29. Llega la caballería
Los Bulcolinores se detuvieron por unos instantes para mirar a sus presas fijamente una última vez hasta de atraparlos para luego matarlos. Las nuevas bestias hibridas a diferencia de las ya conocidas anteriormente eran más inteligentes y sobre todo mucho más fuertes, su fuerza sobrepasaba el doble de los Ejecutores, la unica razón por la cual se detuvieron fue para planear una estrategia para matarlos a todos de un solo golpe, pensaron que sería mejor matarlos de una forma rápida, para que así su creadora Feminar recibiera buenos tratos y premios como más tecnología para sus experimentos, después de todo los científicos creadores de Feminar la habían dotado de una inteligencia y personalidad unica que a medida de sus actualizaciones empezaba a tomar decisiones por sí misma.
—¿Por qué nos miran y se ríen al mismo tiempo? —preguntó Emmanuel esperando una respuesta que ninguno de sus amigos podría dársela.
Al igual que sus amigos dio unos pasos hacia atrás por precaución, no querían correr riesgos después de tener la ventaja al principio de la batalla, pero al no saber cómo actuaban las nuevas bestias biomecánicas no sabían cómo proceder ante ellos.
Muchas dudas surgieron con las últimas palabras de Emmanuel, todos querían conocer la razón de la repentina acción de los Bulcolinores.
—¿Quién sabe? —contestó Cesar, no dejaba de tocar su hombro izquierdo que había sido afectado por un fuerte golpe de los tentáculos de uno de los tantos Bulcos.
Su hombro estaba fracturado, ya no podía defenderse como lo había hecho anteriormente.
—Será mejor que descanses un rato —Maia observó lo que hacía Cesar, sabía que estaban en desventaja con uno de ellos herido—. Lo que se viene no será fácil.
—No se confíen —aconsejó Martin creando dos armas de sus manos.
Primero creó un bastón hecho de madera con una punta filosa y el otro era un martillo de tierra.
Ambas armas las meneó ligeramente hacia delante esperando a atacar. Ni él ni Kenneth continuaron creando más clones, no querían agotarse al usar una técnica que gastaba mucha energía.
Unas cuantas estructuras más empezaron caer del techo destrozado del campo de batalla, los movimientos que realizaban en la batalla contra el ejército de Marck Reim solamente debilitaban más las estructuras frágiles, pero aun así la estructura no estaba completamente colapsada.
—¿Por qué no los atacamos justo en este momento? —Kenneth cuestionó a todos sus amigos—, Ellos no están atacando ni siquiera avanzando, es nuestra oportunidad.
Maia al dar unos cuantos pasos hacia atrás estuvo a punto de tropezarse con una piedra pero logró mantenerse de pie, el motivo de su tropiezo era que poco a poco se estaba agotando más que sus amigos por usar constantemente la teletransportación que también era una técnica que consumía mucha energía.
—¿Escuchan algo? —preguntó ella mirando hacia arriba entrecerrando sus ojos.
El resto de sus amigos negó con la cabeza.
Nuevamente los Bulcolinores empezaron avanzar y al mismo tiempo lanzaron sus hachas con rapidez hacia Kenneth y sus amigos.
Emmanuel actuando con celeridad creó un campo de fuerza alrededor de él y sus amigos con la esperanza de que sea lo suficientemente fuerte para soportar todas las hachas que se aproximaban sin cesar.
Las primeras hachas no afectaron tanto el campo de fuerza pero a medida que iban llegando sin parar poco a poco se empezaba a agrietar como si de un cristal se tratara.
Una grieta en la parte baja, otra grieta en la cúspide y así de forma sucesiva las grietas se hacían más evidentes por cada rincón del campo de fuerza transparente que Emmanuel había creado como defensa.
—No creo que aguante por mucho tiempo —expresó Emmanuel con sus manos extendidas al frente tratando me mantener por más tiempo su campo de fuerza—. Pero no me daré por vencido.
Aplicando más fuerza y tensando los músculos de sus brazos Emmanuel logró que las grietas de su campo de fuerza se desvanecieran, a su vez aumento la fuerza y resistencia del campo de fuerza aplicándole dos capas más.
Una potente ráfaga de aire que apareció de la nada contrarrestó el ataque de los Bulcolinores mandando las hachas a volar lo más lejos posible.
