9. Cacería completada

Tres de los miembros de Vuka por inercia se apartaron, dieron unos cuantos pasos hacia atrás a excepción de Ray, se posicionó en frente de todos para enfrentarlo.

Cuando el robot intentó golpearlo, este se detuvo al ver un hoyo negro que apareció de repente por su cintura, el gran robot miró a su rival al corroborar que era el causante de lo que estaba pasando. Ray al mover su mano derecha hacia el frente, estaba provocando que la masa negra del hoyo creciera más cada segundo, el robot fue absorbido por completo por el agujero negro, que al igual que el robo este desapareció segundos después.

—¿Qué fue lo que pasó y el robot? —preguntó asombrado Selver. El miraba a todos lados tratando de encontrarlo.

—¡Aquí está! —Dan señaló una zona vacía del lugar en donde estaban, el agujero negro reapareció botando todas las partes del gran robot aglomeradas en forma de esfera.

—Debo confesar que cada vez me sorprenden más —comentó Selver mirando a sus jefes. A pesar de llevar poco tiempo dentro de Vuka, sabía que sus líderes, los hermanos Ray y Dan, no era simples personas, sus habilidades era extrañas, poderosas y sobre todo un gran misterio no solo para él sino para los demás, estaba consciente de que debía tener mucho cuidado con ellos, fallar una misión o traicionarlos no era una opción viable, no en su nivel, sería fácilmente derrotado.

—Supongo que...gracias Selver, de hecho esa es nuestra especialidad siempre sorprendemos en cada una de nuestras jugadas, se podría decir que es algo común en nosotros —dijo Ray esbozando una sonrisa sincera.

—Es hora —dijo Dan con seriedad—. Vamos por el pergamino que está allá, dejemos de perder tiempo por gusto.

Señaló el pergamino que se encontraba dentro de una estructura de vidrio, esta estaba sobre una mesa cuadrada, angosta de color café, alejada siete metros de la gran puerta metálica.

—¡Dan te toca! —exclamó Ray regresando a mirar a su hermano.

—¡Ok! —contestó acercándose a la estructura que contenía el pergamino— ¡Aquí voy!

La estructura de vidrio se alzó en el aire y con un ligero movimiento de su mano atrajo el pergamino hacía él.

—Al fin tenemos nuevamente el primero de los tres pergaminos con nosotros, ya era hora, nosotros fuimos los primeros en encontrarlo, no era justo que nos lo hayan robado —exclamó Dan muy feliz al ver el pergamino dorado en sus manos una vez más.

—Ahora vámonos de una vez por todas, antes de que el vejete de Lionel aparezca, del resto no tenemos que preocuparnos después de todo es el único que puede tiene la capacidad de pelear con nosotros, el resto ni en sus más grandes sueños... —dijo Dan mientras avanzaba hacia la escalera del túnel.

—¿Y después de todo dónde está? —preguntó Ray—. Creo que no está en la ciudad porque sí fuera así ya estaría aquí tratando de detenernos.

Los cuatro estaban subiendo las escaleras.

—Pues no es necesario que venga él, para eso estoy yo —dijo Nate en la entrada del túnel al haber escuchado la conversa de los Vuka.

—¿Quién dijo eso? —preguntó Selver mirando la parte baja de la escalera y luego la de arriba.

Decidieron no avanzar, no conocían esa voz, unos pasos se escucharon por todo el túnel hasta que finalmente se dieron cuenta que era Nate quien bajaba por las escaleras con su tabla en sus brazos.

—¿Quién es este? —preguntó Selver moviendo sus manos para formar su material pegajoso y así atraparlo.

—Es el hijo de Lionel, tú deberías saberlo ya que antes viviste aquí —contestó Dan.

—Eso fue hace mucho, además antes era un pequeño mocoso —Selver a modo de burla—. Y bueno todavía sigue siendo un mocoso solo que ahora está un poco más grande.

—¡Ya verás de que está hecho este mocoso! —amenazó Nate antes de mover sus manos para separar las partes de su tabla de surf y transformarlas en cañones.

Los hermanos y Selver bajaron de inmediato las escaleras al ver la energía que salió disparada de los cañones, hasta que Ray succionó dicha energía con un agujero negro creado por él.

—¿Qué fue eso? —pregunto muy asombrado Nate.

Ray sonrió al ver la expresión de asombro del joven Norris.

—Pues solo es un truco mío —contestó Ray—. Mira acá hay otro truco.

