por parte de Sienna y Tristán, seguía sintiéndose vacía. Era un hueco que no podría llenar con nada.

Mientras tanto...

-¿A dónde vamos tío? -preguntó Brissia tomada de una de las manos de Kanon. Miraba constantemente hacia oda la calle. No reconocía el lugar.

-Vamos a visitar a alguien -dijo Kanon con el corazón hecho puño. Quería ver a Saida y al mismo tiempo no estaba seguro si podría decirle algo o si lo echaría en cuestión de segundos.

-¿A quien? ¿Por que vamos a visitar a esa persona? ¿Falta mucho para llegar? - Venus miraba al suelo saltando en cada uno de sus pasos evitando pisar alguna linea en la calle

-Ya lo sabrán, dejen de hacer tantas preguntas. Sólo les recuerdo que deben ser amables y menos preguntonas cuando lleguemos.

-Pero ¿Por que? ¡Ya se! ¡Mami ya regreso! vamos a verla es eso ¿verdad?

-Eh....pronto va a llegar pero por el momento, no es a ella a quien vamos a ver -Trató de disuadir el tema de Dione-. Muy bien, ya hemos llegado -Se detuvieron en un edificio de unos cuatro pisos. Las niñas miraron el lugar muy confundidas.

-¿Quien vive aquí? ¿Por que vinimos aquí? Tío ya dinos ¿Por que?

-Tranquila Venus, ya la verán -Kanon se acercó a la puerta y toco el interfon.

Saida escuchó que alguien estaba llamando al departamento. No quiso ir a responder o abrir, quería seguir estando sola sin embargo, seguía sonando. Se limpió las lágrimas y se levantó con una frazada rodeando su espalda. Fue a contestar el interfon.

-¿Quien es? - pregunto con la voz apagada, lejos de hacer la pregunta con un poco más de modales esperaba que su tono fuera suficiente para enviar el mensaje de que no queria hablar -. Disculpe, si viene a vender algo no estoy interesada y no toque nuevamente por favor

-Saida, soy Kanon -Saida se echó bruscamente hacia atrás al escucharlo, no esperaba que fuera a verla. ¿O que era lo que hacía ahí?

-Kanon...-susurro para si, una fuerte punzada se instalo en su pecho y las ganas de llorar aumentaron tanto que la cabeza comenzó a doler.- Kanon ¿Que haces aquí?

-Vine a verte. Quisiera hablar contigo Saida...nos lo merecemos -dijo con voz apagada y recargando la frente en el interfon.

-¡Hola Saida! -La pelirroja escucho es lgrito de una de las gemelas, las había llevado con él, lejos de molestarse pensó que era un buen gesto, solo Kanon sabia cuanto quería a las gemelas y ellas la querían a ella.

-No sé si es una buena idea Kanon, pero ya no tengo más que perder, pasen.

Kanon agradeció que le diera una oportunidad de hablar. Pasó con las gemelas al edificio y fueron hacia su departamento. Al estar ahí, Saida les abrió la puerta. Kanon se sintió terrible al verla. Lucía tan pálida, triste...sus ojos demostraban lo mucho que se la había pasado llorando.

-¡Saida! -Brissia se soltó de la mano de Kanon y fue corriendo a abrazarla. Saida se agachó un poco para corresponderle el abrazo. De nuevo, sintió ganas de llorar pero de limitó.

-Hola pequeñas... oigan ¿Quieren ver la tele un rato? su tio y yo tenemos que hablar - Forzándose a sonreír de manera alegre puso una mano en las mejillas de las gemelas.

Las gemelas asintieron y fueron a ver la televisión sin chistar. Saida condujo a Kanon a su habitación. Cuando estuvieron los dos solos, cerró la puerta. Ambos estaban incómodos y no sabían por donde empezar.

-Sé que me podrás gritar o juzgar por lo que preguntaré pero...¿Cómo te sientes?

-No me vez radiante o feliz ¿verdad?... son muchas cosas las que siento y no consigo darles orden en mi cabeza

-Saida, sé que en estos momentos no te sientes bien pero quiero que sepas que yo también estoy mal. ¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada antes? Tampoco fue fácil para mí. El mismo día me entero que estabas embarazada y que perdiste al bebé.

-¿Por que no te respondes tu solo esa pregunta? Sabes por que no te dije nada, por que, por que no tenia ninguna esperanza dudaste de mi, de quien era y nada me aseguraba que no pensaras que el bebé era tu hijo que al igual como me tratates aquel día despreciaras al bebé.

