Capítulo Veinticinco

MUY BUENAS!!!

YA SE QUE ESTE CAPÍTULO TIENE POCAS PÁGINAS, CALCULO QUE UNAS SEIS POR EL NUMERO DE PALABRAS QUE POSEE, PERO AYER NOCHE CUANDO VOLVÍ DEL TRABAJO TENÍA UN DOLOR DE CABEZA TERRIBLE Y ME ACOSTÉ SIN ESCRIBIR NADA. ESTA MAÑANA ME HE LEVANTADO TEMPRANO Y EN VEZ DE COMENZAR CON ESTE CAPÍTULO Y SEGUIR CON ATRAPADO EN TI , LO HE HECHO AL REVÉS Y HASTA AQUÍ HE LLEGADO.... :-(

LO SIENTO MUCHO PERO SON LAS 15:45 DE LA TARDE Y AÚN NO HE COMIDO NI NADA Y DESPUÉS TENGO QUE SALIR A QUE ME DE EL AIRE JAJAJJAJA

DE TODAS FORMAS ESPERO QUE OS GUSTE Y NO ME RIÑÁIS DEMASIADO!!

BESOTES ENORMES Y HASTA PRONTO!!

***

Maldijo otra vez y se quitó de un tirón el pañuelo del cuello. Era el tercero de desechaba porque no podía hacerse el maldito nudo. Apoyó las manos en la pared intentando tranquilizarse y cogió otro pulcro pañuelo, perfectamente planchado, para volverlo a intentar. Lo miró amenazadoramente como si con eso sus manos lograran realizar el trabajo a la perfección.

Estaba ansioso porque vería a Marion de nuevo tras su vuelta de Green Hill. Pensar en aquel lugar le hacía desearla aún más por lo que se centró en lo que tenía entre manos para evitar que imágenes lujuriosas llenaran su mente.

Llamaron a la puerta y Robson entró tan silencioso como siempre.

- Robson, me alegra verlo. ¿Podría anudarme el pañuelo?. Parece que hoy soy incapaz que hacer nada a derechas.-

- Por supuesto, milord.-

El hombre se acercó y en menos de un parpadeo le realizó un nudo impecable.

- ¿Qué haría yo sin usted?.- Le sonrió mientras lo decía y se alegró cuando el viejo mayordomo hinchó el pecho con orgullo.-

- Es cuestion de practica.- Le aseguró.- Lo siento, pero el señor Hamilton, solicita ser recibido. Le he comunicado que esperaba visita pero ha insistido en que es algo muy importante.-

Gabriel asintió y ordenó que lo pasaran al despacho.

Se puso la chaqueta y se la ajustó al cuerpo. Si Hamilton había ido a verle, sin concertar antes una cita, significaba que algo había descubierto respecto a Whilock y eso lo ponía de muy mal humor. No le gustaban las personas que se aprovechaban de los demás, en ningún aspecto, y mucho menos las que lo hacían de mujeres confiadas.

Muy pronto Marion y su madre llegarían a su casa para tratar de ultimar los detalles del baile de compromiso que se celebraría en unos días. Querían hablar con el personal para que todo marchara correctamente, así como inspeccionar el salón de baile y decidir mil y una cosas de última hora. Sonrió al pensar en lo nerviosa que estaba su gatita con todo aquello y en lo feliz que se encontraba él.

***

Abrió la puerta del despacho y Hamilton se levantó en el acto para saludarlo.

- Lamentó molestarlo, milord, pero me dijo que le informara si encontraba algo sospechoso..- Hamilton intentó excusarse por su inesperada visita.-

- No se preocupe y dígame lo que ha descubierto.- Le estrechó la mano y ocupó un asiento junto a él ofreciéndole un puro que rechazó con un movimiento de cabeza.-

Lo vio abrir su maletín y sacar libros contables e incontables documentos. Se acercó aún más y terminó por ponerse de pie para ver todo lo que desplegaba sobre el escritorio.