En frente de Nate apareció un nuevo agujero negro que le regresaba la energía disparada por sus propios cañones, rápidamente las partes restantes de la tabla de surf se unieron, las usó para volar y así esquivar el contrataque de Ray.

Selver aprovechó y lanzó su masa pegajosa, Nate no tuvo más opción que seguir huyendo por el túnel mientras volaba en su tabla.

—Ahora aprovechemos, no perdamos tiempo con el niño —dijo Dan al ver que Nate voló hacia abajo, así ellos tenían oportunidad de subir los últimos escalones y salir del túnel.

—¡No tan rápido! —Nate apareció volando muy cerca de Dan, al estar tan cerca aprovecho para golpear su espalda dándole una fuerte palmada de su mano derecha.

Dan se detuvo por unos momentos, Selver y su hermano lo notaron raro.

—¿Qué paso Dan? —preguntó Ray—. Vamos muévete.

—Algo me hizo ese bastardo —fue lo único que contestó Dan con evidente molestia.

Nate se alejó a escasos metros de ellos.

—¿Algo como qué? —pregunto Selver.

—No lo sé, pero me siento raro —contesto Dan mirándose sus manos y luego todo su cuerpo.

Dan señaló a Nate con la palma de su mano, pero nada ocurrió.

—No lo intentes —le aconsejó el joven Norris.

—¿De que estas hablando? —pregunto Dan aun sin entender.

—Además de ser tecnopata tengo otras habilidades y una de esas es bloquear los poderes o elementos de los demás con tan solo tocarlos —Nate mostró una sonrisa llena de victoria—. Tengo más de un truco...

—¡Malnacido me las vas a pagar! —exclamó molesto Dan.

—Tranquilo hermano nosotros nos encargaremos de el —Ray tocó el hombro izquierdo de su hermano.

—¡Selver atrápalo! —ordenó Dan con voz fuerte.

—Entendido.

Selver empezó a crear la masa pegajosa de su boca al estar masticando y masticando constantemente, mientras más masticaba su boca se llenaba de más masa, sus mejillas se inflaban poco a poco pero al mismo tiempo también movía sus manos para crear la masa de las palmas de sus manos, cuando se detuvo empezó a lanzarlas directo a Nate para intentar atraparlo.

A pesar de todo Nate con su tabla de surf era más rápido hasta que un agujero negro apareció en la parte trasera de la tabla de surf poco a poco la tabla estaba siendo absorbida por el agujero, el joven Norris no tuvo más opción que lanzarse al suelo.

Una vez que cayó fue atrapado por la masa pegajosa de Selver, el espectra le lanzó tanta masa pegajosa que para él era imposible escapar.

—Ni lo intentes niñito no saldrás en buen rato —Selver sonrió maliciosamente.

—¡Mátenlo! —grito Dan muy fuerte, estaba furioso porque ya no podía usar sus habilidades, las mismas que lo volvían alguien sumamente poderoso y difícil de derrotar.

—No estás pensando con claridad hermano, no podemos matarlo porque es el único que sabe cómo recuperar tus poderes —le dijo Ray haciendo que entrara en razón a su hermano.

—¡No les diré nada! —gritó Nate a pesar de estar atrapado en la masa pegajosa.

—No importa, es mejor irnos... —dijo Dan mirando con enojo al joven muchacho—. Ya encontraremos la forma de recuperar mis poderes y cuando lo haga regresare por ti.

Ray creó una agujero negro para escapar por atravesándolo.

Gladio y Halberd no tardaron en llegar al lugar en donde su compañera, Shaila tenía a Kenneth, ellos se alegaron al comprobar que tenían a su objetivo listo para llevárselo.

—¡Perfecto, esto es perfecto! —Gladio no dejaba de aplaudir, estaba muy alegre, la felicidad no escapaba de su rostro.

Shaila sonrió por un momento pero no dejó de apuntar su chakram en el cuello de Kenneth.

—¡Por este logro tendrás una buena recompensa! —dijo Gladio mirando a la mujer de ojos rasgados.

El líder de los cazadores caminó hasta estar muy cerca de Kenneth, el muchacho le dio un fuerte cabezazo, la sangre caía de su frente pero no le importaba, sonrió al ver a Gladio caer por el fuerte golpe que le propinó.

Shaila se descuidó de Kenneth al tratar de ayudar a su jefe, en ese momento Kenneth aprovechó para congelar las armas de la mujer, las sostuvo con fuerza hasta que las lanzó al suelo para romperlas, congeló el suelo para deslizarse hacia atrás y así alejarse aunque con su tobillo herido no avanzó mucho.