Kenneth y sus amigos quedaron sorprendidos con lo sucedido pues sabían que solo Marck Reim tenía la capacidad de lanzar potentes ráfagas de aire, en sus mentes surgieron rápidas dudas acerca del porque los había ayudado sin embargo no fue él quien los ayudó, fue toda una sorpresa, sin dudas no se lo esperaba y menos en ese momento.
—Kenneth ya llegó la caballería —exclamó Drake sentado sobre el jet de color rojo.
Drásticamente el jet dio un leve giro que hizo caer a Drake al suelo en un santiamén, cayó sentado sobre el suelo golpeándose los glúteos un poco fuerte, inmediatamente se levantó, no quería quedar en vergüenza y de manera disimulada se sobó sus glúteos por el dolor que sentía.
—¡Drake! —exclamó Kenneth feliz de verlo dándole cero importancia a su caída. Lo que le importaba era que había llegado en su ayuda—. Gracias amigo por salvarnos.
Emmanuel desvaneció el campo de fuerza para recuperar sus energías.
De la parte delantera del jet se abrieron unas pequeñas compuertas por donde salieron cañones que lanzaban potentes rayos de energía, estos rayos eran dirigidos hacia los Bulcolinores y surgieron efecto puesto que unos cuantos cayeron al suelo al recibir los rayos.
—¡Tomen feos! —exclamó Shaila desde su asiento levantando los brazos de forma victoriosa, rápidamente regresó a mirar a Esmeralda y a Jack para luego levantarse, y así darle un tierno beso en la mejilla de Sagit, su novio quien era el que pilotaba el jet—. Eres el mejor amor.
Esmeralda y Jack se miraron por unos breves segundos después de la acción de Shaila, se sintieron incomodos.
No todos los Bulcolinores fueron afectados por los disparos del jet, muchos otros retrocedieron pero para tomar sus hachas y regresa a pelear, además de que algunos logaron re direccionar los rayos del jet con la parte metálica de sus hachas.
—Bien aquí nos quedamos —Jack se levantó y Esmeralda lo siguió.
Ellos avanzaron hasta la puerta izquierda del jet esperando que Sagit la abriera.
—Trato hecho —añadió Sagit sin quitar la mirada hacia al frente.
Sostuvo con una mano el volante del jet y con la otra apretó un botón de color azul que en su parte superior decía "P1" en blanco.
Después de que apretó el botón la puerta se abrió y ellos dieron un salto no sin antes dar gracias por llevarlos hasta donde estaba su amigo Kenneth.
Cayeron sobre un tobogán de hielo que Jack creó, en unos cuantos segundos llegaron sin problemas hasta donde estaban Kenneth y los demás. Al llegar el suelo Esmeralda observó su ubicación y corrió con gran prisa para abrazarlo.
Kenneth al ver a sus dos amigos se quedó sin palabras y también corrió hacia ellos. Kenneth y Esmeralda se abrazaron muy fuerte el uno al otro e inclusive de la emoción la levantó y la elevó un poco pero al darse cuenta como se sonrojaba la nativa de ciudad Diamante la bajó de un solo.
—Perdón es la emoción —admitió Kenneth esbozando una sonrisa sincera—. Me alegro que estés aquí Esmeralda.
—¡Yo me alegro más! —Fue lo único que dijo Esmeralda. Ella no podía creer que su amigo al que tanto buscó durante días finalmente lo encontró sano y salvo, ella nunca perdió las esperanzas de encontrarlo aún con vida, siempre supo que tarde o temprano se llegarían a encontrar una vez más.
Cruzaron miradas por unos ligeros segundos hasta que una voz masculina muy familiar para Kenneth le llamó la atención.
—¿Y mi abrazo? —preguntó Jack alzando sus brazos mientras que caminaba hacia ellos con una gran sonrisa en su rostro.
Al estar cerca ambos se abrazaron y se dieron palmadas en la espalda.
—Me alegro de verlos nuevamente —reveló Kenneth con gran emoción—, Pero tengo muchas dudas como...
No terminó de hablar debido a los fuertes rugidos de los Bulcolinores que se acercaban una vez más para matarlos.
—Preguntas y respuestas en su respectivo momento —comentó Jack girando su cabeza hacia la dirección de los Bulcolinores—. Antes tenemos que acabar con esos monstruos de allá.
Kenneth sonrió con las palabras de Jack, apoyando su decisión de ir a pelear antes de conversar.
