Capítulo 32: Tú lo has querido.
EVE
Subíamos por el ascensor y ya nos íbamos preparando para lo peor, no sabía en qué parte del aeropuerto nos esperarían, pero podría ser en cualquier lado.
Las puertas se abrieron y cinco caras conocidas se posaron delante de nosotros, eran todos miembros de la comunidad pero solo pude fijarme en una, James.
- James – dije casi gritando y saltando a abrazarle.
James era mi entrenador de lucha, tenerle en estos momentos a mi lado, me hacía sentirme más segura y preparada. Él era espectacular en la lucha y con un elemento y Ralph, que aunque estaba raro, era el mejor, no había quien nos parase.
Los otros cuatro los conocía de cursos superiores, cuando nosotros estábamos en segundo y ellos en último curso. Ya llevaban varios años en grupos de calle, ellos eran auténticos luchadores, en estos años habían ganado todas las batallas contra los sombras.
Vale, solo éramos diez, pero teníamos a los diez mejores de la comunidad, bueno nueve, Kai no contaba de la comunidad.
- Pequeña, veo que me has echado de menos. – dijo James devolviéndome el abrazo. – Aunque me ha dicho un pajarito que has estado muy ocupada, dicen las malas lenguas que te has echado novio. Yo les decía, mi Eve, imposible.
- James, te presento a Kai, mi novio y el elemento del agua. Kai, él es James, mi entrenador de lucha. – dije mientras le guiñaba un ojo.
- Vaya, me vendrían muy bien una de sus lecciones ahora mismo. – dijo Kai recordándome lo que por un segundo se me había olvidado, estábamos a punto de una batalla.
- Lección más importante, no dejes que te peguen. – dijo James mientras le estrechaba la mano.
El resto del grupo se presentó también y él los saludó a todos con mucho respeto, sabía que nuestras vidas dependían de cada uno de ellos.
- Lo mejor sería actuar con normalidad, iremos a por los billetes y luego a la zona de seguridad. – dijo Ralph y nadie vio nada en contra.
Así que eso fue lo que hicimos, fuimos a la zona de los billetes y nos preguntaron si queríamos facturar maletas y lo hicimos solo por quitárnosla de en medio, así no nos estorbarían.
- Solo espero que lleguemos a coger el avión. – dijo Kai entre chistoso y algo preocupado.
Y tenía motivos, todo el dinero de su padre iba repartido en esas dos maletas, si no llegábamos a coger el avión, todo ese dinero se perdería por algún punto de Estados Unidos. Por no mencionar la ropa y mí libro de Albert Frut.
Tras hacer eso, que no tardamos ni diez minutos, nos fuimos a la zona de seguridad. Meison se pegó a mí como una lapa y Kai iba hablando con James sobre que técnicas eran mejor para pelear.
- ¿A dónde va vuestro vuelo? – dijo Meison intentando sacar algún tema de conversación.
- A Montana. – dije de manera seca.
Solo quería concentrarme, este era un punto débil, la zona de seguridad era por donde pasaban todas las personas que querían volar y de haber sido yo, este sería el sitio que yo hubiese elegido para esperar.
Meison dijo algo sobre montañas en Montana, pero la verdad es que ni le escuché. Acaba de notar un rastro de sombras y miraba de un lado hacia otro en busca de alguno. Vi en mis compañeros que ellos también lo habían notado.
Entonces la vi, llevaba el pelo suelto que le caía hasta la mitad de la espalda como pequeñas olas negras. Vestía toda de negro pero su escote era excesivamente pronunciado, seguro que de un golpe soy capaz de sacarle algún pecho. Era condenadamente sexy, pero eso no era lo que más me enfurecía de ella, era su mirada, era lasciva y se dirigía a Kai.
- Hola cariño, ¿Crees que podremos acabar lo que empezaste encima de tu moto? – dijo la zorra a mi Kai.
Él ya me dijo que había tenido algo de roce entre ellos, pero el que ella lo recordara justo en este momento, no era la mejor estrategia, ya me había enfurecido.
- Me parece que antes debes darte una ducha, hueles fatal. – contestó Kai mientras la fulminaba con la mirada.
Kai se acercó a mí y me cogió de la mano, igual que había hecho en la casa franca, era una manera de decir que él era mío y que yo era suya.
Entonces Alexa se fijó en mí, la mirada no podía ser de más asco y pude ver en ella las ganas de matarme. Kai tenía razón, ella había ordenado capturarme con vida para ser ella la que me matase.
La sala empezó a despejarse, los pasajeros que estaban esperando para pasar el control de seguridad lo habían pasado ya y las entradas habían sido bloqueadas. En cuestión de minutos los únicos que correrían un peligro real serían los policías.
- Ralph, el aeropuerto está lleno de cámaras. Y los policías corren peligro. – dije en busca de una inspiración.
- No te preocupes por las cámaras, hay brujos infiltrados en todos los lados, ¿recuerdas? La sala de vigilancia es uno de ellos y ya están avisados. – eso me tranquilizó en parte, pero seguía sin decirme nada de los policías.