Creó velozmente un muro de hielo al ver que Halberd le lanzó su alabarda, el muro no resistió mucho y se rompió cuando el arma la impactó.

—¡No escaparas! —anunció Gladio antes de lanzar un rayo de energía en el hombro de Kenneth—. ¡Ya no! Ahora que te tengo, no dejaré que te escapes, no ahora que eres esencial para completar mi plan.

El ataque fue tan rápido que Kenneth no pudo reaccionar a tiempo y menos con la poca distancia que los separaba.Gritó muy fuerte por el dolor que sintió, cayó al suelo, Halberd se le acercó para golpearlo con un extremo de su arma, lo golpeó más de dos veces hasta dejarlo inconsciente.

Gladio lo atrapó en un campo de fuerza en caso de que llegara a despertar.

—Halber, Shaila muy buen trabajo cazándolo, efectivamente tendrán sus recompensas —exclamó muy alegre Gladio porque finalmente había completado su cacería, al fin tenía a Kenneth a su merced—. Mejor dicho todos ustedes tendrán sus recompensas Sagit, Mace, Caleb y hasta Ax.

—¿Llamo al resto, señor? —preguntó Halberd.

—Si hazlo debemos marcharnos inmediatamente.

Halberd usando su intercomunicador llamo a Mace y a Caleb pero ellos no respondieron, estaban ocupados en el globo aerostático tratando de que nadie más entrara debido a que muchos espectras aparecieron para detenerlos.

—¡Ya vamos para allá! —respondió Mace por su intercomunicador—. Déjennos terminar primero con los espectras de acá.

Mientras tanto Sagit estaba preparando sus flechas para seguir defendiéndose de los ataques de Jack.

—¿Qué es esa cosa? —preguntó en voz baja Jack mirando el globo aerostático a lo lejos.

No le dio mucha importancia, creó una gran mano de hielo para intentar romper el muro metalico pero no consiguió nada, el muro no se rompió, por lo tanto optó por usar dos manos de hielo grandes esperando que al golpear el gran muro al mismo tiempo lograría romperlo.

No tuvo éxito en romperlo más si en agrietarlo un poco y no le quedó más que intentar pasar por los extremos del muro.

Mientras iba avanzando, Sagit le lanzaba flechas para impedir que pasara, el arqueo se encontraba en la parte superior del muro.

Jack se protegía con un escudo de hielo de formar circular y así mismo lanza flechas además de lanzar pequeños carámbanos, estos proyectiles solo los usaba como distracción, mientras los lanzaba con sus pies congelaba todo el suelo a medida que avanzaba para formar un gran brazo de hielo en la parte posterior del muro y así atrapar a Sagit.

El globo aerostático bajó hasta llegar a una distancia prudente.

—Sagit, Ax suban ya, la cacería ha sido completada con éxito —dijo Caleb por el altavoz del globo aerostático.

Sagit sin dudarlo lanzó una flecha garfio al globo y luego lanzó otra para atrapar a su compañero muerto, una vez que Ax fue atrapado por la flecha el globo tomó fuerza y los cazadores se marcharon de inmediato para evitar más peleas.

Jack no pudo hacer nada, sus creaciones de hielo ya no eran tan eficaces debido a su cansancio, estas no lograban llegar a lugares tan altos, se desplomaban poco a poco.

—¡Kenneth no! —gritó muy fuerte de impotencia al ver que no pudo salvar a su gran amigo.

Ramiro llegó junto con algunos espectras, entre ellos estaban los hermanos Yihher.

—¿Qué ha pasado y Kenneth? —pregunto Kimi cuando llegó.

—¡Kenneth ya no está! —contestó Jack desanimado.

—¡Jolines, el señor Cooper ha sido asesinado! —exclamó el gato parlanchín.

—No Ramiro eso no ha sucedido, él fue capturado por los cazadores y no pude hacer nada para evitarlo —contesto Jack poniéndose de pie.

—No os preocupéis señor Pietro aunque el señor Cooper haya sido capturado por esos gilipollas nosotros lo rescataremos —dijo Ramiro para calmar a Jack.

La cara de tristeza de Jack cambió por una llena de seriedad.

—Tienes razón Ramiro no es momento para lamentarse, lo que debemos hacer ahora es ir por Kenneth y sé que lo traeremos de vuelta —exclamó Jack muy decidido. Sabía que tenía que rescatar a su amigo a como dé lugar y ya había pensado en quienes lo iban ayudar—. ¡Es hora de pedir refuerzos! 

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