4. El sexto miembro de la tripulación

La sirena de aspecto no muy encantador miró a sus dos contrincantes, amabas estaban en posición de ataque dispuestas a pelear con el ser marino caminó, la sirena dio dos pasos hacia el frente, usando sus piernas para cuándo tenía que estar en lugares que no era su hábitat natural cómo el agua, su poder de transformación era realmente asombroso y muy útil para atrapar a sus presas terrenales.

De manera veloz Sara creó dos campos de fuerza al mismo, uno de cada mano, estiró sus extremidades superiores con el objetivo de ampliar la capacidad de sus campos de fuerza para protegerse a ella y a Kate.

—Si tan solo hubiera más metal libre en este barco —mencionó Kate mirando cada rincón del barco en busca de cualquier objeto metálico que se le sirviera para su combate, sabía que no podía usar cualquier metal del barco porque lo dañaría y eso solo le causaría más problemas a todos, se sintió desesperada al no encontrar algo apropiado para defenderse—. Pero no importa, no me rendiré, si tengo que pelear contra ti lo haré como sea así me cueste.

La menor de los hermanos Norris llevó sus brazos hacia el frente, hizo ligeros movimientos de sus dedos para que las pulseras metálicas que llevaba en sus muñecas se desprendieran de a poco, luego flotaron en el aire y acto seguido se mezclaron para formar una especie de rectángulo fino.

—¡Agujas metálicas! —dijo en voz alta antes de que el rectángulo que había formado con sus pulseras se dividiera en varias agujas muy filosas y puntiagudas que fueron lanzadas hacia la criatura marina, que al ver como los proyectiles se acercaban a ella decidió actuar.

De las palmas de las manos de la sirena comenzó a brotar un líquido pegadizo de color azul verdoso, la criatura pasó sus manos abiertas a varias zonas de su cuerpo de donde brotaban sus secreciones olorosas, con el objetivo principal de extraer escamas de su cuerpo y lanzarlas como proyectiles, emulando el ataque de Kate.

Las agujas metálicas y las escamas chocaron entre sí segundos después, nadie se vio afectado con esos ataques debido a que ningunos de los proyectiles llegaron a sus objetivos iniciales.

—No pienso seguir jugando más con ustedes —mencionó la sirena abriendo su gran boca mientras mostraba sus dientes todos filosos, dejando en claro que era una bestia marina en busca de carne humana, de las comisuras de sus labios brotaba una baba espesa por el hambre que estaba sintiendo en ese momento—. Una vez que las mate con mis propias manos podré disfrutar a gusto mi exquisita comida.

La sirena miró hacia atrás, giró su cabeza para mirar el mar por breves segundos, sonrió puesto que ya tenía pensado que usar para matarlas, estando en medio del mar tenía toda la ventaja posible, el océano era su terreno perfecto para saciar su hambre.

La criatura marina elevó sus manos al cielo, del agua empezaron a brotar burbujas que se reventaban a cada segundo, varias cantidades de agua se movieron hasta formar un gran número de chorros de agua muy potentes que fueron lanzados a las dos mujeres de raza espectra.

Sara intentó protegerse con sus campos de fuerza pero fue inútil, sus creaciones de color celeste no tenían la fuerza ni mucho menos la resistencia para soportar los potentes chorros de agu de la malvada sirena. Los campos de fuerza se rompieron con suma facilidad al mismo tiempo que Sara fue lanzada hasta golpearse la espalda con el mástil del barco.

Kate tampoco tuvo mucha suerte a pesar de protegerse con un escudo que creó al moldear sus pulseras metálicas pero el metal era tan escaso que el escudo no brindaba una protección adecuada y fue por eso que también salió despedida hasta que también su espalda chocó contra el mástil del barco.

—¡Niñas inútiles! —Reía la sirena al verlas heridas, disfrutaba tener la ventaja en combate.

La menor de los hermanos Norris a pesar de estar adolorida se levantó de inmediato.

