Capítulo 16: Un extraño viaje.

ADALIA

Tenía frío, seguía con mi ropa del cumpleaños y no llevaba chaqueta. Todo estaba mojado, había verde por todos lados, las rocas tenían una capa verde, los troncos de los árboles tenían una capa verde en la parte inferior e incluso el suelo, una calle perfectamente pavimentada recubierta de un verde sucio.

No estaba en casa, eso lo tenía claro ¿pero dónde estaba? Recuerdo estar en mi habitación y abrir una ventana pero nada más. ¿Era otro viaje? ¿me volvería a encontrar con mis hermanos? Busqué por todos lados en busca de esas tres personas que había visto en una sola ocasión, pero no parecía haber nadie.

Me encontraba en una calle residencial llena de casas con jardines perfectamente cortados. Las casas eran enormes y los coches que estaban aparcados en la calle eran de lujo. Era noche cerrada, eso explicaba que no hubiese nadie por las calles pero me ponía nerviosa el que no se escuchara ni un ruido.

Al final me puse a andar, no sabía muy bien a donde tenía que ir pero el estar parada no iba conmigo. Llegué a la única casa iluminada de toda la calle y me paré a mirar, algo que dentro de mí me decía que era aquí donde debía estar.

Era una de esas casas enormes con fachadas oscuras y grandes ventanales. Al menos tenía unas tres plantas visibles pero estaba casi convencida de que la casa tenía sótano.

Lo que sí había era un millón de ventanas donde se veían sombras en el interior, había contado dos personas pero eso no quería decir nada, podrían estar detrás de alguna pared o en alguna habitación que no veo.

Lo que sí vi es que no era la única que estaba observando la casa y mi corazón dio un vuelco cuando empecé a percatarme de todos los que eran, al menos contaba unos diez. Intenté acercarme despacio, no había mucho sitio donde esconderse y casi todo lo ocupaban las sombras en forma de personas, pero algo me decía que no podían verme ya que era raro que no me hubiese visto aun. Pero ¿Cómo probarlo? Si luego resulta que si pueden verme, estoy muerta.

Decidí probar suerte, total casi estaba convencida de que esto era un sueño, mi cuerpo debía de estar a cientos de kilómetros de aquí y si mi cuerpo no está aquí no puedo morir. Me coloqué en el camino que había desde la calle a la puerta principal y fui andando decidida hasta la puerta.

Nadie pareció percatarse de mi presencia, pasé por delante de dos y el olor me penetro en la nariz provocándome arcadas. Eran sombras.

Llegué a la puerta y esta estaba cerrada, era algo en lo que no había pensado ¿Quién dejaría la puerta abierta sabiendo que están rodeados? Aunque a lo mejor no lo saben. Retrocedí en mis pasos hasta la mitad del camino y busque alguna ventana abierta, pero claro, ¿quién dejaría una ventana abierta con este frío?

- Oh…venga, piensa Adalia – dije en un susurro.

Pero fue un error, me encontraba en medio del camino hacia la entrada, no podía esconderme en ningún sitio aunque ya había comprobado que no podían verme, pero sí oírme al parecer.

Salí corriendo a la parte de atrás de la casa y me quedé impresionada por la de lujo que había. Tenían una piscina de la que salía vapor, debía de ser una piscina de agua caliente. Todo estaba decorado con piedras oscuras y con jardines en perfecto estado. Tenían unas cuantas tumbonas y un montón de espacio.

Encontré la puerta de acceso a la casa por la parte de atrás y para mi sorpresa estaba abierta. Entré y el interior era aun más impresionante que el exterior, todo parecía caro y lujoso. Los muebles tenían pinta de ser muy antiguos igual que los cuadros, el suelo estaba reluciente y las alfombras impolutas.

Seguí entrando y me paré detrás de una puerta que se veía que había luz dentro y se oían voces.

- Relájate, alguien vendrá. No nos pueden dejar aquí. – decía la voz de un chico.

- ¿Cómo que me relaje, Dayan? Nuestra protectora ha muerto, ¿qué vamos hacer ahora? ¿cómo vamos a encontrar la comunidad? – la que hablaba era una chica y parecía algo desesperada.

Pero no parecían saber que estaban rodeados de sombras. Abrí la puerta y solté un grito ahogado, eran la chica viento y el chico tierra, estaban juntos y abrazados en medio de la cocina. Parecía que había algo entre ellos, eso me hizo feliz de una manera que no sabría explicar, ¿cómo puede hacerme feliz que dos personas, a las que no conozco de nada, estén juntas?

