9. ¡No desistas Kenneth!


Eran las cuatro y media de la mañana exactamente pero Kenneth ya estaba despierto.

Él estaba pensando en que era lo que tenía que decirle el capitán Benner, hasta ese momento no le había dicho nada, luego bajo, se bañó y a lo que salió de los baños se pudo dar cuenta que Ryck, Ignul y Jeff ya estaban despiertos también.

Después de dos minutos llegó la guía y levantó al resto, hizo sonar su alarma igual que el primer día de entrenamiento y todos se despertaron, una vez hizo eso se marchó no sin antes decir que iba a regresar.

No tardó en volver a los cuartos para luego llevarlos de vuelta a la casa de armas donde el capitán Graff.

Sin esperar tanto el capitán Idate los saludó y les indicó que fueran a buscar sus armas.

Todos asintieron y como era de esperarse Kenneth fue en busca la espada que había visto el día anterior pero Jack ya la tenía en sus manos y de hecho ya estaba entrenando.

—¿Qué buscas? —preguntó Jack al ver que Kenneth lo quedaba mirando, sus preguntas fueron en cierto momento con un tono burlón—. ¿Qué se te perdió niño?

—Solo eres mayor por dos años —contestó Kenneth frunciendo el ceño—. Y te la regalo, quédate con la espada buscaré otra arma.

Acto seguido Kenneth se fue a buscar otra arma para entrenar, no quería discutir con Jack.

En los siguientes minutos todos ya tenían sus armas a excepción de Kenneth, no sabía que escoger, así que probó varias armas, pero no las dominaba bien, hasta que pasaron un par de horas y seguía sin encontrar su arma ideal.

—¿Qué pasó Kenneth, no encuentras tu arma? —se le acercó Ryck al verlo frustrado—. Deberías ya estar aprendiendo a usar una porque ya faltan tres días no más y en el último día nos evaluará.

Ryck se acuclilló mientras que Kenneth estaba sentado en el suelo.

—Es qué no encuentro una arma ideal para mí, quería la espada que ya se la ganó Jack —contestó Kenneth un poco deprimido.

—El muchacho que venció a varios guerreros de ciudad Capital y que se enfrentó a Benner se está rindiendo porque no encuentra un arma ideal, no Kenneth, tú me dijiste que tenías objetivos —decía Ryck mirándolo a los ojos, él trataba de animarlo al ver que estaba sumamente frustrado—. Los cuales no sé cuáles sean porque nunca nos contaste a mi o a Drake, pero al igual como yo tengo el objetivo de ser más fuerte para vengarme por la muerte de mi hija y esposa, tú también debes de superarte y ser más fuerte más cada día para alcanzar tus propios objetivos.

—¡Gracias Ryck! —agradeció Kenneth—. Es verdad que tonto que soy, cómo me voy a rendir si tengo que esforzarme por lograr mis objetivos, muchas gracias tus palabras me sirvieron mucho, gracias, gracias Ryck—.Kenneth entraba en razón, su frustración se desvaneció, al terminar de hablar mostró una gran sonrisa en su rostro y finalmente dejo su depresión a un lado.

—¡Eso es! —exclamó Rcyk sonriendo—. ¡No desistas Kenneth!

Con las palabras de Ryck que lo hicieron despertar ya se disponía a buscar un arma porque finalmente sabía cuál elegir, la cuchilla ninja.

La iba a buscar sin embargo el capitán Graff detuvo a todos los aspirantes para avisarles que ya se había acabado el tiempo y que mañana podían continuar.

Kenneth sintió mucho coraje debido a que justo cuando ya estaba motivado se había terminado el tiempo.

Todos los aspirantes se dirigieron de vuelta a sus cuartos.

—¡Kenneth espéranos! —dijo Esmeralda que iba más atrás con Trend, Aria, Asoka y Said los nuevos amigos de Kenneth.

Kenneth los esperó y una vez que llegaron todos a los cuartos se colocaron en el centro a conversar, mientras que el resto solo los quedaba mirando o realizaban otras cosas.

—¡Ya sé chicos! —les dijo a todos Aria, ella esbozando una gran sonrisa, se veía en su rostro que tenía un plan en mente.

—¿Qué dinos? —preguntaron todos en coro.

—¿Qué tal si jugamos a la botella? —soltó Aria muy entusiasmada.

—¡Me parece bien! —contestó Esmeralda—. Pero...en ¿qué consiste ése juego?

Esmeralda no tenía idea de que trataba el juego.

—¡Es fácil! —dijo Aria y luego les explicó—. Nos ponemos en círculo y rodamos una botella, y cuándo el pico de la botella, señale a uno de nosotros, tendrá que hacer algo con sus elementos, pueden ser imágenes o algo que sea asombroso—. Les terminaba de explicar ella.

—¡Nosotros nos unimos también! —dijeron los gemelos Tron, quienes estuvieron cerca y escucharon a Aria.

—¡Entre más mejor! —expresó Aria feliz de que más personas quieran jugar—. ¿Quién más quiere jugar?

—¡Nadie! —dijo Jack en tono burlón y luego los miró con repudio.

—¡Yo sé que tú quieres Jack! —comentó Aria riendo levemente. El reto de los jugadores estaba observando todo, dejaban que la chica entusiasta se hiciera cargo después de todo jugar a la botella era su idea.

—Paso —dijo Jack dándole la espalda.

Aria quería incluir como sea a Jack así que se levantó y fue donde él para halarlo de los brazos hacía donde estaban los demás aspirantes que iban a jugar.

—¿Quien más? —le preguntó Aria mirando a los aspirantes restantes—. ¿Karl?

—¡No yo paso y es en serio!, no vengas a molestarme! —respondió fríamente Karl y se alejó aún más.

Aria lo dejó, tampoco es que la caía muy bien el chico pelirrojo.

—Drake, Ryck vengan —los llamaba Aria.

—No, chicos ahí no más jueguen ustedes —contestó Ryck y luego cerró sus ojos—. Quizás otro día.

—¡Yo si voy! —dijo Drake antes de levantarse de su cama e ir con los demás.

Y así Aria, Trend, Asoka, Jack, Said, Kin, Min, Drake, Esmeralda y Kenneth comenzaron a jugar, con todos ellos era más que suficiente para jugar.




Al día siguiente en la casa de armas Kenneth estaba practicando con su cuchilla ninja, al principio se le dificultaba aprender a usarla, la cuchilla ninja que escogió era diferente a la que usó en el duelo contra Jack.

Kenneth se comprometió y se esmeró a aprender a usar la cuchilla ninja a como dé lugar al recordar que en el duelo Jack fue quien tuvo la ventaja la mayor parte del tiempo, se dedicó a entrenar todo el día porque el día siguiente comenzarían los duelos entre los aspirantes, por eso fueron los tres días de entrenamiento con armas en donde el capitán Idate les estuvo enseñando a usar armas a cada uno de forma individual. 

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