Capítulo 1
Por un bosque de Grecia volaba ágilmente un pequeño gorrión cuando de repente se posa en una rama y ve a una mujer muy hermosa mujer de largos cabellos negros y una hermosa piel blanca.
–Calisto -se oyó que la llamen.
–Ya voy Ágata -respondió llendo a donde se encontraba una mujer muy hermosa de cabellos naranjas y ojos azules.
En ese momento el pequeño gorrión quedo enamorado de Calisto culla belleza sobrepasaba a los dioses.
Lo nadie sabía es que aquel gorrión era en realidad Zeus rey de los dioses y supremo gobernante de Olimpo.
Zeus comenzó escaparse todos los días del Olimpo para ver a Calisto, pues poco le importaba que su esposa se molestara, se hizo pasar por un apuesto y joven viajero y poco tardo Calisto en caer en sus encantos, pero Ágata sabia que algo andaba muy mal con el nuevo “Amigo” de Calisto por eso se aseguraba de jamás dejarlos solos un día al no poder ir a Casa de Calisto y por ende descuidar la con Zeus, una semana después se enteró que su amiga estaba esperando un bebé.
Luego de eso el joven viajero desapareció sin dejar rastro cosa que hizo que Calisto galleta en una depresión, Ágata intento animar a su amiga pues debía ser fuerte por la vida que llevaba dentro y así fue....
En el Olimpo.
–Deméter te enteraste que enteraste que Zeus lo volvió a hacer -dijo Afrodita.
–¿Como Zeus embarazo de nuevo a una mortal? -dijo Deméter alarmada.
–Shhh no grites ella nos puede escuchar -dijo Afrodita refiriéndose a Era.
–Me parece una vil falta de respeto no sólo asia su esposa si no asia la humanidad -dijo Eros que también se encontraba ahí.
–Oye sabias que Zeus embarazo a una mortal señora Athena -dijo una ninfa mientras le servía vino a la diosa.
–No puedo creer que mi padre volviera a hacer eso.
–Sr Athena, la señora Era quiere verla a usted y a los otros dioses -dijo Hermes entrando de repente.
–Voy en seguida.
Todos los dioses estaban reunidos en una sala de juntas en ese momento apareció Era, el único que no estaba era Zeus.
–¿Quien fue el primero en enterarse? -rugió Era.
–Fue Morfeo -dijo sin deparó Apolo.
–¿Fuiste tú Morfeo?.
–Si.....fu..fui yo -dijo temeroso.
–Bueno mis niños gracias a la bondad de su padre se quedaron sin un hermano.
–Era no puedes hacer eso es un niño.
-Silencio zorra aún no olvido que esa hija tuya a la que tanto adoras es hija de mi esposo.
–Aun así creo que es un acto muy vil matar a un pequeño niño Era -dijo Hefesto.
–Piensen lo que sea que esto les sirva de recordatoria que con mi esposo ninguna zorra se mete.
–Era no fue culpa de la joven, seguro ella no sabía que era Zeus -declaró Afrodita.
–Señora Era se que no es mi deber decir algo pero es la verdad no puede matar a un bebé es un pecado -dijo Hermes.
–Era tenga piedad es un niño -dijo Dionisio.
–Los dioses no cometen pecados solo imparten justicia -y con eso se fue.
–Athena te lo suplico protege a esa mujer yo se lo que es capas Era -dijo Artemisa.
–Athena por favor -rogó Deméter.
–Querida hermana, Deméter no tengo intenciones de proteger a la madre, pues se lo vil que puede ser Era cuando de su esposo de trata.
–Athena ten corazón -le dijo Dionisio.
Ella suspiro –más es un pecado matar a una criatura tan pura como un bebé así que desde ahora el niño queda bajo mi protección.
–Gracias Athena, yo me ofrezco a cuidar del niño -dijo Deméter.
–Deméter si Era se entera te aseguró que te asesinara así que en mejor dejar al bebé al cuidado de una pareja humana.
–Es lo mejor -dijo Apolo.
Y así fue como un 4 de Diciembre nació un hermoso niño de cabellos castaños oscuros, ojos café rojizos y una piel color gengibre.
En ese momento unas grandes bestias enviadas por la diosa Eran entraron causando destrozos a la casa de Calisto.
Por suerte Ágata la amiga de Calisto logró salir con el pequeño bebé en brazos, pero las bestias aún los perseguían en ese momento Ágata entró en el templo de Athena, puso al niño a los pues de la estatua de la diosa y comenzó a rezar.
–Athena, Athena Por favor protege al niño, por favoooooor -en eso las bestias atacaron sin piedad a Ágata que murió al instante la sangre goteaba por los dientes de las bestias estaban a punto de matar al bebé cuando un báculo los asesino en ese momento apareció Athena y se acerco cuidadosamente al bebé aunque este noto su presencia y comenzó a llorar.
–Shhh shhh, no llores -dijo Athena cargando al bebé en ese momento quedo fascinada al ver la belleza de aquella criaturita y sin darse cuenta un rubor se apoderó de sus mejillas -eres realmente hermoso Era esta loco por querer acabar con la vida de un bello bebé como tu ¿como debería llamarte eh..?
–Athena -en ese momento ella se sobresalto asiendo que el bebé volviera a llorar.
–Morfeo no me asustes así, ya hiciste llorar a Rodrio.
–¿Rodrio?
–Si el bebé necesita un nombre.
–Athena sabes mejor que yo que no puedes quedarte con el.
–Lo se, lo se pero es que es tan lindo.
–¿Puedo verlo? -ella solo asintió al ver al niño Morfeo quedo fascinado con su belleza -maldita sea Era es tan bello ojala podamos quedarnos lo.
El bebé comenzó a llorar.
–Oh bebé toma ven a los brazos del tío Morfeo -dijo quitándole el bebé a Athena y dandole una mami la.
–¿De donde sacaste la leche?
–Una ninfa tuvo un bebé hace una semana sabia que el bebé necesitaría comer.
–Tengo una idea.
–¿Cual idea?
–Con esta idea el bebé se quedará para nosotros los dioses y Era no tiene porque enterarse.
–Cuenta conmigo, este nene se volvió muy importante para mí.
–Se cuenta que en la Luna ay un reino ese Reino es gobernado gentilmente por la diosa Serenity la diosa de la Luna ella es muy amable y escuche que acaba de tener una hija seguro ella deja que Rodrio se quede en su Reino si le explicamos su situación.
–Vale la pena intentar.
–Dice lo a todos los dioses a y también recuerda les es un secreto ninguna palabra.
–De acuerdo cuida bien de la bolita de amor -dijo entregándole al bebé.
–Si.
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