-Espera...yo nunca dudaría de eso -dijo sorprendiendo a Saida-. Sé que tuve mis dudas sobre tu origen pero nunca dudaría de un bebé contigo...¿Crees que a mí no me hacía ilusión? -Kanon sintió un nudo en la garganta pero fue fuerte para no blandearse-. Sé que me equivoqué y no tengo perdón alguno pero por favor, permíteme estar a tu lado.

Sus labios temblaron por aquellas palabras, aun le dolía él seguia dudando de ella, apenas se limito a negar con la cabeza.- No, no ahora Kanon no se que pensar, todo es tan reciente, tenia a mi bebé aquí y ahora ya no, ya no sabré como era, o a quien se parecía ya no tengo nada

-Lo sé y por eso quisiera que no me alejarás. No debes pasar por esto tú sola. Ambos estamos pasandola terrible -Kanon se acercó a ella hasta estar muy cerca el uno del otro. Podía sentir aún su aroma a pesar del desordenado cabello rojo-. Saida...¿Ya no sientes nada por mí?

-Kanon, yo...

-Saida...-Kanon no estaba decidido a perderla de nuevo. Estaba tan vulnerable que quería protegerla. Maldecía a Ébano y a sí mismo por hacerle caso y alejarse de ella. Se acercó aún más-. Te daré el tiempo que decidas en contestarme pero quisiera estar contigo. ¿Por qué no vienes al Santuario? Podremos estar en el templo, prometo que seguiré dándote el espacio que me pidas. Sólo quiero saber que estás bien.

-Kanon por favor no insistas - esta vez su tono fue mas duro mientras apretaba los puños- agradezco que me quieras dar mi espacio pero crees que estaré bien en un lugar donde dudan de mi, sabes perfectamente que no para todos ustedes soy una amenaza de todos solo Sienna ha estado conmigo y Dione solo vino una vez a verme desde entonces no se nada

-Entonces vámonos juntos. Vayamos a otro lado -propuso de inmediato sin titubeos-. Estaremos con las niñas por un tiempo en lo que busco a Dione y le cuento lo que pasó. Después de eso, quiero estar contigo. Ya no quiero formar parte del Santuario ni de Athena, sólo quiero estar ahí para ti -Sus palabras fueron abrazadoras y muy tiernas. Saida quiso llorar por la alegría que sentía escucharlo pero su dolor se aferraba a rechazarlo. Quería abrazarlo, fingir que nada de eso pasó. Volver a estar juntos y felices como lo estuvieron por un tiempo.

-Por favor Kanon, no me hagas esto, por que sabes que no voy a poder negarme, pero ahora de verdad necesito estar sola. Necesito pensar, asimilar en que momento nuestras vidas cambiaron de tal forma que yo....- ya no pudo contenerse más las lagrimas desbordaron por sus mejillas- márchate, por favor vete

A Kanon se le destrozaba el corazón verla así, sin embargo, haría un bien por ella y la dejaría sola para que lo pensara bien. En ese momento, sintió que aún tenía esperanzas. Ella aún lo quería. Lo sabía.

-Esta bien, pero estaré al pendiente de ti. No me volveré a alejar de ti -Kanon caminó hacia la puerta y volteó a verla antes de salir, quería abrazarla y besarla-. Lo que siento por ti Saida, es muy fuerte. Mi corazón es sólo tuyo hermosa.

Saida no dijo nada solo se giro dándole la espalda, en algún momento ella se habria sonrojado y arrojado a sus brazos pero ahora no era uno de esos momentos.

Afuera.

Dione iba conduciendo a Saga hacia el departamento de Saida. Ambos querían verla y aclarar de una vez por todas si Saida tenía algo que ver con Nix. Eso podría comprobar su inocencia frente a Athena y todos los demás. Dione estaba segura de que todos estaban equivocados con respecto a ella.

-Saga, antes de entrar me gustaria preguntarte algo un poco delicado

-¿Qué ocurre? -preguntó observando con cautela el lugar. No recordaba porqué se le hacía conocido.

Dione apreto los labios y a su vez la mano de Saga.

-En estos años tu, ¿Viste a Nix? -Habia sido muy directa con su pregunta, pero era necesario.

-No muy bien. Sólo sé que su cabello es negro y llegue a escuchar que sus ojos lucen demasiado puros para tener un alma tan retorcida. No sé bien pero tengo la sensación de que son azules. ¿por qué preguntas?

-¿Cabello negro? - extrañamente sentía algo familiar en esa descripción pero había millones de personas con esas características-. Unos dias antes de que tomara la decisión de ir a buscarte Nubia y otros guerreros atacaron en la ciudad, pero ahora todo el santuario cree que Saida es Nix.

-Es por eso que vamos a ver a Saida. Sé que no es ella pero si guerreros de Nix la pusieron en esa situación es porque tienen algo en su contra. Como sea, debemos averiguarlo.

