42: Amor

—¡ONDAS INFERNALES!

—¡AHHH!

Nuevamente dragon sufrió las consecuencias del ataque del santo de cancer, no obstante a este ultimo se mostraba incomodo ante una sensación que a palabras de el le desagradaba.

—¿De dónde proviene esta extraña sensación? — su frente comenzaba a sudar. —Esto ni siquiera se asemeja al poder del cosmos... mas bien... una oración, ¡es tan molesta! —expreso. —Shiryu pudo escapar de mi ataque la primera vez, pero debo evitar que lo haga nuevamente.

...

Shiryu se incorporó nuevamente, su vista había regresado e incluso se llevó una sorpresa al ver que habia regresado al mismo lugar donde el santo de cáncer le habria enviado anteriormente.

—Ese caballero si que es fuerte — mencionó. —Me pregunto donde habrá ido Hyoga

Una voz familiar le hizo reaccionar, notaba la preocupación que manifestaba la dulce voz de esa mujer.

—Esa voz... ¿Shunrei? — pensó. —Ella esta... rezando por mi.

Le vino a la mente aquellos recuerdos desde que empezo a entrenar con el maestro Dokho, donde dia a dia aprendia de las experiencias que el mayor le platicaba. El dia en que conocio a Shunrei fue algo que cambiaria su vida... recordaba con tanto cariño cada momento que ambos habian tenido, ella espiandolo mientras el entreba. Conversar en sus ratos libres mientras veian la belleza de las aguas de aquella cascada, reir y disfrutar de la compañía del otro era lo suficiente para que Dragon tuviera otro motivo por el cual seguir su camino: protegerla con su vida.

Sin darse cuenta los años pasaron y muchos sentimientos comenzaban a invadirlo... se habia enamorado.

En uno de sus ultimos entrenamientos ambos veian de costumbre aquella cascada.

—Me sorprende lo mucho que haz avanzado durante estos años — decía la joven con una sonrisa. —Aun me pregunto cómo es que haces todo esto, ¿no te resulto difícil?

—Se que entrenar con el no ha sido tan facil pero sabes, estando aquí llegue a sentir el calor humano algo que jamas pensé que conocería. Todo gracias a el y sobre todo... gracias a ti.

La miro con tanta dulzura, ella estaba halgada por su comentario que ocasiono un leve sonrojo en sus mejillas, Shiryu sacó una rosa y la coloco con delicadeza en su cabello.

—Te mereces esto y mucho mas. Y yo estaré ahí para ello — dijo Shiryu con una sonrisa.

—Shiryu...

El bello recuerdo se vio irrumpido tras sentir el pesor del caballero dorado sobre su espalda, Shiryu gruñó ante el ataque e indagó.

—¡¿Qué haces tú aquí?! — este rió cínicamente.

—No es obvio, vengo a matarte de una vez. Debo evitar que te mantengas en medio del umbral — piso con más fuerza la espalda de Dragón. —Y como soy quien puede abrir este agujero no tengo problemas atravesarlo, a diferencia del reino de los muertos me quedaría atrapado ahí... ¡Mira con atención!

Shiryu levantó la vista quedando sin palabras, una colina donde varias almas descendían a su destino final.

—¡La colina de Yomotsu! — dijo Máscara. —Lugar donde lo único que conocerán será la muerte definitiva, este lugar es el abismo que separa la vida de la muerte.

Seguido, el santo dorado le ordenó que se pusiera de pie, sin embargo Dragón no acato la orden.

—Tu serás parte de ellos dentro de poco. Ahora que ya no tienes fuerza ya no tienes nada que hacer. Si no te pones de pie seré yo quien te conceda el deseo de morir

Lo levantó como a un costal de papas dispuesto a arrojarlo hacía la multitud de almas que caminaban al agujero, estaba a punto de hacerlo pero aquella oración volvió a escucharse.

—¿Otra vez? ¡Ya me tienes harto!