—¡No me dejaré vencer! —dijo para sí misma al terminar de incorporarse, su determinación crecía de a poco, no tenía pensado perder esta batalla, era su oportunidad perfecta para demostrar todas sus capacidades—. Ni mucho menos de algo tan fea cómo tú.

Una vez más Katherine movió los dedos de sus manos para extraer las cadenas metálicas que tenía en ambos tobillos. Juntó sus cadenas a sus pulseras metálicas, moldeó el metal hasta crear un largo bastón del mismo material.

Sara abrió sus ojos e intentó levantarse pero su cuerpo le dolía, por tal motivo solo se quedó sentada esperando recuperar sus fuerzas.

Por otro lado Kate lanzó su bastón desde dónde estaba hacia la sirena, usó su poder de magnetismo para controlar de una mejor forma el lanzamiento del arma además de que le proporcionó mucha más velocidad, esperando ganar.

La sirena no pudo esquivar a tiempo el impacto del bastón, aunque para sorpresa de Kate, el objeto metálico no causó graves daños a su enemiga. Al quitar el bastón de su cara la criatura marina lo lanzó al mar de forma inmediata, su cara no presentaba más que leves rasguños, Kate no la había hecho sangrar ni un poco, al menos no como la sirena a las dos espectras.

—También olvidé decir que la piel de las sirenas es bastante resistente —mencionó Sara más preocupada aún. A pesar de no estar peleando ella se sentía mal, se sentía inútil, una carga y sabía que no podría con la sirena, sabía que tan solo sería un estorbo.

—¡Perdedora! —Por un breve instante en su mente se mostraron imágenes, recuerdos de su niñez cuando era tratada como alguien débil que a pesar de ser una espectra no mostraba una habilidad especial.

Cerró sus ojos con fuerza y movió su cabeza de izquierda a derecha para evitar pensar en aquellos recuerdos tan dolorosos.

—Lo que faltaba —agregó Kate irritada porque su última acción no funcionó como esperaba—. Me hubieras dicho antes que su piel es muy resistente, así hubiera creado una especie de punta filosa al bastón, aunque creo que también es culpa mía porque no se me ocurrió, no pensaba matarla, no ahora, quizás en el pasado la antigua Kate pudo haberlo pensado o incluso hacerlo pero he cambiado pero si algo malo les pasa a las personas que quiero no dudaré.

Miró brevemente a Kenneth que seguía sin moverse por el poder de la sirena.

—¡Lo siento! —Se disculpó Sara al incorporarse por completo.

—Ya no importa, ahora debo pensar en otra estrategia —Kate miró a la navegante por escasos segundos, se mostró seria, estaba pensando en el plan perfecto para demostrar que también es una guerrera digna de aventurarse por el mundo—. Mis otros poderes no creo que me sean muy útiles, estoy en desventaja en este terreno, mi único poder ofensivo es mi magnetismo así que no queda otra opción que seguir intentándolo.

La criatura marina dio dos pasos hacía al frente y nuevamente movió sus manos para usar el agua del mar, para atacar con sus potentes chorros de agua.

La hija menor de Lionel Norris, usando su magnetismo se elevó en el aire después de regresar sus objetos metálicos a sus muñecas y a sus tobillos. Al volar pudo esquivar de mejor forma los chorros debido a que era mucho más rápida y ágil sin embargo Sara no corrió con la misma suerte, ni siquiera al crear una variedad de campos de fuerza.

En total creó ocho campos de fuerza pero uno tras otro eran destrozados por los potentes chorros de agua que seguían siendo lanzados por la sirena, la criatura aprovechaba que podía usar el agua cuantas veces quisiera al estar en medio del océano, al ser destruido el octavo campo de fuerza, Sara fue bombardeada por tres chorros más de agua que la golpearon de frente, dejándolo muy herida y al chocar su cabeza contra el suelo quedó inconsciente.

—¡Sara! —gritó Kate mirando la escena desde el aire, no se percató que un chorro de agua apareció detrás de ella golpeando gran parte de su cuerpo, por el fuerte impacto chocó contra el piso del barco.