- Verá, el libro contable cuadra a la perfección....-

-¿Entonces?.- Stanton lo miró extrañado.-

- ....pero en la venta de las posesiones de Lady Remington he encontrado algunas irregularidades.- Carraspeó varias veces antes de continuar.- Algunas propiedades han sido vendidas muy por debajo de su valor real, puede pensarse que ha sido debido a que tenían urgencia en hacerlo, pero lo extraño es que todas las ha comprado la misma persona.-

-¿ Las propiedades?.-

- Absolutamente todo.Las fincas, las obras de arte, el ganado....todo, y a muy bajo precio.-

Gabriel volvió a mirar la documentación pensativo.

- ¿Quien realizó las compras, Whilock?.- Preguntó aunque sospechaba la respuesta.-

- No, un tal señor Perlmutter, pero apostaría a que ambos están compinchados. Una propiedad vendida por una miseria ni me habría llamado la atención, pero la gran mayoría ha sido casi regalado. Creo que han estado escatimando el patrimonio de Lady Remington y no sólo eso sino que se han realizado pagos de deudas de las que no tengo los documentos como que hayan sido saldadas. Whilock pensó que su cliente, al ser mujer, no se enteraría nunca de sus maquinaciones y no sólo se contentó con venderlo todo por muy poco sino que inventó una serie de pagos inexistentes.-

Gabriel sintió deseos de ir a hacerle una visita a Whilock y no dejarle un hueso en su sitio.

- Bien.- Asintió y tomó una decisión.- Quiero que haga exactamente lo que voy a decirle. Envíe a Whilock una gratificación por los servicios prestados a Lady Remington y una nota de agradecimiento de mi parte. En ella le indicará que deseo que se haga cargo de varios asuntos relacionados con mis propiedades, ya que usted está desbordado de trabajo. Le dirá que próximamente se reunirán ambos conmigo para ultimar detalles.-

- Pero milord, ¿Va a gratificarle después de lo que ha hecho?.- Hamilton no salía de su asombro y así se lo hizo saber.-

- No quiero que se imagine que lo estoy investigando y si consigo que crea que quiero que trabaje para mi, me aseguro en gran medida que no desaparezca mientras encuentro las pruebas necesarias para meterlo en la cárcel.-

- Muy inteligente, milord.-

- Gracias, pero no crea que no se me revuelven las tripas al darle dinero a una sabandija como esa.-

Hamilton comenzó a recoger los documentos y guardarlos en su maletín.

- Siento haber sido portador de tan malas noticias, milord.- Le dijo mientras le tendía la mano para despedirse.-

- Muy al contrario, señor Hamilton, con esto podremos hacer que Lady Remington consiga recuperar gran parte de sus posesiones.-

***

- Milord, Lady Remington y su hija.-

Miles anunció a las damas y se apartó para que pasaran al saloncito.

Gabriel no tuvo ojos más que para Marion que parecía sentirse avergonzada ante él. Sus mejillas estaban completamente rojas, seguramente por todo lo que habían hecho hacía unas noches.

Apartó la mirada para no hacerla sentir mas incómoda pero en algún momento tendría que dirigirse a él y cuanto antes lo hiciera mejor.

- Lady Remington, me alegra verla totalmente repuesta.- La saludó cariñosamente.-

- No sabe lo mortificada que he estado de pensar que tuvo que soportar a una visita indispuesta. Marion me aconsejó que nos quedáremos en casa pero me negué y le di más problemas de los que esperaba en Green Hill.- Lady Remington estaba totalmente apenada.-

- No se preocupe por eso. Puedo asegurarle que para mi fue un verdadera placer tenerlas en mi casa y que su indisposición no produjo ningún tipo de molestias, se lo aseguro.-

- Es usted muy amable.-

Marion lo miró de reojo mientras adquiría el valor necesario para enfrentarlo cuando su madre decidió prestarle atención.

- Marion, querida, ¿Te comió la lengua el gato?. Has estado parloteando toda la mañana y ahora pareces un fantasma..-

- No podía interrumpirte, mamá.- Se excusó y le tendió la mano a Gabriel para saludarlo debidamente.-

Gabriel le dirigió una mirada divertida pero su rostro se mantuvo tan serio como siempre.

