5. Esmeralda

Ikki regresó del trabajo cansado empezaba a aburrirse de su rutina, dejo sus cosas botadas y tomo una lata de cerveza necesitaba un trago después de tremendo día, con pesadez camino hasta su habitación sim cuidado empezó a sacar ropa de sus cajones pero al sacar una de sus camisas tiro un sobre extraño.

Ikki: ¿Qué es esto?.- se preguntó a si mismo y con cuidado lo levantó.

Entre sus manos tenía un sobre lleno de cartas hechas por el y todas las cartas de su amada Esmeralda, aún recordaba con cariño a la chica ¿Qué habría sido de ella si él jamás hubiera aparecido en su vida? Con lagrimas en los ojos se dio la vuelta en su mesita de noche estaba el collar que le había dado a Seiya, con rapidez lo tomo y junto al sobre se lanzo a la cama para sufrir de mejor manera recordando a sus amores.

(...)

12 años atras.

Esmeralda iba de camino al coliseo su padre le había pedido que ella recibiera el dinero de su ultima pelea, su padre había quedado mal por ella y ese dinero era tal vez su única salvación. El camino de la chica fue tranquila pero cerca del coliseo se dio cuenta de que la seguía un joven tal vez más grande que ella y su mirada sin duda tenía más milicia.

Cerca de un callejón aquel chico la acorraló ella no tenía la fuerza ni el valor de defenderse no sabía como aquel era muy grande y fuerte cuando creyó que lo peor estaba por empezar otro chico la salvó mandando al atacante al piso de un golpe. Su salvador la llevó al coliseo por la atención que le daban se notaba era alguien importante un peleador tal vez.

****: ¿Te encuentras bien?.- preguntó un peliazul sólo un poco más alto que ella.

Esmeralda: Si, lo estoy.- respondió algo nerviosa.

****: No te preocupes por Jango, es sólo un idiota.- dijo con una sonrisa burlona.- Por cierto soy el Inmortal Fenix.

Esmeralda: No es cierto.- dijo ella con una sonrisa amable.- Soy Esmeralda un gusto.- se presentó mientras extendía su mano hacia el, observabando casi embobada al chico.- ¿Y tú?.

****: Ikki.- respondío el chico mientras extrechaba su mano con la de ella.

Los dos se había hecho amigos, Esmeralda sabía todo de Ikki mientras él de igual forma de ella; su relación amistosa era verse en el coliseo, ella curaba sus heridas mientras le aconsejaba el no volver a pelear Ikki jamás hacia caso. La chica había aprendido a defenderse gracias a su nuevo amigo y por ende ya nadie se metía con ella.

Ikki: Haz mejorado mucho.- dijo con orgullo.- ¿Cómo esta tú papá?

Esmeralda: Peor.- dijo secamente.- Después de todo tus golpes lo molieron, eres un bruto.

Ikki: Gracias pero saber que no me ofende.- dijo mientras desvíaba su mirada de la de la chica.

Esmeralda solo se rió mientras abrazaba por la espalda a Ikki.

Ikki: Por cierto.- dijo con nervios.- A Pandora le molestaría vernos así.

Esmeralda: No debe preocuparse sólo la quieres a ella ¿No?.- preguntó con cierta tristeza mientras Ikki se daba la vuelta y tomaba de los hombros a la chica.

Ikki: No sabes lo que dices.- dijo con un notable sonrojo.- Perdoname.

Esmeralda: ¿Por?.- preguntó confundida.

Ikki: Por esto.-dijo mientras con rapidez le plantaba un tierno besito en los labios.

Esmeralda se sentía en el cielo, amaba con locura a Ikki,  en ese momento se decidió a enamoraro y confesarle los miles de sentimientos que tenía en su pecho clavados.

Así había empezado a enviarse flores y cartas enamorandose cada día más, creyendo que sólo era ellos dos en el mundo.

"Sabes perfectamente porque estoy aquí".

Los días pasaban y con ellos un año nuevo empezaba los problemas se diminuían a uno sus familiares, Ikki tenía que hablar con Pandora mientras Esmeralda debía confesarle a su padre lo de su enamoramiento por obvias razones ni uno se atrevío a enfrentar la verdad.

Esmeralda: Amor... ¿Qué piensas hacer?.- preguntó la chica

Después de un hermoso reencuentro otro problema apareció.

Jango: ¿Qué paso bonita y tú novio?.- se burló mientras veía pasar a Esmeralda.

Esmeralda: No es de tu incumbencia.- respondió molesta.

Era de noche y el par de chicos tenían asuntos pendientes que atender. Esmeralda guío a Jango a su casa en su intento de escape por ende el chico ahora se encontraba tratando de abrir la puerta la chica aprovecho a sacar la pistola de su padre de algo le serviría.

Jango: ¿Dondé estas linda? Me van a pagar bien por hacerte sufrir.- canturreó mientras abría la puerta y entraba.

Esmeralda se escondió estaba lista para que en cualquier momento dispararle a ese idiota.

Jango: Se que ya no tienes a Fenix atrás tuyo.- dijo con burla, mientras abría la puerta del armario donde la chica se ocultaba.

Esmeralda disparó pero su puntería no era la mejor causando que le diera en la pierna al chico. Jango gritó de dolor pero en cuanto pudó le quitó el arma a la chica y la sacó del armario aventandola al piso.

Jango: Que pena que Ikki no este aquí.- dijo molesto.- Me encantaría que te viera morir.- dijo mientras le daba una patada en la cara a la chica

Esmeralda soltó un quejido de dolor mientras dirigía su mirada a Jango, quizo decir algo defenderse pero no pudo una bala le había atravesado el pecho. Jango salió del lugar corriendo pronto los vecinos chismosos saldría a ver que había pasado.

Esmeralda: Ikki...- llamó por ultima vez antes de perder el aliento.

(...)

Actualidad.

Ikki se despertó vio el desastre hecho y las cosas de sus dos amores guardo todo en un lugar y salio a su trabajo. No ganaba nada sufriendo por aquellos dos amores que le habían dado la mayor felicidad del mundo y que por estupido había perdido, aún no comprendía el porque la vida le regalaba tantas penas.

Con gran tristeza llegó al batallón, toda la mañana se la paso triste hasta que le dijeron que tenía visita. Algo inquieto fue a ver de quien se trataba.

Ikki: Saori, Shaina ¿Qué hacen aquí?.- preguntó confundida el verlas en aquel lugar.

Saori: Venimos a decirte algo importante.- dijo seria mientras descubria la carriola que traia, dos niños que Ikki ya conocía estaban ahí viendole esperando a que él hiciera algo.

Shaina: Estos niños son tuyos.- dijo sin rodeos mientras señalaba a los niños.- Y si no nos crees, haz tantas pruebas quieras.

Ikki se sorprendio y volteo a ver de nuevo a los niños casi por instinto se agacho a verles, los cargo a ambos no pudo soltar lagrimas de felicidad. Seiya seguía dandole motivos para vivir y por eso estaría agradecido siempre, aunque estaba seguro Esmeralda igual le guiaba desde el otro mundo.

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¡Al fin acabe!

Deje este proyecto por mensa, se me había olvidado que aún no lo terminaba.

No sean igual de olvidados que yo, tomen agua y besitos en la cola para todos.

Atte: Yumila.


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