Cuando el capitán Benner le habló de Gin, Kenneth no sabía que decir, no pudo emitir ni una sola palabra de su boca, quedó sumamente sorprendido, sus dudas comenzaron a surgir, en ese momento se preguntaba en su mente:

¿Cómo sabía que nos conocemos?

¿Porque me lo dijo a mí?

Esas y otras dudas más tenía Kenneth.

—Pero por ahora no te puedo decir —terminó de decir el capitán Benner quitando su mano del hombro de Kenneth y acto seguido ambos bajaron inmediatamente del tren—. ¡Yo te avisaré!

El capitán Benner lo miró una última vez hasta que continuó caminando.

El joven aspirante al bajar del tren no pudo evitar quedar fascinado por el lugar en donde se encontraba, había cámaras por doquier, los pilares de la estructura eran demasiados gruesos, además en la mayoría de los rincones se podía observar decoraciones metálicas, como tubos metálicos o diversas barandas establecidas en escaleras que llevaban a varias direcciones.

No tardó tanto tiempo para que todos los reclutados estuvieran ordenados, en total quince aspirantes a nuevos guerreros de ciudad Capital, ellos estaban esperando las órdenes de su Capitán Benner.

—Bueno —empezó a hablar con voz fuerte el capitán Arthur—. Ahora que ya estamos aquí los llevaré a sus cuartos, síganme.

Arthur caminó y todos los aspirantes empezaron a seguirlo, caminaron detrás de él ni bien dio sus primeros pasos.

Caminaron por la entrada de la escalera número siete que luego tuvieron que subir por los cincuenta escalones, había ascensores pero el capitán Benner decidió que no sería apropiado además de que quería entrenarlos desde ya. No tardaron en llegar a un lugar enorme que parecía un estadio, o así fue como Kenneth lo relacionó, el capitán Benner estaba por indicarle sus lugares pero una voz un tanto gruesa y a la vez molesta no lo dejó terminar de hablar.

—¡Alto Benner! —exclamó el dueño de la voz—. Espera, tengo que conocer a los nuevos aspirantes a guerreros.

—Lo que usted diga señor gobernador —dijo el capitán Benner mientras asentía con su cabeza.

—¡Bien! —mencionó esbozando una sonrisa el famoso gobernador de ciudad Capital—. Perfecto ahora todos entren aquí y fórmense en una sola columna.

Los aspirantes asintieron y luego se formaron cómo les indicó el gobernador.

—¡¡Bienvenidos nuevos guerreros! —comenzó a hablar—. Me presento, soy el gobernador de ciudad Capital, me llamo Marck Reim, quiero que cada uno de ustedes se presenten, que me digan sus nombres, su edad y su elemento.

Hizo una breve pausa y luego continuó hablando.

—Quiero conocer a mis futuros guerreros —expresó con seriedad—. Quiero saber si dan la talla o son solo unos muérganos.

Kenneth al escucharlo y al saber que el gobernador estaba frente a él estaba ansioso, tenía muchas ganas de darle un buen puñetazo, debido a que en las demás ciudades se hablaba mucho de él y en ciudad Cristal no tenía muy buena fama, ya que siempre andaba discriminando a las otras ciudades, que solo se cree superior ante los demás y eso lo hacía detestable para Kenneth.

El objetivo principal de Kenneth nunca fue ser un aspirante a guerrero sino lograr llegar a la ciudad para tenerlo de cerca y detenerlo antes de que sus enjutas leyes se expandan por el resto de las ciudades.

El gobernador se acercó a Kenneth y una vez que estaban frente a frente el muchacho de apellido Cooper no aguantó más, encendió su puño derecho de fuego y acto seguido le golpeo su cara, el impacto del golpe hizo que Marck saliera despedido por unos cuántos metros hasta que atravesó una pared de metal.

Kenneth se reía sin parar después de haberle asestado un buen puñetazo, pero luego sintió un pequeño golpe en la espalda.

—Oye, ¿en qué estás pensando? —le decía Drake y fue ahí cuando se dio cuenta que el gran puñetazo que le dio a Marck Reim era solo algo que se imaginó.

—Sí, perdón —respondió por lo bajo Kenneth porque no sabía que más decirle.

—Bueno, comencemos contigo muchacho conversón —dijo el gobernador él señalando a Kenneth con su mano. A pesar de que habló en voz baja, Marck Reim lo pudo escuchar.

—¿¡Ah!?, ¿qué, yo primero? —respondió Kenneth un poco dudoso.