—Es hora de terminar esta pelea —anunció Kenneth creando una espada de hielo.
—¿Cuál es el plan? —Maia se acercó a él.
Esmeralda y Jack en ese instante no tuvieron tiempo suficiente para saludarse con los nuevos amigos de Kenneth.
—Simplemente atacar —contestó Kenneth rápidamente.
—Me gusta ese plan —añadió Emmanuel con las palmas de sus manos brillantes por los rayos de energía.
Todos empezaron a caminar inclusive Cesar con su hombro herido estaba dispuesto a pelear sin embargo Kenneth le pidió ayuda a Esmeralda para que lo proteja todo el tiempo, la chica nativa de ciudad Diamante aceptó con todo gusto su tarea.
Emmanuel empezó con la segunda ronda de la batalla atrapando a unos cuantos Bulcolinores en sus campos de fuerza para luego lanzarlos lo más lejos posible, además lanzó rayos de energía a sus tentáculos para hacerlos caer y luego destrozarles sus cabezas con impactos muy potentes de rayos de energías.
Drake lanzaba poderosas ráfagas de aire que mandaban a volar muchos metros a unos cuantos sin embargo estas solo los hacían caer contra el suelo más no los mataba, intentó detenerlos con un remolino de viento aunque con su poca practica ante aquella técnica solamente logró crear un remolino de cinco metros no muy poderoso a diferencia de sus ráfagas, fue quien estuvo en desventaja todo el tiempo en batalla pero no se dejó golpear por las bestias hibridas pues se elevaba en el aire y por algún extraño motivo no pudo crear ráfagas potentes como las que había hecho cuando llegó.
Martín los atrapó hasta dejarlos enterrados muchos metros bajo tierra, luego del suelo hizo crecer un gran número de enormes agujas de tierra que se insertaron alrededor de todos los cuerpos de más de veinte bestias hibridas.
Maia dando un gran salto hacia el cielo y dando otro hasta el suelo logró matar muchos Bulcolinores que estaban cerca de ella con tan solo impactar un potente rayo con su mano al suelo.
Cesar inmovilizó A unos cuantos dejándole la tarea a Esmeralda de cortarles la cabeza con una filosa espada de diamante, además de que la adolescente envolvió a otros con su elemento.
Kenneth y Jack realizaron una gran hazaña en conjunto debido al elemento que ambos compartían, primero Kenneth congeló a tantos Bulcolinores como pudo para que luego Jack los destrozara usando diferentes armas de hielo como martillos, espadas, bastones, lanzas, entre otras armas.
Continuaron luchando hasta que escucharon unos pasos acercándose a ellos a toda prisa, primero llegaron a pensar que se trataba de los capitanes y aliados que quedaban de Marck Reim pero no, quienes aparecieron ante ellos fueron Sagit y Shaila.
—Hola... —Shaila detuvo su corrida para recobrar energías.
—¿Qué hacen ustedes por acá? —preguntó Drake extrañado de verlos en el campo de batalla.
—Esos malditos monstruos no solo dañaron mi jet sino que nos obstruyeron el paso —explicó Sagit la razón de su presencia.
La charla entre ellos se terminó cuando más Bulcolinores llegaron.
A Sagit y Shaila no les quedó más opción que pelear alado de sus antiguos rivales para poder cumplir su objetivo.
El aporte de los ex cazadores fue de gran ayuda con sus técnicas y armas innovadoras, Shaila los mató cortándoles sus extremidades y sus cabezas con facilidad usando sus chakrams, además los golpeó con manos gigantes de madera que creaba sin parar mientras que su novio Sagit los mataba clavándoles flechas de energía a cada uno, desde que ellos dos llegaron la mayoría de las bestias hibridas y no hibridas murieron, aprovecharon que no estaban tan cansados como los demás.
En menos de treinta minutos los diez guerreros acabaron con todo el ejército de bestias biomecánicas de Marck Reim.
Una vez que la batalla terminó el polvo cesó poco a poco.
Fuertes aplausos se escucharon por todo el lugar.
—¡Felicitaciones lo hicieron muy bien! —pronunció Raven con una sonrisa falsa en su rostro—, Tenias razón Ibeth.
La capitana Degens le dedicó una mirada rápida a Drake cuando este la miraba sin descanso pero luego ella desvió su mirada.
—¿Dónde está Reim? —preguntó Kenneth apretando el mango de su espada de hielo.