- ¿Han llegado ya Lady Abbigail y Lady Starling?.- Lady Remington miraba la habitación sin ocultar su curiosidad.-

- No sabía que vendrían.- Gabriel le indicó que tomaran asiento.-

- ¡Ay, dios! Debo de haberme olvidado decirle que querían ayudarnos, lamento si le ha resultado atrevido que las hiciera venir sin pedirle permiso antes.-

- No importa, cuantas más personas se encarguen de los detales, mejor.- Se volvió hacia Marion que estaba sentada tiesa como un palo y se retorcía las manos inquieta.- ¿Está complacida con los preparativos, señorita Remington?.-

- Sí, ha sido muy generoso de su parte, gracias.-

Marion le sonrió con timidez y él pareció que le agradecía el gesto con la mirada.

-Milord, Lord Starling y Lady Starling......-

Miles comenzó a anunciar a las visitas pero Damon le golpeó el hombro para interrumpirlo.

-Somos demasiados y nos verá antes de que termines.- Le guiñó un ojo cómplice.-

El muchacho se marchó contrariado esperando que Lord BeCastle entendiera que él había intentado hacer su trabajo. No comprendería jamás a los nobles. Unos eran demasiado estirados y otros parecían que acababan de tomarse unas copas contigo en la cantina.

Se realizarón los saludos y las mujeres pronto se reunieron hablando unas por encima de las otras. Laddy Abbigail parecía especialmente feliz con todo aquel barullo.

- Bien, Gabe, creo que la hora de amarrarte se acerca. Aún estás a tiempo de salir corriendo.- Damon el palmeó el hombro.-

- Creo que voy a ser uno de los pocos que se dirige al matrimonio voluntariamente.- Susurró mirando como Marion sonreía ampliamente por algo que le comentaba Meredith.-

- Vaya, eso se llama estar enamorado y me alegro por ti.- Damon habló con sinceridad. Se sentía realmente feliz de que su amigo al fin se decidiera.-

- Me alegro muchísimo por ti, Gabe.- Nick le sonrió.- Ahora, seremos familia y espero que cuides de la muchacha como se merece.-

Gabriel asintió con seriedad.

- Me sorprende encontraros aquí. No sabía que íbais a ayudar con la distribución de las flores.-

Damon lo miró horrorizado.

- ¡Diablos, no!. Ha sido una casualidad. Yo venía verte cuando Nick ha llegado. No pienso inmiscuirme en asuntos de bailes, flores,orquestas o alguna otra variante.-

Nick rió por lo bajo.

- Ni yo, si puedo decirlo. Bastante tengo con escuchar a Meredith hablar de ello durante todo el día. ¿Qué puedo entender yo de colores o del tipo de canapés que pueden servirse?. Le dije que me conformaba con que la bebida fuera aceptable y estuvo sin hablarme durante todo el día.-

Los tres se miraron entre sí diciéndose sin palabras que no entendían a las mujeres.

En cuanto las damas se disculparon para comenzar a atender los asuntos que las habían llevado hasta allí, Gabriel se dirigió a sus amigos.

- Tengo que ir a hacer una visita a los hermanos Bowser.- Anunció y espero la reacción de los hombres.-

Damon alzó una ceja intrigado y Nick lo miró sin rastro de humor en su rostro.

- ¿Algo grave?.- Preguntaron a la vez como si se hubieran puesto de acuerdo.-

- Si no os importa y queréis acompañarme os lo contaré por el camino.-

No se hicieron de rogar y lo siguieron hasta la salida.

***

Marion y Meredith se quedaron algo rezagadas y mientras Lady Remington y Lady Abbigail discutían donde debería ir el buffet y donde la orquesta, ellas se enfrascaron en una conversación susurrada.

- Me dijiste en tu nota que tenías que contarme algo y casi muero de curiosidad, Marion.-

Marion no sabía por donde empezar, no sabía lo que Meredith pensaría de ella cuando supiera lo alocado de su comportamiento con Gabriel.