—Sí, comienza —Marck torció sus ojos—. Hazlo rápido antes de que pierda mi paciencia.

—Yo me llamo Kenneth Cooper, tengo diecisiete años de edad, controlo el fuego, vengo de ciudad Cristal, la mejor ciudad del mundo, sin leyes injustas que nos opongan a hacer las cosas que queremos, un lugar donde no nos oprimen —dijo Kenneth totalmente serio y mirándolo a los ojos.

El gobernador Marck Reim al escuchar lo que dijo aquel "muchacho insolente", que fue como lo denominó, quería darle una buena lección, pero no lo hizo en eso momento, prefirió contenerse.

—¡Qué bien Kenneth, ¿leyes injustas? —contestó el gobernador—. Si, te entiendo, en ciudad Espectra las leyes son injustas y ellos nos discriminan a nosotros los elementales, te comprendo pero para eso has venido hasta aquí, para detener a esos seres malignos.

Por dentro el gobernador quería matarlo.

Al escuchar lo que respondió el gobernador, Kenneth ya no dijo nada, porque después las cosas serían peores para él, su plan se iba a ir a la borda porque si continuaba lanzándose indirectas con su principal enemigo si le hubiera dado no solo un puñetazo sino muchos, pero no respondió puesto que se pudo dar cuenta de que el gobernador era un tipo muy inteligente, así que mejor se quedó callado.

—Mejor sigue tú, el que está a lado del joven Kenneth, no hay que perder tiempo, tengo cosas que hacer —indicó Marck dejando de mirar a Kenneth.

—¡Me llamo Drake Doom! —habló Drake—. Tengo veinticinco años y controlo el elemento aire.

—¡Ahora tú! —señaló a Ryck—. El que tiene la "M" tatuada.

—Yo me llamo Ryck Ryder, tengo treinta y dos años, y controlo el elemento tierra... —contestó Ryck con rapidez.

—¿Y porque tienes tatuada una "M"? —le preguntó Marck, al parecer Kenneth no era el único curioso. Al gobernador le gustaba indagar en las cosas personales de la gente porque si lo traicionaban usaría todo lo que sabe para ganar.

—Porque es la inicial del nombre de mi fallecida hija, Mila —manifestó Ryck.

—Qué pena por tu hija... —expresó fríamente Reim, claramente no le importaba lo que le había contado Ryck—. Bueno sigan presentándose los demás.

—Yo me llamo Aria Colins, tengo veintidós años y controlo el viento —dijo la mujer de ciudad Ventus.

Al momento en que Aria terminó de hablar el gobernador miró al siguiente aspirante, hizo un movimiento de cabeza para que prosiguiera a presentarte.

—Soy Ignul Dragón, tengo treinta tres años, y domino muy bien el fuego —mencionó Ignul con seriedad. De todos los reclutados era él que se veía más tranquilo, no se intimidaba ante la presencia del gobernador.

—Bueno hasta no ver, no creer... —manifestó Marck mirándolo fijamente a él.

—Yo me llamo Trend Mellers, tengo diecisiete años, controlo la Tierra y quiero ser el mejor guerrero —se presentó un muchacho de cabello crespo.

—Esperemos —agregó Marck con un tono burlón.

Marck miró a la siguiente aspirante.

—Hola, yo me llamo Asoka Hard, tengo dieciocho años y controlo el Agua... ah y también tengo branquias en el cuello —comentó Asoka muy sonriente.

—¡Qué bien! —dijo Reim—. Una chica con branquias es algo genial, hace tiempo que no llegaba alguien con branquias, bienvenida querida Asoka.

Dio dos pasos a la derecha mientras estaba de brazos cruzados.

—Bueno yo me llamo Min Tron, tengo veinte años y controlo el Rayo —se presentó el muchacho de piel morena y cuerpo atlético.

Cuando caminó más a la derecha se detuvo miró al siguiente aspirante de pies a cabeza y luego regresó a mirar a Min, el anterior aspirante.

—¡Pero si son gemelos! —exclamó sorprendido llevó sus manos hacia al frente y luego unió con lentitud las palmas de sus manos—. ¡Que novedad!

—Si —afirmó el hermano gemelo de Min—. Me llamo Kin, Kin Tron, también tengo veinte años, controlo el trueno y soy el hermano mayor de Min por cuarentaicinco minutos.

La palabras de Kin cuasó risas entre todos los presentes.