La cocina era impresionante, era de un blanco impoluto y era enorme, nunca antes había visto una cocina así de grande.

Al principio no me vieron, pero en cuanto se dieron cuenta de mi presencia, instintivamente tierra se colocó delante de viento para protegerla. Pero esa postura duró solo unos segundos, en seguida me reconocieron y sus caras pasaron del miedo a la incomprensión.

- ¿Cómo has entrado aquí? – preguntó tierra. Su voz era fuerte y bastante sexy.

- Por la puerta de atrás.

- ¿Por qué no has llamado a la puerta? – preguntó ella confusa. Su voz era musical, parecía una pequeña cantante

Me acerque a ellos y sus olores me enamoraron. Ambos olían muy parecidos a Matt, jazmín y frutos rojos, pero tierra olía a algo parecido como césped recién cortado y ella olía bruma mañanera, entre los dos hacían una mezcla increíblemente hermosa.

- Tenéis la puerta de delante llena de sombras. – tras decir eso ambos se tensaron y ella parecía estar a punto de entrar en un ataque de nervios.

Entonces recordé algo, se suponía que nosotros éramos los más apartados de la comunidad de Matt, se suponía que había dos que vivían cerca  y que otro no iba a tener problemas para llegar, entonces ¿qué hacían estos dos aquí?

- ¿Por qué no estáis de camino a la comunidad? – les pregunté.

- Se suponía que íbamos a partir esta noche, pero a las siete de hoy nos han tendido una emboscada y nuestra protectora han muerto para protegernos.

- ¿A las siete? Justo a las siete. – los dos aceptaron con la cabeza y me miraron de manera que sabía que pensaban lo mismo que yo.

- ¿Cómo nos has encontrado? – dijo tierra.

- No lo hice, creo que estoy soñando o en otro viaje astral. – mi voz sonó confusa. – Al parecer, solo vosotros podéis verme ya que los diez sombras que hay fuera no me han visto, pero creo que si me han oído. Por cierto, ¿Dónde estamos?

- Cerca de Duluth en Minnesota. – contestó tierra.

- Nunca he estado en Minnesota – me quedé pensativa.

- ¿Deberíamos pensar en cómo salir de aquí? No sé a qué están esperando pero no quiero quedarme para averiguarlo. – dijo viento con una pizca de fuerza en su musical voz.

Ella me resultaba extraña, aunque parecía una princesa de cristal capaz de romperse con cualquier movimiento, su postura era amenazante y sus palabras eran realmente sabías. Tierra la miró con un gran amor en sus ojos y aceptó.

- No he visto a nadie por detrás, aunque deberíamos estar preparados por sí ellos nos ven salir. – dije cogiendo un cuchillo que había encima de la encimera y metiéndomelo en un bolsillo. Ellos me imitaron y cogieron uno cada uno. – Aunque deberíamos ser capaces de hacer algo, somos brujos.

Ambos me sonrieron con una sonrisa nerviosa y les entendí perfectamente, aunque fuésemos los mayores brujos de la tierra, no teníamos ni idea de qué hacer ni de cómo hacerlo. Salimos de la cocina y justo antes de llegar a la puerta de atrás viento dijo:

- Soy Isaura y él es Dayan.

- Yo soy Adalia.

Salimos fuera y me quedé blanca. Al parecer, todos los sombras que estaban delante se habían cambiado de sitio y nos esperaban haciendo una cadena a unos seis metros delante nuestra. Todo el jardín apestaba a ellos.

- Debieron oírme correr. – dije intentando comprender como era posible que supiesen que íbamos a salir por aquí.

- ¿Qué hacemos ahora? – dijo Isaura con esa extraña fuerza en la voz.

- No tenemos mucho remedio, hay que luchar. – dijo Dayan

- Una vez vi a un brujo descalzarse para tener contacto con la tierra. – dije recordando cuando Matt me demostró la magia. – Quizás te ayude tierra.

El me hizo caso pero para mi asombro fue viento la que dio un paso al frente primero, al principio no sabía que estaba haciendo pero luego ví esa fuerza en sus ojos y supe que sabía lo que tenía que hacer.

Separó los brazos del cuerpo, como si estuviese esperando un abrazo de alguien y cerró los ojos. Su cabello empezó a agitarse violentamente y los sombras retrocedieron un metro hacia atrás.

