3. CAPITULO 5.
Había pasado la mitad del mes y el par se encontraba un tanto extraño. Hyoga empezó a ignorar al peliverde y Shun parecía un demente.
Hyoga se encontraba decepcionado de la vida desde que se dio tremenda ilusionada con lo del bebé, se sentía el mayor imbecil del mundo.
Shun: ¿Amor ya me vas a hablar?.- preguntó con cara de talcuache aplastado.
Hyoga: ¿De que quieres hablar?.- dijo mientras miraba un punto fijo a la nada mientras comía con tristeza su sanwich.
Shun se quedó callado tipo:
El grupo de amigos se veía entre sí especulando cosas, Ikki por su parte era el unico que dejaba de lado la actitud rara del par.
Seiya: ¿Y cómo han estado?.- preguntó incomodo tratando de poner "alegre" el ambiente.
Shiryu: Bien, gracias por preguntar.- dijo lo más cortante posible.
Seiya rodó los ojos mientras le hacía señas a Shunrey para que lo apoyara, la chica sólo se limito a pellizcar a su novio provocando el chillido más "varonil" del mundo.
Shun veía con pena a sus amigos, mientras que Hyoga seguía llorando internamente, el peliverde se levanto del lugar emputado con la vida, ni siquiera los mismos le sirvieron para que Hyoga saliera de su viaje interdimensional.
Se fue corriendo lejos, subio las escaleras y corrio por los pasillos según había leido el correr ayudaba, cuando llegó a la azotea se quedó un buen rato viendo hacia abajo.
Shun: odio que sea un imbecil.- dijo al aire en un susurro.
El no era fan de pelear con su novio, pero siempre había motivos para pelear o no hablarse un rato, en este caso el susto de embarazo que se llevaron.
Mientras se quedaba viendo el paisaje desde arriba, deseo con todas sus fuerzas no llorar por cualquier cosa, era su estilo pero no era lo mejor para él, ni le era "benefico" ya era un chico de preparatoria que pronto sería dejado a su suerte como huerfanito por su hermano y luego por su novio.
Odiaba quedarse sólo, aunque no le molestara la compañia de su cuñado y amigo Seiya, sin duda extrañaria al par de chicos.
(...)
Había terminado el recreo y el rubio se encontraba en su clase prestando atención, raro dirían el par de azabaches que conocían lo despreocupado que llegaba a ser Hyoga por sus clases.
Hyoga realmente no prestaba atención a la clase, sólo copiaba a su libreta palabras claves cómo siempre hacía, para poder garabatiar en paz su libreta miemtras sufria de crisis existenciales. El rubio recordaba con pena y tristeza cuando leyó los resultados de la prueba que le hiciero a Shun.
El rubio se encerró todo el día en su cuarto a pensar, ¿Qué debía sentir al saber que sólo fue un "susto"?, ¿Debía festejar y sonreir cómo Shun? ó ¿Lloraría por ver sus ilusiones hechas añicos?. El de verdad se había ilusionado con un bebé, eran jovenes sí pero aún así se había dispuesto a ser un hombre trabajador.
¿Era una señal para dejar de ser tan despreocupado y dejar de creer que todo es color de rosa?
Tal vez lo era, sin prestar mucha atención a lo que pasaba a su alrededor decidio ver hacía la ventana estaba nublado no era una agradable vista y le daban ganas de dormir.
Su profesor lo regaño por ignorar su clase pero no le importo y siguio garabateando en su libreta.
(...)
Shun seguía en la azotea, sabía que Seiya le pasaría la tarea de la clase perdida aunque no lo creyera el castaño era bueno en clase, mejor que él todavía.
Al ver el cielo nublado no esperaba quedarse otro rato ahí, así que se dio una vuelta por la azotea mientras tenía un debate mental.
¿Qué haría si Hyoga lo terminaba? El entendía que se a descuidado y que han sido puro sexo necesitaba volver a "conquistar" al rubio.
Shun se decidio y se fue corriendo a su salón, hablaría con sus amigos terminando las clases.