—El señor Reim no aparecerá todavía —contestó Feminar mirando con sus ojos robóticos a Kenneth—. Ahora que acabaron con mis bestias biomecánicas es nuestro turno de pelear y demostrarles porque somos los mejores guerreros que el gobernador Marck ha tenido.
—Ríndanse —comentó Martin alzando su tono de voz—, Es lo mejor que pueden hacer, los superamos en número.
—Los números son solo eso...números... —Raven sonrió maliciosamente antes de alzar sus manos para que una gran cantidad de rocas se elevaran en el aire.
Como si estuviera planeado con gran rapidez los diez guerreros se agruparon hasta quedar lo más cerca posibles unos de otros puesto que su pelea aun no terminaba debido a que el ejército de seres biomecánicos solo era la defensa y ataque nivel uno de Marck Reim mientras que el grupo liderado por el capitán Raven era la defensa y ataque de nivel número dos.
Batallas más sangrientas y difíciles estaban por librarse en el campo de arena destrozado.
—Yo me encargaré de esas piedritas —mencionó Sagit con cierto tono burlón.
Estaba confiado de que lograría detener el sinnúmero de rocas que Raven había enviado hacia ellos como primer ataque.
Los compañeros de Sagit en ese momento asintieron esperando lograra su cometido con éxito.
El ex cazador dio un par de pasos hacia delante, cuando se detuvo juntó las palmas de sus manos y entrelazó sus dedos aplicando un poco de fuerza.
—Prepárense para ver una de mis técnicas más asombrosas —anunció Sagit con seriedad y a la vez con cierto orgullo—, Escudo de 100 estrellas.
Después de exclamar lo último un escudo de cinco metros de color morado apareció delante de él, la parte posterior del escudo no tenía nada a excepción de un sinnúmero de estrellas pequeñas que estaban en la parte delantera, de estas figuras salieron muchas flechas disparadas hacia las rocas, la punta de las flechas se componían por las cinco puntas inclinadas y agrupadas de las estrellas del escudo.
Todas las flechas que fueron lanzadas por el escudo impactaron a las rocas destrozándolas antes de llegar hacia Kenneth y sus amigos.
Los pedazos de las rocas destrozadas cayeron al suelo sin herir a nadie, no cayeron muchos pedazos debido a que algunas de las flechas eran explosivas y aquellas no dejaron más que polvo que se esparcía en el aire.
—¡Eres el mejor! —exclamó de felicidad Shaila al ver una hazaña más de su novio.
—Eso fue impresionante —dijo Kenneth acercándose a su antiguo rival—. Me gustaría que dejaremos el pasado atrás y seamos amigos.
Mientras Kenneth hablaba el llevaba su mano derecha hacia Sagit sin embargo el ex cazador no correspondió el estrechamiento de manos.
—Lo siento Kenneth —contestó Sagit sin quitar su expresión seria—. Eres un gran tipo pero no creo que podamos ser amigos, al menos no por ahora...
Kenneth llevó su mano derecha hacia su cara con notable decepción.
—Al menos lo intenté... —susurró en voz baja Kenneth.
Mientras esa escena se llevaba a cabo, Raven estaba molesto por el fracaso de su primer ataque.
—¡Esos traidores! —declaró el capitán número uno de los guerreros de Reim—, Como odio a la gente traidora, es el mismo odio que sentimos el gobernador y yo por ese tipo de personas, por eso mataré a todos esos bastardos para solamente dejar a Kenneth vivo como él lo ordenó.
—Que así sea... —comentó el capitán Lang todo tranquilo mientras giraba sus dos espadas con rapidez, preparado para pelear.
De uno de sus bolsillos Ibeth sacó un objeto extraño, se trataba de un pequeño cilindro metálico de color negro de diez centímetros, aquel objeto tenía un botón verde en el medio, en el momento en que Ibeth presionó el botón el pequeño objeto pasó a ser una lanza con dos puntas.
—Ustedes tres vayan primero, luego nosotros atacamos —ordenó Raven mirando fijamente a los tres hombres que se habían aliado con Marck Reim—. Esa es nuestra estrategia para ganar, si es necesario maten a todos a excepción de Kenneth.
—Entendido —exclamaron al unísono Taled, Log e Ivo y de igual manera se levantaron para empezar a correr hacia sus rivales.
