14. Cuatro Oscuridades 3/3
—¡Muéstrate!
—Con mucho gusto pegaso, pero déjame decirte que este lugar.... ¡¡Será tú tumba!!
[Seiya]
Una voz habló a lo lejos y lanzó muchos ataques los cuales esquive rápidamente, al levantar mi vista veo a esa persona cuyos rasgos físicos eran exactamente iguales a los míos con la única diferencia es que en él hay mucha maldad en su ser... Así es, estoy cara a cara con el pegaso negro.
—Menos mal que haz venido, pensaba que te habías acobardado pero no fue así... No tienes miedo a morir y eso me impresiona de tu parte.
—Pegaso negro, ¡dime en dónde esta Fénix! O no respondo.
—¿Para qué lo quieres pegaso?, acaso te importa lo que él haga con destruir este estúpido mundo.
—Me importa y mucho, así que habla de una vez.
—No tengo porque darte explicaciones... ¡¡Ahora vas a morir!!
CisnexCisnexCisnexCisnexCisnexCisn
[Hyoga]
Pareciera como si todo estuviera en orden en este lugar pero aún no debo bajar la guardia, de mi dependerá recuperar la pieza restante de la armadura dorada.
Seguía caminado hasta que veo algo extraño brillar más adelante de la cueva, fui hacia allá de inmediato encontrando un charco de hielo.
Un momento... ¿hielo? ¿Dentro de un volcán? Es increíble que no se haya derretido por el ardiente calor de este lugar. Sin embargo, siento que alguien intenta atacarme por la espalda, di la vuelta y veo nuevamente a cisne negro a punto de darme un puñetazo del cual logró esquivar.
—Volvemos a encontrarnos cisne.
—¡Oh! Ya veo, tú eres el que ha dejado este rastro... ¡Hmph! Si así no te pierdes en el camino te entiendo.
—Jajaja, no te hagas el chistoso cisne ahora mismo definiremos quien será el único caballero de los hielos... Y sobre todo, quien se queda con la chica andromeda.
—Pues entonces no me hagas perder mi tiempo, si quieres morir ¡ven aquí!
Y así fue como nuestra batalla comenzó, no cabe duda que Cisne negro ha estado entrenado demasiado desde nuestro primer enfrentamiento en el bosque.
Puede que sus ataques sean muy letales pero no dejan de ser una miseria comparados a mis ataques de hielo.
—¡¡Sentirás el terror del frío!!
Veo que intenta atacarme nuevamente pero logro tomar su mano con total facilidad dejándolo completamente inmóvil.
—Jeh, eso es todo lo que tienes... Menuda pena la que me das.
—¡Sueltame bastardo!
—¿Qué acaso no lo sabes cisne negro? No puedes usar el mismo ataque dos veces, así no tiene sentido que sigas desperdiciando tu poder.
—¡¡Eso es mentira!!
Narradora
Hyoga sonrió cínico ante la mirada atónita de cisne negro y lanzó su ataque Koliso que lo dejó inmóvil.
—Có...¡cómo haz podido!
—Dame la pieza de la armadura si no quieres que te mate ahora mismo.
—No me importa cisne... Acaba de una vez conmigo
—Tú lo haz pedido... Te demostraré... ¡¡El verdadero poder del Cisne!!
Cisne emano un potente remolino de hielo que lo terminó dejando colgado en la cueva y congelado de ambas piernas. Tomó la pieza restante de la armadura que estaba en el suelo y se acercó al caballero negro.
—Maldito seas cisne...
—Ahora ya lo sabes... No habrá nada ni nadie que pueda reemplazarme.
Este último no tenía idea de lo que Cisne negro iba a hacer antes de morir, con dificultad acercó su mano hacia uno de sus ojos arrancandoselo con mucha fuerza dejando un charco de sangre en el suelo.
—¿Por qué haz hecho esto?
—Ahora ya se todos tus movimientos que han quedado grabados en mi retina... Tú y el resto la van a pagar.
