Incongruencias del amor



Santuario.

Templo de Athena.

Shion estaba con los nervios inquietos hasta en la uñas sin tomar en cuenta que casi necesitaba de un tanque de oxígeno, simplemente todo lo que pasaba en el Santuario era para no querer despertarse, justo como había pasado años atrás...problemas tras problemas. Si bien el asunto de Nubia había sido uno de ellos, ahora lo de Dione era preocupante pues había ido sola a un lugar peligroso.

-¿Necesitas un poco de agua?.- Preguntó Dohko al ver a su amigo abatido.

-No...sólo no quiero recibir más problemas, ya no estoy en edad para esto.- Dijo Shion con ojos cerrados y con la frente recargada en su mano.

-Sí...el Patriarca ya está para jubilarse.- Comentó Milo.- Debería hacerlo Shion o terminará en el hospital porque es más que claro que los problemas no terminan.

-Acerca de tu comentario...tienes razón en el final y si sigues insinuando que ya estoy viejo voy a levantarte un castigo que no olvidarás.- Dijo Shion molestó. Milo frunció el ceño.

-Dejando esto de lado, creo que es momento de que unos vayan en su búsqueda, hemos esperado demasiado.- Decía Saori.

-Pero se supone que no sabemos a dónde fue.- Recordó Aioria.

-Es por eso que he pensado en que se dividirán por grupos para buscarla, unos irán al norte, sur, este y oeste...habrá más posibilidades de que aparezca.- Proponía Saori.

-Insisto en que deberíamos sacarle información a Nubia, ella debe de saber a dónde fue...-Dijo Aioria muy molesto.- Ya basta de ser amables con esa mujer, necesita hablar de una buena vez.

-Oye relájate león, tu hermano está a lado.- Dijo Máscara Mortal. Aioros estaba a lado de Aioria, obviamente no se atrevía a decir nada pero escuchar lo que decía Aioria lo ponía en un estado de impotencia de nuevo.

-Perdón Aioros, sé que es la madre de Darlenne y que significó mucho para ti pero ya es demasiado...si ya fue Dione...¿Quién nos garantiza que no sea nadie más?.- Preguntó Aioria.

-Dione se fue por Saga...no creo que alguien más tenga alguna razón para ir a donde está Nix.- Dijo Aioros contemplando el semblante frustrado de Aioria.

-La sigues defendiendo.- Recalcó el caballero de Leo.

-No la defiendo.- Contestó Aioros, lo que él sentía era que estaban siendo muy duros con Nubia, o eso percibía por el significado en su vida.

-Sólo estamos dándole vueltas al asunto.- Dijo Shaka sereno.

-Yo ya dije...yo hablo con ella, yo no recibiré un "no" por respuesta.- Repuso Aioria.

-Aioria...tú no entrarás con esa actitud, el problema se hará más grande.- Dijo Shion ya hasta con dolor de cabeza.

-¡Es que me impacienta esa mujer! Es tan necia...Necesitamos que alguien que tenga la misma paciencia y actitud defensiva de Nubia hable con ella.- Jactaba Aioria.

-¿Qué quieres decir?.- Preguntó Aldebarán.

-Que Nubia necesita que alguien la saque de quicio, alguien que sea más necia y frustrante que ella...así podría decirle la verdad.

-Ajá...no creo que encuentres a alguien tan loco que sepa debatir con Nubia.- Dijo Máscara Mortal

-Yo puedo hacerlo.- Dijo una voz tras de todos ellos quienes se giraron a ver a la persona quien se ofrecía con tanta facilidad. Máscara Mortal al verla se quedó con la boca abierta.

Marlenne estaba en la entrada del templo, había alcanzado a escuchar lo último que decían los demás, sería la única que tenía una actitud positiva, comenzó a adentrarse al templo.

-¿Quién eres?.- Preguntó Saori al verla.

-Me llamo Marlenne Ferlatti y soy...¡Ey!.- Marlenne no terminó de decir cuando Máscara Mortal ya la estaba jalando del brazo directo a la salida.

-Te dije claramente que regresaras por donde viniste...no eres bienvenida aquí.- Le dijo soltándola.

-Pero yo puedo ayudarles, yo haré que hable.- Dijo Marlenne muy segura.

-¿Oh en serio? Mejor ocúpate de tus propios asuntos los cuales tienes que resolver, vete de aquí y no regreses.- La corrió de nuevo Máscara Mortal. Marlenne arrugó la frente y enseguida se fue acercando Saori junto a los demás.

-Veo que ustedes se conocen.- Dijo Saori. Máscara Mortal pasó una mano por su cabeza.

-Sí...más o menos, es una mujer que insiste en que yo soy su primo perdido.- Dijo él y Marlenne lo miró haciendo un muy marcado mohín.- Ya le dije muchas veces que no pero insiste, es necia.

-¿No podías decir algo más...estúpido?.- Le preguntó ella en voz baja.- Soy policía, conocí a Ángelo en una cantina.- Máscara Mortal estampaba su mano en la frente.

-¿Policía? ¿No te metiste en problemas?.- Le preguntó Saori al caballero de Cáncer, él negó pero Marlenne puso semblante de duda.

-Puede que sí lo haya hecho, estamos por buscar una solución.- Dijo Marlenne, Saori lo que menos quería era saber que Máscara Mortal había faltado a algún tipo de ley.- Como le dije, soy policía y lamento entrometerme pero escuché que hay una chica que no quiere darles un tipo de información importante.

-Y estás en lo cierto.- Dijo Dohko quien estaba ahí también.

-¿Por qué no la llevan a la estación de policía?.- Preguntó Marlenne.

-Ella, es una persona muy diferente...no sé si clasificarla como delincuente, sólo sabemos que estará mejor en este lugar, no por su seguridad...si no por la de los demás.- Explicó Saori, Marlenne alzó una ceja.

-Bien, yo puedo hablar con ella.- Insistió Marlenne.

-No me parece buena idea.- Dijo Saori con duda, Máscara Mortal asintió.

-¿Por qué no? Yo he interrogado a muchas personas y tengo la capacidad de ser paciente cuando no quieren decir las cosas, soy profesional.- Decía Marlenne.

-Lo que pasa es que esa mujer puede ser peligrosa.- Dijo Mu.

-He lidiado con personas peligrosas y de muy mal carácter...él es un ejemplo.- Dijo señalando a Máscara Mortal quien profesaba algunas groserías.

-Si dice que ha lidiado con personas así puede que sea la persona adecuada para hablar con Nubia.- Dijo Aioria.

-Sí pero no lo sé...puede acabar mal y no quiero eso.- Decía Saori.

-Podrías optar por esa opción, se ha intentado de varias formas, todos hemos hablado con ella y no ha logrado decirnos nada...ni siquiera a Aioros se lo ha dicho, intentar con ella podría tener otros resultados además nosotros estaremos aquí por si intenta atacar.- Dijo Dohko apoyando a Aioria y a Marlenne.

Saori miró a Marlenne, ella se veía que sabía lo que quería hacer, no encontraba ningún ápice de duda en sus ojos, es más...parecía disfrutar con lo que estaba por hacer como si se tratara de algún tipo de hobbie. Máscara Mortal observaba a ambas chicas. ¿En serio serían capaces de cofiar en Marlenne?

-Está bien, hablarás con ella pero cualquier problema que veas en ella, sales de inmediato o gritas, estaremos afuera.- Dijo Saori y Marlenne sonrió de oreja a oreja.

Dohko condujo a la chica hasta la habitación donde estaba Nubia. Máscara Mortal veía como entraba a la habitación, se sentía molesto por la necedad de Marlenne. Milo se acercó a él y le dio un codazo, su rostro mostraba burla.

-Así que te lo tenías bien escondido.- Dijo Milo.

-¿A qué te refieres bicho?

-A esa chica...no está nada mal y parece tener el mismo carácter que tú, ya era hora de que consiguieras pareja.

-¡Antes muerto que verme involucrado con esa mujer!.- Exclamó enojado y se fue lejos de Milo quien no entendió por qué se ponía así Máscara Mortal.

-Espere...antes de entrar, quisiera saber algunos datos de referencia.- Dijo Marlenne.

-¿Datos? ¿Sobre qué?

-Por ejemplo, qué quieren saber exactamente, el nombre de la chica, antecedentes...cosas básicas, me servirán para contraatacar en todo lo que me diga.

***

Sienna, Saida y Tristán estaban de regreso en la mansión, como Tristán no estaba nada cómodo con la idea de subirse a un coche, terminaron yéndose caminando lo cual no importaba tanto ya que no estaba tan lejos. El viaje estaba siendo aburrido pues Saida no dejaba de pensar en Kanon, Tristán no era de los que hablaban fluidamente y Sienna...bueno ella estaba buscando un tema de conversación que rompiera el hielo. Sin embargo, pronto recibió una llamada telefónica. Su corazón comenzó a mecerse al ver de nuevo quien era y esta vez...terminó por contestar.

