PRINCESA MALDITA

Querido dios, tu existencia es complicada y tus aliados traidores...

Era bastante pequeña la habitación, la cama era cómoda y no tenía pulgas o piojos, tenía libros y viejas cartas su ropa tirada y un baño propio con bañera, lo vi con fascinación, un jabón que olía a rosas y lociones junto con un espejo precioso, con planos dibujados no había visto nada de eso antes.

-hola mámi - dije en mi cabeza mira dime al espejo.

-Y estoy adentró- mire un cuchillo que tenía y comencé a jugar con el.

Mi reflejo sonrió y tocaron la puerta .

-si- dije mirando a una mujer vestida de azul con un sombrero bastante grasoso.

-Estoy aquí para su baño señorita hoy es el día de su bautizo - me di la vuelta.

-¡¡mi que!!- di pasos hacia atrás y salí corriendo del lugar por un pasillo, podía ver todo un jardín de flores secas afuera junto con una fuente bastante fea en el centro.

Corri por los pasillos estaba lleno de mujeres con la misma vestimenta y hombres vestidos de azul como Mic respire profundo y lo encontré entrenando junto a otros hombres.

-¿Como que bautizo? - grite bajando por las escaleras para encontrarme con el general y el sacerdote.

-¿Como que bautizar?, ¿ para que ?- dije molesta, el general me tomo de los brazos.

-Señorita - dijo la misma mujer cubriendo me con una manta.

-Para que el sagrado matrimonio llegué a ti tienes que ser bautizada tener tu comunión y confirmación querida- dijo el sacerdote con una biblia y un rosario.

-Pero yo no quiero - dije para ser callada por el general.

-Estas negando la sagrada - el general me dio una cachetada para ser golpeado por Mic.

-No la toques, padre Amaro- dijo Mic antes de golpearlo de nuevo.

-ella está negando nuestra sagrada historia - miro a Mic y al padre Amaro.

-No es más que una ladrona o peor aun una bruja o una ninfa- el padre se metió y comenzó a hablar.

-Ella no es nada de eso, en la vida hay malos caminos, pero es bien sabido que podemos enmendarlo- al escucharlo la mujer se alejo de mi.

Me dolía mucho la cabeza y me sentía bastante cansada, respire profundo y mire a los tres al igual que la mujer se veía bastante vieja su cabello era blanco que cubriría con un sombrero.

-lleva a la señorita a su habitación y que se arregle- Mic tomo saliva y la mujer me tomo y caí al suelo.

-¡Ketzaly! - pude escuchar la voz de Mic la mujer me tomo.

-Estas hirviendo de fiebre querida - dijo bastante preocupada.

-señora Sofía necesito que cuide de la chica, Mic acompáñame hablen con el capitán y curen sus golpes- ambos se retiraron y me dejaron con Sofía.

-No se por qué insistió tanto en casarse con esa mujer profana general- dijo Mic molestó en la capilla junto al padre Amaro.

-ella es especial- respondió Mic, el párroco entro, todos hicieron una reverencia.

-Es necesario eres de los mejores hombres del rey y no hay lugar más seguro para que ella esté aquí- Mic lo miro molesto .

-Lo entiendo pero ella no sabe nada de modales ella no entiende nada no se que tiene de especial - el párroco agachó la cabeza y respondió.

-Ella es la princesa maldita - Mic se quedó callado y acomodo su postura.

-Eso no es más que una leyenda - respondió el párroco saco un libro bastante grande y gordo.

-Nesecito que ella abra esto, solo se puede abrir con la sangre de aquella es bendecida- le entrego el libro a Mic.

-El rey está realmente enterado de esto- el párroco de quedó callado.

-parroco - negó con la cabeza.

-No tienes que decirle a nadie, será parte de nuestra congregación y estaremos vigilando la aquí, hasta que pueda enviarla al reino de los perdidos, si algún otro reino se entera de si existencia siquiera el rey la mataran- trago saliva y se quedó callado.

-Es necesario para que está guerra termine - Mic y el párroco tenían la mirada perdida en aquello que tanto les había afectado ya la guerra.

-Are lo necesario para tenerla a salvo- el párroco miro a Mic.

- tienes corazón querido, cuida de ella por favor - Mic se fue con el libro en las manos.

Podia verlo sentirlo se hacercaba a la habitación, Sofía me atendía con amor como un pedazo de porcelana, estaba recostada en la cama .

-Señorita nesecito quitar su ropa para ayudarla a darse una ducha - dijo la mujer.

-No , por favor acomoda solo el agua yo puedo bañarme sola- le dije sosteniendo me de la cama.

-Podrias traerme algo de té - dije con una pequeña sonrisa.

De alguna forma me recordaba a Estela, esa forma amable y querida que tenía conmigo, el como me cuidaba y se encargaba de mi cuando era pequeña.

-No puedo dejarla sola señorita - respire profundo.

-Sofi no tienes por qué preocuparte no voy a escapar y Mic está en la puerta - dije con una voz más fuerte para que después la abriera.

-Lo siento mucho Sofí yo puedo cuidar de ella- la mujer se retiró y Mic me miro molesto, lo deje atrás y entre al baño.

Me quite la ropa con cuidado mientras me sentaba en la bañera , me acomode el cabello, mis cabellos blancos brillaban ante el contacto del agua al igual que el resto de mi cabello, respire profundo y me hundí en la bañera, aún recordaba a mi madre y a padre, cerré los ojos.

Tal vez deje el tiempo en espera, esa mirada acogedora que se detuvo entre el llanto y el mendigo dolor, aquel que no pudo consolar mi propia soledad, estaba tan perdida que me detenía en mi propio llanto, naufrago mar de lágrimas que deje en ese camino.

El me dio ganas de vivir y ella el aliento de seguir, como el dolor de mi propia alma rota cortada en miles de pedazos, cada uno de ellos se perdieron en el mundo, como cosas pequeñas mientras me desgarraba, mis cicatrices comenzaron a brillar.

Caminando poco a poco, la sangre roja derramada el color de la tierra cambiaba, yo era el, él era una estrella fugaz que se perdió en una galaxia el cual habitar, un mundo hermoso con un bello jardín colorido donde el mar se da a la primera vista, disfrutaba de una puesta de sol y se puede sentir libre sin siquiera serlo.

El crecer es la perdida de esperanza ante un ser
Un ser que creía en la fantasía de la nada solo para dejar de ver más.

Abrí los ojos otra vez y salí del agua.

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