25. Los doce cautivos
En la mañana siguiente sin más tardar la capitana Ibeth junto con el capitán Lang llevaron a las tres personas que faltaban para completar el número de cuativos que el gobernador de ciudad Capital quería.
Estas últimas personas fueron colocadas en sus celdas individuales siendo vigilados hasta que el efecto de los dardos tranquilizantes se terminara y pudieran despertar para que después Marck Reim les diera la bienvenida de manera individual así como lo hizo con Kenneth y con los demás cautivos.
Después Reim ordenó a todos sus hombres que llevaran a los doce cautivos al cuarto de entrenamientos del edificio en donde se encontraban.
Los doce cautivos fueron llevados de uno en uno para evitar aglomerarlos además de evitar que unan entre ellos para escapar.
Una vez que los colocaron a todos de frente uno alado de otro apareció el gobernador de ciudad Capital con una sonrisa de oreja a oreja además de que aplaudía en cada paso que daba hacia ellos.
—Hola a todos —exclamó Marck dando una rápida mirada al rostro de cada uno—, Yo soy Marck Reim gobernador de esta ciudad pero eso ustedes ya lo saben...les doy la bienvenida, tengo que advertirles que deben prepararse porque lo que se viene no está fáci...
—¿Bienvenida a qué? —preguntó Kenneth con mirada desafiante interrumpiendo su discuros—. Eso ya lo hiciste de manera individual, déjate de rodeos y dinos de una vez por todas para que nos trajiste aquí.
La expresión del rostro de Reim lo decía todo, estaba muy enojado con el hecho de que Kenneth lo interrumpiera así que sin pensarlo dos veces apretó un botón de su control que era tan apetecido por los doce cautivos. Al apretar el botón hizo que los doce presentes recibieran descargas eléctricas que provenían de sus grilletes que portaban tanto en los tobillos, muñecas y también en sus cuellos.
Todos gritaron muy fuerte al recibir esas potentes descargas eléctricas, les dolió tanto que todos quedaron arrodillados del dolor.
—¡Maldito seas Kenneth! —exclamó Ivo muy furioso, el más alto de los doce cautivos presentes—. Cuando salga de aquí te voy a dar una paliza.
Más abucheos salían de la boca de otros cautivos furiosos con lo ocurrido.
—¡Silencio ya! —gritó muy fuerte Marck Reim—. ¿Acaso quieren recibir más choques eléctricos?
Todos se quedaron en silencio no querían volver a pasar por lo mismo debido al gran dolor que les causó.
—Eso pensé —dijo más calmado Marck—, Pero para asegurarme de que no lo volverán hacer...
Una vez que terminó de hablar nuevamente les dio otro choque eléctrico aunque de menor intensidad.
Ninguno de ellos se quiso desdoblar o demostrar su inferioridad y menos ante alguien como Reim.
—Si hacen algo parecido como lo que hizo Kenneth ya sabrán lo que les espera, así que por su bien espero sean más inteligentes que este muchacho insolente —advirtió Marck mirándolos con frialdad—, Porque recuerden yo no tengo problemas en darles choques eléctricos.
Los doces cautivos se quedaron en silencio escuchando atentamente lo que les decía.
—Ahora sí en lo que estábamos —comenzó Marck—, Como les decía lo que se viene no será tan sencillo, ustedes deberán demostrar su fuerza, sus ganas, su resistencia porque simplemente están aquí para competir entre ustedes, si ustedes, los doce cautivos deberán enfrentarse entre sí en diversas pruebas de máximo riesgo, eso incluye peleas como duelos, peleas grupales, en parejas, en tríos...pero en fin eso no importa mucho...lo que de verdad importa es que de todos ustedes solo uno será el vencedor, eso quiere decir que once de ustedes morirán, eso quiere decir que esta es una competencia de vida o muerte.
Al escuchar las últimas palabras de Marck Reim todos quedaron sumamente impactados, incluso la mayoría se miraron entre sí para tener una idea de que tan peligrosos podrían ser.
La mayoría de los doce cautivos pusieron su especial atención en Kenneth esperando que no hablara porque si no iban a recibir choques eléctricos.
