Convivencia forzada.
Demian debía acostumbrarse a tener pegada a sus talones a Yamil y a pesar de que tan solo unos días atrás se quejaba de su intensa soledad, ahora rogaba por algo de paz.
Al igual que Aisha, Demian creció en un ambiente controlado, con cada cosa en su sitio, con cada hora programada, si bien el ultimo año había sido un verdadero caos, el sentía que ya era momento de regresar a la rutina para tener algo de control sobre las diferentes situaciones pero así mismo como le sucedió a Aisha, algo se lo impedía, o mejor dicho alguien y ese alguien era Yamil.
Sus despertares por la mañana solían ser tranquilos, podía quedarse unos segundos en la cama para poder despertar por completo, disfrutando de la sensación de tranquilidad antes de sumergirse por completo en el tumulto que significaba ser líder de una empresa tan importante como la que tenia. Después de un baño, el desayuno y luego la oficina, trabajar, almorzar, reuniones, mas trabajo pendiente, salir a tomar una copa, solo o con algún cliente y regresar a casa, cenar, darse un baño, meterse a la cama para revisar papeles o leer algo si le apetecía y dormir plácidamente para regresar a la misma rutina al día siguiente, eso era lo que le gustaba, eso era lo que quería retomar pero desde que Yamil vivía bajo el mismo techo, nada de esto era posible, ella simplemente rompía los esquemas por completo.
Primero que nada, no era el sonido del despertador lo que lo regresaba al mundo de los vivos, sino que era arrancado de los brazos de Morfeo abruptamente con música que hacia vibrar las ventanas de su habitación a tal punto que en mas de una ocasión Demian pensó que estas estallarían. De hecho el primer día que ella puso música tan temprano en la mañana, Demian salto de la cama tan de pronto que acabo de cabeza en el suelo enredado en las sabanas, bajo las escaleras después de desembarazarse de ese problema de las sabanas y se encontró con una pelirroja bailando en medio de su sala, descalza, con los rizos meciéndose para varios sitio, en short y camiseta.
―¿Que diablos haces? ― le pregunto después de unos gloriosos minutos de ver esas bien formadas y largas piernas saltando de un lado a otro.
Ella no lo escucho como era de esperarse, así que fue directamente al reproductor de música y lo apago, mirándola con enojo.
―¿Que diablos haces? ― volvió a preguntar y esta vez su voz sonó fuerte y clara en todo el recinto.
Yamil dejo de bailar, giro hacia el y lo miro resoplando.
―¿Que haces tu?¿Porque interrumpes mi sesión?
―Sesión...¿sesión de que?
―Pues de gimnasia, pensé que eso era obvio.
Demian contó mentalmente hasta diez y lleno de aire los pulmones, manteniendo todo lo posible la calma.
―Yamil, mi casa cuenta con un perfecto y amplio gimnasio, si no lo encuentras te lo puedo mostrar en un minuto.
―Se donde esta tu gym Demian ― agrego Yamil cruzándose de brazos y al hacerlo el no pudo evitar mirar sus senos.
La posición de los brazos bajo ellos los elevaba apenas un poco y con esa camiseta... Demian sacudió la cabeza para alejar esa clase de pensamientos y resoplo una vez mas.
―Entonces... si sabes donde esta, porque razón no vas a ejercitarte allí y dejas que los humanos normales despertemos de manera cómoda y no a punto del infarto.
Yamil se mordió el labio inferior conteniendo la risa.
―¿Te desperté?
―¿Tu que crees?
―Lo siento, pensé que ya estarías despierto.
―¿Podrías decirme quien en su sano juicio se despierta a las 5:30 de la mañana a bailar como loca por toda la sala... que por cierto no es suya?
―¿Tan temprano es? ― pregunto Yamil moviendo la cabeza de un lado a otro ― no lo note, lo siento, te dejare continuar con...
―¿Como crees que volveré a dormir ahora? ― casi grito cada vez mas frustrado ― eres... eres... ¡maldición! ― dijo al final regresando a su alcoba, mientras Yamil se reía a carcajadas.