-Por eso tambien quiero que la veamos, por que asi Kanon ya no dudara de ella y podran estar los dos juntos para criar a su hijo

-Su hijo...creeme o no pero es difícil imaginarme a Kanon con un bebé. Ya era hora de que sentara cabeza.

-Él aprendio mucho con las gemelas Saga y se que podra cuidar bien de ese bebé

-Le estoy eternamentte agradecido. Sé que hará un buen trabajo con su hijo.

A unos cuantos metros, ya estaba el edificio donde vivía Saida. Sin embargo, ambos se detuvieron en seco al ver salir a Kanon de él. Ambos se fueron a esconder en un callejón muy cerca. Ninguno se esperaba ver a Kanon ahí. Su sorpresa no quedó ahí, ambos observaron como las gemelas salían junto a él. Saga quedó paralizado al verlas. Su cabello, sus ojos...eran una copia la una a la otra y a la vez de sí mismo. Sintió ganas de llorar sin contemplación. A Dione se le resbalaron las lágrimas. Extrañaba tanto a sus hijas y deseaba abrazarlas.

-¿Por que no nos quedamos más con ella? - Hablo inocentemente Venus mientras jalaba a Kanon de la mano, ella y su gemela habian visto a su tío salir muy triste.

-Porque Saida necesita descansar. Pronto volveremos a visitarla, ¿qué les parece?

-¡Si! -Exclamaron las gemelas al mismo tiempo. Kanon sonrió de lado. Aún se sentía abatido.

-Niñas...me gustaría decirles algo y que lo tuvieran muy en mente siempre. ¿prometen que nunca lo olvidarán?

-Lo prometemos, ¿Que no tenemos que olvidar?

-Que apesar de ser unas traviesas. preguntonas y a veces desalmadas niñas, las quiero mucho y que me enseñaron a ser una mejor persona -Kanon parecía que quería llorar.

-¡Te queremos papá! -Exclamaron las dos niñas y alzaron sus manos esperando ser abrazadas. Kanon se agrachó y las abrazó largamente.

Dione habia alcanzado a escuchar un poco y parpadeo un par de veces jamás habia escuchado a las niñas decirle papá a Kanon, era un poco extraño.

-Eso no lo...esperaba.

Saga alzó las cejas y sintió una incomodidad en su pecho. Se mordió los labios y se volteó para no seguir viendolos. Dione se llevó las manos a la boca, ya se imaginaba lo que pasaba por la mente de Saga.

Kanon y las gemelas continuaron con su rumbo al Santuario mientras que Dione y Saga se siguieron quedando ahí.

-Saga...Saga, se que no puedo decirte que no es lo que parece, jamás las habia escuchado decirle papá a Kanon, si las quiere mucho pero ellas saben que tu eres su padre.

-Si...¿pero es necesario que lo sepan? Ellas a quien quieren y consideran como un padre es a Kanon...y eso se debe a que no estuve con ellas en todos estos años -estaba frustrado y molesto,no con Kanon, sino con su maldito destino.

-¿Sabes que pienso? Que tus dudas no se van a disipar si no enfrentas a tus hijas a tu hermano y al amor que los tres te tienen y es por eso que haré esto.- Alejandose de Saga salio del callejón.- Es momento de enfrentarlos.

FIN FLASHBACK

Santuario

Después de varias horas que pasaron congelados, Milo e Hyoga al fin estaban libres del hielo. No era que Camus los hubiera congelado para siempre, sino por algunas horas solo como escarmiento.

Milo caminaba sin sentido alguno por todo el santuario, habia bajado las restantes casas bastante sumido en sus pensamientos, las palabras de Camus aun estaban frescas en su cabeza, ya bastante tenia él y sus problemas de celos como para ahora sentirse culpable por lo que su amigo le decía, cuando levanto la cabeza se dío cuenta que estaba entre algunas de las cabañas de caballeros, pero exactamente no sabia si eran de los caballeros o las doncellas. Él seguia caminando de alguna forma terminaría saliendo del lugar y llegando a algún otro lado, por ahora se limitaba a ligar las palabras de Camus con...Sory...

-Tengo que pensar en otra cosa -se dijo para sí-. Pero es que no...¡Camus no puede traicionarme! Y esa mujer...ya no quiso estar conmigo pero prefirió irse con Camus-Seguía obsesionado con el tema.

Sory estaba terminando de empacar sus cosas, iría a Francia por su amiga y ayudar a Camus a reconciliarse, al parecer ayudar a otros en sus problemas amorosos se le daba bien y su vida amorosa se iba al traste, justo terminaba de cerrar su maleta cuando escucho un grito afuera.

- Esa es... la voz de Milo.

