25. Los miedos de Kenneth
—¡Maestro Gin! —gritó de emoción Kenneth.
—Hola Kenneth, ha pasado casi un mes desde que no te veía muchacho —dijo el hombre antes de acercarse para estrecharle la mano.
—Si, eso porque estaba en... —contestó Kenneth pero fue interrumpido por Lionel.
—Lamento interrumpir su conversación pero no hay tiempo —dijo Lionel alzando su tono de voz para que Kenneth y Gin se enfocaran en él—. Tenemos muchas cosas de que hablar y también muchas cosas que hacer.
—Como siempre, todo un aguafiestas —exclamó Gin riéndose—. Siempre ha sido así, ya te estoy avisando muchacho.
—¡No me difames Gin! —Lionel trató de defenderse, los dos se reían.
Kenneth tan solo los miraba, pudo notar que ellos ya se conocían desde hace mucho tiempo atrás, ya que bromeaban entre ellos además de que se tenían bastante confianza.
Se marcharon de ahí para ir a la base central de la ciudad. Lionel abrió una de las tantas puertas de su carro volador, Gin se subió primero y luego Kenneth.
Una vez que les tres se subieron, el chofer prendió el motor.
Al llegar se sentaron en una mesa redonda para conversar los tres.
—Los reuní aquí para explicarles el plan que tenemos Arthur y yo —dijo Lionel mirándolos a sus dos invitados—. En tres semanas se hará la ceremonia de evaluación, donde los aspirantes serán oficialmente guerreros de ciudad Capital. Cuando comiencen los duelos vamos a iniciar nuestro ataque, justo cuando sea tu turno de salir a combatir nosotros llegaremos a pelear contra Reim y sus secuaces—miró a Kenneth—. El objetivo de esa batalla es acabar con el gobierno de Marck Reim, un gobierno tan podrido y lleno de maldad.
—¿Justo cuándo comenzará mi duelo? —preguntó Kenneth no muy a gusto con la idea—. Yo quería terminar mi duelo.
—¡No Kenneth! —dijo Lionel mostrándose serio—. Ya quedamos que cuando te llamen, nosotros iniciaremos nuestro ataque, lo siento.
—Bueno...ya que... —Kenneth estaba desanimado pero no tenía más opción que apegarse al plan.
Gin tan solo escuchaba, por el momento no quería interrumpir a su viejo amigo, era algo importante sobre lo que estaba hablando, en tres semanas se acercaba una batalla feroz, en donde quizás muchos iban a morir.
—Igual vas a pelear, no te preocupes —agregó Lionel—. Tu eres uno de los que más odia a Reim y ya peleaste con él, por eso eres de mucha ayuda para nosotros.
—¿Y en que puedo ayudar? —interrogó Kenneth.
—Debes decirnos todo acerca de tu pelea con Reim —explicó Lionel haciendo parte de su cabello hacia atrás.
—¡Por supuesto! —Kenneth sonrió levemente—. Todo lo que quieran les diré.
—Bueno, eso ya queda para después, ahora vamos a pelear tú y yo —Lionel miró a los ojos al muchacho, quería ver su reacción.
—¿Pelearé contra usted señor Lionel? —Kenneth quedó atónito—. ¿Pelearé contra el espectra más poderoso actualmente?
—¡Si, Kenneth! —Gin por fin habló.
Kenneth miró a Lionel y comprobó que este decía la verdad al asentir.
Lionel se levantó y le hizo un gesto a los dos para que fueran detrás de él. El líder de ciudad Espectra abrió la puerta pero no se fijó bien y tropezó con un guardia que estaba por entrar a toda prisa.
El torpe guardia iba a llevarles unas copas con vino rojo pero al chocarse con Lionel, los las copas se quebraron.
—Discúlpeme señor Lionel, yo venía acá con unas bebidas para los invitados —el torpe guardia se disculpó—. ¡Lo siento!
—No hay de qué preocuparse hijo —dijo Lionel de forma amable—. ¿Por qué traes las bebidas, cuándo hay un personal especializado en eso?
El torpe guardia que tenía la ropa mojada de vino sonrió nerviosamente.
—Me descubrió señor —contestó él—. Está bien contaré todo, vine con las copas de vino para conocer al héroe que nos salvó aquella vez de Reim, quería conocer personalmente a Kenneth.
