5. La era de los piratas

La llegada de Nate como el nuevo miembro de la tripulación fue un gran acierto para el equipo y a todos los tripulantes les había caído de maravilla la idea de tener un compañero nuevo, con gran fuerza y habilidades muy destacables sin embargo Kenneth era la excepción, no estaba muy contento con la idea de tener a su cuñado en el mismo barco.

La antigua rivalidad entre ambos no cesaba al contrario se acrecentaba aún más y el noviazgo de Kenneth con Katherine era otro factor que proliferaba su odio.

—¡Gracias por tu ayuda Nate! —exclamó Mauro le dedicó una leve sonrisa llena de sinceridad que acto seguido se desvaneció y en su lugar manifestó una mueca de dolor por lo que tuvo que sostener sus sienes.

Estar bajo el control mental de una sirena le había provocado reacciones adversas tales como leves dolores de cabeza, mareo y un breve sentido de desorientación.

—Nos falta un médico o una enfermera en nuestra tripulación —mencionó Kenneth que al igual que Drake y Mauro también sostenía su cabeza por el dolor de cabeza que sentían. Los tres se tuvieron que sentar un momento para evitar el mareo aunque al estar en barco no les ayudaba mucho por lo tanto Drake optó por sentarse en el aire haciendo uso de sus habilidades elementales.

—Apoyo la noción —Kate se tocaba sus brazos, le dolían al igual que su espalda.

—Yo puedo ser de ayuda —Controlando su tabla de surf tecnológica Nate logró cargar a Sara para luego llevarla a una de las habitaciones más cercanas para que se la trate como era debido.

La recostó sobre la primera cama que encontró y la acomodó de la manera más cuidadosa que pudo.

—Yo ayudaré —Mauro los siguió, a pesar de no ser médico o enfermero le gustaba leer revistas médicas y artículos científicos actualizados.

Media hora después Sara recobró la conciencia, Kate le contó todo lo que sucedió. Los demás miembros de la tripulación tomaron pastillas para el dolor que encontraron en un botiquín de emergencias guardado en la pequeña bodega del barco.

La noche de a poco se asomó y llegó la hora de dormir, Kenneth y Nate tuvieron que dormir en la misma habitación, el barco tenía una capacidad de tres habitaciones con dos camas. En la habitación número uno dormían Mauro y Drake, en la habitación número dos Kate y Sara mientras que en la tercera habitación los dos rivales, algo que no era del agrado de ambos.

Drake estaba volando muy cerca del barco hasta que se cansó de usar su poder elemental, decidió regresar al barco a pesar de marearlo, no quería quedarse sin energía, no después de la amenaza que habían enfrentado hace poco.

Caminó un poco de un lado a otro pero al mirar que a su alrededor no había nada más que el extenso y misterioso mar sintió una leve ansiedad por no poder llegar todavía a tierra.

—¿A dónde vamos ahora? —Drake le preguntó a la navegante que maniobraba el timón del barco—. ¿Hay alguna isla cerca de aquí o ya nos dirigimos directo a la Isla Templada?

Sara no respondió, a pesar de estar moviendo el timón de un lado a otro con una gran facilidad tenía la mirada perdida, su cuerpo estaba en el barco maniobrándolo pero su mente estaba en otro lado, específicamente en los eventos sucedidos en la noche anterior. Se sentía abrumada porque no pudo hacer nada contra la sirena malvada, se sentía inútil, se sentía un estorbo, el saber que Kate usó sus habilidades para herir al ser marino le hizo sentir celos, saber que de todos fue la unica que quedó inconsciente le enfurecía.

El enojo que sentía provocaba que de manera involuntaria maniobrara el barco con más rapidez y con menos delicadeza.

—¡Sara! —repitió una y otra vez Drake.

Los demás miembros de la tripulación notaron como se generó más turbulencia en el barco, rápido todas sus miradas se centraron en la navegante.

Kenneth se tambaleó un poco pero Kate lo atrapó justo a tiempo para colocar su brazo derecho como soporte evitando que su novio cayera por su parte Nate se subió a su tabla de surf para no caerse.

—¿Pero qué está pasando? ¿Acaso no están atacando? —preguntó Mauro consternado sin saber porque había tanta turbulencia, su ropa estaba manchada con un líquido amarillo—. Estaba preparándome un omelet pero al romper el huevo el barco se movió tan rápido que me ensucié—Explicó disgustado.