Milo seguia caminando con su mente llena de pensamientos inciertos.

¿Y si se iba Sory con Camus?

Él no se lo dijo directamente y queria estar equivocado con sus ideas.

Al abrir la puerta, Milo paso de largo sin siquiera girar la mirada, si era él pero ¿Que hacia en ese lugar? muy pocas veces habia visto su semblante serio de hecho era raro hasta cierto punto.

- Milo.

Milo se detuvo al escuchar que alguien lo llamaba. Se giro a ver quien era y vio a Sory. El podia estar contento de verla pero estaba resentido por preferir ir con Camus a la cafeteria, sea cual sea la razón.

-Sory, que milagro que estés por aquí.

-Vivo aquí, así que es normal -dijo con sarcasmo-. Además estaba terminando de hacer mi maleta para irme con Camus, pero ahora que te veo creo que necesitamos aclarar ciertas cosas.

- Con Camus....-apreto los puños simulando que tenia un juguete para el estres-. Entonces van a fugarse juntos, ¿no?

-¿Fugarnos? - ella enarcó una ceja mientras se cruzaba de brazos - Oh si iremos a la ciudad de las luces, el romance y amor eterno -dijo con el rostro realmente serio, ¿como podía pensar eso?

-¡Lo sabía! -No notó el sarcasmo en su voz-. Camus debió haber usado sus técnicas de seducción en francés. ¿Desde cuando me engañas Sory?

Sory termino dándose un fuerte golpe en la frente con la mano, tras soltar un gruñido tomo la mano de Milo y lo arrastró hasta la morada entrando a una habitación junto con él. No había prestado nade de atención exactamente a donde lo metía, el asunto era que no lo dejaría salir hasta no aclarar ese asunto antes de irse.

- En primer lugar yo no tengo nada con Camus, solo una amistad y un objetivo en común: Mary Anne, y en segunda, jamás te he engañado. Ni siquiera somos pareja como para tener que engañarte.

-Pues no te creo. Y sí estabamos juntos, ¿no recuerdas todo lo que pasamos? Hasta que me cambiaste por alguien más y lo peor es que es con el traidor, a quien creía mi amigo.

-¡Milo! ¡Yo no te cambie por nadie! ¿Podrías dejar tus malditos celos a un lado y escucharme?- intentó empujarlo para que quedara un poco más lejos pero era imposible, estaban dentro de un pequeño armario.

-Yo no estoy celoso, mujer. Ya estoy harto que todos me digan lo mismo -Fruncio el ceño-. Sólo que si querias estar con alguien mas, por lo menos me hubieras dicho.

-Milo, estás celoso o entonces por que hiciste que Hyoga se disfrazara de mujer con mi ropa y nos seguiste hasta ese cafe, vas a negar que no fueron tus celos dominandote, si quisiera estar con otro lo habría hecho desde hace mucho, pero ahora Camus necesita encontrar a Mary Anne y yo tambien es mi mejor amiga, ¿eso si lo entiendes?

Milo no queria devir nada, murmuraba algo ininteligible. La sangre le ardia de solo imaginarse a Sory de viaje con Camus. Compartiendo habitacion.

-Les dare el beneficio de la duda pero no estoy contento.

-De verdad necesitas ayuda tus celos te hacen escuchar solo lo que quieres escuchar, si quieres creer más en lo que tu crees que esta pasando puedes hacerlo, pero cuando te des cuenta no solo habras perdido a tu mejor amigo, sino que tambien vas a perderme y para siempre, no estas celoso bien, pero entonces ya no me busques Milo -Su tono de voz era apagado casi dolido, por que tenía que ser tan cabeza dura-. Si te sirve de algo aun...aun quisiera estar contigo -Se llenó de valorar para decirlo.

Milo quedo tan sorprendido por lo que Sory le dijo que por primera vez no se sintió ni enojado ni tenso. No sabia que decir. Le costaba decir lo que sentía.

-Su teléfono comenzó a sonar, saco el móvil y vio quien era.

"Ahora no" pensó Milo con dolor.

Sory soltó un suspiro antes de abrir la puerta tras de ella.

-Vete seguro es importante yo tambien tengo cosas que hacer creo que ya terminamos

-No no, no te vayas. ¿Porque no vamos a dar una vuelta por la ciudad? -Guardó el móvil.

-¿Para que? ¿Para que sigas montando escenas de celos? - Ella lo pensó por un momento, a veces las personas necesitaban aceptar lo que les carcomía para una solución mas rápida, no estaba segura de que eso funcionaria pero se iba a arriesgar.- No ire a ningún lado contigo hasta que no admitas por que hiciste todo eso

-Sory, no me hagas esto...-suspiro y se rasco la cabeza-. ¡Esta bien!....No me gusta verte con alguien mas...pero no son celos.