Y no hizo falta que dijera nada, cuando la sala se despejó dos sombras aparecieron y les cortaron el cuello.
Teníamos que ser muy rápidos, habíamos despejado la sala de seguridad de un aeropuerto internacional y no tardarían en llegar más efectivos de policías para ver qué pasaba. No podíamos permitirnos más bajas de civiles.
- Preparaos. – dije todo lo bajito que pude pero para que me oyeran todos.
- Estamos rodeados. – dijo uno del grupo de James.
Era cierto, nos superaban en número, pero solo Alexa tenía el nivel suficiente para vencernos, el resto eran simples sombras sin preparación.
No lo pensé más, cogí el mechero de mi cinturón y creé una llamarada de fuego que mi mano parecía la boca de un dragón. Fue directa a los sombras que habían matado a los policías del control, se lo merecían por asesinos.
Pero mis actos solo llevaron al caos, todos empezaron a luchar a la vez y cuchillos, bolas de fuego e incluso alguna que otra piedra, volaban por los aires.
Busqué a Kai entre tanto jaleo, lo tenía James a su lado, le habían dado una daga larga e intentaba matar a alguien con ella. Esperaba que se acordase de la pequeña botella de agua que le había dado en la habitación.
Mi mano nunca estaba libre de fuego, cuando lanzaba una bola ya me ponía otra para que no me pillaran con la guardia baja. Un sombra me lanzó una fuerza de aire que me hizo volar dos metros hacia atrás, choqué contra una columna y por un segundo me quedé sin respiración.
No era gran cosa, solo un sombra con demasiadas agallas, pero había conseguido lanzarme varios metros y no se lo iba a perdonar.
Steeve estaba dos metros por detrás de aquel sombra, había visto lo que había pasado y me esperaba con una daga en alto. Lancé al sombra, igual que me había lanzado él, varios metros hacia atrás. Solo que él no encontró una columna, el encontró la daga de Steeve clavada en su estomago. Trabajo en equipo.
Busqué a Alexa, era a ella a la que quería. Luchaba contra uno del grupo de James, Nick creo que se llamaba. Se veía claramente que las intenciones de Alexa eran llegar hasta Kai y Nick estaba en su camino.
Nick quebró el suelo con la esperanza de desequilibrar a Alexa, pero ella era fuego como yo y mientras Nick hacía eso, un pequeño látigo de fuego salió de su mano y se enredó en el cuello de Nick. Duró pocos segundos, respiraba llamas del látigo por no mencionar las quemaduras de su cuello.
Maldije el nacimiento de esta arpía, había matado a Nick sin compasión y sin una pizca de sentimiento, pero esa era la manera en la que la iba a matar yo, no vacilaría ni un solo segundo en clavarla un cuchillo en la yugular.
- Kai cuidado. – oí que decía James.
Me desvié de mi objetivo, Kai estuvo a punto de recibir una bola de fuego de un sombra que tenía relativamente cerca. Me acerqué por detrás, bola de fuego en mano y cuchillo en la otra. Él giró justo a tiempo, un segundo más y tendría el filo de mi navaja en su garganta, pero fue listo, o quizás no tanto.
- Esto es una guerra, no creo que a la jefa le importe que te mate yo. – me dijo con una sonrisa maléfica en su cara, pero con algo de temor en los ojos, bien.
Le hice un gesto con los hombros, era un gesto de suficiencia y que quería decir que él lo había querido. Me agaché mientras giraba sobre mi misma y con una patada en la rodilla, le hacía caer boca arriba. Una vez ahí, lancé mi bola de fuego a su cara y la llama le entró hasta la garganta.
- ¡EVE, NOOO…! - oí que gritaban dos voces a la vez.
KAI
James no me dejaba hacer nada, me había dado una daga pero aún no me había dejado usarla, cualquier sombra que se acercara a mí, él se lo quedaba y lo mataba en cuestión de segundos. Y para colmo, desde la posición que estaba no veía a Eve, eso me estaba volviendo loco pero no podía perder la fe, debía pensar en que ella estaba bien y que yo debía vivir para coger el avión con ella.
Por fin un sombra para mí, James estaba liado con uno y acababa de aparecer otro. Me miró a los ojos y lo consideré todo un detalle, pero mientras me concentraba en eso, él me intentó apuñalar con una pequeña espada que llevaba en la mano.
La esquivé por los pelos, pero al hacerlo el sombra se acercó más a mí y pude propinarle un buen puñetazo en la cara. Cayó hacia un lado y una vez en el suelo hice lo del otro día, ahogarle desde dentro.
Ya empezaba a convulsionar y a vomitar agua, podía oír como sus pulmones se encharcaban y…
- Kai, cuidado. – me dijo James
De manera inconsciente me agaché y noté algo caliente pasar por mi cabeza, por los pelos. Tras cerciorarme de que el sombra al que había ahogado ya estaba muerto, me giré para ver quién me había mandado lo que supuse era una bola de fuego. Pero para ese sombra ya era tarde, estaba frente a una Eve que le miraba con superioridad.
James volvió a ponerme bajo su protección, aunque esta vez desde una posición mejor, podía ver cada movimiento de Eve, la cual iba con un cuchillo en una mano y una bola de fuego en la otra.
