Capítulo 1: Esta soy yo y mis delirios.

ISAURA

“Un ave puede enamorarse de una serpiente, ¿pero donde vivirían?”

Esa frase es el resumen de mi vida amorosa. Mi nombre, Isaura Harris y mi gran amor Dayan Graham.

Es algo patético que a mi edad solo me haya gustado un chico y que para colmo me lleve gustando desde que salí del vientre de mi madre. Porque le conozco desde ahí, nuestras madres compartían habitación en el hospital. Dijeron que habíamos sido un caso único, al parecer nuestras madres nos dieron a luz exactamente a la vez y cuando digo exactamente me refiero a eso, si hasta los enfermeros decían que nuestros primeros llantos fueron sincronizados.

Desde ese momento nuestras madres se hicieron muy amigas, tanto que mis padres se mudaron de un apartamento en el centro del pueblo a una casita a las afueras justo en la misma calle donde los padres de Dayan tenían su preciosa mansión.

El padre de Dayan era dueño de una gran empresa de informática, siempre estaba viajando y a su mujer le vino muy bien tener a una buena amiga a unas cuantas casas de distancia.

Desde que salimos del hospital, nada más nacer, Dayan y yo hemos estado siempre juntos. Él era el que me quitaba a los niños malos en la guardería y el que me defendía en el colegio. Y ahora en el instituto era igual en ese aspecto. La única diferencia es que él con los años se ha convertido en el chico más guapo y más popular del instituto y yo, en cambio, me había convertido en una chica tímida y solitaria, siempre detrás de un libro y escuchando música con mis auriculares. Y casi siempre sola.

La verdad es que lo de ser tímida siempre ha sido así, era Dayan el espontáneo y el que siembre hablaba con todo el mundo, yo solía quedarme escondida detrás de él.

En el fondo me había convertido en lo que me había ganado a base de pulsos. Y no me malinterpretéis, me gusta como soy. No aguanto a las chicas superficiales, a las que su única preocupación son los peinados y la ropa. Yo aspiraba a algo más en la vida. Por lo único que las envidio es porque al parecer es la única manera de que Dayan se fije en mí, de una manera menos amistosa y más pasional.

Esa era una de mis pesadillas, el salía con una de esas chicas que saben que no tienen rival, que tienen todo cuanto desean, incluido a Dayan. Ella era Caroline Frost y su padre era un multimillonario que le daba todo lo que ella quería. Porque otra cosa no, pero aquí en Forest City había mucha gente rica, era como Los Ángeles pero en Minnesota.

Ella fue uno de los primeros cambios que hubo entre Dayan y yo, al segundo año de entrar al instituto a Dayan le cogieron como quarterback suplente en el equipo de fútbol americano del instituto. En cuanto entró en el equipo Caroline y sus lobas fueron a por él como moscas a la mierda. Al tercer año Dayan ya era titular y pronto empezó a salir con Caroline.

En segundo él me pidió que me uniera al grupo de los populares pero yo me negué en rotundo, pensaba que el hecho de que él tuviera otras amistades no cambiaría lo nuestro, pero me equivoqué. Y cuando empezó a salir con Caroline él dejó de mirarme a los ojos cuando me hablaba.

Pero a pesar de eso él seguía protegiéndome de los abusones, cualquiera que se metiera conmigo ahí estaba él. Así que ahora todo el mundo me conoce como la protegida-empollona de Dayan. Ambas cosas ciertas.

Porque como ya he dicho antes, aspiro a algo en la vida, aun no sé el qué pero espero que sea algo digno de respetar, algo por lo que merezca levantarse por las mañanas, algo que me ayude a ayudar a la gente. Así que dado a mi corta vida social y a mis ganas de hacer algo importante, me tiraba las tardes en mi habitación estudiando.

Mis únicos dos amigos eran Saray y Christian, ellos eran pareja desde hace un año, lo cual desde entonces mis salidas con ellos también se había reducido.

Pero no todo era malo, el curso estaba llegando a su fin, apenas quedaba una semana para ello. De hecho, la cuenta atrás había empezado, hoy era el último viernes de clase ya que el viernes que viene sería la graduación y su fiesta y el sábado el cumpleaños de Dayan y mío.

En este pueblo del norte de Minnesota, el curso escolar terminaba una semana antes que en el resto de los sitios debido a la fiesta del deshielo, claro que también empezábamos una semana antes en septiembre.