-Milo...-Nuevamente uso ese tono serio.- Completa la frase: tu estás...

-Estoy...¿con hambre? - Sory suspiro.

-Tú estas celoso. Milo solo dilo por favor, por mi .- Le tomó de las manos era su última oportunidad-. Por favor.

Milo miro al cielo, vaya que era difícil decir algo de lo que no estaba seguro pero por esa mirada indigo tan hermosa, lo podía hacer.

-Yo estoy...celoso -Sory sonrió. Le gustaba saber que Milo sentía algo por ella, aunque sabía que no era amor.

-Gracias... y ahora, ¿quieres ir a tomar un café para hablar?

Sory salio primero del armario, al menos Milo había admitido estar celoso aunque su tono de voz lo dudaba, ahora solo tenía que hacerle entrar en razón de que ella no tenía nada con Camus mas que también una amistad.- ¿Adonde vamos?

-Vamos a la misma cafetería donde fuiste con Camus

-Muy bien, pero solo tengo una hora libre aun tenemos mucho que hablar asi que espero puedas escucharme

-Claro que sí, Sory. ¿Por quien me tomas?

***

Atenas, ciudad.

Afrodita, estaba decidido a comprar un regalo para alguien, no había motivo algo para hacerlo, le había costado convencer al guardián de cáncer para que lo acompañara necesitaba una opinión ajena a él para elegir la pieza correcta.

-No te hara daño salir de día a la ciudad Angelo -Le dijo burlonamente Adrodita.

Angelo estaba de mal humor como siempre pero hoy sobre todo porque lo había ido a despertar. Había querido ahorcarlo.

-No creo que aprecies tu vida demasiado como para atreverte a despertarme para ir a hacer labores de señora.

-Estoy ayudando a tu calidad de vida. A no seguir siendo rutinario. Todos sabemos que pareces un vampiro duermes de día y sales de noche, por un día no te vas a morir ademas ¿Quieres que te agarre del brazo por la ciudad como la ultima vez?

Angelo bociferó un montón de maldiciones. Siguió caminando con el ceño demasiado fruncido. Aldebarán, quien los había acompañado ya que él también iba a comprar su despensa, se divertía viendo como discutían. No entendía realmente porque se llevaban tan mal y al mismo tiempo se toleraban.

-Apreovecharé que salimos a la ciudad para comprar chocolate, voy a preparar un pastel -dijo sonriente.

-Me gustaría comprobar si es verdad que eres tan bueno con la repostería.- dijo Afrodita ignorando las maldiciones de Angelo, antes de salir siquiera del Santuario.

Mu parecia caminar en dirección a ellos pero este estaba tan inmerso en otro asunto que nisiquiera los habia notado. Los tres se detuvieron esperando que Mu los identificara pero pronto decidieron esconderse. Algo intuían.

-Si, se que... se que lo habiamos hablado pero...-Mu pasaba una mano por su cabeza parecia estar desesperado.- si, pero aun estamos a tiempo para pensarlo...

-Mu, lo que menos tenemos es tiempo -decía Alisse tratando de hacer entrar en razón a un preocupado Mu-. No podemos seguir viviendo en las mentiras, por muy piadosas que sean.

-Pero no le hacemos daño a nadie, ademas por ahora las cosas por este lugar no son nada agradables, te estresarias mucho y eso te haría daño, piensa en tu estado actual.

-Lo sé. Las cosas no son fáciles ahora pero podremos salir adelante. En serio, deberíamos decírselo a todos.

-No lo se Alisse, a mi maestro podria darle un ataque al enterarse de ti y de eso...

Afrodita habia detenido a sus dos amigos mientras miraba a Mu con la boca abierta, para que a Shion le diera un ataque por "eso" como Mu lo acababa de llamar significaban cosas serias.

-¿Ustedes estan escuchando lo mismo que yo?

-Mu se ve muy serio. Sólo se pone así cuando algo malo le está pasando -dijo Alde comenzando a preocuparse.

-Nah, Mu siempre hace las cosas con cautela,¿que podría haber hecho mal? Mejor vayamos a ir por las estúpidas compras para regresar pronto al Santuario. Quiero recuperar las horas que me quitaste de sueño -le dijo a Afrodita.

-Alisse, si te soy honesto a mi si me preocupa tu estado actual, es por eso que no quiero precionar se que este ultimo mes no te ha sido facil por ese asunto

-No comencemos Mu, ¿Vas a negarme que no lo quieres también? Sé lo mucho que te emociona todo este asunto -suspiró pesadamente-. Yo también estoy asustada. Es la primera vez que siento esto dentro de mi...estoy tan emocionada Mu y todo es gracias a ti.