Después de darse un baño para relajarse, Demian fue por su café de cada día, pero en lugar de su bebida se encontró con un plato de frutas y jugo natural de naranja.
Busco la cafetera pero no la encontró, busco con la mirada en torno a el y luego cuando la cocinera entro se la quedo mirando, en tanto ella bajaba la cabeza y esquivaba su mirada.
―Dime una cosa Merrie ¿donde esta mi café?
―No hay ― intervino Yamil ―¿tienes idea lo malo que es para tu salud beber café? Le pedí a Merrie que te prepare algo de fruta y jugo, es mas sano y ademas.
Demian rechino los dientes, fulmino con la mirada a su empleada y dijo casi escupiendo cada palabra.
―Escuchame bien Merrie, yo te pago, trabajas para mi y si en menos de 10 minutos no tengo mi café de todos los días te aseguro que para esta misma tarde te veras buscando trabajo en otro sitio ¿te quedo claro eso?
―¡Si señor Connor! ― respondió la mujer que al momento se puso a hacer lo que el ordenaba, mientras Yamil movía la cabeza de manera reprobatoria.
―Y tu... ― Demian se acerco con pasos lentos hasta Yamil ― también eres una empleada y como tal debes comportarte y si eso no te parece, entonces puedes retirarte de mi casa, ya lo dije ayer y lo sostengo hoy, no...necesito... de... tus... servicios...
―Eres un grosero.
―¡Y tu estas loca! ― respondió Demian ― invades mi casa, pones música a todo volumen a las 5 de la maldita mañana y luego interfieres en mi forma de alimentarme... nadie te pidió que intervengas, no debes extralimitarte en tus obligaciones, te acepte solo porque Aisha me lo pidió pero si por mi fuera no estarías ni a dos metros de mi.
―Esta bien, me pase con las bromas, pero tu le hablaste mu mal a la pobre de Merrie que no hizo mas que lo que le pedí.
―Eso le enseñara a obedecer a quien debe obedecer, Yamil, hasta hace unos días todo estaba medianamente bien entre tu y yo, no lo arruines.
Antes de que ella pudiera responder, giro sobre si mismo y salio de la cocina dejándola parada en medio de la misma con expresión furiosa.
―¡Cretino! ― grito Yamil.
―¡Loca! ― respondió Demian azotando la puerta de su estudio.
―¿Pero que le pasa? ― murmuro Yamil ― ¿no sabe lo que es una broma?
―El señor no es malo, al contrario siempre es muy considerado con todos nosotros, no es para nada como su padre ― le dijo Merrie ― solo que... el lleva una vida muy estructurada, no le gustan los cambios.
Yamil frunció los labios en un mohin y se sentó a comer la fruta que Demian no quiso.
Después de un mal comienzo de la mañana Yamil intento disculparse pero ya no tuvo oportunidad, pues mientras ella entraba a darse un baño, Demian tomo su automóvil y se fue a la empresa sin siquiera esperarla, dejando bien en claro que no tenia deseos de verla, esperarla o tratarla.
Fastidiada fue hasta su trabajo e intento hablar con el, sabia que se había pasado de la raya pero nunca espero que su enfado fuera tal, pero una vez mas no dio con Demian puesto que el se encontraba en un reunión importante.
―Hola preciosa ― la saludo cerca del medio día Greg ―¿almorzamos juntos?
―Espero a Demian.
―Pero el esta almorzando con Avril, salieron hace un rato ¿no lo sabias?
Yamil apretó los labios con fuerza y negó.
―¿Sucede algo? ― pregunto Greg sentándose junto a ella ― te ves algo tensa.
―Le hice una broma a Demian esta mañana pero creo que se enfado ― suspiro ― esta bien, creo que no me meteré mas con sus alimentos pero si pondré la música como me de la gana ― se rio poniéndose en pie ― se lo merece por ser tan tonto.
Greg se la quedo mirando sin comprender nada de lo que había querido decir.
―¿Sabes donde fue a comer?
―No realmente, solo escuche que decía algo de una pizzeria y un atentado contra el y Aisha.
Yamil asintió.
―Ya se donde es, vamos.
