PASADO

El pecado se perdonada, el miedo es traición.

Al verlo comencé a vomitar, y a llorar las lagrimas salían todo mi cuerpo tembaba.

-pide perdón - me levanté y comencea tocar la puerta, todos comenzaban a verme aún llorando.

-Dejenme salir - grite tocando la puerta entre llanto.

-Pide perdón - volví a golpear la puerta sintiendo una anciedad tan grande el llanto mi cuerpo sus palabras.

Sentía como me tocaban llevándome al fondo esas manos hablándome desde el fondo de aquel pozo, golpeaba la puerta una y otra vez.

-Pide perdón - gritaron todos a la vez

-Dejenme salir - grite con fuerza

La puerta se abrió y salí callendo del lugar apenas estaba amaneciendo el frío era espantoso, Las puertas se cerraron ante mis pies mientras no dejaba de llorar.

-Señorita está bien - dijo Sofi mientras no podía parar de llorar, mis manos temblaban y todo mi cuerpo.

-por favor señorita - mis ojos se cerraban y poco a poco simplemente sentí que me desvaneci.

Y de la nada estaba de nuevo en el pasado, los recuerdos se apoderabannde mi mente infundiendo dolor felicidad y miedo , cada parte de mi se llenaba de más marcas, creando una sensación de rechazo ante todo lo demás.

Cómo estar en un barco de un lado a otro mesowndome esperando quedando simplemente a la deriva, bajo aquel sin fin de cielo que parecía ser el mismo ante las aguas en el infierno de mi mente.

Podia sentir a los pájaros emitiendo un leve sonido entre las hojas, emitían paz, dejaba de ser frio y oscuro, la calidad era inminente y el sentimiento hermoso, poco a pco dejaba de sentirlo al abrir los ojos y encontrarme con mi realidad, seguí caminando y después de un rato llegue al pueblo.

Recordaba a Brigit y lo enferma que estaba ese día tras mi búsqueda de conseguir algo para que mejorará, todo el pueblo está a igual de escuro, lleno de penumbra algunos obreros, con carrozas jaladas por ellos mismos, el cansancio se notaba en sus ojos, caballos negros con un bello pelaje nadie podia tocarlos, los niños vestían ropas rotas y viejas aunque seguían con una sonrisa en el rostro.

Las casas se veían bastante viejas, la piedra las hacia ver fuertes, aunque en el fondo caían poco a poco, en el centro del lugar una pequeña plaza se encontraba, todos intentaban vender un poco de lo que les quedaba, Brigit le daban dinero por pociones y curaciones eso nos mantenía vivas por un tiempo.

Verduras, especies, pescado, miraba las cosas aunque no con con fascinación, sentía susurros, voces, palabras y gritos aun más que en el bosque.

Ketzaly susurraron a mi oído, respire profundo y deje de pensar, levante la mirada y comencé a buscar, no más que un keyzal fue lo que vi dnun árbol, los colores de su cola eran en mientes parecía observarme con determinación y fascinación.

-Ketzaly - escuché dd nuevo aunque está vez más fuerte y a mis espaldas.

-¿Quién eres? - dije en voz baja siguiendo aquello voz, cerré los ojos y deje que me guiará.

-Por aquí- decía con fascinación era una voz dulce, no podia verla solo lo sentía cerca, no me daba miedo parecía que jugaba.

-Sigueme - camine por unas escaleras entre un callejón.

-El mundo se acaba y el tiempo también, la fuerza mata poco a poco y ustedes arderán.- dijo la  voz casi se la llevaba el viento pero al mismo tiempo se quedaba de una forma pasiva.

-El dolor que ahora siento, ustedes lo sentirán, el miedo que me han causado el bosque se los causara.

Ustedes sufrían injusticias, ustedes sufrirán de hambre, su rey gozará en su trono sin verlos, miserables caerán poco a poco sin verlo o entenderlo.

Yo aquí diré mi nombre, olvidos todos caerán, olvidada quedaré, pero nadie recordara, más que el villano en el que me han convertido.

Yo invoco a las tinieblas, dejarán de ser ustedes y se arrepentirán de lo que han hecho, invocó a la oscuridad y se las entrego como lo que hay en su alma y corazón, nada.

Lo encontré las voces y sus vidas se repitieron una y otra vez en mi cabeza, cada una de sus maldiciones me deje caer ante ese árbol torcido sin ramas ni hojas, hace tiempo que no se usaba, estaba cubierto de cenizas eran parte de el, cada una de sus raíces.

En cada una de las cosas que ví había dolor, sufrimiento, el viento levantaba las cenizas y yo solo lo sentía, me rodeaban poco a poco, seguía viendo y sintiendo, me cubría la tristeza y la agonía, bien o mal, fuego, gritos, ira el tipo de ira a la que se le tiene miedo, maldiciendo a un pueblo que ya estaba maldito.

-Siente lo que fue, siente lo que será y lo que perdurará - me di la vuelta y la vi, una mujer como un fantasma, aquella mujer morena.

-La sangre derramada por los caídos, de rodillas jamás serán perdonados- levanté la mirada y abrí los ojos al ver su rostro el viento se detuvo y regresé a la realidad nadie me miraba, solo un niño con curiosidad.

-Ahí matan a las brujas- dijo mientras me alejaba con cuidado vestía bastante bien, respire profundo y me acerque a el.

-No te dan miedo- el niño negó con la cabeza, acomode los botones de su chaleco, seguí caminando sin decir nada más, pude escuchar algo más, aunque solo no vi para atrás.

La mirada de esas mujeres se quedaba en mi interior, un perdón que jamás tuvieron, una venganza que gozaban con cada maldición.

Los hombre y las mujeres observaban, estas vestían de color vino, los caballeros llevaban armaduras negras, yo solo pasaba y me cubría con la capucha aunque sabia que no podia esconderme, deseaba ser invisible dejar de existir tan solo en esos minutos.

Aunque me di cuenta de que aquel niño seguía siguiéndome, me detuve y deje de perderme en los callejones del lugar, el pueblo era pequeño, tenia una vieja fuente sin agua, tampoco la avía, los animales divagaban por el lugar en busca de comida.

Cuando la vi atraves de las sombras en medio de un callejón su cuerpo era el de una mujer hermosa, sus labios tenían un color naranja precioso, su cabello casi volaba un fantasma que divagaba entre las calles, su cuerpo banco apenas teniauna sombra, lloraba y dejaba lágrimas y al mismo tiempo se alejaba, mientras el pasaba sobre ella sin siquiera verla.

-Yo ya te conocía - escuché decir a Mic, hace mucho tiempo.

Me tomo a la mano y sentí, use mi magia, pude verla casi como un dibujo detallado, la tinta derramada dejando manchas en el papel arruinando tan encantador retrato aunque se borraba.

Cómo una escena de horror podía ver sangre cayendo por el cuerpo de ella, despertaba la intensidad que había en ella, el dolor en su cuerpo, lloraba, el fuego acababa en ella, se convirtió en raíces, por la tierra y su corazón, sonó como un leyenda aunque realmente no lo era del otro lado del bosque la vida de este crecía con el viento y con el tiempo.

-Yo te espere y por fin te encontré...

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