—¿Entendido? —preguntó Marck—, Bueno parece que les quedó muy claro, así que se pueden retirar por ahora, la competencia inicia en dos semanas así que tienen bastante tiempo para entrenar y mejorar sus habilidades, yo me retiro nos vemos hasta entonces.
Una vez que Reim se marchó sus hombres llevaron a los doce cautivos a sus celdas para que pueden descansar durante todo el día puesto que en el siguiente comenzarían a entrenar.
Cada uno de los doce cautivos estaban preocupados, angustiados por lo que les esperaba en dos semanas, incluso muchos no pudieron dormir, pensaban en sus familiares, amigos y en las personas que más quieren.
Pensaban en sus vidas, todos sin ninguna excepción deseaban regresar a su diario vivir, regresar a sus trabajos así fueran los más cansados, regresar a soportar a ese familiar o amigo molestoso en vez de estar ahí encarcelados en donde probablemente morirían en dos semanas, no era de más la preocupación y miedo que tenían después de todo se estaban jugando su propia vida y todo porque el gobernador de ciudad Capital así lo había querido.
Al día siguiente despertaron muy temprano en la mañana, primero para que comieran y se asearan para luego dirigirse al cuarto de entrenamientos.
En el momento en que Kenneth entró junto con Emmanuel observó con gran rapidez como sus otros rivales estaban divididos en dos grupos a excepción de uno que estaba neutral y se encontraba en una esquina alejado del resto.
El grupo de la derecha estaba integrado por los tres revolucionarios que intentaron detener a Reim hace un tiempo atrás los cuales eran: Martin, el líder de los revolucionarios capaz de controlar los elementos tierra y madera, Kalania la espectra integrante de los revolucionarios poseedora de enormes garras que salen de sus uñas, Antonio otro de los revolucionarios cautivos que usa como arma un bastón metálico y Maia la elemental que controla tanto el rayo como el trueno que al igual que los revolucionarios guarda un gran odio y resentimiento hacia el gobernador de ciudad Capital por tal motivo su deseo es vengar la muerte de su novio.
—Hey vengan acá con nosotros —Martin alzó su brazo derecho para luego moverlo de un lado a otro. Al igual que sus acompañantes mostraba una gran sonrisa por la alegría que sentía al ver a Kenneth.
Emmanuel y Kenneth dudaron por un momento si realmente ir hacia ellos o no.
—¡Que hipócritas! ¿No crees? —dijo Emmanuel soltando un soplido fugaz de su boca.
—¿Por qué dices eso? —preguntó Kenneth desentendido con las palabras de su nuevo amigo.
—Por el simple hecho de que quieren que nos hagamos amigos de ellos pero sería por gusto porque al final aquí solo habrá un ganador, eso es ser hipócrita —contestó Emmanuel con naturalidad sin dejar de mirar al grupo que los llamaba—, Seguro quieren que nos hagamos amigos suyos para encontrar nuestras debilidades y así sacar ventaja, además de que creo que el cabecilla de todo eso es el que nos hace de la mano, puede decir con certeza que es el quien quiere matarnos a todos nosotros haciéndose primero amigo.
—¿Es en serio todo lo que dijiste? —preguntó Kenneth no muy convencido con las palabras de su nuevo amigo.
Ignoró por completo los comentarios de Emmanuel, caminó hacia ellos con cierta incertidumbre.
—¿A dónde vas? —preguntó Emmanuel furioso al ver que Kenneth no le había hecho caso— ¡Que testarudo que eres!
Llevó su mano derecha a su cara expresando clara decepción pero al final no tuvo más opción que ir hacia ellos también.
Emmanuel corrió un poco para llegar al mismo tiempo que Kenneth.
—Sabía que tarde o temprano vendrías —dijo Kenneth sonriendo al ver a Emmanuel dirigiéndose juntos hacia el grupo que los llamaba—. Aunque no esperaba que lo hicieras tan rápido.