-¿Bueno?.- Dijo Sienna.

Afrodita del otro lado de la línea hasta se sorprendió que Sienna por fin le aceptara la llamada. Después de la impresión, tomó aire y comenzó a hablar con ella.

-Hasta que me contestas, el saldo ya se me estaba acabando.

-Y yo ya me estaba impacientando, mi memoria se llenó por tanto mensaje tuyo y de Máscara Mortal.

-¿M-Máscara Mortal?.- Preguntó Afrodita sintiendo que una vena en la frente le dolía por la molestia.- ¿Y qué quería?

-Si vamos a debatir sus mensajes con los tuyos y con lo que yo pienso, nunca vamos a acabar.

Afrodita infló el pecho, Sienna tenía que responderle todos los mensajes que se tardó en escribirle pero primero tenía que tranquilizar a la mujer.

-Ya hablaremos de eso después, por el momento quiero saber sobre Saida.

-¿Sobre Saida?.- Susurró Sienna pues ella estaba a un lado, dejó que ella y Tristán avanzaran y ella siguió hablando con Afrodita.- ¿Otra vez siguen con lo mismo de que es una villana?

-No no, no quiero hablar de eso...es sobre Kanon también.

-¿Qué tiene que ver él?

-¿Cómo que qué? Está encabritado porque vio a Saida junto a ese hombre.

-¿Y? Él es...¡¿Está celoso?!.- Preguntó con sorpresa Sienna.

-Obvio...y ahora mismo estoy acompañándolo en sus penas.

-¿Está bebiendo?

-No, menos mal que no se decidió por intoxicar su cuerpo pero él está sentado enfrente del parque de los niños, yo estoy a unos cuántos metros.- Afrodita explicaba y Sienna arrugó la frente a la falta de comprensión de los hechos.

-Explícate mejor Afrodita.

-Quiere congelarse el cerebro.

-¿Qué? No entiendo.- Sienna pestañeaba constantemente.

-Está controlado su coraje comiendo helados, va por el sexto doble, me mandó a comprarlo...me está dando miedo.- Expresaba Afrodita mirando a Kanon quien a unos cuantos metros estaba terminándose el quinto helado.

-No seas tan extremo...

-¡No lo soy! Sólo no me gusta acompañarlo en sus desquites...por favor, ayúdame.

-Afrodita, yo no tengo ni la menor idea de cómo ayudarte, no quiero ir a acompañarte a comprarle sus helados a Kanon...le sale más económico comprarse el pote de helado de varios litros.

-¿En serio? Haberlo sabido antes...espera, nos estamos desviando...tú sabes cómo ayudarme y es trayendo aquí a Saida para que hable con él.

-¿Qué? Eso es...Kanon está enojado y no quiero que vuelva a lastimarla diciéndole lo mismo a lo que se aferró cuando la echó de su vida.- Reclamaba Sienna recordando el día en que vio destrozada a su amiga.

-Sienna, todos sabemos que ellos se quieren...ella lo quiera, él es un bruto pero la quiere.

-Bueno, no negaré eso.

-Entonces...¿Me ayudarás?

-No sé...sería preguntarle a Saida si quiere verlo pero...creo que si necesitan aclarar ciertas cosas...¡Pero si se atreve a lastimarla de nuevo ni se te ocurra defenderlo!

-No te preocupes, no me meteré, sólo una cosa más.

-¿Qué?

-¿Por qué ese cangrejo quería comunicarse contigo? ¿Qué te dijo?.- Invadido por la curiosidad, Afrodita comenzó a preguntar. Sienna alzó la mirada.

-Te marco cuando estemos de regreso en el centro, si Saida quiere.- Dijo Sienna y cortó la llamada.

-¿Bueno? Sienna...Me colgó esa mujer...-Dijo Afrodita mordiéndose los labios.

-¡Afrodita! ¿Qué estás esperando? ¡Tráeme mi helado!.- Exclamaba Kanon aún sentado. Afrodita gesticuló varios movimientos faciales.

-Espero no se tarden demasiado.

Mientras tanto...

Sienna guardó su móvil en el bolso y se acercó a Saida y Tristán quienes al verse alejados de ella decidieron esperarla.

-¿Qué pasó Sienna? ¿Algo importante?.- Preguntó Saida. Sienna al estar frente a ella decidió ir al punto en vez de darle vueltas al asunto.

-Saida, era Afrodita...se comunicó conmigo por un asunto relativamente importante.- Explicaba.

-¿Quieres verte con él? Ojalá arreglen las cosas.- Dijo sonriendo Saida.

-¡No! Esta vez no se trata de nosotros dos, sino de ti y de Kanon.- Saida pestañeó constantemente, Tristán la analizaba en silencio.- Afrodita dice que Kanon está en el parque, al parecer no está bien y cree que sería momento de que ustedes hablen pero yo le dije que siempre y tú quisieras hablarían.

-Pero...es que yo...

-Podrías hablarle sobre...el embarazo.- Dijo Sienna y Saida comenzó a valorarlo.- Si Kanon empieza a portarse de nuevo grosero contigo, nos vamos inmediatamente.

-No sé qué haría si él vuelve a portarse así conmigo...pero está bien, hablaré con él y podría decirle sobre el bebé.

-Bien, entonces vámonos.- Dijo Sienna tomándola de la muñeca.

-Espera...Tristán...¿Quieres acompañarnos?.- Tristán apenas abrió la boca y Sienna estaba detrás de él empujándolo sin moverlo ni un centímetro.

-Tendrá que venir...podría ayudarnos si empeoran las cosas.- Dijo Sienna. Tristán sopló lentamente y aceptó, Kanon le daba una curiosidad increíble y lo que tenía que ver con Saida lo era aún más.

***

Santuario de Athena.

Nubia se sentía cansada y de mal humor pues ya se estaba cansando de estar sentada en una silla día y noche, aunque la soltarán por pocos minutos no era lo mismo que hacer lo que quisiera a aparte de que así no podía ver a sus hijas. Escuchó el rechinido de la puerta, esta vez no tenía ganas de ver a nadie que no fuera Mabel. Estuvo punto de echar al o a el recién llegado pero al ver que se trataba de una persona diferente, guardó silencio.

Marlenne vio a Nubia neutral, se acercó a ella un poco y detrás estaba Dohko quien cerraba la puerta. Marlenne escaneó a Nubia de arriba abajo, notó que la pelinegro enarcaba una ceja.

-Seguro te preguntarás quién soy yo.- Comenzó a hablar Marlenne. Ella le dio breves segundos para que contestara Nubia pero apenas y parpadeaba.- Mi nombre es Marlenne Ferlatti y tú debes ser Nubia.- Marlenne vio una silla vieja hasta la esquina de la habitación, fue por ella y luego la puso frente a Nubia a una distancia prudente, enseguida se sentó en ella sin importarle que estuviera llena de polvo.- Me han contado que no quieres revelar unos datos importantes.

-Y por eso contrataron una policía.- Dijo por fin Nubia con la mirada burlona, ahora la oji lila la miraba de arriba abajo, acto que molestó a Marlenne.

-Venía de paso, es mi día libre.- Dijo Marlenne suponiendo que se refería a que no llevaba uniforme.

-Todo policía debe llevar puesta su placa...¿Dónde está la tuya?

-La...tengo guardada en mi pantalón.- Mintió.

-Enséñamela...o mejor vete.

Marlenne puso lentamente una mano en el bolso trasero de su pantalón, rozando con la silla pero luego miró determinante a Nubia.

-Te la mostraría...pero no eres nada amable.- Dijo Marlenne poniendo de nuevo su mano al frente.- No voy a hacer lo que el "culpable" diga.

-Entonces no te diré nada.

-De todos modos no tenías pensado hacerlo.- Dijo Marlenne esbozando media sonrisa, Nubia se puso seria de nuevo.- Piensas que tienes ventaja ¿no?...tan fácil que sería dar la información que quieren y marcharte de aquí.

-No tengo ninguna intención de irme de aquí, ellos pueden mantenerme encerrada el tiempo que quieran, no me obligarán a decir nada que yo no quiera.

-¿Segura? ¿No me dirás lo que quiero?

-No...no tengo por qué hacerlo.

-Bien, si eso quieres.- Dijo Marlenne recargándose en la silla y cruzando las piernas. Nubia hizo un mohín.

-Pues ya vete ¿no?.- Dijo Nubia al verla muy cómodamente.

-No tengo porqué irme si no quiero.- Dijo tajante.- "Veamos quien se estresa más" Pensó.

***

Casa de Cassandra.

Cassandra estaba comiendo realmente rápido. Tenía unas papas fritas frente a ella pero lo que más le agradaba era esa deliciosa hamburguesa que se había preparado. Frente a sí estaba Ambrosía quien comía muy lento...en esta escena había algo raro para la castaña: Ambrosía estaba tan distraída que ni se tomaba la molestia de regañarla por su mala alimentación.