Lanzó su ojo y este desaparecio del lugar, Hyoga miró nuevamente a cisne negro quien murió al instante tras haberse sacado el ojo e hizo un gesto de disgusto.
—Pudiste haber escapado en ves de haberte arrancado el ojo... Pero, ya no hay marcha atrás... Ahora mi prioridad es el bastardo de Ikki.
El ruido de un cascabel sonó detrás de él, volteó a ver pero no había nada y se fue corriendo a buscar a Fénix.
Una mano salió del precipicio y se aferró con dificultad a una piedra, Seiya tenía varios golpes en su cuerpo que fueron provocados momentos antes tras enfrentar a pegaso negro.
Flasback
—¡Meteoros de pegaso!
Seiya atacaba a pegaso negro quien corría por todo el lugar esquivando sus ataques.
—Tus ataques no son nada comparados a los míos.... ¡Estrellas fugaces negras!
Sus ataques logran dejar a Seiya en el suelo, pegaso río ante ello y se acercó al castaño quien fingió haber sufrido sus ataques, la armadura de pegaso brillaba con total resplandor.
—No puede ser.... ¡Ha esquivado mis ataques!
—Te equivocas, lograste darme más de tres golpes... Pero esta armadura ha resistido mas que la anterior, de no haber sido así ya estuviera gravemente herido — responde pegaso.
[Seiya]
¡Esto es genial! puedo sentir el poder de Shiryu fluir en mi armadura... Gracias mi buen amigo, no dejaré que tu sacrificio haya sido en vano. Te lo prometo.
—Ahora presenciaras... Los son las estrellas fugaces de pegaso.
—¿¡Qué!?
Ante pegaso negro se podía observar el espíritu de Shiryu protegiendo a Seiya quien lanzó sus ataques hacia su antiforma que lo dejaron estrellado en la parte superior de la cueva para luego caer sin movimiento en el suelo.
—Supongo que esto ha sido todo — dijo Seiya.
—Jajajaja... Aún no... — Pegaso negro levanta la cabeza y se burla de Seiya.
—No pienses que vas a ir fácilmente por el señor Fénix, ni mucho menos que me hayas derrotado tan fácilmente... Dentro de poco sentirás el verdadero terror de mis estrellas negras...
—¿De qué hablas?
Pegaso negro cayó muerto dejando a Seiya un poco dudoso por lo que había escuchado, sin embargo el tiempo era oro y debía seguir con la búsqueda de Ikki. Nota que el cinturón de la armadura dorada estaba al lado de pegaso negro y lo tomó entre sus manos para luego marcharse del lugar.
No habían pasado ni cinco minutos desde que se marchó y un fuerte dolor se hizo presente en todo su cuerpo.
—Qué...me está pasando!
Tenía la respiración agitada, sentía pesado el cuerpo y sus ojos comenzaron a nublarse, se quito la armadura llevándose la gran sorpresa al ver como su cuerpo había recibido varios golpes de su rival y los cuales eran la causa de su dolor.
Fin flasback
Pegaso quiso levantarse pero le resultó muy difícil, no pudo detenerse de aquella piedra por más tiempo y terminó cayendo al precipicio.
[Ikki]
A través de su retina Cisne negro me ha mandado toda la información acerca de los movimientos de Hyoga.
Y si no me equivoco debe de estar muy cerca, puedo sentir su cosmos acercarse hacía mí.
—Hasta qué por fin te encuentro... Fénix.
Volteo a ver y exactamente era de él de quien estaba sintiendo su poder, observó que obtuvo la hombrera que le había encomendado a cisne negro.
—¡Hmph! No me digas que vienes tú solo a enfrentarme.
—Jah, no necesito ayuda de nadie mas para poder detenerte...
—¿Tú contra mi?... ¡Qué estupidez!
—No me hagas reír Ikki, porque seré yo quien se encargue de acabar contigo.
—Muy bien cisne... ¡Qué esperas!
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