Se sentaron con naturalidad cerca del cuarteto, se presentaron y estrecharon su mano con los cuatro cautivos aunque Kenneth no tuvo que presentarse porque ellos ya lo conocían gracias a los videos filtrados de su batalla con Reim, el muchacho de apellido Cooper quedó asombrado al enterarse que Martin, Kalania y Antonio formaban parte del grupo de revolucionarios y que junto con Maia estaban planeando escaparse antes o en el transcurso de que comenzara la competencia a como dé lugar.
Sin pensarlo dos veces Kenneth aceptó unirse a ellos mientras que Emmanuel dudó un poco pero al final por insistencia de Kenneth terminó aceptando.
Estuvieron hablando casi todo el día acerca de ellos, de sus poderes para tener planeado en que momento debían aportar y en que no, mientras que el otro grupo que ya tenía cierto rencor hacia Kenneth se dedicaron a entrenar con sus habilidades y el cautivo que estaba más alejado por alguna extraña razón no mostró sus habilidades por lo cual no pudieron deducir si se trataba de un elemental o de un espectra, solo se dedicó a correr, hacer fortalecer sus músculos con pesas y también probó diferentes tipos de armas para poder elegir con certeza la que más le serviría.
—¿Qué tal si los molestamos? —preguntó Log con malicia al resto de su grupo. Los señaló disimuladamente para no arruinar su plan aunque al ser delgado sus dedos pasaron desapercibidos.
—¡Me parece genial! —contestó Ivo, el más alto de los doce cautivos, sonriendo con la idea de su nuevo amigo Log—, Muy buena sugerencia, es hora de llamar la atención de esos conversones y de paso de vengarnos de Kenneth.
—Observen y aprendan —anunció Ivo antes de empezar a molestarlos.
Se posicionó de frente hacia el grupo de Kenneth y sin dar un paso más empezó a atacarlos.
Ivo levantó y colocó su musculoso brazo hacia delante hasta que en un segundo después este cambió su color de piel algo bronceada por un color totalmente turquesa, luego su brazo se estiró lo suficiente para poder asestarle un puñetazo a Kenneth pero antes de que eso sucediera Martin escuchó el particular ruido que se manifestaba cuando el brazo se estiraba, el líder de los revolucionarios se levantó y con rapidez de su brazo derecho emergieron varios trozos de madera que se pegaron con gran fuerza al brazo de Ivo como si de muchas serpientes intentando aplastar su presa se tratase, el movimiento de Martin hizo que el brazo elástico detenga su trayectoria al instante.
—¿Por qué nos atacas? —cuestionó Martin mirándolo fijamente.
Kenneth y los demás adoptaron una pose de combate por si llegara a ocurrir un enfrentamiento entre ambos bandos.
—Los ataco porque quiero y eso implica querer darle una golpiza a Kenneth por los choques eléctricos de ayer —contestó Ivo con frialdad—, Y no me detendrás tú ni nadie.
Al terminar de hablar apretó su puño con fuerza a la vez que frunció el ceño. Su brazo elástico y turquesa aumentó su tamaño además de que muchas espinas aparecieron alrededor de su extremidad lo que provocó que la madera que lo retenía se rompiera en un instante y nuevamente continuara su trayecto.
—¡Ya basta! —exclamó Kenneth acercándose a Martin con rapidez. Acto seguido congeló con gran facilidad el brazo de Ivo impidiendo que dejara una vez más de estirarse.
—Si se meten más personas a la batalla nosotros también lo haremos —dijo Katia, la delgada de cabello castaño corto y sobre todo unica mujer del grupo de Ivo mientras a su vez garras de sus manos y sus pies crecían.
Kalania quedó atónita al observar como alguien más tenía una habilidad parecida a la suya, se sintió celosa porque esa otra persona era una mujer al igual que ella.
—Opino lo mismo —aportó Log mirando a Kenneth y a su grupo—, Si las cosas son así de verdad será una pelea de dos grupos enfrentándose.
Colocó sus manos hacia delante y acto seguido creó dos esferas de agua.
«¿Agua?, como extraño ese elemento», pensó Kenneth al ver a Log usar sus habilidades, por un momento su mirada se llenó de melancolía.
—No hay problema —dijo Antonio dispuesto a pelear también.
—¡Esperen! —exclamó Taled, uno de los espectras que integraba el grupo de Ivo—, Ustedes son seis mientras que nosotros somos cinco, eso es algo injusto.