—Shu...¡Shunrei!

En otra parte Shunrei pedía con todo el corazón que Shiryu se levantará, Máscara pudo localizar a la joven a través de su cosmos.

—¡Eres un estorbo mocosa! ¡Y por eso debes morir!

A través de sus ondas arrojó a Shunrei desde lo alto para que impactara directamente hasta el fondo de la cascada.

—¡Aghhh!

Dragón le pedía que se detuviera a lo que Máscara se burlaba de él.

—Deberás alegrarte... Tú y ella se encontrarán en el infierno.

SHIRYUUUU

Máscara iba a dar por finalizado su ataque pero notó que su mano comenzaba a arder.

—¡Agh! ¡Mi mano! ¡Quemaste mi mano!

Shiryu se recuperó lo que dejó a Cáncer demasiado enfadado.

—De todos los enemigos a los que me he enfrentado jamás había conocido a un adversario como tú. Te metiste con lo más preciado de mi vida y no voy tener compasión de ti... ¡Muere!

El santo dorado no pudo evitar la respuesta de Shiryu quien a través de su dragón naciente logró dejarlo aturdido.

—Mi sangre arde con deseo de matarte, y no es ninguna sangre cualquiera... ¡Es la sangre del dragón! — le propinó un puñetazo. —El dragón aniquilará a cualquiera que se atreve a lastimar lo que más ama — lo golpeó nuevamente. —Este será el castigo que recibirán aquellos que traten de enfurecerlo

Máscara seguía soportando los golpes de Shiryu.

—No voy a parar hasta acabar contigo.

—¿Te afectó mucho que intentase asesinar a esa muchachita? No te das cuenta que las vidas humanas son simplemente polvo que va y viene por todo el universo — a pesar de los golpes recibidos se puso de pie.

—¿Puedes seguir en pie? — Dragón estaba sorprendido. —Tu fuiste quien dijo que quien cayera al agujero morirá definitivamente. Será tu quien caiga a ese lugar — Alzó el puño. —Y cuando llegues ahí podrás disculparte con todos aquellas almas que arrebataste... ¡Dragón Naciente!

Sorprendentemente Máscara logró detener el ataque de Shiryu.

—¡No puede ser!

—Jeje, no vas a hacerme ningún rasguño con la misma técnica. Aunque tú cosmos arde no podrás vencerme, mucho menos portando esta armadura dorada. ¡¡No vas a poder alcanzarme!!

Cáncer lo golpeó con fuerza haciendo que se detuviera de un costado de aquel agujero

—Ha llegado tu hora de morir Shiryu de Dragón. Nunca imaginaste que las cosas se pondrían en tu contra, por esa razón no va a poder detener... ¡¿QUÉ DEMONIOS?!

Miles de espíritus tenían atrapado al caballero dorado.

—¡Son espíritus! — Shiryu estaba asombrado. —Y han venido a cobrar venganza por las cosas que les hiciste. Tanto que no pueden descansar en paz — miró a Máscara. —¡Es el momento que pagues por lo que hiciste con ellos Máscara! — el santo dorado se burló.

—Esta multitud solo hace engrandecer mi poder — se liberó de ellos. —¿Crees que me harán algo? ¡¡Si tanto desean morir pues yo les daré la oportunidad de hacerlo!!

Shiryu veía que Máscara era tan fuerte e impasible que le era imposible mostrar piedad ante las almas en pena.

—No entiendo... Los caballeros luchamos por la justicia. Y en su lugar este caballero que usa armadura dorada, ¿por qué los dioses le dieron este poder y esa armadura? — Dragón cerro los ojos. —Ahora veo el porqué de esta pelea, eliminar cualquier rastro de maldad en el santuario para darle paso a esta era de caballeros... Pero aún como estoy yo... No puedo.