Cuando terminó de hablar, miró a Kenneth, se acercó y lo abrazó.
El muchacho no sabía qué hacer, así que también lo abrazó ligeramente.
Lionel tuvo que ayudar a recoger los trozos de vidrio para que no pasaran accidentes y luego el personal de limpieza se encargó del resto debido a que los tres tenían que ir a uno de los bosques de la ciudad para pelear.
—¿Ya vamos a entrenar? —preguntó Kenneth. El muchacho giró su cuerpo para mirar todo el bosque, era uno de los bosques más grande que haya visto, además de que tenía bastante diversidad de flora.
—No pero es algo parecido —Lionel caminó hacia él—. Solo vamos a pelear los dos para comprobar tu fuerza.
El hombre de pocas canas sacó unos arcos metálicos de color plateado de sus manos, los lanzó al suelo y al ser pesados estos provocaron que se agrietara un poco el suelo.
Se colocó en posición de pelea, retrocedió un poco.
Por otro lado Gin se elevó en el aire y se alejó.
«No sé si podré resistir una pelea contra el espectra más fuerte pero lo intentaré», dijo en su mente antes de tragar saliva.
—¡Comienza Kenneth! —Lionel lo miró de forma desafiante.
Kenneth inició la batalla lanzándole ráfagas de fuego que Lionel detuvo con su telequinesis, empuñó su mano y acto seguido las llamas que paralizó se desvanecieron. Cómo las ráfagas no funcionaron, Kenneth lanzó bolas de fuegos pero tampoco sirvieron porque su rival las detenía a tiempo para luego desvanecerlas con facilidad.
El muchacho decidió usar su elemento agua, intentó con esferas de agua pero el resultado fue el mismo.
—Siento que no estás peleando enserio —el tono de voz de Lionel expresaba un poco de desilusión—. ¿Qué pasó Kenneth?
—¿Podría atacarme también? —Kenneth contestó con una pregunta—. Es que no siento emoción al solo yo atacar.
A pesar de lo sugerido muy en el fondo Kenneth sabía que si Lionel empezaba a atacarlo sería peor para él.
—Como digas, si eso hará que pelees enserio, lo haré —Lionel se mostró decidido y procedió a controlar muchas rocas usando su telequinesis, las cuales las lanzó a Kenneth que las esquivaba aunque era mucho más difícil, debido a que no eran lanzadas como siempre sino que las rocas tenían un objetivo claro y ese era Kenneth.
El joven se protegió con un escudo de agua de tres capas, su escudo parecía una especie de capsula pequeña llena de agua, no importaba si estaba llena ya que él podía respirar bajo el agua debido a que era uno de sus dos elementales naturales.
El suelo de la cúpula de agua empezó a moverse como si de un sismo se tratase, hasta que se calmó por unos segundos pero luego ese pequeño espacio de tierra se elevó y empezó a rodar, la cúpula de agua perdía fuerza con la velocidad con la que la roca se movía.
Kenneth escapó saltando, intentó acercarse más a Lionel pero este no lo dejó, le lanzaba más y más objetos, que ya no los esquivaba debido a que tenía todo su cuerpo hecho agua.
Hasta que acumuló muchas rocas, árboles y demás cosas para lanzarlos como una avalancha y Kenneth contraatacó con dos torbellinos de agua, el impacto hizo que ambos retrocedieran un poco.
Luego Kenneth se abalanzó a su rival para atacarlo y pelear cuerpo a cuerpo, pero Lionel inmóvil sus miembros inferiores y superiores, para luego elevarlo en el aire, Kenneth no podía usar ninguna de sus técnicas.
—Te tengo Kenneth —exclamó Lionel volando hasta quedar frente a él a unos cuantos metros de él—. ¿Qué harás ahora?
El joven de apellido Cooper no respondió nada, intentó zafarse pero fue totalmente inútil.
—¿Qué tienes pensado Kenneth? —preguntó Lionel viendo que su rival sonrió.
Kenneth abrió su boca para escupir fuego, a pesar de que Lionel no se lo esperó reaccionó rápido pero aun esquivando la técnica terminó con parte de su hombro derecho quemado.
—¡Definitivamente me sorprendes, Kenneth! —Lionel extinguió las pocas llamas que quedaron en su hombro—. Eres una de las pocas personas que ha podido ingeniarse para afectar mi cuerpo.