-¿Y a ti qué te pasa?.- Preguntó Cassandra. Ambrosía seguía pensando. Cassandra pasó una mano por su cara y tocó la punta de su nariz, Ambrosía la miró entonces.

-¿Qué?

-¿Estabas escuchando a Buda?...Te estoy hablando...estás demasiado pensativa, ni siquiera me regañas por comer esto como siempre.- Dijo la castaña señalando su plato. Ambrosía lo miró sin mucha importancia.

-Se ve bien.- Dijo y volvió a desviar la mirada. Cassandra miró su hamburguesa con extrañeza.

-¿Qué te pasa? Normalmente tú no me dices esto.

-Disculpa, es que estoy pensando.

-Eso es obvio...¿Pero en qué?

-En Shaka y en Shiva...ambos están muy raros, en especial Shaka.

-El incienso le está haciendo daño.- Dijo comiendo una papa frita.

-No Cassandra, es algo más.

-Sí...algo que ya te había dicho y no sé por qué no quieres verlo, le gustas a Shiva y Shaka tal vez esté celoso.- Dedujo Cassandra.

-No está celoso...él no quiere nada conmigo, no quiso hablar cuando yo tenía que aclarar lo que dije.

-Se está arrepintiendo.

-Claro que no.- Cassandra alzó la mirada, Ambrosía tenía un estado de negación que empezaba a hastiarle.

-Entonces quiere prevenir que Shiva y tú no estén cerca de los inciensos.- Comentó ruborizando increíblemente a Ambrosía.

-¡Cassandra!

-¿Qué? Es la verdad, esos inciensos son peligrosos y él lo sabe.

-¡Eso fue por tu culpa!

-Ustedes los encendieron.- Alzo los hombros.- Shaka está celoso y punto, tú me dijiste que cuando te invitó a cenar estaba raro.

-Pues...-Ambrosía empezó a recordar aquello.

FLASHBACK

Shaka y Ambrosía estaban cenando en un restaurante tailandés. El lugar era acogedor y la cultura se hacía presente, era un lugar cómodo, representaba muchas cosas de la naturaleza de Ambrosía.

-¿Te gusta este lugar?.- Preguntó Shaka al verla.

-Sí, me recuerda a Tailandia y por ende a mis padres...hace tiempo que no los veo.

-¿Y eso por qué? Puedes visitarlos o viceversa ¿no?

-Tienen planeado venir por lo que le dijo mi tía a Cassandra, aunque no saben cuándo.

-Me gustaría conocerlos.- Dijo Shaka.

-¿Eh?.- Expresó Ambrosía con sorpresa.- ¿Quieres conocer a mis padres?

-Sí...somos amigos ¿no?

-Ah...sí sí, claro...- Dijo ocultando su nerviosismo cubriendo su boca.

Shaka escuchó su móvil y leyó la pantalla.

-Discúlpame, esto será rápido.- Dijo el rubio levantándose. Ambrosía aceptó, era bueno que él se alejara precisamente ahora, no quería que la viera así.

Shaka contestó la llamada en voz baja.

-¿Qué sucede Shiva?

Shiva estaba agitado de tanto limpiar además de que lo había hecho a una gran velocidad.

-Maestro...he terminado la limpieza.- Dijo Shiva soltando la escoba.- Ahora sí voy con Ambrosía.

-Ehmm...no creo que sea buena idea, ya debe estar descansando.

-No es muy tarde, es que quiero verla y decirle lo que siento.

-¿Q-Qué?.- Preguntó asombrado.- ¿Qué sientes? ¿Calor? ¿Alergia? ¿Cansancio?.- Preguntaba tontamente, todo era mejor que declararse.

-No maestro, le diré que me gusta y que me otorgue una oportunidad.- Sonrió de oreja a oreja. Shaka sentía que se le iba el alma.

-No vas a hacerlo.- Dijo determinante.

-¿Por qué? Ya he terminado todo.

-Es que...-Pensaba rápido en una excusa.- Es que olvidé que hoy es la limpieza de los escalones de todo el Santuario.

-¡¿Qué?! ¡¿De todo el Santuario?!.- Exclamó asustando a Agora quien preparaba panes de linaza.

-Bueno, a mí me corresponde del templo de Leo hasta Virgo.- Dijo.- Y también lavar todo el mármol del exterior.

-Pero...Pero...-Shiva casi tenía un tic en cada ojo.

-Sólo ayúdame con los escalones, yo hago lo demás.

-Pero maestro Shaka...

-Por favor, Athena se enojará.

-¿Y usted dónde está?

-Fui a comprar las cosas para limpiar el mármol, los escalones pueden lavarse con sólo jabón y agua...-Volteó a ver a Ambrosía.- Me tengo que ir, ya me darán el ticket...

-¡Maestro!.- Exclamó Shiva pero Shaka terminó la llamada. Shiva tenía un sufrimiento severo, no se imaginaba tener que lavar tantos escalones ahora que estaba muy cansado.

-¿Qué te dijo Shaka?.- Preguntó Agora.

-Me dijo que lavara los escalones...hoy no podré ver a Ambrosía.- Dijo abatido.

-Calma Shiva, el señor Shaka sólo nos está pidiendo pocos favores y a Ambrosía puedes verla otro día, ya habrá tiempo para la declaración así podrías comprarle flores o algo para mejorar el ambiente.

-Tienes razón.- Dijo más consolado.- Lavaré cada escalón con tanto afán por el amor de Ambrosía.

-Así se habla...-Dijo Agora alentándolo.

Shaka iba de nuevo con Ambrosía, trataba de mostrarse normal después del infarto de llamada que recibió. ¿Shiva iba a declarársele a Ambrosía? Eso no era bueno y sería peor si ella le fuera a decir que sí, tenía que hacer algo al respecto.

-¿Ya trajeron la comida?

-Sí...no tardaron mucho pero decidí esperarte, aunque pensé que tardarías más.

-No, fue rápido.

-Ya veo...-Dijo preparándose para comer cuando ahora ella recibió una llamada.- Es Shiva.

-¿Shiva?.- Preguntó nervioso.- ¿Qué querrá?.- Esperaba que no contestara la llamada.

-No lo sé, le contestaré.- Ambrosía se giró un poco y contestó la llamada.- Hola Shiva...¿Cómo estás?

-Bien...oye lamento no poder asistir contigo pero me surgieron unos imprevistos.- Decía Shiva.

-No te preocupes. ¿Todo bien?

-Sí claro...aunque me siento un poco esclavizado.- Bromeó.

-¿Esclavizado? ¿Por qué?.- Preguntó atenta y Shaka la observó preocupado.

-Por tantos deberes que me fueron asignados, pero está bien...no te preocupes...oye...quería decirte algo.

-¿Qué querías decirme?.- Preguntó intrigada. Shaka tragó saliva y luego tomó su celular y lo apagó.- ¡Oye! ¿Por qué hiciste eso?

-Me acaba de llegar un mensaje sobre la radiactividad.- Mintió rápidamente.- Decía que al menos en toda la noche habría mucha radioactividad y que era mejor apagar los teléfonos.

-¿En serio?.- Preguntó angustiada.

-Sí...te enseñaría el mensaje pero ya apagué el teléfono.

-Está bien, eso puede ser peligroso.

-De hecho sí.- Dijo nervioso. Ambrosía miraba raro a Shaka, actuaba muy extraño pero fingió no darse cuenta.

-¿Bueno?...¿Ambrosía?.- Preguntaba Shiva pero la llamada había finalizado.- Tendré que esperar como me dijiste Agora, la invitaré a salir personalmente y le diré lo que siento.

-¿No te respondió?

-No, la llamada finalizó.

-Debió haberse acabado la batería.

FIN FLASHBACK

-Pues...sí, ha sido muy extraño, desde entonces no he visto a Shiva y Shaka está más comunicado conmigo, tal vez debió haberse enojado porque pensó que yo le colgué.- Decía Ambrosía.

-Celos...celos...celos...no hay otra explicación.- Decía Cassandra ahora tomando su hamburguesa con sus manos.

-No creo que sea eso...le preguntaré a Shaka...¿Y dónde está Eren?

Como llamado del cielo, Eren apareció con un par de bolsas de boutique. Llevaba unos lentes puestos pero sin duda lo que más llamó la atención en las chicas fue su nuevo corte de cabello.

-Eren...¿Qué te hiciste?.- Preguntó Cassandra dejando su hamburguesa en el plato. Ambrosía puso cara de espanto.

Eren había quitado el largo de su cabello, ahora lo tenía realmente corto, lo que llamaba su atención era el estilo.

-Me hice un cambio...¿No les gusta?.- Preguntó vanidosa Eren.

-¡Te ves fantástica!.- Exclamó feliz Cassandra, todo lo contrario a Ambrosía.

-Creí que odiabas el cabello corto.- Comentó Ambrosía.