- Es sobre mis días en Green Hill.- Comenzó pero fue interrumpida al instante.-

- Espero que Stanton se comportara como es debido y no haya vuelto a ser el ogro de hace unos meses, porque entonces yo misma le diré unas cuantas cosas.-

Meredith le tiró del brazo para que se alejaran aún más. Se encaminaron hacia una de las enormes puertas que daban al jardín y tras cerciorarse de que su salida no era advertida se escabulleron al exterior.

- Fue muy considerado y me trató con delicadeza.-

Estaba siendo muy difícil para ella contar aquello así que comenzó por la visita de Lady Agatha y su enfado. Continuó con la explicación de Gabriel sobre lo ocurrido hasta el momento en que llegaron a aquella cabaña.

- ¡Jesús, María y José!. Esa mujer es una auténtica rata. Quería hacerte dudar de Stanton.- Estaba muy enfadada y hablaba con mucha rapidez.- Menos mal que de vosotros dos, Gabriel es el más racional porque si no fuera por él, tu aún estarías dándole vueltas al asunto o cometiendo la locura de romper el compromiso.-

Marion bajó los ojos y entonces le contó que lo había intentado y como Gabriel le había amenazado con dejarlas en la calle.

- ¡Ese hombre miserable!. ¿Sabes que hará Nick en cuanto se entere?.- No esperó una respuesta.- Se lo comerá vivo y yo le ayudaré.-

Marion se apresuró a aclararle que él no pensaba seriamente en cumplir su amenaza y que se había disculpado por ello. Para tranquilizarla, le contó la forma tan maravillosa en la que le había confesado su amor.

- ¿No te dije que ese testarudo te amaba?.- Meredith estaba mucho más tranquila.- Supongo que esa tormenta os mojaría de vuelta a Green Hill. Odio mojarme.-

- No volvimos inmediatamente.- Marion habló muy bajito.- De hecho no lo hicimos hasta el día siguiente.-

Meredith sonreía pero en cuanto vio el rostro atribulado de Marion dejó de hacerlo.

- ¿Toda la noche?.-

Marion asintió.

-No querrás decirme que....-

Marion volvió a asentir cada vez más mortificada.

Meredith se limitó a mirarla sin decir nada y cuando estaba a punto de explicar el porqué no pudo resistirse, su prima habló.

- ¿Y como fue?.¿Te gustó?.- Le preguntó algo preocupada.-

A Marion le brillaron los ojos al recordarlo y Meredith la abrazó con fuerza.

- Me alegro por ti. Claro que lo correcto hubiera sido esperar hasta el matrimonio pero no tengo dudas de que os casaréis y que más da que hayáis adelantado un poco los acontecimientos.- Dijo quitándole importancia al asunto.- Sólo quiero saber que te pareció.-

- Fue maravilloso. A pesar de todo lo que me explicaste, no pude imaginar que me sentiría de esa forma.- Estaba un poco avergonzada de comentar algo tan íntimo pero de todas formas no estaba entrando en detalles y necesitaba contárselo a Meredith. Realmente lo necesitaba.

Hablaron durante lo que parecieron horas y no se sabría decir cual de las dos estaba más conteta por lo ocurrido. Si Marion o Meredith al saber que su prima había conseguido a un hombre que la amaba tan profundamente.

- Esto...Marion...- Meredith no quería romper la burbuja de felicidad en la que estaba su prima.- ¿Cuando tendrás tu próxima menstruación?.-

Marion la miró sin comprender.

- ¿Mi menstruación?.- Y en cuanto formuló la pregunta se quedó blanca como el papel.- ¡Dios, mío!.-

- No tienes porque alarmarte antes de tiempo. Además la boda está muy cercana y siempre podréis iros de viaje y volver cuando el niño haya nacido. Se puede decir que es unos meses más pequeño para ajustar fechas.- Marion estaba poniéndose de un color gris que no la favorecía en nada.- No te preocupes. Esperemos que no sea necesario ocultar nada. ¿Cuántas posibilidades puede haber de haberte quedado embarazada con una única vez?.-

Meredith no creía que hubiera sido una sólo vez las que se habían dedicado a explorarse mutuamente y Marion no quiso decir las veces que lo habían hecho.