—¿De verdad? —Kenneth preguntó emocionado.
—Si pero fue porque no te leí la mente —contestó confiado Lionel—. Y no te la leeré durante nuestra pelea.
Lionel se despojó de su camisa blanca que se había quemado ligeramente. La segunda ronda ya estaba por comenzar, Kenneth se mostró con más confianza porque pensó que sí pudo quemarlo seguramente podría hacer más que eso.
Gin Barren estuvo observando el combate mientras flotaba en el aire.
—Bueno sigamos con el segundo round —dijo Lionel—. ¿No crees Kenneth?
—¡Por supuesto, vamos! —Kenneth sonrió.
Ambos se veían muy ansiosos, se notaba claramente que querían seguir peleando.
Lionel comenzó a lanzarle objetos nuevamente, entre ellos rocas, maderas y demás cosas, era una gran avalancha, era casi imposible que alguien normal pudiera esquivar el ataque.
Kenneth usó sus alas de fuego para volar lo más alto que pudo y así a lo lejos esquivar el gran ataque de Lionel, pero este lo perseguía constantemente.
Hasta que Kenneth se detuvo por un momento esperando a que pase algo, luego procedió a escupir fuego y a la vez lanzaba fuego de sus manos.
La madera que estaba dentro del ataque de Lionel, se quemaba y poco a poco se desmoronaba pero no pasaba lo mismo con las rocas que solo se calentaban, así que Kenneth continuó volando, en ese momento Gin tuvo que reaccionar de forma rápida debido que pasó por donde él estaba presenciando el combate, lo esquivó al usar su elemento aire.
«¡Lo siento Gin!», le dijo Lionel por medio de telepatía mientras se reía.
«Por casi no la cuento, eso estuvo cerca, ¿No será que quieres deshacerte de mí?», le preguntó por la misma vía telepática.
«No viejo amigo, nada que ver», respondió Lionel antes de seguir con la pelea.
Después de alejarse mucho Kenneth regresó y desde el aire lanzaba bolas de agua pero era inútil Lionel las detenía con el poder de su mente.
«¿Vas a seguir huyendo?», le preguntó mentalmente.
«¿Cómo quieres ganarle a Reim, si sólo andas huyendo de mis ataques?, me puedo dar cuenta que tienes miedo en tu interior, tienes miedo de fracasar, a perder contra alguien, es cómo si ese miedo a perder no te dejará demostrar todo tu potencial, todo lo que tú puedes dar, simplemente no lo das por ese miedo que te tiene cautivo mentalmente», le decía con su telepatía para que demostrara todo su potencial.
Todo lo que le dijo hizo reflexionar a Kenneth, recordó todos los momentos que ha vivido desde que vio el spot publicitario de los guerreros hasta su primer beso que fue con Esmeralda.
«Sí, tengo miedo a perder, miedo de fracasar y que todos los que me apoyan no se sientan orgullosos, miedo de perder a mis amigos y a las nuevas personas que he comenzado a conocer y a querer, por no ser tan fuerte, miedo a no cumplir todos los objetivos que me he propuesto en esta vida, tengo tantos miedos y si lo reconozco. Estos miedos no me dejan dar todo lo que tengo pero no puedo quitar mis miedos, no los puedo botar a la basura así porque sí, dígame señor Lionel, ¿Qué puedo hacer?», le confesó Kenneth sin tapujos aseverando que esos miedos eran reales.
«Kenneth tranquilo, relaja tu mente, cálmate, piensa en los buenos momentos que has pasado, sólo en los más felices, en los que han marcado tu vida de buena manera, de tus logros, de la gente que te aprecia», Lionel trató de que el muchacho controlara sus miedos y continuó recordándole los buenos momentos que ha vivido.
Gin quedó mirando que ambos estaban ahí estáticos y sin decir nada, rápidamente pudo deducir que seguramente estaban hablando telepáticamente.
—¡Ya basta de miedos! —gritó muy fuerte Kenneth dando por fin a la conversación telepática.
—Eso Kenneth deja atrás todos tus miedos y demuestra tu gran potencial —Lionel sonrió al ver el avance de Kenneth.
—Gracias, usted fue de mucha ayuda —agradeció Kenneth—. Gracias por ayudarme a dejar mis miedos atrás en estos momentos, ahora sí, sigamos con nuestro enfrentamiento.