Log fue el primero en comenzar a atacar, inundó con agua un poco el suelo que pisaba para luego hacer crecer esa misma agua hasta llegar a formar una gran ola y desde lo alto de la ola decidió atacar.
—¡Gran Ola Mortal! —gritó muy fuerte Log haciendo que la gran ola avanzara para arrasar contra sus rivales.
Kenneth y el resto de sus amigos retrocedieron hasta que Jack decidió hacer algo contra el poderoso ataque de Log, alzando sus manos congeló la gran ola en un santiamén.
—¡Maldición! —expresó molesto Log cayendo al suelo con lentitud gracias a que se sumergió en agua para amortiguar su caída.
—Log acompáñame yo seré tu compañera —mencionó Ibeth llegando hasta donde el elemental de agua se encontraba—. Evidentemente somos los más débiles de nuestro equipo por lo tanto debemos apoyarnos.
—Me parece bien —respondió Log transformando sus brazos en agua.
Ivo decidió actuar también aunque optó por comenzar su pelea con más del cuarenta por ciento de su poder, transformó tanto sus extremidades superiores como sus extremidades inferiores, sus cuatro extremidades aumentaron de tamaño, cambiaron su color de piel normal a uno de color morado oscuro, sus uñas crecieron haciéndose más filosas y por ultimo enorme espinas de formas irregulares les crecieron también.
Taled llegó hacía ellos dando grandes saltos gracias a su poder de aire.
El plan que tenía Kenneth para pelear contra sus enemigos era enfrentarlos en pareja de dos. Por lo tanto Martin y Jack optaron por pelear contra Raven mientras que Kenneth y Maia optaron por pelear contra el misterioso capitán Lang ya que desconocían sus poderes.
La pareja conformada por Sagit y Shaila decidió enfrentarse a Ivo "El Monstruo" que era como lo habían denominado al ver parte de su cuerpo similar al de un auténtico monstruo mientras que Drake y Emmanuel optaron por enfrentar a Taled debido a que al nativo de ciudad Ventus le pareció interesante pelear con alguien de técnicas similares a las suyas.
Esmeralda y Cesar que era la pareja que quedaba tuvo que combatir contra la unica pareja formada de sus rivales los cuales eran la capitana Ibeth y el elemental Log, aunque Cesar estaba herido aun podía realizar algunas de sus técnicas y Esmeralda podía usar el diamante para defenderse.
La primera pelea que se llevó a cabo fue la de Drake y Emmanuel contra Taled, el espectra comenzó lanzada feroces ráfagas de aire a sus dos contrincantes pero Drake contrarrestó aquella técnica con sus propias ráfagas de aire, Taled no tuvo más opción que retroceder no sin antes lanzar una poderosa ráfaga de aire al suelo para levantar polvo y así lanzar otra ráfaga para crear un ambiente en donde difícilmente se podría distinguir los movimientos de las personas por todo el polvo que se había mezclado con el aire, avanzó lo más silencioso que pudo para poder lanzarles una poderosa ráfaga de aire esperando que esa si funcionara y terminara golpeando a sus rivales.
El plan de Taled no funcionó puesto que Emmanuel previó que los atacaría con sus ráfagas o alguna otra técnica así que en el momento en el que el ambiente se llenó de polvo, con sus campos de fuerza logró cubrirse a él y a Drake para no salir heridos por un ataque sorpresa.
—Es inútil mejor ríndete —Emmanuel alzó su voz, en su campo de fuerza se limitaba un poco el sonido en base al grosor del mismo—, No podrás ganar solamente saldrás muerto.
El espectra furioso lanzó varias ráfagas de aire contra sus rivales sin embargo el campo de fuerza parecía no sufrir tantos efectos, cuando Taled se cansó de atacar Emmanuel desvaneció su campo de fuerza para lanzarle rayos de energía, Taled simplemente esquivaba usando sus poderes de aire aunque al final recibió uno que tres rayos en su abdomen, al recibir los rayos quedó un poco herido por lo tanto ya no pudo escapar saltando a gran altura, llevó una de sus manos hacia su abdomen debido al dolor que sentía y a su vez se arrodilló por unos instantes.
—¡Malditos! —exclamó Taled antes de levantarse.
Una vez más lanzó ráfagas de las palmas de su mano aunque el plus de aquel momento fue que también lanzó ráfagas de aire por su boca, algo que dejó impresionados a Drake y a Emmanuel.