Movió sus manos enseñando su camisa negra y parte de su pantalón azul manchados con gran parte de la clara y yema de huevo. En su rostro se notaba la clara molestia que sentía por lo sucedido sin embargo nadie le respondió.

El barco empezó a moverse con brusquedad una vez más, Mauro juntó las palmas de sus manos para que de su espalda y de su abdomen emergieran varias manos negras con el único objetivo de sostenerse con el mástil del barco.

Kenneth congeló el suelo que pisaba para luego congelar sus pies y dejarlos estáticos, lo mismo hizo con los pies de Kate, solo así ninguno cayó.

—¡Sara! —gritó Drake haciendo énfasis en la "a". Se dirigió hacia ella impulsándose con el elemento viento y voló alrededor de la navegante. Así ella pudo entrar en razón, rápido dejó de mover el timón, se sobresaltó de una forma muy fugaz.

—¡Perdón! —Le dijo a Drake mirándolo a los ojos.

Luego miró hacia atrás y se percató que todos la miraban.

—¿Está bien Sara? —Kate alzó su voz mirándola con preocupación.

—Sí, no pasa nada —Fue lo primero que se le ocurrió—. ¡Perdónenme, perdí el norte por un momento, no volverá a suceder, seguro fue por lo sucedido ayer!

—No te preocupes, creo que deberías descansar un momento no hay apuro —dijo Kenneth sintiéndose preocupado por ella también.

—No, no, no —Sara movió su cabeza de izquierda de un lado—. Puedo manejarlo, no es nada, tranquilos.

Ella esbozó una sonrisa que terminó siendo fingida para no preocupar aún más a sus amigos.

Drake esperó a que ella terminara de hablar para volver a formular sus preguntas.

—¿A dónde vamos ahora? —preguntó Drake, hizo una breve pausa y luego continuó—. ¿Vamos directo a la Isla Templada o pasaremos por alguna isla antes de llegar a nuestro destino?

—Pues no, si seguimos en línea recta llegaremos pronto porque por aquí no hay más islas, salvo que nos desviemos, cosa que no haremos —respondió Sara sonriendo esta vez con más sinceridad.

—¡Perfecto! —Drake se marchó volando hacia donde estaban los demás tripulantes.

Al ver que todo ya estaba solucionado Mauro se marchó a su habitación a buscar una nueva ropa y cambiarse.

Como todo se calmó Nate se sentó en su tabla tecnológica para volar alrededor del barco.

—Esto no hubiera pasado si existiera un capitán en esta tripulación pero parece que no lo hay, ¿o me equivoco? —expresó el mayor de los hermanos Norris con un tono de voz que no le gustó en absoluto a Kenneth.

—Pues yo soy el capitán del barco —mencionó Kenneth caminando en dirección a su cuñado.

—¿Es un chiste? —Nate rió de la mala gana—, Si es así, es uno bien malo.

—¡No es un chiste, es la verdad! —dijo con seriedad el muchacho de apellido Cooper.

—¡No tienes alma de capitán! —Nate lo miró con ojos desafiantes.

—¿Y tú sí? —contestó Kenneth con el ceño fruncido.

—Por supuesto, no cabe dudas y si quieres te lo demuestro —La actitud arrogante de Nate estaba sacando de quicio a Kenneth.

Los dos muchachos se acercaron dispuestos a pelear, estaban frente el uno del otro.

—¡Ok paren esto ya, parecen unos niños berrinchudos! —exclamó Katherine preocupada por el inminente enfrentamiento entre su hermano mayor y su novio.

Los dos jóvenes se miraron fijamente, sus ojos mostraban una furia unica sin embargo el momento tenso quedó en segundo plano cuando a lo lejos se escuchó una fuerte explosión, Sara sacó sus binoculares de uno de los bolsillos de su pantalón, con el objeto observó un barco gris en llamas, moviendo un poco sus binoculares notó un gran barco negro.

—¡Oh no son piratas! —exclamó Sara mirando a cada uno de los tripulantes del barco que poseía una bandera negra con una calavera aterradora sobre el mástil—. Parece que están saqueando ese yate.

