34. ¿Marck Reim es el ganador?

—¡Ya estás muy viejo Lionel! —Marck golpeaba a un Lionel indefenso mientras ambos descendían—. Te mataré para que no sigas sufriendo.

El malvado gobernador sonría al ver como su rival estaba perdiendo, realmente disfrutaba el momento, el líder de Espectra no se dejó vencer, se detuvo en el aire, con rapidez controló a Reim con sus telequinesis y lo agitó tan fuerte de arriba abajo, de izquierda a derecha, todo para marearlo.

—Ya me cansé de ti, Lionel —Reim se tocó la frente—. Tengo que hacerte sufrirte antes de matarte.

Movió sus manos tanto en pronación como en supinación, de las palmas de sus manos se crearon remolinos de aire que cada segundo que pasaba aumentaban de tamaño, al tener un tamaño considerable lanzó un remolino directo a Kate y Nate, otro lo lanzó a Lionel y otro más a Esmeralda y Asoka.

También lanzó más remolinos a las calles de ciudad Capital para matar a los Espectras sin importarle la vida de los capitalinos.

Lionel detuvo el remolino con su telequinesis, luego procedió a detener el que se dirigía a sus hijos, dejó de hacerlo cuando sus fuertes dolores de cabeza lo atormentaron una vez más.

Lionel desvaneció tanto los remolinos que eran para él, cómo los que eran para sus hijos.

—¡Corran! —les gritó Lionel muy fuerte para que lo escuchasen. Ellos escaparon del campo de batalla una vez que lo escucharon.

—Nate no te olvides del niño de la arena —le recordó Kate a su hermano que asintió y fue por el pelirrojo.

En otro extremo del coliseo se encontraban más objetivos de los remolinos estos eran: Kenneth, Esmeralda y Asoka.

—¡Remolinos! —gritó Esmeralda.

—¡Yo me encargaré de ellos! —dijo Kenneth antes de levantarse.

—¡Por favor Kenneth! Sí estás muy cansado, ya no te esfuerces más —la muchacha de ojos verdes estaba preocupada por él.

—¡Esmi llévate a Kenneth! —mencionó Asoka—. Yo detendré los remolinos, no se preocupen.

Cuando Esmeralda se llevó a regañadientes a Kenneth, Asoka creó potentes chorros de agua y los lanzó hacía los remolinos, estos empezaron a perder fuerza y otros se desvanecían.

Después de detener los remolinos todos habían salido del coliseo a excepción de Lionel y Marck, el gobernador creó más y más remolinos que lanzaba a un Lionel que estaba en serios problemas por sus dolores de cabeza pero a pesar de todo él los desvanecia.

Reim se acercó con gran velocidad hacía Lionel para darles puñetazos, su rival trató de defenderse de la misma manera pero sus dolores de cabeza le complicaban todo.

Lionel trató una vez de controlarlo con su telequinesis, pero Reim se volví intangible.

—¡Te metiste con mis hijos y eso no te lo voy a perdonar! —Lionel alzó su voz a la vez que miraba fijamente a los ojos a Reim, estaba tan molesto con lo que el gobernador había hecho.

Usó su telequinesis para manipular todos los robots y demás escombros del coliseo para mezclarlos y luego lanzarlos a Reim, el gobernador se preocupó un poco pero usando sus puños de aire se defendió además de que usó una vez más remolinos.

El líder de Espectra cada vez más sentía dolores de cabeza, por un momento se detuvo a sobarse la cabeza. Reim aprovechó para matarlo con sus balas de aire, al lanzar su primera bala de aire Lionel no pudo evitarla y esta impactó su antebrazo, logrando así que sangrara, le disparó por segunda vez pero en esa ocasión Lionel la esquivó.

El gobernador no quedó satisfecho y procedió a dispararle una vez más con más rapidez, la mayoría de las extremidades de Lionel ya habían sido impactadas por las balas y por ende más sangraba.

—¡Por favor! ¿Podía ayudarlo? —preguntó Esmeralda a una mujer que andaba de blanco ayudando a los heridos de la ciudad.

—¡Claro, ya lo hago! —le contestó la mujer rubia, de esbelta figura, cabello corto y ojos color miel.

La médico le quitó la chaqueta a Kenneth, procedió a colocar sus manos sobre su pecho, cuando estas tocaron la piel del muchacho una luz de color verdoso se reflejaba de las palmas de sus manos.