―¿A donde?
―Acabas de invitarme a almorzar, comeremos pizza y se donde.
Greg rio asintiendo.
*
Poco después entraban al sitio donde Aisha y Demian sufrieron el atentado, lo busco con la mirada y cuando lo visualizo, se sentó en una mesa cercana a la de el con la abogada.
Demian la vio al instante pero prefirió ignorarla.
*
―¿Están enfadados? ― pregunto Avril notando como Demian ignoraba a Yamil.
―Si y no ― respondió Demian.
Avril ladeo la cabeza y lo miro especulativa.
―Y eso como seria...
―Veras, a Yamil le gusta gastar bromas y tiene la extraña sensación de que yo no diferenciarlas de algo hecho con maldad, entonces ahora le estoy dando una lección.
Avril continuaba sin entender nada, así que Demian se lo explico mientras almorzaban.
―Entonces finges estar enfadado para que ella se sienta mal por despertarte esta mañana tan abruptamente ― concluyo Avril cuando hizo un resumen de lo que sucedía.
Demian asintió y sonrió.
―Eres un malvado ― se rio con ganas Avril.
―No solo ella puede jugar, también yo se hacerlo.
―¿Y que sucederá ahora que regresen a tu casa?
―No lo se, veré sobre la marcha.
Avril miro la hora en el reloj y suspiro.
―Hora de regresar al trabajo.
―Puedes llegar un poco tarde, ya que estas con el jefe...
―Quizás en otra ocasión Demian, hoy tengo una reunión con Richard McGregory.
―¿El abogado de Aisha?
―Debe darme cuenta de los asuntos de la empresa que el manejaba, hable con el por teléfono esta mañana y no parecía nada feliz con el cambio repentino, veremos que sucede mas tarde.
―Si necesitas algo Avril, solo llama.
―No te preocupes, estoy acostumbrada a esta clase de hombres sin escrúpulos, por lo poco que hable con el note dos cosas.
―¿Que cosas?
―La primera y principal es que es sumamente inteligente y la segunda y no menos importante, algo oculta.
―¿A que te refieres?
―Aun no estoy segura, cuando lo este te lo diré.
―Esta bien, regresemos entonces, estaré pendiente de lo que ocurra.
*
Richard ya esperaba en la oficina a Avril y esto molesto un poco a la chica pues, lo correcto hubiera sido que la esperara fuera, no dentro, pero mantuvo la calma y al verlo sentado en su sillón, elevo una ceja de manera significativa.
―Disculpe abogado pero creo que hay un pequeño inconveniente ― le dijo sacándose el abrigo para colgarlo en el perchero junto a la puerta.
―¿En serio? ― pregunto Richard acomodándose en el sillón, mientras la miraba con atención― dígame cual es y con gusto la ayudare.
―Es bastante sencillo, usted ya no es el abogado de la empresa por lo tanto se encuentra en mi lugar, si fuera tan amable de ponerse en pie y tomar el sitio que le corresponde ― señalo la silla junto a ella ― se lo agradecería mucho.
Richard se la quedo mirando con insistencia, pero Avril le sostuvo la mirada con firmeza, al tiempo que su dedo señalaba la silla junto a ella.
Al final Richard se puso en pie y le devolvió el sillón a Avril, esta rodeo el escritorio y se sentó, luego coloco ambas manos sobre el mismo y se lo quedo mirando con suficiencia embozando una leve sonrisa.
―Ahora que los puestos están debidamente acomodados, necesito que me pase usted todos los contratos que están en su poder, así como...
―Aisha no dijo nada sobre los tratos personales que le estoy llevando ― corto Richard.
―Seria muy considerado de su parte si me deja terminar de hablar en lugar de interrumpirme a cada segundo ― replico Avril con tono firme ― le decía que necesito toda la documentación que usted maneja sobre la empresa, tengo una lista que ya le pedí debidamente a mi secretaria, se que Aisha no dijo nada antes sobre sus asuntos personales pero su esposo le recomendó mis servicios y poco después de que hablo con usted, volvió a comunicarse conmigo para que le pidiera la documentación personal que usted tiene y lleva en lo que a legales se refiere, se que tiene una agenda muy apretada ya que se la pasa viajando señor McGregory, véalo como un alivio a su ya pesada carga laboral.
