TODO MAL SE TERMINA CON LA FE Y TODA FE SE CAE ANTE LOS ENCUENTROS.

En el reino de los conocidos ejemplos, una lección aprendería pues una discusión de odio empezaría, entre el fantástico mundo de las ideas y el saber del conocimiento.

El terror entre los nombrados estaba pues como humanos creados, el miedo de la decisión se mencionaría, un juzgado entre los nobles ángeles se metería, entre la vida eterna y el descanso del mundo.

La decisión fue clara ante aquel juzgado, el tono de su voz entre los malditos sería la redención y el perdón, la verdad de su propio acto, morirá.

No obstante, no declaro pena alguna tampoco declaro alguna culpa, era la verdad que su corazón dictó, tan hermoso que su mismo creador tenía.

Robo una gema preciosa de lágrimas sagradas, tristeza y miedo puras en sus mejillas, afirmó pues le pertenecía, pero una vez que el objeto cayó dejo de serlo, impuro arranque desconsolador de miedo y terror.

Dicho mundo de ejemplo, al que todos quieren ir se agrieto, una grieta que creció, de una forma que a su creador le dolió, como una herida punzante al abrir.

Dejo de ser perfecto para crecer en la mortalidad, la perfección que se lograba era todo lo contrario a esa palabra el sentimiento que le rodeaba lo hacía parte del mismo.

Para salvarlos en su agonía escrita por la mano sagrada, al igual que maldita, dejo caer sus lágrimas.

Gota por gota salieron de aquella grieta, creía tanto para que todas las lágrimas cayeran directo al mundo imperfecto, cada gota se sostuvo y se unió en una sola, cuál cristal bendito de ángel.

Uno que dejaba de hacerlo ante tu gran pecado, se le tomo y castigo por lo mismo, aquella mano sagrada lo apunto con destierro por su acto, acto que estaba dispuesto a creer de una forma extraordinaria.

Cuál ángel perfecto se volvió como aquel mundo, su traición y propia decisión lo llevo al peor castigo, cayó de una forma desgarradora.

Una gema de esmeralda tan hermoso de su corona se partió en mil pedazos, su caída al mundo real fue repentina quedando como solo un pedazo de ella.

Empezó con una simple charla llena de motivos entrantes, su esfuerzo se veía decaído, sus manos se quedaban en el agua.

Su real caída nadie la sintió ni siquiera las flores, no obstante, el sí, un dolor que lo dejo sin alas, un dolor en su espalda creando grietas y cicatrices, no obstante, al llegar sabía exactamente qué era lo que tenía que hacer.

Mucho más abajo que los aliados que cayeron después del, ella ya lo esperaba, pensó lo que pasaría con la creación de su contrario aquel que lo desterró.

Dispuesto a hacer algo y cambiarlo, uso su corazón lleno de lágrimas.

Las colinas entre los cielos sagrados se llenan de nieve, desplazada en el viento las nubes crecían alucinantes devorando todo a su paso.

Creció de una forma despavorida y semejante, se convirtió en nieve se convirtió en una esfera formando una capa de hielo eterno.

La ráfaga explícita de hielo se esparcía por todo el lugar acabado con todo a su paso, creando algo tan majestuoso como una figura.

Las personas de cristal quedaban, hielo helado y totalmente brillante, las casas se mantenían firmes por su cubierta de hielo, cristalinas fuertes y delicadas.

Las flores bellas cuál color y brillo dejaron de serlo cubiertas de igual frío templado, todos los poblados, cada lugar fue detenido en el tiempo por aquella tormenta tormenta.

Cómo un monstruo cubría el cielo, el sol dejaba de ser calor en aquel momento, la gente solo se percataba y dejaba de verlo para quedar con esa forma.

El reloj de cada casa, cada cabaña se detuvo, los segundos se morían, los minutos se detuvieron y las horas cesaron, los días se quedaron ahí, los meses dejaron de serlo y poco a poco los años no tenían aparente vista.

El fuego que daba calor se apagó con un simple sopló, el día más frío de todos en la tierra.

Todo quedó ahí hasta que la tormenta dejo su trabajo echo no obstante no contaba con un adversario, distante cambiante o mejor dicho uno igual a la tormenta.

Los latidos de su corazón eran iguales a esta, o mejor dicho esos golpes entre el corazón congelado que le daba vida, dicho corazón era tan grande que terminó en cuestión de segundos con el mundo.

Lo detuvo de tal forma en la que el sol brillo perdiéndose en una celestial una esfera de cristal frágil pero irrompible, sin dejar pasar calor, o algo mayor.

Cubrió el cielo y se detuvo totalmente, todo el mundo una esfera de hielo quedó pues algo en su interior, muy en el fondo estaba por cuidar.

Peligroso fue ese simple hecho, a pesar de todo aun no terminaba, el mundo atentado por una masa cubierta de hoyos, una roca gigante dispuesta a golpear el planeta.

Aquella roca se dirigía con fuerza planeaba acabar con todo, cuál fuerza insólita impacto de tal manera que aquella gran tormenta apenas lo soporto, se estrelló pedazo a pedazo junto a su adversario, aquella tormenta de hielo realmente quería proteger al mundo.

Su fuerza fue tal que los pedazos entraron a aquel mundo todo el hielo se esparcía por el universo, el corazón de la tormenta no se detuvo, aunque en pedazos cayó por todo el lugar.

La roca cayó acabando con el hielo, se partían uno al otro de una manera agresiva, el hielo acababa de morir, pero no se rendía, pues como un bloqueo entre las flores y humanos servía.

De tal estruendo se creó otro mundo diferente, las rocas terminaron con el hielo, poco a poco estrellando lo por completo, las personas cambiaban poco a poco dejando aquel color cristal.

Las flores vivían con el agua derretida de los hielos y aquellas rocas se secaron, volviéndose polvo junto a la tierra, aquel corazón maldito que los salvo pues cayó.

Y en ese segundo en cuanto se destrozó, fuerza dolor y miedo sintió un grito de vida se dio, una luz entre el frío que se llevaba el viento, una vida que se detuvo en el tiempo y obtuvo el corazón de la tormenta, todo aquello que un día existió murió poco a poco.

Aquel corazón estalló entre el polvo la arena y todo lo demás, el agua alrededor lo movía como un pequeño barco, pequeños copos brillantes comenzaron a caer iluminaban los ojos de aquel que llegaba a verlo, una forma distinta pues nunca había visto algo parecido tan hermoso que todo en su mente se eliminó y el horrible frío apenas lo sentían, las estrellas iluminaron el cielo, el sol y la luna se reconocieron y apesar de todo.

Fue su primer invierno y gracias e él solo esperaron un poco para la primavera.

La historia de un dios bendecido que llegó a la tierra, la historia de un dios que se convirtió en un salvador.