Dayan la cogió la mano que tenía más cerca y se colocó en la misma posición que ella, cerró los ojos y la tierra parecía temblar. No tenía muy claro que debía hacer, no sabía si en un viaje astral se puede hacer magia, pero debía intentarlo.

Cogí la mano libre de Dayan y cerré los ojos concentrándome en algo caliente, concentrándome en el fuego. Ni siquiera sabía que estaba haciendo y pasó algo de tiempo hasta que  empecé a notar el calor, entonces abrí los ojos.

Todo se había vuelto un descontrol, los sombras no sabían dónde meterse. Había generado una pequeña hoguera, demasiado pequeña a decir verdad, pero Isaura estaba mandando ráfagas de aire para mover el fuego donde ella quería y Dayan obligaba a las ramas de los árboles a moverse a su antojo, había cogido a un sombra del tobillo y lo había lanzado al centro de la hoguera.

Yo ya no sabía que más hacer, así que me dedique a cubrirles las espaldas. Un sombra se escapó del resto del grupo y pretendía atacarles por detrás, yo le paré y le empujé hacia atrás. Este se quedó en el suelo desconcertado, algo invisible le había hecho caer al suelo, miraba para todos los lados sin ver nada.

Al final se volvió a levantar y yo le agarré por detrás, caímos los dos al suelo y empezamos a rodar. Aunque no veía quien le sujetaba no se privó de dar unos cuantos golpes en mi dirección. Yo me quejé de dolor y él lo oyó.  Consiguió sujetarme del hombro, aunque no podía verme si podía tocarme y yo sentía ese contacto con mucha intensidad. Fui esquivando todos los golpes que pude pero nada me libró de un golpe en el estomago y otro en el pecho que me dejó sin respiración.

Al final tuve que echar mano del cuchillo que llevaba en el bolsillo, intenté amenazarle con él pero al parecer, ver un cuchillo volando no era suficiente terrorífico para él. Sin saber como hizo un movimiento hacía mi mano y yo acabé clavándole el cuchillo en el pecho.

Por un segundo me quedé mirando el cuerpo, estaba inmóvil y había mucha sangre. Los ojos se le habían quedado abiertos pero no me atrevía a cerrárselos. Empecé a recular arrastrando el culo hasta que estuve lo suficientemente lejos para levantarme del suelo y dejar de mirar el cuerpo de aquel ser.

Isaura y Dayan habían conseguido deshacerse de casi todos y los que quedaban estaban empezando a huir. Me acerqué e intenté controlar el fuego que había hecho pero no era capaz de concentrarme, en mi mente seguía viendo el rostro de aquel sombra.

Al final nos quedamos los tres solos, Dayan e Isaura se miraron con satisfacción y amor y yo me les quedé mirando pensando lo diferente que hubiese sido todo si Matt estuviera aquí.

- Lo conseguimos. – dijo Isaura con entusiasmo en la voz.

Ambos se abrazaron y luego me metieron en medio del abrazo, pero yo no estaba para eso. Sin querer me puse a llorar, todo había venido demasiado deprisa y ahora encima había matado a un hombre con mis propias manos.

- Adalia, ¿estas bien? – era Dayan quien hablaba.

Les miré, eran mis hermanos a pesar de que ellos se amasen, para mí los dos eran mis hermanos.

- Le he matado. Le he clavado el cuchillo. – apunté con mi mirada al cuerpo de aquel sombra y tanto Dayan como Isaura me abrazaron más fuerte.

- Él te habría matado y lo sabes. – me dijo Isaura.

Estuvimos un rato en silencio pero mi cuerpo parecía estar desvaneciéndose. Al principio no entendí  lo que me pasaba pero al final lo comprendí, estaba volviendo a casa.

- Les diré a mis protectores que envíen a alguien a buscaros. Pero deberíais iros de aquí, los que se han escapado saben dónde encontraros. – hablaba demasiado deprisa pero ellos parecieron entenderme.

Me separé y miré mi cuerpo que apenas era visible, parecía estar desapareciendo.

- Estaremos en el motel Tótem. – me grito Isaura.

Volvió la sensación de que el suelo desaparecía y en cuestión de segundos me encontraba en un lugar más conocido, mi habitación.

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Debo de hacer una especial dedicación a #AnitaClark por ayudarme con los nombres, que haría sin tí...

Espero no dejaros con mucha intriga sobre la historia de los nuevos personajes que salen... Besos y gracias de antemano. 

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