-Te debiste haber equivocado.- Dijo Eren segura.- Me fascina este estilo.

-Pues se parece mucho a cuando Cassandra tuvo el cabello corto por culpa de Shura.- Seguía diciendo Ambrosía.


ANTES


DESPUÉS


-¿De verdad?.- Fingió demencia.

-Sí, de hecho has visto aquella fotografía muchas veces.- Dijo señalándole una fotografía donde estaba Cassandra posando con una cámara fotográfica, una que un compañero le tomó como recuerdo hace años, ahora su cabello era más largo.

-No me había dado cuenta.- Dijo Eren.- Lo siento Cassandra, no quería tener el mismo look que tenías antes.- Dijo con semblante decaído. La castaña se acercó a ella y la abrazo.

-No hay cuidado, no tengo ningún problema con que estés así...y tú Ambrosía, ten cuidado con tus palabras, la has hecho sentir mal.

-¿Yo? Yo no dije nada malo.- Se defendía Ambrosía. Cassandra fijó su atención en Eren.

-Vamos a ver qué compraste Eren, te ves realmente bonita con tu cambio de look.- Le decía Cassandra mientras se iban a su ahora habitación.

Ambrosía no confiaba ya en Eren, estaba segura de que se había cortado el cabello así para parecerse a Cassandra...¿Sería por Shura?

***

Santuario.

Templo de Athena.

Había pasado alrededor de una hora y Marlenne seguía adentro. Mientras afuera estaban los demás esperando y el más impaciente era por supuesto, Máscara Mortal. Él se sentaba por un corto periodo de tiempo y después se levantaba maldiciendo...como ahora.

-No fue una buena idea dejarla entrar.- Dijo molesto Máscara Mortal.- Ni siquiera es una policía.

-Ella sabe mucho por lo que nos dijo antes de que entrara, sabe de leyes y de planificación.- Dijo Saori incrédula por el comportamiento del caballero de Cáncer.

-No es una policía "de verdad".- Recalcó Máscara Mortal.- Está tan obsesionada con volver a tener su empleo que es capaz de hacer lo que sea...y a mí no me deja en paz.

Saori puso una mano en su barbilla, estaba pensativa ahora. Shion tenía un trozo de tela húmedo en la frente, hasta la cabeza le dolía.

-Shion, vas a tener que jubilarte.- Le dijo bromeando Dohko, ellos dos estaban sólo unos pocos metros alejados de los demás.

-No empieces Dohko.- Dijo Shion acomodándose el trapo.- A propósito...¿Cuándo irás a ver a Kira?.- Dohko abandonó ese estado de ánimo que le hacía sonreír. Kira se había ido a China junto con su hijo. Dohko había hecho de todo para que no se fuera incluso demostró una impaciencia brutal...pero Kira terminó yéndose.

-No lo sé...no creo que quiera verme.

-¿Y te quedarás sin hacer nada?

-Ya hice de todo Shion...ella no quiere comprender y me lastimó llevándose a mi hijo.

-Sabes dónde está, además yo hablé con ella antes y aunque dijo que se iría, ella quería que alguien la detuviera.

-¿Quién?.- Shion se quitó el trapo de la cara y suspiró con hastío.

-Tú Dohko...tú, ella quería que tú la detuvieras pero por cómo te vi, no supiste hacerlo de la forma correcta.

-¿Y qué quieres que haga?...Más bien...¿Qué quiere ella que haga?

-Eso tendrás que descubrirlo Dohko, por el momento lo único que puedo aconsejarte, es que vayas a China con ella.- Dohko pestañeó con la recomendación y fue inevitable acordarse del tiempo que estuvo allá.

-¿Crees que sea buena idea?

-Sí...inténtalo, seguro eso la sorprenderá...además allá está también Sunrei, hace tiempo que no la ves.

-Eso es cierto...-Dijo Dohko pensando seriamente en lo que Shion le decía y cada vez se convencía más de ello.

Mientras tanto...

Marlenne había estado haciendo muchas cosas en casi una hora, como por ejemplo jugar con su encendedor de metal. Levantaba y bajaba la tapa creando un sonido de "click". Esto lo había hecho por varios minutos además de haberse fumado ya tres cigarrillos. Ahora estaba revisando su celular y estaba escuchando todos los tonos que tenía disponibles desde hace más de diez minutos. Nubia estaba respirando profundamente mientras le dedicaba una mirada de muerte pero Marlenne sólo la ignoraba.

-No encuentro un tono que me guste...crearé el mío.- Dijo muy sonriente. Llenó sus pulmones y acercó su teléfono a su cara.- ¡Pin pon es un muñeco muy guapo y deeee cartónnnnn....!.- Empezó a cantar Marlenne muy desafinadamente y con voz muy gruesa a la vez que movía la cabeza de adelante hacia atrás. Nubia abrió los ojos con desagrado. Quiso ignorarla pero Marlenne siguió cantando cada vez más alto, llegó a un punto en que ya no la soportó.

-¡Ya cállate!.- Gritó Nubia y Marlenne se calló de golpe.- ¡Vete a cantar a otra parte! ¡Maldita sea!

Marlenne sonrió levemente, logró lo que quería pero aún no había ganado.

-¿No te gusta el metal?.- Preguntó con inocencia.- Pensé que sí con ese carácter.- Nubia torció la boca.- Puedo seguir cantando e incluso bailar.

-Sólo lárgate.- Dijo amargamente.

-Me voy si me dices lo que quiero.- Marlenne se levantó y se acercó a ella con más seriedad.- ¿A dónde fue una chica llamada Dione?...¿Cómo es la persona a quien le sirves?

Nubia no se amedrentó y no lo haría, había cometido el error de demostrarle su frustración con sus acciones pero no lo volvería a cometer.

-Me has hecho molestar pero no te voy a decir nada.- Dijo Nubia. Marlenne chasqueó la boca y volvió a tomar asiento.

-Eres difícil...tienes muy en claro lo que tienes, hasta me has hecho aburrirme también.- Dijo ella recargando su rostro en su mano.- Aunque de alguna manera me has caído bien.- Nubia alzó las cejas.

-Me haces sentir tan bien.- Dijo sarcástica.

-¿Lo ves? Eres sarcástica igual que yo y estoy segura de que también sueles o solías molestar a alguien a modo de broma.- Nubia recordó a Dione y asintió.- Podemos ser muy similares, yo en tu lugar tampoco hablaría.

-¿Por qué piensas que nos parecemos?

-Con sólo verte...tu actitud y personalidad...además yo puedo apostar a que estás aquí por alguien, de otra forma ya te habrías ido de este lugar.

-Yo no estoy aquí por nadie.- Negó.

-Yo digo que sí...tu hija es un ejemplo.- Dijo Marlenne y Nubia no respondió.- Tal vez has venido por ella.

-¿Quién te dijo eso? ¿Aioros?

-No sé quién sea Aioros pero gracias por el dato.- Dijo muy tranquilamente.- ¿Me puedes dar algún otro dato?.- Esto también molestó a Nubia.

-Si estoy aquí por mi hija, eso a ti no te importa y yo opino que no me parezco a ti.

-¿Por qué?.- Preguntó fingiendo curiosidad.

-Porque yo no estoy sola.- Dijo duramente.- Yo puedo criticarte y con sólo verte puedo deducir que te sientes sola y haces todo lo posible por ser tomada en cuenta por alguien.- Dijo la oji lila y Marlenne esta vez no dijo nada, las palabras le habían calado.- Si alguna vez fuiste policía dudo que lo seas ahora, creo que tienes un problema serio...ve a jugar a ser la detective con otra persona, yo no te voy a decir nada...si quieres saber de Dione búscala por tu cuenta, así calmarías la necesidad de atención, te deseo suerte...puede ser que se haya ahogado en el río o el agua le lastimó al caerse del precipicio...o las dos.- Marlenne puso sus ojos cristalinos, como si estuviera pronto a llorar. Nubia la observó y volcó los ojos.- ¿No tenías buen humor o fui lo bastante dura?

-Sabes herir.- Respondió.- Hiciste que recordara a alguien...a alguien que me destruyó las aficiones que tenía, si pudiera regresar el tiempo no quisiera ni conocerlo.

-¿Un hombre?.- Preguntó sin mucho interés.

-Si así se le puede llamar...

-¿Quisieras deshacerte de él?.- Marlenne la miró con interés.- Si me ayudas en lo que quiero...yo puedo ayudarte.

-¿De verdad?

-Sí...te desharías de él y tu vida podría cambiar.- Nubia le estaba mintiendo realmente, ella lo que quería era salir de ahí sin mucho esfuerzo, era una forma de entretenerse y al parecer lo estaba logrando.- ¿Para qué ayudar a todos los que están aquí? Si tuvo suerte, Dione estará bien rodeada de árboles.- Marlenne se levantó mirando a Nubia atentamente, estaba muy pensativa. Le dio la espalda y volvió a tomar su encendedor, miró su reflejo en él.- Además...tienes agallas, podrías servirme a mí directamente y a Nix.