-Lo admito, desde que me entere lo quiero, me emociona el hecho de pensarlo

-Oh por los dioses, ya se que está pasando.- Afrodita miro a los otros dos con asombro.- ¡Mu sera padre!

-No puede ser...¿Será en serio? -Preguntó Alde emocionado.

-Afrodita, deja de ser tan metiche. Todos sabemos que la mayor parte de los chismes del Santuario son a causa tuya y casi todos resultan ser erróneos. ¿Mu padre? ¡Patrañas! -Dijeron y volvieron a prestar atención a la pareja.

Esta bien Alisse le dire a mi maestro que pronto habra alguien mas entre nosotros, pero entonces ¿quieres que comience a decorar la habitación?

-¡Me encantaría! Por favor, que sea amarillo. Es un color neutral, no hay que apresurarnos y escoger otro color porque no sabemos qué es lo que viene en camino.

-¡Oh por los dioses! ¡Mu ya no es virgen! -Exclamó Angelo realmente sorprendido.

-¡Cállate! Vaya que escondido se lo tenia Mu, y nadie sospecho que ya hasta tenia novia...¿Deberiamos guardar el secreto?

-Yo sospechaba que algo se traía Mu con su enfermera la joven Alisse -comentó Alde.

-Atención, dejenme ser quien tenga los honores de contarle a Shion...quiero ver su cara -dijo Angelo divertido.

-No creo que sea buena idea, Shion no anda bien del corazón -dijo Alde.

-Veámos el lado positivo. Si Shion muere, Mu ya no tendrá que preocuparse en contarle.

-Dudo que si es Mu quien se lo dice le de un ataque, pero si otro celo dice lo mata seguramente de la impresión .- Afrodita se quedo mirando seriamente a Angelo.

-Es mejor si no decimos nada, ademas te recuerdo la situación actual. Los tres deberíamos de guardarnos esto por ahora, si Shion sobrevive y si el mundo no se acaba con lo que esta pasando ya encontraras otra forma de causarle un infarto al patriarca, ¿Que opinas Aldebaran?

-Tienes razón, son asuntos de Mu, no debemos interponernos. Aunque me da emoción saber que habrá un nuevo bebé.

Angelo se burló de como se ponían sus compañeros.

-Parecen todas unas señoras, yendo de compras y emocionandose por bebés.

-Cuando tengas a tus hijos, te comportaras como una señora, ademas el destino te puede castigar con una niña tenlo muy encuenta Angelo

Angelo se atacó de risa.

-Yo jamás seré padre

-No digas eso Angelo, la vida podría sorprenderte.

-Apostemos.- Afrodita lo encaro con una sonrisa confiada.- Si en algun raro momento de la vida llegases a tener herederos yo les pondre nombre, los vestire y sere su maestro personal ¿Que dices?

-Por esta vez en mi vida, aceptaré tus ridículeces porque sé que no va a suceder -dijo realmente confiado. Incluso hasta estrecharon la mano para firmar el trato.

-Muy bien, dejemos que el tiempo hable y vayamos a la ciudad, dejemos que Mu y su enfermera sigan planeando su vida juntos con su futuro hijo.

***

FLASHBACK

Saida volvía a sertir un poco alterada con la presencia de Kanon y su propuesta. Claro que le había hecho feliz muy en sus adentros pero algo había cambiado. Esas palabras habría querido escucharlas hace tiempo, incluso hace días. ¿Acaso tenía que haber pasado alguna tragedia para hacerlo entrar en razón? No estaba de acuerdo. Lo seguía considerando egoísta pero no por eso podía dejar de amarlo.

El interfon volvió a escucharse. Saida puso semblante de dolor, había sido clara con Kanon de que quería estar sola o de lo contrario, podía llegar a perdonarlo y abrazarlo sin pensarlo de nuevo. No debía hacerlo, tenía que ser más fuerte y defenderse, incluso de su corazón.

-Kanon, te dije que quiero estar sola -Repitió Saida suspirando.

-No soy Kanon .- Dione dio un ligero respingo, saida no había sido agresiva pero su tono de voz la desconcertó.- Saida, soy Dione

Saida no podía creerlo sin embargo, sintió alegría de volver a escucharla.

-Dione...pasa por favor.

Ambos entraron al edificio, saga parecía muy tenso tal vez por como Saida se tomaría su presencia.

-¿Saida? - nuevamente llamo a la puerta.- escucha antes de que abras alguien más viene conmigo

Saida borró un poco su sonrisa, no estaba dispuesta a ver a cualquier persona.

-¿Quien viene contigo Dione? No quiero ser grosera pero...quisiera saberlo -dijo sin abrir la puerta-. Kanon, por favor, vete.