Así que el fin de semana que viene sería movidito, primero el viernes la graduación por la mañana y la fiesta por la noche. Y el sábado la fiesta de cumpleaños de Dayan que él daría en nuestro honor ya que en las invitaciones puso: “Isaura y Dayan os invitan a su fiesta de cumpleaños” a pesar de que yo solo me había encargado de elegir unos vasos y de ayudarle a organizar.

Y aun quedaba lo peor, no tenía pareja para ninguna de las dos fiestas y a este paso tampoco lo tendría. Aunque solo me gustaría ir con una persona, no podía rechazar la experiencia de ir con un chico al baile de fin de curso, estaba dispuesta a aceptar a cualquiera.

Como siempre Dayan venía a buscarme para ir a clase con su deportivo nuevo, sus padres le había dado su regalo de cumpleaños de antemano ya que el concesionario se dio demasiada prisa en preparar todos los papeles, así que se lo entregaron hace una semana y ellos no sabían dónde esconderlo. Era un Jaguar descapotable de cuatro asientos, era de color rojo y los asientos de cuero negro. Era elegante y llamativo, justo lo que a él le gustaba.

- Buenos días Isa. – dijo nada más verme.

Hoy estaba realmente guapo, el calor había llegado y solo vestía con una camiseta fina de manga larga que se le ceñía a su musculoso cuerpo. Su pelo rubio, algo más largo de cómo lo solía llevar, ondeaba con el viento y sus ojos verdes esmeralda miraban a mi barbilla. Como he dicho antes, hacía dos años que no me miraba a los ojos directamente.

- Buenos días Dayan. ¿Listo para el último viernes de este infierno? – le dije mientras me subía al asiento del copiloto con cuidado de no manchar nada.

- Tenemos conceptos diferentes de lo que es un infierno, para mí el instituto no está tan mal. Lo echaré de menos. – dijo con voz de melancolía.

- Si la vida fuese justa, la universidad daría una patada en el culo a todos los que han sido populares en el instituto y así dejar, a los que hemos estado en la sombra durante cuatro años, gobernar la popularidad. – dije usando un tono reivindicativo.

- Si no hablaras como recién salida de una novela, quizás lograses ser popular. – me dijo haciéndome una mueca de burla.

- ¿Preferirías oírme poner “oseas” al principio de las frases y “tío ó tía” al final? – dije con cara de incredulidad.

- Mmm…sería interesante pero no. Te prefiero así, tal y como eres. – eso provocó que mis mejillas se sonrojaran y eso a él le encantaba. – Y no cambiaría tus mejillas sonrojadas por nada en el mundo.

- Basta. – le dije mientras me tapaba las mejillas para que no siguiese mirándolas y burlándose de mí.

Arrancó el coche y lo encaminó hacia el instituto. La novia de Dayan tenía su propio coche y le gustaba conducirlo y además no soportaba tener que venir a buscarme y eso Dayan no iba a cambiarlo. Así que desde que tiene carné de conducir él siempre me recogía para ir a clase y antes de eso nos llevaba mi madre a los dos. Era una buena manera de empezar el día.

- Estás muy cayada hoy. ¿Estás bien? – dijo mientras me echaba rápidas miradas.

- No tengo a nadie con quien ir al baile. – le dije así de repente.

No sé porque lo hice, no quería quejarme de eso delante de él. Pero en el fondo quería ver su reacción, apretó fuertemente el volante y aceleró algo más brusco de lo normal, pero al final me sonrió y me dijo:

- Puedo amenazar a alguien para que te invite. – me dijo poniendo cara de burla.

- Quizás me decida yo y se lo pida a alguien. – me estaba gustando el juego de ver sus reacciones y en esta ocasión su reacción fue la misma que la otra vez.

- ¿Has pensado en alguien en concreto? – ni siquiera me miró cuando lo preguntó.

- Alan Lewis – su reacción fue inmediata, aceleró y pisó el acelerador para pasar un disco que estaba a punto de ponerse rojo.

Alan era el segundo chico más popular del instituto, solo que él era un poco rarito. Se había hecho popular por sus grandes tantos en el equipo de fútbol americano pero era un poco anti-social, no aguantaba al grupo de Caroline y solo hablaba con unos cuantos chicos y entre ellos estaba Dayan.