-¿Quién es Nix?

-Alguien con mucho poder, tiene un alma oscura a pesar de su apariencia, lo que más se asemeja a sus sentimientos en su cabello.- Dijo Nubia bromeando. Marlenne ignoró lo que le decía y tomó más importancia al primer tema que trataron.

-¿Harías eso por mí si te ayudo?.- Nubia sonrió, había caído.- ¿Me ayudarías a deshacerme de él?

-Sí...lo haré...¿Tú me ayudarás?

Marlenne alzó la tapa del encendedor mirando ahora la llama que salía.

-Lo haría...pero...-Apagó la llama soplándola.- Ya tengo lo que quería.- Se giró a verla.

-¿Qué?.- Preguntó escéptica.

-Me has dado detalles muy importantes.- Sonrió de oreja a oreja.- Si no querías decirme nada, te equivocaste...gracias por tu colaboración.- Le guiñó un ojo y salió de ahí como si nada.

Nubia estaba incrédula. ¿La había engañado? ¿Había estado fingiendo? Al parecer sí y lo había hecho bien. Nubia alzó las cejas y respiró hondo.

-Me cayó bien.- Dijo Nubia para sí aunque aún no podía creer que le había dado información que quería, ya que no dijo realmente gran cosa.

Marlenne salió y cerró la puerta tras de sí, todos la miraron curiosos.

-¿Qué pasó? ¿Te hizo algo?.- Preguntó Saori. Aioros estaba atento.

-No...sólo darme algunos detalles que nos servirían.- Dijo Marlenne sonriente. Todos se miraron entre sí. ¿En serio lo había logrado?

***

Centro de Atenas.

Kanon se sentía más tranquilo después de comerse ocho helados, incluso había acabado con el apetito...lo mejor era que su coraje se había dispersado, el problema es que Afrodita tuvo que vivir todas las etapas de la ira y cómo había soportado los desplantes de Kanon, ahora él estaba bebiendo un batido de fresa.

-No bebas tanto batido, te puede alterar.- Le dijo Kanon. Afrodita dejó de beber, tenía una cara de incredulidad.

-Qué bueno que me lo dices, lo tomaré en cuenta.- Dijo irónico.- ¿Y ya te sientes mejor?

-¿Mejor? Yo he estado mejor.

-¡No es cierto! Comer tanto helado por celos no es normal.- Dijo quejándose Afrodita.

-¡¿Celos?! Yo no tengo celos de nada ni de nadie.

-¿A quién quieres engañar?.- Afrodita vio a lo lejos que Sienna había llegado, Kanon aún no la había visto.- Iré a tirar esto, espérame y nos vamos.- Dijo Afrodita alejándose de Kanon y yendo hacia Sienna.- ¿Vino Saida?

-Sí...irá con él ahora.- Dijo Sienna indicándole a lo lejos a Saida que se acercara a Kanon. Saida tomó varias respiraciones hondas para relajarse y luego acercarse a Kanon hasta ponerse atrás de él. Kanon sintió que alguien estaba a sus espaldas.

-Vámonos ya, se está haciendo tarde y se me olvidó que Athena quería hablar con nosotros.- Dijo Kanon levantándose y mirando a Saida, enmudeció totalmente.

-Hola Kanon.-Dijo sonriendo dudosa.

Templo de Athena.

-Entonces...¿Qué te dijo Nubia?.- Preguntó Saori. Marlenne tenía un pedazo de papel grande y un plumón que le consiguieron.

-Fácil y sencillo, me dio algunas reseñas de Dione y de la razón por la que está aquí.- Explicaba Marlenne.

-¿Ah sí? ¿Y según qué fue lo que te dijo?.- Preguntó molesto Máscara Mortal.- Sencillamente yo no creo que a ti si te haya dicho algo que a nosotros no.

-Dije que me lo dijo por reseñas.- Recalcó y luego lo ignoró mientras escribía en el papel.- Me dijo que hizo comentarios sobre Dione, que estaba aquí por su hija...como usted me dijo.- Refiriéndose a Aioros quien no sabía cómo sentirse ahora, no iba a dejar que Nubia se fuera con su hija.

-Este es el colmo...esa mujer no se llevará a mi sobrina.- Dijo Aioria.

-No lo permitiremos Aioria...¿Y qué más?.- Preguntó ahora Shion.- ¿Qué dijo sobre Dione?

-Algo con relación a un río...que yo podría encontrarla ahogada, claro que debió bromear.- Decía Marlenne.

-Eso no explica nada...no entiendo.- Dijo Milo.

Mu llevó un mapa que se guardaba en el templo, era un mapa sólo de Europa.

-Espero te sirva.- Le dijo el caballero de Aries. Marlenne extendió el mapa.

-Ella mencionó un río...los ríos más cerca de Atenas son estos.- Los señaló con el plumón.- Dione debió pasar por alguno de ellos.

-Bueno...al menos sabemos algo pero aun así no creo que demos con ella.- Dijo Aioria.

-Yo no diría eso...ella también mencionó que se podría encontrar rodeada de árboles.- Decía Marlenne.

-¿Rodeada de árboles?.- Preguntó Aldebarán.

-Un bosque...-Dijo Mu y Marlenne asintió.

-Supongamos que se refirió a un bosque...el único lugar donde hay un río y un bosque alejado, es aquí.- Rodeó un punto con el plumón.- Podría buscarse por ahí, por toda esta zona.

-¿Cómo sabes tanto?.- Preguntó Máscara Mortal.

-Geografía...tuve que aprender mejor en la carrera de seguridad.- Dijo Marlenne.- Pero es una suposición, sería mejor investigar físicamente...además de eso, ella me ofreció unirme a ella.

-¿Qué?.- Preguntaron al unísono.

-¿Nubia te ofreció eso?.- Preguntó abrumado Aioros.

-Sí...intentó herirme con unos comentarios pero fue difícil y ahí me pidió unirme a ella y a una mujer llamada Nix.- Explicaba Marlenne.

-¿Nix? Entonces si le sirve a ella.- Dijo Saori en voz baja.- ¿No dijo si se llamaba Saida?

-No, ese nombre no lo mencionó...sólo dijo que era una mujer con mucho poder y que su alma era oscura a pesar de su apariencia.- Dijo segura.

-Sí debe de tratarse de Saida.- Dijo Saori.

-¿Eso ya fue todo lo que dijo?.- Preguntó Shion.

-Sí...eso fue todo.- Concluyó Marlenne.

-Bien...gracias por todo ya te puedes marchar y nunca regresar.- Le dijo Máscara Mortal bruscamente.

-No la corras de esa manera Ángelo.- Le regañó Saori. Máscara Mortal se quedó pasmado de escuchar su propio nombre en labios de la diosa, Milo y Dohko querían reír.- Gracias Marlenne, no sé qué has hecho para hacer a hablar a Nubia pero gracias.

-Fueron trucos que he aprendido a lo largo de mi vida.- Dijo casi orgullosa.

-Aun así gracias...y para compensar lo que has hecho, quiero darte un empleo.- Le decía Saori. Mascara Mortal abrió la boca para protestar.

-¿Empleo? ¿De qué?.- Dijo Marlenne impactada.

-De policía...del Santuario.- Todos se miraron entre sí cuando Saori dio esa idea. No hacía falta un policía.- Serías de mucha ayuda y más ahora que varios iremos a buscar a Dione...y a Saga.

-¡¿Qué?!.- Exclamó inconforme Máscara Mortal.- ¡¿Va a permitir que ésta loca se quede en el Santuario?!

-¡Sí! ¡Si quiero!.- Dijo feliz Marlenne.

-¡¿Qué?!.- Volvió a exclamar Máscara Mortal.

-No se arrepentirá...de verdad que no.- Dijo Marlenne agradecida, incluso quiso llorar.

-Yo sé que no. ¿Mañana podrías asistir? Será tu primer día.- Decía Saori.

-¡Por supuesto que sí! Me tendrá aquí temprano.- Decía Marlenne.

-Patriarca...diga algo, no puede dejar las cosas así.- Dijo Máscara Mortal a Shion esperando que él se negara a lo que Saori decía.

-Sí, tienes razón...-Se levantó Shion.- Te deseo suerte el día de mañana Marlenne, eres muy inteligente.

-¡Eso no Patriarca!.- Exclamó muy molesto Máscara Mortal.

-¡Gracias! Muchas gracias...vendré muy temprano.- Dijo Marlenne marchándose muy feliz.- Por cierto...ella mencionó en broma que Nix tenía alma oscura como su cabello, no sé quién sea ella o qué importancia tenga pero de algo les debe de servir.- Dijo para irse del templo.

-¿Su alma oscura como el cabello?.- Preguntó pensativo Mu.

-Cabello negro, puede ser.- Dijo Aldebarán.- Nix tiene el cabello negro y apariencia sutil.