-No es Kanon... es Saga.

-¿Qué? -Saida abrió enseguida la puerta y quedó estática al verlo. Por obvias razones, Kanon se le vino a la mente pero inexplicablemente, sabía que no era él. Definitivamente es Saga-. No puedo creerlo...Saga.

Saga sonrió con tristeza, aunque le alegraba volver a ver a Saida no podía olvidar lo que recién ocurrió con sus hijas y con Kanon. Le había dolido.

-Hola Saida, espero que si hayas querido verme a mi -comentó con el fallido intento de bromear.

-No digas eso, pasen por favor y perdonen mi apariencia.

-Se que todo esto te parecerá confuso y después tendremos tiempo para aclarar muchas cosas ¿Podemos pasar? esto es muy importante

-Disculpen mi actitud, no estoy muy bien - suspiró-. Saga, no por donde empezar...han pasado años desde que te vi por última vez

Dione tenia un mal presentimiento ahora que la detallaba bien estaba muy palida y con grandes ojeras.- ¿Todo esta bien Saida? ¿Tu bebé como sigue?

-Ehm...-Saida quería responderle pero se le formó de nuevo el nudo en la garganta y sintió que sus ojos le ardían. Se llevó las manos a los labios.

Saga la observó en todo momento y al verla quebrarse así, supuso lo peor.

-Saida...¿Perdiste...el bebé? -Pregunttó Saga tratando de sonar lo más suave posible. Saida asintió y salieron unas lágrimas de sus ojos que rápido limpio.

-Sí.

Dione abrió los ojos de la impresión, sintió como si le dieran un golpe en le estomago sin pensarlo dos veces la abrazo, no sabia que decirle.- Saida yo...lo lamento

-Está bien...sólo espero que este dolor pase pronto. Siento como si hubiera pasado una eternidad y fue hace días.

-¿Qué ocurrió? -Preguntó Saga. Sin saberlo, le había dado otro golpe.

-Me golpearon una noche, justo allá afuera.

-Oh no, Saida...- Sin duda queria preguntarle que hacia a fuera de noche pero por la forma ne que sus labios temblaban era mejor no abrirle la herida bastante daño ya hicieron inconscientemente al preguntarle lo demás.- Discúlpanos no lo imaginamos, pero Saida no vinimos a abrirte las heridas, tu no eres Nix y podemos comprobarlo a Athena.

-Ya no me interesa Dione, después de todo esto que me pasó, ya no me importa si siguen pensando que soy una diosa o no -dijo secándose de nuevo las lágrimas-. Estoy sufriendo más de lo que creí y todo fue después de eso.

-¿Y Kanon? ¿Que ha hecho? -cuestionó Saga como si quisiera reprender a Kanon.

-Me dejó en el hospital. Se alejó de mi y ahora quiere arreglar las cosas como si nada.

-Kanon siempre se deja llevar sin pensarlo, quedo muy afectado cuando esos sujetos atacaron y dijeron la mentira de que tu eres Nix cuando no es verdad, y Saga puede decirlo él sabe como luce esa diosa.- tomandole de las manos trataba de reconfortarla, una parte de ella se sentía mal por haberla dejado sola.

-En serio Dione, no quiero saber del tema. Kanon sigue dudando pero ya no quiero seguir suplicándole que me crea después de eso. Yo no le hice daño a nadie como para merecer esto -Pasó sus largos cabellos detrás de sus orejas-. Pero si debo decir que Kanon no sabía del embarazo. No se lo dije. Él se enteró cuando ya había ocurrido el aborto.

-Aún así, ese idiota debería estar aquí contigo. Apoyándote. Es bueno haciendo cosas por los demás pero cuando se trata de él, parece que las manda al carajo -dijo Saga con frustración y una reconocible ira-. Lo siento, debo salir un momento.

Saga salió del departamento dejándolas solas. Saida sentía que algo le estaba ocurriendo a parte de que desapareció por años.

Dione, al suponer porqué estaba así, decidió darle su espacio. Sólo por un momento.

-No creo que Kanon fuera capaz de eso. Debe ser un malentendido -Saida negó.

-No, me lo dijo mientras yo estaba postrada en la camilla del hospital. Golpeada...ni aunque hubiera sido por el bebé, se habría quedado.

-¿Que? Eso no... Saida, yo se lo habia dicho a Kanon antes de irme, bueno no se lo dije directamente deje una carta donde lo explicaba todo aunque me pediste que no se lo dijera, pense que él debia de saberlo.

-¿Le diste una carta? -preguntó confundida. Eso le dolió-. Entonces...¿significa que Kanon ya lo sabía y estuvo fingiendo estos días?