(...)
Seiya y Shunrey se encontraban en casa del castaño esperando a que llegara el peliverde, cuando llegó no se esperaron que Shun llegara bien diva sobre la camioneta de Camus, raro pensó la azabache.
Seiya: ¿Para qué la citaste en mi casa?.- preguntó jugando con un lapiz.
Shun: Porqué queria que me pegara el aire.- dijo restandole importancia al comentario x del castaño.- Pero necesito su ayuda.
Shunrey/Seiya: ¿Nuestra ayuda?.- preguntaron al unisimo confundidos.
Shun: Si, quiero que Hyoga me haga caso de nuevo.- dijo triste y suspirando cansadamente.- y necesito ayuda de dos domadores de bestias.
El par aún no entendían que pedo, así que se limitaron a mover la cabeza de arriba a abajo a todo lo que decía el peliverde.
Shun: gracias a dios que tengo amigos tan comprensivos.- dijo dando brinquitos de alegría.- se abre debate, ayudenme a buscar formas de llamar su atención.
Seiya: ¿Para eso tanto drama? ¿Qué tal si finges estar depresivo y te tiras de un puente?.- dijo el castaño creyendo que había dado la mejor idea del mundo.
Shunrey: no hay que llegar a tanto.- dijo preocupada.- ¿Porqué no mejor tratas de llamar su atención con "indirectas"?
Shun: es que quiero que el sienta que si estoy ahí, y no quiero entrar a un internado por intento de suicidio.- dijo decaído, empeza a arrepentirse de decirle al par.
Seiya: ¡Ya se! A mi me encanta los detalles lindos que tu hermano no me da.- dijo con tristeza pero se le paso y siguio hablando.- ¿Porqué no empiezas mañana llevandole algún postre hecho por ti?
Shunrey: eso seria lo mejor para empezar.- dijo asintiendo, apoyando la idea.- y podrías llevarle algo de su agrado ¿Qué le gusta?
Shun: si se trata de eso, ya se con que podemos empezar.- dijo con una sonrisa enorme.
El par sólo lo miraba con espantó, parecía un villano de caricatura con un plan malevolo.
(...)
El día comenzaba sin imprevistos, Shun miraba con alegría su obra maestra Trufas de Chocolate, si era un postre de lo más basico pero sabía que tenía un significado enorme para el rubio las metio en su mochila y se fue más temprano de lo habitual.
El camino fue muy solitario pero agradable para el peliverde, al llegar a la escuela se tomó la libertad de entrar a uno de los salones de segundo grado en una de las bancas dejo la bolsita de trufas junto a una nota.
Shun salió se ahí cómo todo un buen ninja sin ser visto y se fue a su salón.
(...)
Hyoga había intentado ir a traer a su novio pero cuando le dijeron que ya se había ido decidió correr para ver si llegó a la escuela, sabía que su novio se metia en problemas facilmente.
Al llegar a la escuela, fue al salón del peliverde y se alivio al verlo leer un libro mientras mataba el tiempo, ya calmado fue a su salón.
Se encontro al par de azabaches cuuidando de su asiento, raro pensó el rubio, al llegar y espantar al par se dio cuenta de la bolsa de Trufas de Chocolate y la mirada de todos hacia ella.
Hyoga agarró la bolsa y la guardo en su mochila no sin antes leer la nota que traía.
"Se que ultimamente no la hemos pasado bien, así que espero te guste lo que he preparado para tí.
P.D: Me ayudaron ciertas personitas, sabes que soy un asco en la cocina.
Con amor Shun".
Hyoga amaba las notas del peliverde, siempre se podía reir de sus ocurrencias o simplemente disfrutar de sus palabras.
Las Trufas no duraron mucho tiempo, Hyoga se las comio entre clases y Shunrey lo regaño empezaba a sospechar de la identidad de los ayudantes de Shun.
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Ya los vi a todos tipo:
Disculpen el no darles la bendi para este par es que tengo otras cosas planeadas.
Pero espero que le haya gustado xd.
Atte: Yumila.
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