Sin pensarlo dos veces Kenneth se lanzó al mar dispuesto a ayudar a las personas presentes en el yate, cuando sus zapatos tocaron el agua esta se congeló al instante, con su elemento creó un camino de hielo que le permitió deslizarse con suma facilidad.

Nate se montó sobre su tabla de surf tecnológica, no quería ser opacado por Kenneth.

—¿Por qué se fueron esos dos? —preguntó Drake sin entender, miró a Kate esperando que ella le despejara la duda.

—Kenneth fue para ayudar a los tripulantes del barco y Nate porque no quiere verse superado por mi novio —contestó Katherine revirando levemente sus ojos.

Los piratas notaron como los dos muchachos iban hacia ellos, sin pensarlo dos veces el capitán del barco ordenó a sus hombres que atacarán sin piedad, los demás miembros de su tripulación asintieron, corrieron con toda la disposición para usar la artillería naval del barco, en grupos de dos levantaron las balas para luego lanzarlas.

Nate tan solo las esquivó y dejó que siguieran su trayecto mientras que Kenneth las congeló y las lanzó al mar para que su rango de explosión sea mínimo.

Los piratas continuaron lanzando más y más balas de cañón pero en la segunda ola las balas también iban dirigidas hacia la tripulación comandada por Sara.

—¡Tenemos problemas! —gritó la navegante.

—¡No por mucho! —expresó Kate corriendo hacia un extremo del barco. Levantó sus manos y las colocó al frente, con su poder controló cuatro balas de cañón, las direccionó lo más alto que pudo para juntarlas y hacer que exploten juntas.

Drake no se quedó atrás, con su viento cortante logró partir en dos varias balas, por otro lado Mauro generó sus manos negras, las agrandó y con ellas atrapó varias balas y las regresó hacia el barco pirata.

El capitán de los piratas al observar su inminente muerte sacó su espada, esta se revistió de un color morado y con tan solo blandirla todas las balas que se dirigían hacia su tripulación se destruyeron en segundos.

—¡Que interesante! —Nate quedó asombrado con lo que observó—, Tu salva a las personas, yo me encargaré de los piratas.

Los propulsores de su tabla de surf generaron más calor y así pudo llegar más rápido al barco enemigo, al bajarse de su artefacto tecnológico los piratas retrocedieron ligeramente, el capitán los miró con frialdad y ellos corrieron para atacar al joven Norris.

La tabla de surf se desarmó hasta transformarse en dos espadas, el espectra demostró su gran habilidad con las espadas derrotando a casi todos los piratas en un excelente tiempo, a unos los cortó con sus espadas, a otros los noqueó con patadas y puñetazos.

—¡Maldito bastardo acabaste con toda mi tripulación! —renegó el capitán de los piratas.

—Tu tripulación era muy débil, ya veremos cómo es su capitán —dijo Nate corriendo directo hacia su enemigo.

El único pirata en pie gruñó.

Blandió su espada con fuerza generando en el acto una ráfaga de color morado que rompió gran parte del mástil de su barco, Nate creó una espada y un escudo al modificar una vez más las piezas de su tabla de surf.

Por otra parte Kenneth ya había llegado al yate.

—¡Ayuda, él es realmente malo! —gritaba una mujer desde el interior del yate.

—No te preocupes ya voy ayudarte —dijo Kenneth caminando con sigilo. Formó una espada de hielo, avanzó un poco más hasta que se sobresaltó cuando una mujer de tez morena corrió hacia él, estuvo a punto de defenderse con su espada pero reaccionó a tiempo, evitando un final trágico para la mujer que se encontraba herida, su pierna izquierda sangraba y su cabeza también.

La mujer tenía la respiración pesada, estaba sumamente nerviosa.

Cuando Kenneth desvaneció su espada ella lo abrazó muy fuerte y no pudo evitar llorar.

—¡Muchas gracias por salvarme! —dijo entre sollozos la morena.

—¡No te preocupes todo estará bien! —Kenneth le dio golpecitos leves en su espalda como para reconfortarla, no sabía que más hacer—, Ahora necesito que vayas hacia allá fuera, esto no aguantará más, revisaré si hay más sobrevivientes.

El joven Cooper continuó con su búsqueda.

—Oye —dijo la morena pero fue lo único que alcanzó a decir puesto que murió al instante al ser golpeada icon varias piezas de madera del barco pirata.