- ¿Sabes si va con alguien? – dije ahora entusiasmada.

Si tuviera que ir con alguien a ese estúpido baile, alguien que no fuera Dayan, iría con él. Nunca habíamos cruzado más de dos o tres palabras juntas pero sabía que me caería bien si le conociera y si no, siempre podríamos pasar la velada metiéndonos con el grupo de las divas.

- No lo sé. – me mintió, notaba cuando me mentía.

- ¿Podías preguntarle, decirle que yo no tengo pareja y hablar bien de mí?

Giró bruscamente el volante y aparcó en el único sitio libre de todo el parking del instituto. Subió la capota del coche y salió de él dando un portazo. Yo le seguí y le miraba con cara de incredulidad, no entendía su comportamiento.

- Está bien, se lo preguntaré. – dijo al fin cuando llegamos al hall del edificio.

Luego se marchó hacia su taquilla y yo me fui hacia la mía. No podía creerme que me haya mentido, nunca solía hacerlo porque sabía que siempre le pillaba, era por algo en su cara, un pequeño gesto que hacía con los labios. Pero ese pequeño gesto era el que me valía para saber si decía la verdad o no.

Antes él siempre se enfadaba conmigo cuando le pillaba las mentiras, me decía que era una especie de acosadora por mirarle tanto y en el fondo era cierto, si no le miraba con atención sería incapaz de saber si me mentía o no, pero desde siempre le he prestado toda mi atención.

- Llevo gritándote siglos. – dijo Saray que acababa de aparecer por mi lado. - ¿En qué planeta de los tuyos estás?

- En uno muy lejano. – la contesté con una tímida sonrisa.

Llegué a mi taquilla y arrojé la mochila dentro no sin antes sacar mis auriculares para poder aislarme en los momentos que lo necesite.

- Acabo de ver a Dayan y casi muerde a un niño de primero, parecía muy enfadado. ¿Qué le has hecho?

Las palabras de Saray me dejaron algo impresionada, ¿sería por lo de Alan que estaba así? Eso me hizo sonreír por dentro aunque no entendí el motivo.

- Saray, ¿haces algo esta tarde? – tenía que hacer algo si de verdad pensaba ir al baile.

- Bueno, Chris tiene ensayo con su grupo hasta las ocho. – Chris tocaba la guitarra y desde hace dos años se juntó con unos cuantos amigos que tocaban instrumentos y formaron un grupo, aunque solo tocaban en el garaje de uno de ellos.

- Perfecto, nos vamos de compras después de clase.

Eso pareció sorprenderla, no era de las que le gustaba eso de los vestidos y las tiendas de moda, pero por alguna razón quería estar lo más guapa posible para la fiesta y para eso necesitaba comprar, no había nada en mi armario que Dayan no haya visto y quería que se fijara en mí.

- ¿De compras? ¿Pero a comprar ropa, no? No volverás a engañarme y me meterás en una librería llena de polvo y cosas viejas, como hiciste la otra vez.

Esa fue divertida, una vez necesitaba que alguien me llevara al centro y mi madre no podía así que le dije a Saray que necesitaba comprar y ella entendió que quería comprar ropa. Se ofreció encantada y cuando vio donde la metí estuvo de morros toda una semana.

- Necesito dos vestidos para el fin de semana que viene. Tengo dos fiestas a las que acudir. – la guiñé un ojo y cerré mi taquilla a la vez.

- Bien – dijo muy entusiasmada. – Pero ¿me dejaras que te ayude a elegir?

- ¿Estas de broma? no sabría hacerlo sin tu ayuda.

Estuvo sonriente todo lo que quedaba de día, se lo contó a Chris como unas diez veces, él parecía feliz de verla así pero dudo que a partir de la tercera vez él la prestara atención.

Alan no vino a decirme nada en todo el día pero si le pillé mirándome un par de veces en el almuerzo, ¿le habría dicho algo? ¿Habría Alan pasado de mí? Pero no me importaba, acabé llegando al acuerdo conmigo misma que aunque tuviera que ir sola a los dos bailes iría lo más hermosa posible, con un poco de suerte él acabaría fijándose en mí.

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Bueno como veis no he perdido el tiempo, he estado el fin de semana desaparecida pero no os he olvidado.

Decidme lo que opinas de estos dos nuevos personajes. bss

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