—¡Tu lo has dicho! — Máscara le pisoteo la mano con tal de hacerlo caer pero Shiryu se aferraba con fuerza. —Lamento la demora, pero ya podrás morir en paz — dijo, Shiryu le pegó en su pernera con su otra mano. —¡Qué tonto eres! Con esa fuerza pretender destruir mi armadura... ¡¡PATÉTICO!!

Pisoteó aún con más fuerza el pie de Shiryu, este repitió el golpe en la pernera logrando que la misma se desprendiera de la pierna Máscara.

—¿Pero qué es esto? ¡Maldición! — tras el golpe máscara cayó sentado. —Y no solo eso
... Me lastimaste la tibia.

—¡Tu armadura ha sido diseñada para proteger la justicia! — exclamó Shiryu y atacó nuevamente, Máscara se defendió con el brazo pero de igual forma el brazal se desprendió de inmediato.

—¡Mi brazo quedó descubierto! — Cáncer se quejaba de dolor. —¿Qué me pasa?

—¡Es la voluntad de la Cloth! — comentó el pelo negro.

—¿Qué estupideces dices?

—Tu armadura ya no soporta tanta maldad en ti y por esa razón ha dejado de considerarte caballero

—¡Cállate! Te demostraré... Les demostraré a todos que yo soy el caballero más fuerte que haya existido.

Tras eso, la armadura terminó por desprenderse de su cuerpo quedando completamente vulnerable, Máscara estaba petrificado.

—Mi armadura... ¡Me ha abandonado! Pero, ¿por qué?

—¡Rindete Máscara de Muerte! Si tu armadura no podrás hacer nada — le advirtió Dragón. —Acabare contigo, aunque el orgullo que llevo dentro no perdonaría que ataque a un hombre desprotegido

Shiryu se liberó de su armadura quedando ambos caballeros a mano limpia cosa que dejó más que impactado al santo de Cáncer.

—¿Por qué hiciste eso? ¿Acaso eres idiota?

—Ahora estamos iguales, solo la fuerza de nuestro cosmos la que dará por vencedor a uno de nosotros.

—Acabas de desperdiciar tu última carta en juego Shriyu. Mi cosmos es más fuerte que el tuyo — el mencionado lo interrumpió.

—Eso es lo que tú crees... Mu nos enseñó la verdadera naturaleza del cosmos

—¿Qué?

Cerro sus ojos una vez más dejando que su cosmos lo guiará a su victoria.

El nivel máximo... El séptimo sentido. Mi maestro jamás me lo dijo porque no era algo que podíamos transmitir nosotros sino algo que debemos dejar crecer en nuestro interior, cada vez más va despertando cuando luchamos. Puede que nuestro cosmo aún no supere el nivel de los caballeros de bronce. Pero si fui elegido como caballero de Atena entonces soy capaz de hacer que mi cosmos se expanda al límite.

—Si eso crees entonces yo también expandirse mi cosmos para mandarte de una vez por todas a esa colina. Jamás había usado mis ondas infernales en este lugar pero será un placer usarlas en tu contra... ¡¡VOY A DESTRUIR TU ALMA SHIRYU!!

¡ONDAS INFERNALES!

Shiryu expandía con más fuerza su cosmos tanto que Máscara de Muerte no sabía que decir, el espíritu del dragón apareció frente a él pero no solo era uno, sino que eran muchos los que se acumulaban detrás del joven de cabello negro.

—¡ADELANTE DRAGÓN! ¡MI COSMOS ARDE CON GRAN FUERZA! ¡VUELA LO MAS ALTO QUE PUEDAS!

—¡¡NO LO HARÁS!! — exaltó Máscara.

Sin embargo el ataque de Shiryu era imposible de esquivar, Máscara no pudo hacer nada ante la fuerza del Dragón Ascendente. El santo dorado cayó directamente a la colina de Yomotsu.

—Lo he logrado... ¡He vencido a Cáncer!

Comentó Shiryu con alegría antes de caer rendido al suelo. Un aura salió de su cuerpo y se retiró del lugar.


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