—¡Ni yo sabía que se podía hacer eso! —admitió Drake mientras contrarrestaba las ráfagas de su rival con sus propias ráfagas—. Creo que ya es hora amigo, sus ráfagas son potentes, si sigue así será un problema mayor.
El choque de ambas ráfagas solamente hacía que el viento se dispersara de manera violenta y que demás objetos pequeños se elevarán flotando en todas direcciones.
—Está bien tu solo avísame —respondió Emmanuel teniendo claro el plan que habían ideado mientras estaban dentro del campo de fuerza.
A medida que los segundos pasaban a Drake se le complicaba seguir con el choque de ráfagas por lo tanto decidió ejecutar su plan de una vez por todas.
—¡Ahora! —indicó con voz fuerte e inmediatamente dejó de lanzar sus ráfagas para convertir su cuerpo tangible en intangible por lo menos treinta segundos, que ese era su tiempo record en el que podía mantenerse de esa forma.
—¿Pero qué-qué rayos? —Taled asombrado abrió sus ojos y su boca—. ¡Esa técnica es-es de-de...Marck Reim!
En el momento en que quedó atónito dejó de lanzar sus ráfagas pues no creía que alguien más que no sea Marck Reim usara esa técnica, fue en ese momento en que Emmanuel aprovechó y se colocó frente a él para atraparlo dentro de un campo de fuerza.
Mientras el campo de fuerza se cerraba de manera lenta a propósito solo para que Drake realizara una técnica más que estaba preparando desde algún tiempo atrás y esa era su oportunidad de realizarla.
La técnica de Drake llamada "Ráfaga de viento cortante" funcionó cuando el campo de fuerza de Emmanuel se cerraba Drake hacia todo lo posible para que sus ráfaga estuviera dentro de la misma, para cuando el campo de fuerza se cerró por completo la técnica empezó, todo el viento cortante encerrado dentro de un espacio pequeño sería algo letal y de manera definitiva así fue para Taled que no pudo hacer nada y sucumbió al viento cortante, que al no poder controlar el viento generado de otras personas dejó como ganadores de la batalla a Drake y a Emmanuel.
Mientras tanto la capitana Ibeth junto con Log estaban tratando de terminar lo más rápido posible la contienda contra Esmeralda y Cesar, pensaban derrotarlos de una manera muy fácil y veloz considerando que sus rivales eran los más débiles entre todos los diez, aunque al final de la batalla se dieron cuenta que no fue realmente así.
Girando con gran agilidad y velocidad su lanza, la capitana Ibeth avanzaba dispuesta a todo por derrotar a Cesar ya que entre él y Esmeralda ella prefirió atacarlo dejándole a su compañero Log para que se enfrente a Esmeralda.
—¡Puños de Agua! —exclamó Log antes de crear dos manos gigantes de agua para golpear a la nativa de ciudad Diamante.
Aunque como era de esperarse Esmeralda creó una barrera de diamante para protegerse, la forma de los puños al impactar la barrera se desvaneció dando como efecto que el agua se regara hasta llegar al suelo.
—¡Alto ahí! —mencionó Esmeralda mientras creaba una barrera alrededor de Cesar para protegerlo de los ataques de la lanza de Ibeth.
La lanza apenas pudo hacerle unos cuantos rasguños a la barrera diamante, hasta que la capitana dio un salto hacia atrás para pensar una mejor estrategia para ganar, girando para la izquierda el botón de su arma consiguió que la estructura de la lanza en especial los filos se llenaran de una energía de color verdosa tan potente que era efectiva para cortar y sobrepasar cualquier tipo de barreras incluyendo las de diamante.
Dando cuatro cortes a la barrera obtuvo la puerta de entrada para atacar y desde luego matar a Cesar, por su parte Esmeralda estaba preocupada por su nuevo amigo y por lo tanto no se percató que Log le había lanzado un chorro de agua acumulando todo el agua proveniente de las palmas de sus manos.
Esmeralda recibió el golpe directo cayendo bocarriba sobre el suelo.
—¡Este es tu fin niñita! —Log mientras se acercó a Esmeralda, creando un látigo de agua la atrapó de los pies hasta el cuello apretándola lo más fuerte que podía y mientras lastimaba a la adolescente inconsciente intentaba introducir suficiente agua por su boca hasta sobrecargarla y matarla de una vez por todas.
El elemental de agua sonreía al ver tal escena e inclusive soltó un par de risas a carcajadas.
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