―Aisha es familia, no es problema para mi ayudarla ― comento Richard.
―Lo comprendo pero en vista de lo ocupado que estuvo en los días en que William estuvo en prisión, pues ambos consideraron que lo mejor es que yo me haga cargo de ahora en mas, como le dije es aligerar su pesada carga, por supuesto si duda de mi palabra puede llamar a Aisha y a William para corroborar que no estoy mintiendo.
―Disculpe la grosería pero me recordaría su nombre ― pidió Richard.
―Avril Lorreuv abogada penalista y ejecutiva, trabaje con el fiscal de distrito por 5 años y luego fui embajadora de la ONU por otros 3 años en lo que se refiere a trata de personas y victimas especiales, si quiere le puedo mostrar mis credenciales...
―No, claro que no ― sonrió Richard acomodándose en la silla ― se quien es usted, su nombre la precede señorita Lorreuv, es alguien influyente, no me explico que haría en una simple compañía constructora.
―Necesitaba alejarme un tiempo de mi entorno para poner las cosas en... ― busco la palabra adecuada ― perspectiva, pero ya sabe cuando uno esta acostumbrado al trajín diario es imposible dejarlo del todo, así que decidí hacerle este favor a mi amigo.
―Entonces es usted amiga de Will.
―Así es, y lamento no haber estado antes en el país cuando me necesito, pero como sabrá mis deberes me mantuvieron alejada, ahora permaneceré un tiempo por aquí, extrañaba la bella ciudad de Boston ― sonrió.
Richard asintió y se puso en pie como dando por terminada la reunión.
Avril conocía muy bien esos actos de los hombres pretendiendo imponerse a las mujeres desde una altura superior, para poder intimidarlas, así que también se puso en pie y lo miro a los ojos directamente dejandole bien en claro que en esta ocasión se encontraba con un igual y que como tal lo enfrentaría de ser necesario.
―Fue un placer conocerla señorita Lorreuv...¿Avril? ― pregunto queriendo caerle en gracia a la chica pero ella negó con la cabeza.
―Señorita Lorreuv ― repitió ― me gustaría comenzar cuanto antes con mis deberes en la empresa señor McGregory, por lo cual le agradecería que me envié la documentación que necesito lo antes posible.
―Mañana a primera hora tendrá todo sobre su escritorio ― le aseguro Richard, a sin poder disimular su fastidio por la actitud de la chica frente a el.
―Muchas gracias ― dijo Avril y se sentó comenzando a revisar algo en la computadora.
Richard apretó los dientes con enojo, giro sobre si mismo y salio cerrando casi con un portazo.
Cuando estuvo a solas, Avril se recostó contra el sillón y permaneció pensativa por largo tiempo, luego se puso en pie y se dirigió directamente a la oficina de Demian.
Se detuvo a saludar a Yamil y luego le pidió a Antonelle que la anunciara.
Demian la esperaba de pie junto al ventanal que daba a la gran ciudad, observando los altos edificios, los rascacielos y las nubes mas allá, que comenzaban a juntarse, anunciando una segura lluvia para la noche.
―¿Que tan malo fue? ― pregunto Demian sin girar a verla.
―Bastante.
―¿Puede perjudicar a la empresa?
―Es muy posible.
―No entiendo porque se demoro tanto.
―En realidad si lo meditas bien, hizo su esfuerzo, y ahora se adaptara a su nueva posición.
―Ya veo...¿que recomiendas hacer?
―Primero que nada, me gustaría invitarte a cenar esta noche.
Demian giro ahora si y se la quedo mirando extrañado.
Avril tomo un papel del escritorio y un bolígrafo, escribió algo y se lo paso.
Demian leyó, luego asintió.
―Sera un placer aceptar tu invitación ― dijo y volvió a leer la nota de Avril.
"Creo que hay micrófonos en las oficinas, no leas esto en voz alta, disimula, hablaremos en la cena"
Continuara...
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