-Saida lo tiene rojo...esto está raro.- Dijo Dohko rascándose la cabeza.

-No creo que sea relevante pero al menos podremos comenzar a buscar a Dione y Saga.- Dijo Saori cambiando de tema. Saori sonreía, Marlenne le había caído bien y no lograba comprender por qué tanta oposición de Máscara Mortal.

-¿Por qué la contrató?...No hace falta, para eso estamos nosotros.- Decía el caballero de Cáncer.

-En eso si estoy de acuerdo con él, no es que me oponga pero...¿Por qué?.- Dijo Dohko.

-Porque ella necesita trabajo además nos ayudó a encontrar unas pistas referente a Dione.

-Yo no estoy de acuerdo.- Se cruzó de brazos Máscara Mortal.

-No entiendo que problemas tengas con ella pero Marlenne trabajará aquí y todos la apoyaremos.- Decía Saori.- Y en cuanto a ti...a partir de ahora creo que comenzaremos a llamarte Ángelo.

-¡¿Cómo?! ¡Pero no me gusta!.- Se sequía quejando.

-De hecho se oye mejor, y es menos largo.- Decía Shion.

-¿Dónde está Kanon? Ahora que lo recuerdo no se presentó.- Preguntó Aioria.

-Ni siquiera Camus.- Le siguió Mu.- Vi que salió hace rato muy apresurado.

-De Kanon no sé qué pasaría pero Camus debió tener un problema, iré a buscarlo.- Dijo Milo saliendo del templo.

***

Sory fue a visitar a Mary Anne ya que tampoco a ella le contestaba las llamadas y eso de alguna manera la deja intranquila. Tocó el timbre de la casa y esperó varios minutos hasta volver a tocar, podría ser que había salido...quizás con Camus, las cosas entre ellos estaban mejor. Cuando Sory ya estaba por irse, Mary Anne le abrió la puerta y la pelinegro no pudo contenerse, su amiga tenía los ojos hinchados y su apariencia era depresiva.

-Mary Anne...¿Qué tienes? ¿Qué te pasó?.- Le preguntaba mientras se acercaba a ella y le quitaba algunos cabellos de la cara.

Mary Anne la miró como por un segundo y luego entró de regreso a su habitación donde se subió a la cama y se cubrió con las cobijas. Sory fue hasta ella.- No me asustes amiga...¿Qué tienes? ¿Alguien te hizo algo?

-Sory...quisiera estar sola.

-¿Pero por qué?...Mary Anne, dime...soy tu amiga.

-¿Qué quieres que te diga? Camus me mintió.

-¿Te mintió?.- Enarcó una ceja.- ¿De qué forma?

-Quería ocultarme los hechos del accidente que tuve.- Sintetizó. Sory bajó la mirada, ya sabía más o menos por donde iban los hechos.

-¿Y te dijo la verdad?

-No...me lo dijo Denirha.- Mary Anne agarró la almohada que estaba detrás de ella.

-Denirha es la ex de Camus ¿no?.- Mary Anne alzó los hombros.

-Ex o su novia...su amante, no lo sé...

-Mary Anne, escuché varias cosas de ella por parte de Camus y no son buenas...dijo que ella lo acosaba, se había obsesionado y yo la verdad pensé que ya lo había olvidado pero si dices que ella fue la que te contó la verdad fue por maldad...por perjudicarte.

-Y lo sé, siempre quiso perjudicarme y no sé porque, yo nunca le hice nada malo pero lo que me tiene así es que me tuve que enterar por ella y no por él, Camus no quería decirme la verdad y eso me duele...era mi derecho saber cómo ocurrieron las cosas.

Sory caminó hasta un espejo grande que estaba en una esquina de la habitación, tomó un cepillo que estaba ahí y luego tomó aire hondamente, no sería fácil decir las cosas.

-Discúlpame, yo sabía que Camus no quería decirte las cosas.- Decía y Mary Anne la miró sin perder la atención en ella.- Y yo no quería decirte las cosas tampoco, me refiero a tu accidente...pero sólo era por un tiempo, no pensaba hacerlo por siempre.

-¿Tú también?.- Preguntó agónica.

-Camus no quería lastimarte...sólo se preocupaba por ti, igual que los demás.

-Pues lo hizo porque aparte se veía con Denirha, no me lo negó.

-Pero no pienses mal, sé que ahorita estás así porque el dolor es reciente pero si te tranquilizas y piensas mejor las cosas podrías entender que lo que hizo no tiene nada de malo.

-Sory...quiero estar sola.- Dijo Mary Anne.- Si dices que tengo que tranquilizarme, lo haré cuando esté dispuesta pero no quiero ver a nadie...ni siquiera a ti.

-Mary...por favor.- Decía Sory queriendo acercarse a ella.

-¡No! Déjame sola por favor...por favor, vete.- Le pidió para después volverse a cubrir con las cobijas.

Sory no siguió insistiendo y la dejó sola. Salió de la casa y siguió caminando, no le gustaba verla así...la hacía recordar los momentos en que ella supo que estaba embarazada y no quería ver a nadie, aunque podría ser cruel dejarla sola en ese estado, podría ser de ayuda que nadie la molestara...que pudiera aclarar toda su mente. Sor recibió un mensaje de texto, era de Milo.

"Necesito verte, voy para Rodorio. Atte: Yo"

Sory volcó los ojos, si no era para disculparse por el momento no deseaba hablar con él.

-Ni siquiera me dijo donde.- Dijo para sí Sory y se fue.

Mary Anne estaba cansada, no había podido dormir bien. Escuchó de nuevo si móvil, lo revisó y había mensajes de Camus, de Sory y uno nuevo de Denirha. Lo abrió y vio que había una fotografía adjunta donde vio que Camus se besaba con ella y Denirha estiraba el brazo para tomarse la foto.

"Camus no es de fiar, tan pronto habló contigo y vino conmigo a rogarme y besarme...esta es la clase de hombre de la que estás enamorada...no te preocupes, no regresé con él, sólo fue para tener pruebas contundentes. Espero así seas más lista y menos inocente." Escribió Denirha.

Mary Anne comenzó a llorar descontroladamente, le dolía todo eso. Aunque sabía que Denirha era poco confiable...si te mostraba pruebas como esas era difícil no creerle. ¿En serio se había enamorado de un mal hombre?

Denirha reía incontrolablemente, ya se imaginaba la cara que debía tener Mary Anne en esos momentos. La foto si bien era real, Denirha la tomó cuando estaba con Camus hace años.

-Yo sabía que guardar esto sería eficaz.- Dijo Denirha para sí. Ella se había enterado de que Camus fue a hablar con ella porque estaba a unos cuantos metros donde estaba Mary Anne y por suerte Camus no reconoció su coche. Ahora estaba en su casa y disfrutaba de su victoria bebiendo un poco de vino.- Voy a hacer sufrir a tu Mary Anne Camus...no debiste haberse cambiado por ella.

***

Fortaleza.

Saga y Dione seguían ahí hablando sobre lo que había pasado todos esos años, bien pudieron utilizar ese tiempo en escapar pero no sabían en cuánto tiempo regresaría Zacros, un inconveniente para irse de allí.

Saga le estaba platicando exactamente como era su vida desde hace cinco años, nada de lo que escuchaba Dione le resultaba agradable o normal, vivir en ese lugar parecía una terrible pesadilla.

-Y eso es todo lo que se vive aquí, día y noche es lo mismo...escuchas a personas pedir clemencia vanamente.- Decía Saga con malestar, al ver que Dione no decía nada se acercó a ella y le pasó el dedo índice por los cabellos del fleco.- No debe ser agradable escuchar esto.

-No, no lo es...me da coraje, tú no tenías porqué pasar por esto.- Dijo amargamente Dione. Saga se acercó más y le tomó del rostro.

-Está bien Dione, lo que me hace sentir que esto valió la pena es que tú y...mis hijas están bien, se siente raro decirlo.- Sonrió como pocas veces lo hacía.

-Por eso es que quiero sacarte de aquí.- Dijo Dione levantándose.

-Me encanta que hables con tanta seguridad pero esta vez no es tan sencillo Dione.

-No lo sabremos si no lo intentamos, llegué hasta aquí...salir no debe ser tan diferente, si nos atrapan seguiré luchando para que salgamos de aquí.

-Sabes bien que no permitiría que te quedaras aquí, sólo te harán daño.

Kesia abrió un poco la puerta y asomó la cabeza, su semblante estaba ansioso.

-Es hora de regresar, Zacros ya viene,. Advirtió Kesia. Dione sufría por dentro, no pensó que regresaría tan pronto, eso arruinaba su oportunidad de salir.

Saga se levantó. Dione no quería alejarse de él, algo que fue fácil deducir para Saga, sus ojos eran muy predecibles.

-Vete Dione, será lo mejor...-Le dijo Saga. Ella mordió sus labios y se acercó a él poniéndose de puntillas y besándolo rápidamente.