—Es ahora o nunca —Lionel se estaba preparando para continuar combatiendo. Empezó a atacarlo con la avalancha de rocas, Kenneth bajó a la tierra para detener la avalancha con olas que creaba.
Las olas fueron suficientemente fuertes para detener la avalancha, Kenneth procedió a lanzar remolinos de fuego pero fue inútil ya que el líder de Espectra tenía una buena defensa gracias a sus poderes mentales.
Pero los remolinos de fuego simplemente eran una distracción para el verdadero ataque que Kenneth tenía preparado, transformó su cuerpo totalmente en fuego y cada vez aumentaba el poder de sus llamas alrededor de todo su cuerpo. Concentró todo ese poder en su antebrazo y mano derecha que luego lanzó hacía Lionel, el Líder de Espectra con su poder telepático bloqueó su ataque. Kenneth creía que no era suficiente así que concentró todo el poder de su segundo elemento, el agua, en su antebrazo y mano izquierda que lanzó a su contendiente.
Aquel ataque nunca lo había usado contra nadie, pero aun así él lo tenía pensado hace un tiempo atrás.
Lionel se protegía usando su telepatía pero no era suficiente debido a que el ataque de Kenneth era tan potente que le costaba resistir.
«Sí, está funcionando, pero aún no es suficiente, necesito un poco más», pensó el muchacho.
Forzó sus manos para concentrar más poder y direccionarlo hacía Lionel, este empezó a preocuparse, tuvo que utilizar sus manos para detener a Kenneth.
«¿Qué es éste poder?, es tan potente que es difícil resistir», pensó Lionel.
Kenneth seguía tratando de vencer a Lionel, usaba tanta fuerza que sus brazos comenzaban a dolerle y a la vez temblaban, en cambio Lionel sudaba.
—¡Un poco más! —exclamó Kenneth mientras su rostro expresaba dolor—. Solo un poco más.
Ambos elementos usados por Kenneth se estaban fusionando en un solo ataque.
Al usar su telepatía una vena sobresalía en la parte anterior dorsal de la frente de Lionel debido a la fuerza mental. Lionel se rindió pero para que la nueva técnica de Kenneth no le afectara, la encerró en un campo de fuerza no muy resistente que lanzó lejos.
Después de eso Kenneth cayó al suelo muy cansado en cambio Lionel terminó sentado y no tan agotado como su contendiente.
—¡Que agotador fue pelear contra usted señor Lionel! —dijo Kenneth agitado.
—Eso fue sorprendente —dijo Gin al llegar hasta donde ellos estaban—. Tu último ataque fue alucinante, aunque yo ya lo había visto antes.
—¿Dónde lo ha visto? —preguntó Kenneth intrigado.
—No sé cómo decírtelo... —mencionó Gin.
—Ya habrá tiempo para decirle Gin —Lionel lo interrumpió una vez más—. No te preocupes Kenneth, todo a su debido tiempo, por ahora debemos regresar a la ciudad.
«Todo a su debido tiempo Kenneth, eso puede esperar, lo que me intriga más ahora, es eso que no pude ver cuando entré en tu mente, o más bien lo que tu inconscientemente no me dejaste ver. ¿Qué ocultas Kenneth?», pensó Lionel recordando que cuando entró en la mente de Kenneth pudo detectar algo extraño.
—Eso es todo lo que he descubierto por ahora —dijo el guardia que se tropezó con Lionel, se estaba comunicando vía telefónica con Marck Reim.
Estaba en un edificio abandonado.
Se estaba haciendo pasar por un guardia para obtener información debido a que en realidad era un miembro de la organización conocida como Vuka.
—¡Perfecto! —contestó Reim feliz con la información que Marcel le estaba dando—. Me tengo ir, más tarde me informas si tienes algo nuevo para mí.
—Aún no soy capaz de asimilarlo por completo... —mencionó el gobernador riéndose a carcajadas—. ¿Quién diría que aquel joven odioso sería ese enmascarado que enfrenté aquella vez. Gracias a un espectra, Kenneth, sus aliados y el resto de esos detestables espectras caerán bajo su propio juego, pensando en cazarnos y ellos van a ser los cazados.
El temible y detestable gobernador había descubierto el secreto de Kenneth y aun peor ya sabía sobre el plan que estaban pensando usar contra él.
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