La sirena caminó hasta acercarse a los tres hombres del barco, pero a quien más se le acercó fue a Kenneth, lo miró detenidamente de pies a cabeza, luego pasó su verde y larga lengua por la mejilla derecha del muchacho de ojos azules.

—Que carne tan exquisita —exclamó lamiendo sus gruesos labios—. Sin duda será el plato que más disfrutaré.

—¡No toques a mi novio! —exclamó Kate furiosa, a pesar de estar acostada adolorida en el piso del barco observó la escena. No le importó el dolor que sentía y se levantó de forma inmediata, posterior a eso adoptó una pose de combate.

Nuevamente usó sus objetos metálicos para pelear, las pulseras de sus muñecas las adaptó a sus manos como guantes metálicos y las cadenas de sus tobillos también las moldeó para que quedaran como zapatos metálicos, con su nueva idea sabía que sus golpes serían muy efectivos.

—Solo puedo confiar ahora en mis habilidades de combate cuerpo a cuerpo —dijo Kate para sí misma corriendo a toda prisa para pelear contra la sirena.

—¿Es tu novio? —preguntó la sirena percatándose de lo decidida y furiosa que estaba la muchacha—. No te preocupes será comido hasta el final como un exquisito postre, está muy lindo y sexy, ah y esos ojazos tan bellos, definitivamente será mi plato final.

La sirena relamió sus labios y luego movió su larga lengua por breves segundos.

Kate se enojó aún más, voló hasta asestarle un puñetazo directo a la cara de la sirena, luego procedió a patearle el abdomen.

La criatura marina se dejó golpear la primera vez pero luego empezó a esquivar, porque los golpes de Kate con sus guantes metálicos eran letales.

Consumida por la ira Kate atacó con una increíble serie de puñetazos a una velocidad impresionante que la sirena solo pudo usar sus antebrazos para protegerse, la menor de los Norris sonrió al ver que los codos de su rival comenzaban a sangrar poco a poco.

La sangre de la sirena era de un color azul verdoso.

La criatura marina retrocedía su posición con los puñetazos y patadas que Kate le propinaba. El combate cuerpo a cuerpo nunca ha sido su fuerte pero al verse en problemas usó las garras de sus manos para defenderse.

Katherine retrocedió un poco, y así evitó cortes en sus antebrazos. La sirena de cabello revoltoso no lo pensó dos veces y atacó con sus chorros de agua, utilizó más agua para crear chorros más poderosos, con los cuáles expulsó a Kate fuera del barco hasta el océano.

La criatura con escamas en su cuerpo fue en dirección al mar para acabar con Kate, pasó muy cerca de Sara, recibió un golpe en toda la parte frontal de su cuerpo debido a que Sara creó un campo de fuerza en el momento en que caminó hacia su dirección.

Con sus garras destrozó el campo de fuerza y luego pateó el rostro de Sara.

—¡Sabandijas inferiores! —comentó mientras Sara quedaba inconsciente un vez más—. Primero iré por la más fuerte, a comparación de ella tú eres una patética humana, no vale la pena matarte, eres débil.

Al saltar al agua quedó sorprendida puesto que observó a Kate como estaba de pie sobre el agua.

—¡¿Cómo es posible?! —La sirena abrió sus ojos más de lo normal sorprendida con el accionar de Kate—. ¿Quién eres? No eres alguien normal.

—Soy Katherine Norris, hija de Lionel Norris —exclamó orgullosa con su brazo derecho levantado para atraer su bastón metálico—. ¡No me dejaré vencer por ti! Y si no soy alguien normal.

La espectra corrió con bastón en mano pero no llegó a su objetivo porque la sirena manipuló el agua creando olas que de a poco desestabilizaron a Kate, ella no tuvo más opción que detenerse, el monstruo marino aprovechó para usar su control de agua de otra forma, rodeó el cuerpo de la muchacha con agua, hasta crear una burbuja en dónde quedó atrapada.