—¡No! —gritó Kenneth estupefacto—, Lo-lo lamento.

El joven tragó saliva y agachó su mirada, se sobresaltó al sentir una mano en su hombro izquierdo, cuando giró su cabeza notó que se trataba de una cara conocida.

—¡Dr. Morgan! —exclamó con sorpresa Kenneth—, ¿qué está haciendo acá?

Lo examinó de pies a cabeza, el científico cargaba un traje color caqui que tenía varias rasgaduras, en especial por sus tobillos, además tenía unas cuantas manchas de sangre por sus muñecas.

—Joven Kenneth este es mi yate, me dirigía hacia la Isla Templada en compañía de mis asistentes pero este barco cargado de piratas nos atacó, nadie más logró sobrevivir, parece que soy el único lamentablemente —respondió el Dr. Dane quien también se encontraba algo agitado y con su cabello despeinado.

—¿Está seguro que nadie más sobrevivió? —Kenneth trató de mirar el resto del yate pero solo encontró más sangre y el cuerpo de un hombre sin vida.

—Sí, los demás murieron producto del ataque —El Dr. Dane mostró una cara llena de tristeza.

—No se preocupe, yo lo sacaré de aquí —Kenneth congeló parte del mar para crear una plataforma, en sus brazos cargó al científico y lo llevó hacia su barco.

Cuando subió al barco notó que el Dr. Morgan se encontraba inconsciente.

—¡El Dr. Dane es el único sobreviviente, por favor hagan todo lo posible para ayudarlo! —manifestó Kenneth mirando a los presentes—. Yo iré a ayudar a Nate.

Los cuatro tripulantes corrieron dispuestos a salvar la vida del científico.

El muchacho de ojos azules generó un camino de hielo para ir hacia el barco pirata que de a poco ya se estaba demorando.

El capitán lanzó una serie de ráfagas poderosas con su espada, Nate las esquivaba moviéndose con su tabla de surf, Kenneth generó un escudo de hielo que se rompió al instante, la creación de hielo llamó la atención del capitán de los piratas.

—¿Otros más? —dijo molesto el capitán de gran barba—, Ya estoy harto.

—Te prometo que todo acabará pronto —mencionó Kenneth lanzando varias agujas de hielo de gran tamaño sin embargo el capitán las destrozaba todas con los movimientos de su espada.

Los dos se mantuvieron usando los mismos movimientos, Nate creó dos círculos tecnológicos que generaron un sonido que fue lo suficiente para aturdir al robusto pirata que no pudo con tal sonido que su armó resbaló de sus manos.

Al verse acorralado trató de ir por su espada pero no pudo moverse, Kenneth congeló sus pies y continuó haciéndolo hasta llegar a su cuello.

—¡No perderé! —exclamó furioso el pirata cerrando sus ojos, en un accionar rápido todos sus músculos aumentaron de tamaño de manera ligera y así con su extraño poder logró romper todo el hielo que aprisionaba su cuerpo y velozmente atrapó su espada—. Yo no soy el villano aquí —dijo y acto seguido cortó su cuello con su propia espada dando por terminada la pelea con ese trágico final.

—¡Ay! ¿Por qué? —gritó Kenneth—, ¡Esa no es la solución!

El joven Cooper chocó sus puños con rabia, se sentía molesto por ver como su enemigo se había suicidado y no pudo evitar recordar que un miembro de Vuka hizo lo mismo.

—Vámonos ya princesita, antes de que más bestias marinas aparezcan —Nate tan solo miraba como la sangre del pirata caía al océano.

Al llegar al barco Kenneth sonrió cuando observó como el Dr. Dane se encontraba despierto y feliz conversando con Mauro y Drake.

Kate fue directo a abrazarlo, ambos se dieron un tierno beso.

—Parece que está de suerte Dr. Dane —dijo Kenneth yendo hacia él.

—¿Por qué? —interrogó el científico despojándose de la toalla que tenía en su cuello.

—Porque nosotros también vamos hacia la Isla Templada y es más, ya estamos cerca —Kenneth esbozó una sonrisa por el simple hecho de saber que pronto tendría las respuestas que necesitaba para poder recuperar sus poderes. 

—Hola, les dejo este nuevo mapa que hice del mundo de Elemental, espero que les guste :) 

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