—¡Oh, vaya que mayor! —exclamó Marck sarcásticamente, siempre ha sido muy burlón con todos y eso a veces podría ser muy molesto para los demás, pero a él no le importaba si las personas se ofendían o no porque después de todo no podían recriminarle nada o el los mataría.

—Next! —dijo Marck demostrando una muy buena pronunciación del idioma inglés.

—Yo soy Karl Arin, tengo dieciséis años y controlo la Arena —mencionó el chico de cabello rojo.

—Dieciséis años...que eres el más pequeño de aquí, que ternura —dijo Marck una vez más burlándose de los aspirantes.

Caminó más a la derecha mientras tenía sus brazos cruzados hacia atrás.

—Yo me llamo Jeff Gram, tengo cuarenta y un años, controlo el elemento madera —Jeff dijo mirando fijamente a Marck.

—Tu presentación fue muy aburrida, no le pones emoción —comentó Marck indirectamente acto seguido bostezó—. ¡Que patético!

Marck levantó su mano derecha para mirar la hora en su reloj.

—El que sigue —indicó Reim—. Rápido por favor.

—Yo me llamo Jack Pietro, tengo diecinueve años, controlo el Hielo y he venido aquí para mejorar mis habilidades y así matar a los de ciudad Ignis —al terminar de hablar Jack no pudo dejar de mirar fríamente a Kenneth y a Ignul.

—¿Y eso por qué, querido Jack? —le preguntó Marck acercándose a él.

El muchacho caucásico respiró un poco y luego procedió a hablar.

—Por la guerra que hubo hace unos años atrás entre Glaciem e Ignis, nos quitaron muchas cosas, por eso los aborrezco —contestó Jack alzando su tono de voz.

El irritante gobernador sonrió.

—Muchacho te entiendo, las guerras son lo peor —dijo Marck mintiendo claramente—. Tenemos que hacer algo para acabar con ellas.

El capitán Arthur Benner estuvo observando todo desde unos centímetros detrás del gobernador.

—Mi nombre es Said Cast, tengo diecisiete años y controlo el metal —dijo el adolescente de cara pálida y ropa totalmente negra.

Su pantalón, camisa, zapatos, medias y su pulsera en su mano izquierda, todas eran de color negro.

Marck Reim volvió a mirar una vez más su reloj y después caminó hasta quedar frente a la siguiente aspirante.

—Yo me llamo Esmeralda Star, tengo quince años —dijo la chica de hermoso cabello verde—. Y controlo el elemento diamante.

—¡Qué bonito nombre al igual que tú! —exclamó Marck tocando ligeramente el cabello de la linda muchacha—. Al parecer tú si eres la más pequeña

Él no pudo mirarla de pies a cabeza, aunque tampoco fue el único.

—¡Gracias gobernador Marck! —agradeció Esmeralda con muchos respeto.

—El último por favor —indicó Marck contento porque ya faltaba una persona en presentarse.

—Yo soy Raimi Clen, tengo treinta y cuatro años, controlo el elemento luz, un elemento poco común —dijo el ultimo aspirante en presentarse—. Planeó ganarles a todo estos aspirantes y...

—Bueno ya está bien dejen de hablar y actúen más —dijo el gobernador Marck interrumpiendo a Raimi—. Eso es todo por ahora me retiro, fue más o menos un gusto

Rápidamente se marchó sin regresar a mirar a alguno de los quince aspirantes.

Luego de que Marck se fue, el capitán Benner les indicó cada una de sus camas a los aspirantes, las cuales resultaron ser literas. Kenneth escogió la litera número tres porque esta tenía una ventana y se podía divisar el cielo, escogiendo claramente la cama de arriba y Drake durmió en la parte de abajo.

El único que tenía las dos partes de la litera para el solo fue Raimi, ya que no simpatizaba con nadie.

Esa noche no entablaron alguna conversación los aspirantes debido a que todos estaban cansados porque el viaje fue muy largo.

Kenneth no podía dormir, así que intento mirar por la ventana para ver si así podía dormir al ver el cielo estrellado, hasta que después de unos minutos finalmente se quedó dormido.

Luego de que terminó de hacer algunas investigaciones, Marck se dirigió a su cuarto, nadie lo usaba más que el mismo, decidió pensar y analizar lo que había sucedido con los reclutados ese día, así que sus pensamientos malvados comenzaron a fluir tanto así que pensó en vos alta.

—¡Así que vienen con muchas ganas de demostrar lo bueno que son! —exclamó molesto mientras arrugaba su frente— Pues no se los dejaré tan fácil especialmente al insolente de Kenneth.