Él le había dicho algo y ella le había contestado con un movimiento de hombros en plan “tú te lo has buscado”. Parecía una guerrera de película, se agachó mientras giraba sobre sí misma, estiró la pierna y golpeó en la rodilla del sombra que cayó boca arriba sin nada que pudiera hacer.
Una vez en el suelo, Eve se colocó a la altura de su cabeza y mandó la bola de fuego directamente a su boca, murió casi en el acto.
Pero mi visión periférica se encontró con el horror, Alexa había vencido a Meison, él estaba tirado en el suelo y ella le golpeó como si no significase nada para ella. Pero levantó su mirada del cadáver de Meison y se encontró con la espalda de Eve a cinco metros, no se lo pensó dos veces, la muy cobarde iba atacarla por la espalda. ´
- ¡EVE, NOOO…! – gritamos Ralph y yo mientras Alexa sacaba un cuchillo de su cinturón y se lo lanzaba a la espalda de mi amada.
RALPH
Meison y yo luchábamos contra Alexa. La habíamos visto matar a Nick sin ninguna compasión pero lo que más me preocupaba es que era buena, no era una estúpida sombra como el resto de su equipo, ella tenía entrenamiento y preparación, era muy buena.
Yo ya estaba viejo y Meison era solo un chaval, él se centraba en el fuego y en la tierra, pero apenas conseguía darla con las rocas que la mandaba. Mientras yo llevaba una gran daga en la mano y ella esquivaba cada movimiento que hacía, era cuestión de perseverancia, la mataremos.
Aunque estaba claro que ella prefería el fuego, de su cinturón abrió dos tapones de lo que parecían pequeñas botellas de agua e hizo elevar dos gotas de que se iba agrandando conforme subían.
Vi su plan a tiempo para mandar fuego hacia mi bola y convertirla en vapor, pero Meison no tuvo tantos reflejos, su bola de agua llegó hasta su cara y Alexa la obligó a quedarse ahí hasta que este cayó al suelo vencido.
Golpeé la rodilla de la sombra antes de que ella acabara con la vida de Meison, pero para él ya era tarde, mientras caía tras mi golpe, ella acuchilló el pecho de Meison y me mandó volando unos cuatro metros hacia atrás.
La sombra se levantó y pateó el cuerpo de Meison para quitarlo de en medio, levantó la cabeza y una satisfactoria sonrisa se posó en su cara. Miraba a Eve, ella estaba de espaldas a la sombra y a tan solo un metro de mí.
- ¡EVE, NOOO…! – gritamos Kai y yo mientras Alexa lanzaba uno de sus cuchillos a la espalda de Eve.
No me lo pensé, ni siquiera me hizo falta ordenar a mi cuerpo para que se moviera. De un salto me interpuse en la trayectoria del cuchillo y este se clavó en mi estomago, a la altura del hígado.
La caída del salto apenas me dolió, solo sentía la punzada en mi costado como si fuesen diez mil agujas perforándome. El tiempo pareció detenerse, veía a Eve acercarse a mí a cámara lenta, había tantas cosas que quería decirla y que ya no tendría tiempo.
- Ralph, Ralph ¿por qué lo has hecho? Esa daga era para mí, ¡oh Ralph! – dijo mi pequeña con lágrimas en los ojos.
- Eve, perdóname. Perdóname por haber sido un imbécil estos dos días, juré protegerte y tú te empeñaste en venir a esta guerra, en este plan. Sentía que faltaba a mi promesa. – dije todo lo rápido que pude, no quería perder tiempo.
- No importa, no pasa nada Ralph, lo entiendo. – me dijo ella mientras me besaba en la frente. – Has sido como un padre para mí. Te quiero.
- Y yo mi pequeña
Las lágrimas caían por mis ojos sin control, me iba con su perdón y con su amor, ¿qué más podía pedir? Ella cayó rendida a mi hombro y lloró desconsolada. No quería que llorase, la lucha aún no había terminado y eso era bajar la guardia.
Pero no me quedaban fuerzas para más, levanté mi brazo y acaricié su cabello rubio, ella ha sido mi hija.
- Estoy…orgulloso de ti.
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Antes que nada, no me maten por favor!! Acuerdensé que les quiero a todos y que si me matan, no podré terminar la saga :D :D
Quisiera dedicar este capítulo a Angelux, que me parece toda una falta de respeto por mi parte que aún no tengas un capítulo :D :D Muchas gracias por todo tu apoyo y sobretodo por ser como eres, me he reído mucho contigo y espero seguir haciendo. Ya sabes, tenemos pendiente lo de los bikinis...jajajajaja!!
Y bueno, al resto les diría que espero que les haya gustado, pero creo que me lloverán muchas criticas :D :D aún así, intenten contenerse al próximo capítulo. jajajaja!!
Millones de besos y no se olviden de votar y comentar, aun con criticcas deseo leerles.
P.D. FELIZ CUMPLEAÑOS IRISSS!! jajaja!! (es la tercera o cuarta vez que te felicito jajaja)
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