-No pienses eso, no lo quise decir. Yo pensé que en este tiempo los dos ya habrían hablado sobre eso, cuando lo vi salir de aquí imagine que estaban viviendo juntos para evitar todo el tema del santuario. Tú conoces a Kanon el no tomaria a la ligera algo como eso

-No te voy a mentir, me propuso irme con él pero yo no acepte.

-Saida... esto es algo muy duro para ustedes y ahora entiendo por que no estas de ánimos para ver a alguien más, discúlpame, yo pensaba que al aclarar el asunto de la diosa por fin podríamos estar todos más tranquilos, pero, ¿Por que no aceptaste? ¿dejaste de amarlo?

-No...lo amo demasiado pero él me dio la espalda cuando menos lo creía y cuando más lo necesitaba. No quiero perdonarlo tan rápido. Le pedí que me diera tiempo.

-Y lo has hecho bien, realmente no puedo entender que cosa le paso para que no te buscara antes. - Su mirada se poso en la puerta del departamento.

-Creo que le debo una disculpa a Saga, antepuse mi dolor con su aparición. Hice que se molestara por eso, ¿verdad?

-No, no esta molesto contigo.- soltando un suspiro Dione no pudo evitar sonreír ligeramente.- esta molesto con Kanon por no estar a tu lado, te parecerá raro que sonría pero, no pude evitarlo han pasado años desde la ultima vez que se vieron

-Mucho -suspiró pesadamente-. ¿Cómo lo encontraste?

-Es...una larga historia, se que ya me has dicho que no te importa pero pro favor ven con nosotros al santuario aclararemos todo, todas las historias están ligadas a como encontré a saga, si despues de que te den una disculpa quieres regresar yo misma te traeré, ¿Si?

Saida permaneció en silencio por casi un minuto antes de querer responderle. La puerta del departamento se escuchó pero no era Saga, era Tristán. Él al ver que Saida estaba acompañada por alguien que conocía pero que no habpia tratado, no se sintió cómodo. Desconfiaba.

-Tristán...¿Ya conoces a Dione? -preguntó Saida al verlo. Él observó a Dione con recelo.

-Me parece haberla visto antes pero no logro distinguirla.

-Esta bien, no te preocupes -Volteó a ver de nuevo a la pelirroja-. Saida por favor piénsalo ¿Si? creo que ya te he molestado mucho por hoy vendré a verte mañana

Tristán enarcó una ceja más no dijo nada. Saida se despidió de Dione y prometió pensarlo. En cuestión de segundos, ambos se quedaron solos.

Dione seguia con esa angustia dudo en dejarla sola, pero por ahora era lo mejor... miro a ambos lados del pasillo pero Saga no estaba.

-¿Saga? -Saga apareció de uno de los pasillos del fondo. Tomó a Dione de la mano y la condujo hacia la salida con mucha velocidad. Cuando se alejaron del edificio, pudieron detenerse un momento-. ¿Que pasa? - Le pregunto algo alarmada no le había dicho nada prácticamente habían corrido como si escaparan de algo.- ¿viste a uno de los guerreros de Nix? ¿Fue eso?

-No, pero sentí un cosmo fuerte...provenía del departamento de Saida, ¿quién estaba ahí?

-Uno de sus amigos, no recuerdo bien el nombre, pero no parecía peligroso, algo serio, si, pero no peligroso.

-No lo sé Dione. En ese casillo, cuando estuve encerrado, muchos sujetos solían ser tranquilos pero muy fuertes y peligrosos. Este cosmo no lo había sentido antes y no le tengo confianza. Debemos regresar por Saida.

-¡Espera! -Antes de que él diera un paso más ella fue quien ahora le tomo fuertemente de la mano.- No, yo se que ella estara bien, pero si es verdad lo que me dices y si ese sujeto pudiera haber estado en la castillo si te reconoce te llevara de regreso, no Saga... confio en Saida y sera mejor que regresemos al santuario a contar todo asi Kanon vendra a por ella, pero no quiero perderte, no otra vez

Saga valoró las palabras de Dione y la abrazo. Él tampoco quería perderla. No de nuevo.

-Está bien, no me separaré de ti de nuevo...sólo espero que esté bien...aunque, no entiendo porque alguien como él esté con Saida -dijo con suma seriedad.

-Todo esto lo vamos a descubrir poco a poco, solo confiemos en que ella estará bien y que Kanon hará lo correcto una vez que nos escuche, regresemos al santuario las niñas tienen que verte

-Saga no dijo nada pero su caminar fue pesado. Sus ánimos de volver a ver a todos y que esos lo recibieran con la misma intensidad, ya habían perdido el sentido después de esa tarde.

FIN FLASBACK

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top