***

Los hermanos Bowser los atendieron inmediatamente y tras ponerse al día de lo acontecido desde la última vez que se vieron, se centraron en el problema que tenían entre manos.

Eran un par de detectives que habían demostrado su eficiencia meses atrás cuando Nick buscaba al hombre que pretendía matarlo por lo que Stanton pensó que eran los más adecuados para buscar cualquier relación de Whilock con Perlmutter, el hombre que había adquirido las propiedades de Lady Remington.

Charles Bowser se paseaba por la habitación, como era su costumbre, mientras escuchaba. Su delgado cuerpo parecía incapaz de sostenerse por sí solo pero era algo engañoso pensar así. La fuerza que podía poseer alguien tan enjuto era asombrosa.

Michael Bowser, en cambio, estaba cómodamente sentado prestando atención. Su dulce rostro no dejaba ver al hombre decidido que realmente era.

- Entonces, por lo que creo entender, su administrador, Stuart Hamilton, ha llegado a la conclusión de que Whilock ha mal vendido las propiedades de Lady Remington y que de alguna manera Perlmutter está compinchado con él. Quiere que consigamos las pruebas que los relacionen a ambos para poder detenerlos .-

Gabriel asintió ante el resumen.

- Eso mismo, y cuanto antes lo consigan, mejor. Me gustaría poder ofrecerle a mi prometida, como regalo de bodas, su patrimonio o lo que podamos recuperar. Whilock ha inventado pagos así que no sé realmente cuantas deudas eran reales y cuales no.- No dijo que él poseía una gran cantidad de pagarés porque se los había comprado a los dueños, por lo que no dudaba de que esas deudas existían.-

- Tendremos que ver toda la documentación de la que nos ha hablado.- Charles Bowser se paró justo detrás de la silla que ocupaba su hermano.-

- Por supuesto, le informaré al señor Hamilton que se reunirán con él y les permita acceder a los documentos.-

- Le informaremos tan pronto sepamos lo más mínimo, no tenga la menor duda.-

Se despidieron sin más.

Damon y Nick se habían mantenido silenciosos durante todo momento. El viaje de regreso se caracterizó por la falta de charla y en cuanto el carruaje se detuvo frente al Club White's, los tres se apearon como si necesitaran una copa lo más pronto posible.

Con una botella de coñac en la mesa y bien acomodados Starling no dudó en hablar claramente.

- Aún no entiendo como Lady Remington no me comentó por las dificultades que estaba pasando. Somos familia y tendría que habérmelo dicho, demonios.- Bebió de su copa con el ceños fruncido. Se sentía terriblemente molesto por que no hubieran confiado en él.- Yo las hubiera ayudado.-

- Nadie lo duda.- Damon se llevó el puro a la boca y realizó anillos de humo mientras los observaba desaparecer.- Pero ellas pensaban que podrían liquidar lo debido vendiendo sus posesiones.-

- Marion pretendía casarse con alguien con el capital suficiente como para liquidarlas por completo.- Gabriel no pudo dejar de decirlo a pesar de que notó dos pares de ojos que lo miraban intensamente.-

- ¿No pensarás que todo lo que hizo, los rumores y todo lodemás, fue para cazarte, verdad?.- Damon esperó la respuesta y cuando tardó en llegar se impacientó.- ¿Verdad?.-

- Claro que no lo piensa, Damon.- Contestó Nick cada vez más incómodo con aquella conversación.- La muchacha lo adora, me consta.- Aseguró dispuesto a discutir ese punto con cualquiera que se negara a creerlo.-

- La cuestión no es lo que creamos nosotros, sino lo que crea él.- Damon señaló a Gabriel con el puro.-

- No lo creo.- Afirmó sin mirarlos.-

¿De verdad no lo creía?. A pesar de todo seguía dudando de la sinceridad de ella. No como antes, pero le llevaría tiempo confiar plenamente en Marion.

Esperaba que pudiera hacerlo algún día.

No notó como sus amigos lo miraban sin que llegaran a creer del todo su afirmación.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top