-No me voy a ir sin ti, regresaré.- Le dijo y luego se marchó con Kesia. Saga cerró los ojos y volvió a sentarse en el suelo. No había querido decir nada pero sentía un profundo dolor en la espalda, lógico, eran gracias a los latigazos que le habían dado recientemente pero no quería preocupar más de lo que estaba a Dione.

Kesia terminó por colocar el candado y rápidamente se fue con Dione hasta la celda de Zacros donde Dione entró y Kesia colocó el candado.

-Muchas gracias.- Expresó Dione.- Me has hecho feliz con tu ayuda.

-No es nada, ya vendré a verte después.- Dijo muy apresurada.- Tengo que irme.

Dione se sentó en el suelo para luego llevarse el asombro de ver a Zacros enseguida. Él había quitado rápidamente el candado y al entrar, su expresión corporal clamaba enojo.

Zacros miró a Dione de reojo quien se limitaba a tener la mirada en el suelo cuando se dio cuenta que la estaba mirando. Zacros vio que había un recipiente con comida, no iba a quedarse con la duda.

-¿Quién te trajo eso?.- Preguntó impaciente. Dione miró lo que le llevó Kesia, recordaba su nombre pero no sabía si decirlo la metería en problemas.- Te hice una pregunta.- Dijo duramente pues Dione no le contestaba.

-Una mujer llamada Kesia.- Respondió Dione. Zacros puso los ojos en blanco y perdió interés en seguir preguntando. Dione frunció el ceño por la remota indiferencia de Zacros.

-¿Al menos comiste?.- Preguntó más tranquilo mientras se ajustaba las hombreras.

-No, aún no.- Respondió cortante.- ¿Ella suele tener ese tipo de detalles?

-Sí.- Respondió.- ¿Le pediste que te dejara salir? No me extrañaría.

-N-No...apenas y nos presentamos.

-No te creo.- Dijo seriamente.- En todo caso, te seguirás quedando aquí encerrada mientras no estoy.

-¿Mientras no estás?.- Preguntó tratando de ocultar lo esperanzada que se sentía al escuchar aquello, lástima que Zacros se había percatado.

-No tengo por qué darte explicaciones y más te vale no intentar salir de aquí.- La miró fríamente y lentamente fue cortando la distancia que había entre los dos, Dione volvió a sentirse incómoda y más cuando él puso una mano debajo de su mentón.- Si lo haces, volveré a traerte aquí en peores condiciones...¿Te quedó claro?.- Acercó más su cara, Dione tuvo el presentimiento de que él quería besarla. Por fortuna, él se alejó de ella y salió enseguida sin decir nada más.

Dione suspiró con desahogo, volvía a estar sola y eso la calmaba más aparte de que Zacros no estaría...la pregunta es...¿Será por mucho tiempo?

***


Cuarenta minutos después.

Sory iba caminando por las indicaciones que le había dicho Milo, ya llevaba un buen rato caminando. Cuando ella vio mejor el lugar se le hizo muy conocido, hasta que llegó a su lugar menos favorito de esos momentos.

-¿Es una broma?.- Se preguntó Sory al estar frente al bar en donde Milo se había quedado con Savannah.- ¡Está completamente tonto!

Sory iba a retirarse cuando escuchó a lo lejos unos gritos.

-¡Sory!.- Sory apretó las manos y dio media vuelta con efímeras miradas de hostilidad. Milo iba caminando hacia ella.- ¿Llevas mucho tiempo esperando? Vine en transporte para llegar rápido.

-¿Por qué me citaste aquí?.- Preguntó crudamente.

-¿Tiene algo de malo?.- Preguntó inocente.

-Tú dime...es el mismo bar en donde preferiste irte con esa mujer y a mí me dejaste con Dohko.

-Sí lo sé, bueno es que quería hablar contigo justamente aquí...sobre lo que pasó esa noche.- Vio que Sory no estaba muy convencida.- Por favor, permíteme expresarme...quisiera que me escucharas.

Sory torcía la boca y al final asintió mientras se ajustaba su cabello sostenido en una coleta.

-De acuerdo...¿Y Camus?

-Justamente también quería buscarlo...¿Por qué preguntas por él?.- Sory resopló.

-Vamos adentro...tengo que decirte algo también.

***

-¿Qué haces aquí?.- Preguntó Kanon alelado de ver a Saida ahí cuando debió ser Afrodita quien llegara.

-Pasaba por aquí y...te vi de nuevo.- Dijo con ambas manos detrás de su espalda.- ¿Podemos hablar?

-Saida...

-Por favor.- Saida se adelantó por si Kanon quería negarse.- Tengo cosas que decirte y son importantes.

Kanon miró las órbitas verdosas de Saida, sus ojos cristalinos esta vez le conmovieron y no como aquella tarde bajo la lluvia donde le vino importando un comino lo que le pesara gracias a la rabia que sentía.

-Siéntate.- Le dijo y Saida se sentó primero. Kanon lo hizo después, esta vez no se atrevía a mirarla directamente.

Saida tenía acelerado el pulso, ese era el efecto que tenía Kanon sobre ella, le gustaba...pero en esos momentos le dolía ya que ellos no estaban juntos como antes.

-¿Sigues enojado conmigo?.- Preguntó, realmente no sabía cómo iniciar la conversación. Kanon cerró los ojos.- Kanon...te juro, que yo no sé dónde está Saga...y si lo supiera te lo diría porqué es tu hermano y sé la importancia que tiene en tu vida...yo no tengo motivos para hacer tal cosa...y no soy Nix...por favor créeme.- Decía Saida rompiendo cada vez más la debilidad de sus ojos.- Me duele tu indiferencia...tus palabras de aquella tarde no las puedo olvidar si te sigues portando a'si conmigo...yo no quiero que me odies por algo que no hice.

-Saida...sé lo que te dije aquella vez, cada palabra...no se me olvida tampoco.- Decía Kanon y Saida se levantó y tomó su rostro con ambas manos, él estaba deslumbrado.

-Yo te amo, desde hace mucho tiempo, yo no soporto verte y saber que me odias.- Saida hacia un sinfín de gestos tratando de disminuir el sentimiento...la verdad era inútil.

-Yo no te odio Saida...- Dicho esto, Saida lo besó rápidamente y lo abrazó.

-Te amo...te amo...eres mi vida entera...te extraño.- Decía entre sollozos. Kanon se encontraba también envuelto entre esos sentimientos. La esencia natural de Saida le revolvía los sentidos de forma encantadora, ese abrazo y ese beso le habían acobijado el corazón.

Kanon quería corresponderle...en serio que lo quería. Alzó los brazos para tomarle la espalda pero los detuvo a pocos centímetros de rozarla. Los alzó más y tomó sus hombros para alejarla de él delicadamente. Saida no quería soltarse pero terminó por hacerlo. Kanon bajó sus manos hacia los brazos y la sentó a su lado. Él quedó abatido al verla con los ojos llenos de lágrimas, su piel blanca se había puesto colorada por el quebranto.

-Saida, perdón por todo lo que te dije...estaba muy enojado, no debí decirte todas esas cosas.- Comenzó a decir él mientras le limpiaba los ojos con sus dedos. Saida tomó sus muñecas.- No te odio...no creo poder hacerlo.- Dijo agachando su rostro.

-Entonces...¿Me crees?.- Preguntó más Kanon no contestó. Él apartó sus manos del rostro de Saida y las puso sobre la banca. Saida parpadeó y cayeron dos lágrimas.- Sigues sin creerme...sigues pensando que yo soy Nix y que hice todo eso.

-No puedo pensar lo contrario cuando hay argumentos, todos se dirigieron a ti como Nix...y si no lo eres...¿Por qué lo hicieron?.- La miró neutral.

-No sé...no sé y yo nunca había visto a nadie de ellos.

-No puedo creerte Saida, me cuesta hacerlo a pesar de que quisiera olvidar todo ese rato amargo.- Confesó.- No puedo creerte.

Aunque Kanon estaba calmado, se sentía igual de doloroso y más porque lo decía con seriedad. Miró su vientre y se perdió en él. ¿Ahí se acababa todo?

-Kanon...quiero decirte algo más...

-No Saida, lo mejor será que te vayas...no hagas esto más complicado.- Le dijo. Saida humedeció sus labios y deshizo la idea de comentarle lo del embarazo, si se lo decía ahora que no quería saber nada de ella, él lo tomaría como un tipo de chantaje.

-Está bien, sólo quería decirte esto pero si sigues con la idea de que yo soy mala...ya no sé qué más hacer.- Saida se levantó y se fue lentamente de ahí. A unos cuantos metros estaba Sienna, Afrodita y Tristán esperando que ellos dos terminaran de hablar.

-¿Qué pasó Saida? ¿Qué te dijo Kanon?.- Cuestionaba Sienna al verla devastada.