La burbuja se hacía más pequeña con el pasar de los segundos, la presión aumentaba y por ende a Kate se le dificultaba respirar o hacer otra cosa para escapar, la criatura controló la burbuja hasta poder lanzarla a lo profundo del mar, sin embargo no llevó a cabo su cometido porque recibió una fuerte patada en su cara que la mandó a volar un poco lejos del lugar en donde se encontraba.

Después de haber recibido semejante golpe la sirena sacó la mitad superior de su cuerpo a la superficie, sus piernas pasaron a ser una aleta de pez, sangraba su cara y miraba por todos lados para descubrir a su nuevo rival que había llegado de manera inesperada.

—¿Qué fue eso? —preguntó molesta—. ¿Dónde estás? ¡Te ordeno a que te muestres!

—¡Que fastidio! —mencionó Nate acabando de llegar gracias a su tabla de surf tecnológica, aprovechó su entrada para rescatar a su hermana, la tenía entre sus brazos—. No te escucho así que es inútil que me hables.

—Her...hermano —dijo Kate con sus ojos entrecerrados.

Rápidamente Nate dejó a su hermana en el barco para luego ir a pelear con la sirena.

—Seguro preguntaste quien soy —Del suelo de su tabla de surf tecnológica se abrió un pequeño compartimiento de dónde salieron volando piezas tecnológicas que se unieron hasta formar brazaletes que se colocaron en sus muñecas—. Soy Nate Norris, hijo de Lionel Norris, hermano mayor de Kate Norris, la muchacha con la que te estabas enfrentando y déjame decirte que ese fue tu error.

La miró con frialdad.

Los brazaletes cambiaron de forma hasta quedar como guantes con un círculo en las palmas, de dónde emergieron ondas sonoras que fueron directo a la sirena.

La criatura quedó con su cuerpo herido y sus oídos sangrantes.

—¿Por qué no caes en mi canto? —preguntó la sirena más preocupada atacando con sus chorros de agua, pero Nate los esquivaba todos usando su tabla de surf tecnológica.

—Seguro te preguntarás porqué te estoy atacando a pesar de ser hombre, ¿o me equivoco? —dijo Nate desde varios metros en el aire—. Al llegar vi como estaban Kenneth y compañía, supuse que se trataba de algún tipo de ilusión sometida por los sentidos, así que con mis gafas tecnológicas deduje que era por tu canto, el canto de la sirena, algo muy famoso por estos lares pero por suerte tengo mis audífonos inalámbricos escuchando música a todo volumen, la música es realmente útil en más de un ámbito a decir verdad.

—¡¿Qué?! —la criatura no entendía nada.

—Estaba batalla ya está ganada y no por ti sirena fea —Nate voló a toda velocidad mientras esquivaba los chorros de agua, de su tabla de surf lanzó una red que atrapó a la sirena y luego le propinó una fuerte descarga eléctrica—. ¡No te metas con mi hermana o la vas a pagar muy caro!

Después de haber recibido la potente descarga eléctrica, Nate la agarró del cuello y acto seguido se lo torció.

Kenneth, Drake y Mauro volvieron a la normalidad, sus ojos tomaron su tonalidad original.

Al despertar del trance Kenneth corrió hacia Kate al ver el estado en el que se encontraba, por otro lado Drake y Mauro fueron a auxiliar a Sara.

—¡¿Linda estás bien?! —preguntó Kenneth preocupado por su novia—. ¡Kate!

—Ken, estoy bien, no te preocupes amor —Kate se levantó y besó a su novio.

—¡Ay cuanta dulzuraaa! —exclamó Nate mofándose de los dos.

El mayor de los hermanos Norris hizo muecas y luego miró como Drake y Mauro intentaban despertar a Sara.

—¿Y tú qué haces aquí? —preguntó Kate mirándolo a los ojos.

—¡De nada! —dijo Nate sarcásticamente—. No quería perderme la diversión, así que desde ahora yo soy el sexto miembro de la tripulación. 

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