—¡No está tan grave tranquila! —le dijo la doctora llamada Sara a un Esmeralda que estaba algo preocupada—. Tú novio no tiene ninguna fractura, ni tampoco una herida de mayor gravedad.

—Genial, aunque no es mi novio —Esmeralda se sonrojó.

—Lo siento, por un momento pensé que tú y él... —mencionó la doctora Sara un poco apenada por creer que los dos eran novios—. Igual sólo necesita descansar un poco.

Un segundo después Kenneth abrió sus ojos.

—¿Qué pasó? —preguntó Kenneth de una forma muy alocada—. ¿Dónde estoy?

El muchacho intentó levantarse pero le costó un poco y luego se sentó lentamente observando a los alrededores.

—¡Kenneth estás bien! —dijo Esmeralda muy alegre por ver a Kenneth en un mejor estado.

—¡Esmeralda! —susurró Kenneth y ella lo abrazó.

Cuándo Esmeralda dejó de abrazarlo, Kenneth continuó siguió observando a su alrededor y pudo ver como Lionel estaba siendo derrotado por el gobernador.

Kenneth usó sus alas de fuego y se dirigió rápido hacia el campo de batalla.

—¡Kenneth no! —gritó Esmeralda, cuándo Kenneth salió volando y al final solo lo quedó mirando, estaba preocupada por él.

Pocas balas de aire eran las que Lionel podía esquivarlas o desintegrarlas, Kenneth llegó a ayudarlo lanzando fuego de su mano derecha y de la izquierda agua, Reim se protegió con un remolino de aire y luego usó su intangibilidad por pocos segundos. Fue en ese momento en el que Lionel pudo controlarlo con su telequinesis y lo mareo cómo ya había hecho antes además que lo usó como juguete para golpearlo contra paredes y demás superficies duras.

Kenneth continuó lanzando chorros de agua y ráfagas de fuego, como lo estuvo haciendo al principio. Los dos elementos se estaban fusionando creándose así una masa de energía muy parecida a la esfera fusión y con aquella técnica pudo golpear el abdomen de Reim.

El gobernador cayó un poco dolorido y fue ahí cuándo Lionel le quitó de sus sienes su artefacto bloqueador de poderes mentales.

Kenneth simplemente lo quedó mirando.

—¡Cómo los odio! —dijo Marck al abrir sus ojos para luego tratar de atacarlos.

El líder Espectra lo detuvo controlándolo con telepatía, lo dejó inmóvil todo el tiempo.

—¡No Marck ya no! —dijo Lionel en voz alta.

—¡Tú no me matarás viejo! —gritó totalmente furioso el temible gobernador—. Sí te das cuenta toda nuestra pelea fue grabada por las cámaras del coliseo y de hecho este momento se está transmitiendo en vivo también, sí me matas lo único que conseguirás es que la gente que nos está viendo odie aún más a los espectras y a los bielementales. Vas a fomentar mucho más odio y por ende más guerras pero tú quieres evitar eso ¿o me equivoco?

—¡No Reim la gente te odiara a ti más de lo que ya hacen! —exclamó Kenneth con voz fuerte.

—No Kenneth, él tiene razón, si lo mato ahora mismo mientras todos están viéndonos me verán cómo un asesino y cómo un enemigo más temible —le explicaba Lionel al muchacho—.Y no sólo a mí, sino a todos los espectras, también a ti y a todos los que tengan algún tipo de relación con nosotros. Y sí apago las cámaras será aún peor, definitivamente el ganó.

—Y por cierto ya debes irte a tu ciudad —mencionó el malvado gobernador muy feliz por haber escuchado que sus enemigos perdieron—. No vaya a ser que sea tarde cuando llegues...

—¿Tarde por qué? ¿Qué has hecho Reim? —lo interrogó Lionel, el lider de ciudad Espectra leyó su mente mientras que Reim solo reía maquiavélicamente.

—¿Hermoso no? —le preguntó Reim.

—¡Eres un...! —dijo Lionel empuñando ambas manos por lo que había visto—. Ven Kenneth debemos irnos ya.

El muchacho no respondió.

—¡Kenneth! ¿Qué pasó? —le preguntó Lionel y volteó a verlo.

Lo único que pudo ver fue a un Kenneth tirado en el suelo boca abajo.

—¿Qué pasó Kenneth? ¡Kenneth! ¡Respóndeme muchacho! —se acercó para al joven con gran preocupación, pasó tan rápido que no se percató que le sucedió.

El gobernador Marck Reim simplemente quedaba mirando la escena con una sonrisa de oreja a oreja. 

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