-Quiero irme, ya se acabó...él no me cree y yo ya no sé que hacer.- Dijo Saida caminando de nuevo. Sienna se llevó una mano a su cabeza.

-Esto quedó completamente igual.- Dijo Sienna.- Tengo que irme con ella.- Le dijo a Afrodita.

-Sí, está bien yo iré con Kanon a ver qué pasó, espero hablar pronto contigo, tenemos cosas pendientes.

Sienna asintió y se fue seguida de Tristán. Afrodita fue con Kanon quien estaba sentado con las manos sobre su cabeza.

-Las cosas no se resolvieron ¿verdad?.- Le preguntó inerte Afrodita. Kanon alzó la cabeza y se levantó.

-Le pedí que se fuera, no puedo convencerme de que ella no es mala, no hasta que Saga esté para decirme lo contrario.

-Yo la verdad no creo que sea Nix, ella está muy mal, la vi ahorita y hasta yo me sentí horrible.

-Lo sé...pero no puedo hacer nada más.

-¡Ay Kanon! ¡Lo que tienes de viejo lo tienes de bruto!.- Le gritó sorprendiendo a Kanon.- Ella te quiere, sus sentimientos parecen ser sinceros y tú la dejas ir...ella te ama.

Kanon pasó una mano por su cuello, en el lugar exacto donde los brazos de Saida le habían tocado.

-Y yo la amo.- Dijo Kanon yendo en dirección hacia el Santuario. Afrodita veía lo difícil que era el amor...o tal vez, lo difíciles que eran las personas hacia ese sentimiento.

***

Sory y Milo estaban sentados en una mesilla del bar desde hace varios minutos. Milo estaba entre enojado e impactado, Sory le había contado lo que sabía sobre Mary Anne y Camus.

-Ahora está claro todo...por eso salió corriendo de esa manera.- Dijo Milo negando con la cabeza.

-No culpo a Camus porque yo tampoco le dije las cosas a Mary Anne cuando ella quería saberlas.

-Pero Camus debió decirle la verdad y no insistir en ocultárselo, él ya conocía a esa mujer pero estoy seguro de que ignoró que haría algo con contra de ellos.

-Vaya, hasta que dices algo sensato.- Le dijo recargándose en la silla.

-Ya sé para dónde vas...

-Es obvio, me debes una disculpa y parece no importarte Milo...tú sabes qué te equivocaste en dejarme sola con un Dohko a medias todo por irte con ella...

-¿Eso te hace sentir celosa?.- Sory pasó sus cabellos sueltos detrás de su oreja, no estaba celosa...¿O sí?

-No...no estoy celosa Milo, el problema es que no me has ofrecido disculpas, tú me invitaste aquí, trajiste a Dohko y me dejaste en vez de ayudarme...eso es lo que me molesta.

-Sí, ya lo sé...

-Además lo que tú y yo tenemos...no es serio...nos acostamos cuando queremos, somos amigos con derechos únicamente.- Dijo Sory no para recordárselas a Milo, si no a ella misma porque sentía una gran duda emocional.

-Buen punto...no me gustaría tenerte celosa.- Comentó riéndose, ese comentario desoló a Sory.

-Y no lo harás...créeme.

-Muy bien, pero ahora que pasamos a cosas más serias...quería disculparme, es verdad que yo debí irme contigo en vez de irme con esa chica...me dejé llevar.

-¿Te acostaste con ella?

-No...estuvimos a punto pero se quedó dormida.- Sory no sabía si reírse o molestarse.- Y no me contesta los mensajes así que supongo no quiere saber nada de mí.

-Y me alegra, no se veía confiable esa mujer.- Dijo sonriendo.

-Me gusta que me protejas, es como si tuviera mi guardaespaldas personal.- Rio a carcajadas y pasó sus manos hacia atrás.

-Supongo que me siento agradecida.- Milo la miró a detalle, con esos ojos azulinos tan coquetos. Se acercó a ella con seducción.

-¿Qué te parece si para que me disculpes te dejo hacerme lo que quieras?.- Preguntó tomándole de la mano y acariciándola con flirteo.

-No es tu estilo.

-Entonces te haré sentir muy bien.- Comentó poniendo a Sory en un punto central. Milo se fue acercando más a ella, quería besarla. Sory miró sus labios y se fue acercando más a él. A escasa distancia, fueron claramente interrumpidos.

-Hola Milo...¿Te acuerdas de mí?.- Preguntó una mujer. Sory al verla sintió que se estampaba en la pared, era Savannah...vio a Milo y este volvió a cautivarse pero ahora con aquella chica de cortos cabellos.

-Savannah...¿Qué haces aquí?.- Preguntó Milo.

-Vine de paseo pero mi sorpresa fue encontrarte aquí...quería hablar contigo.- Dijo Savannah ignorando completamente a Sory.

-Te mandé mensajes y te marqué pero no respondiste.

-Mi celular tiene fallas, necesito comprarme uno nuevo porque ya no sirve.- Dijo Savannah.

-¿Y no tienes saldo?.- Preguntó Sory con burla. Savannah la miró altiva pero perdió interés en ella y miró a Milo de nuevo.

-Quería ver si querías salir un rato conmigo esta noche, a distraernos...o lo que sea, me gusta tu compañía.- Sonrió de oreja a oreja, Savannah estaba coqueteándole enfrente de Sory. Ella alzó las cejas y aclaró su garganta, Savannah volvió a mirarla.

-Será en otro momento, estamos ocupados.

-¿Y tú eres...?.-Preguntó Savannah desinteresada.- ¿Eres su novia?

-No, se llama Sory, es mi amiga,- Dijo Milo sin percatarse en cómo el semblante de Sory cambiaba drásticamente.

-Ah una amiga...que bien...entonces...¿Saldrás conmigo? Incluso puede ser ahorita mismo, así tenemos más tiempo de estar juntos.- Decía Savannah.

-Creo que no entendiste, él y yo estamos hablando y después tendrá tiempo de estar contigo pero no hoy.- Dijo Sory determinante. Milo al ver el roce de las chicas se levantó.

-¿Me permites hablar tantito con ella?.- Preguntó Milo a Savannah.

-Por supuesto.- Dijo la chica torciendo sus labios.

Milo tomó del brazo a Sory y se alejaron de Savannah unos cuántos metros.

-¿Qué tienes?.- Le preguntó a Sory.

-Nada...es sólo que tu amiguita no tiene modales.- Dijo molesta.

-Relájate...no te pongas así.

Savannah no les dio mucho tiempo de hablar cuando se acercó tomando del brazo a Milo.

-Entonces...¿Sí irás conmigo?.- Preguntó con voz hostigosa.

Sory alzó la mirada y se cruzó de brazos, esperaba escuchar un "no" de parte de Milo.

-Sí, iré contigo.- Le contestó.

-¿Qué?.- Preguntó Sory a modo de una reacción.- ¿Irás con ella?.- Savannah sonrió descaradamente.

-Lo siento Sory, es que...-Dijo Milo pero la chica lo aferró más a ella.

-¿Nos vamos?.- Presionó. Sory apretó la mandíbula.

-Milo...no puedo creer que me vuelvas a hacer lo mismo.- Dijo enfadada y marchándose de ahí. Savannah le tomó de las solapas y lo besó apasionadamente.

Sory salió hecha una furia de ahí. Milo le volvía a hacer lo mismo, en el mismo lugar y con la misma persona. ¿Qué demonios le pasaba a su vida? Cuando más creía llevarse mejor con Milo, algo pasaba y ahora era una persona que aparte de tener una voz tan chillona, era grosera y no confiaba en ella. Sory tenía la rabia en la garganta, una que quería derrumbarse por sus ojos.


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Wow!! Cuántas cosas!! Jajaja...y faltaron más pero esas serán para el siguiente capítulo.

Por cierto...les tengo que preguntar algo...¿Qué pareja quieren que escriba el lemon? Ya es momento de escribir uno jaja. El que tenga más comentarios o votos será el que escribiré.

Yo sé que todos queremos que Saida y Kanon regresen...yo también ToT...pero por lo que tengo pensado, ya pronto veremos a un Kanon distinto. En pocas palabras...es un tonto. Y Milo ni se diga ¬¬...

Les agradezco por su apoyo. De no ser por ustedes este fic no se llevaría a cabo. Quiero ofrecerles disculpas porque no he publicado seguido y l@s dejo con la intriga.

¿Cómo ven...quieren que siga poniéndo "Máscara Mortal" o sólo Ángelo? O.O...Es una duda xD.

También quiero decirles que voy a poner un especial de algún personaje con datos curiosos o que quizás no sabían. Este lo publicaré aquí o tal vez en mi página de facebook.

 https://www.facebook.com/Skylar-1535205580105970/

Ustedes escojan de qué personaje quisieran que lo hiciera. *Tiene que ser un OC*

Quiero felicitar a acuario1608   quien cumplió años hace unos días!!!



La/os aprecio mucho. Abrazos!!! 

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