Cruzó sus brazos al terminar de hablar.
—¡Tienes razón! —indicó Roa uno de los cautivos con más músculos entre los hombres—, Sería bueno que ese que está allá se nos una para estar parejos. Inmediatamente señaló a Cesar que seguía entrenando solo sin darle cierta importancia al conflicto entre los dos grupos formados.
—¡Oye pelo de tomate únete a mi grupo! —expresó Ivo llamando a Cesar con su otra mano libre.
—A mí no me metan en su riña de grupitos —contestó con seriedad Cesar mirando fijamente a los dos grupos—, Preocúpense por ustedes mismos y por no morir.
Las palabras de Cesar dejaron a todos en un silencio total hasta que Ivo intentó atacarlo con su mano libre pero ya no pudo puesto a que el día de entrenamiento había acabado y por lo tanto la alarma sonó bloqueando los poderes de todos.
Los días pasaban con una rapidez increíble en donde tanto el grupo en que estaba integrado Kenneth entrenaba como el grupo liderado por Ivo y al igual Cesar no dejaba de entrenar por separado, al entrenar todos los días de una manera formidable sin mostrar sus verdaderas habilidades la mayoría lo consideraba un peligro o uno de los principales rivales a vencer en la competencia.
No era un pensamiento tan erróneo puesto que al ser un hombre que guarda tanto misterio y secreto en referencia a sus poderes definitivamente tendría que ser alguien difícil de vencer, aunque cabía otra posibilidad que consistía en que al igual que Antonio él tampoco tendría alguna habilidad elemental o espectra.
A una semana de la competencia once de los cautivos mejoraron sus destrezas a gran medida a excepción de Antonio, siempre se le dificultó hacerse más fuerte que el resto inclusive desde que era muy pequeño los demás siempre se destacaban mucho más.
El grupo de Kenneth durante la primera semana de entrenamiento trató de protegerlo de manera secreta sin que él se diera cuenta para no hacerlo sentir mal al ser el más débil del grupo ya que el grupo de Ivo notó su poca capacidad en batalla, quiso acabar con el primero para estar igualados entre ambos grupos, muchas veces Ivo, Log, Katia, Roa y Taled trataron de someterlo mientras aprovechaban que él estaba solo, Antonio trataba de defenderse lo más que podía, desde que el grupo de Kenneth notó las agresiones que el sufría comenzaron a protegerlo y siempre iba acompañado por alguien de confianza.
Un día en particular en el equipo liderado por Ivo sus integrantes jugaron el muy famoso juego de piedra, papel o tijera entre ellos, el ganador de dicho juego sería quien se enfrentaría con Antonio para que así Kenneth y sus demás amigos no llegaran a interferir entre un combate uno a uno.
Martin junto con Kalania, Antonio, Maia, Emmanuel y Kenneth estaban descansando después de un largo entrenamiento con espadas hasta que finalmente Roa llegó con una gran sonrisa en su rostro.
—¡Holaaa! —dijo Roa levantando sus dos manos derechas moviéndolas de un lado a otro sin parar.
—¿Y este Sasquatch de cuatro brazos que hace acá? —preguntó Emmanuel causando risas a carcajadas de sus compañeros de grupo—. ¿Será que se quiere unir a nosotros porque su grupo apesta?
Roa trató de contener su enojo, sería malo enojarse con Emmanuel cuando su objetivo claramente era Antonio, sabía que no le convenía.
—¡Buen chiste! —comentó de forma sarcástica Roa—, Iré al grano de una vez...no he venido a perder el tiempo aquí, simplemente vine a desafiar a su amigo, el del bastón.
Cuando Roa lo señaló con sus dos brazos izquierdos, Antonio se asustó por un momento, incluso dio un pequeño sobresalto.
—Para nada, no lo creo, si quieres pelear yo lo haré —comentó Kenneth levantándose del suelo—. ¿Por qué te dejaríamos pelear contra él?
Al levantarse Kenneth congeló sus brazos dispuesto a pelear por Antonio.
—¡Porque yo quiero! —Se escuchó un grito a todo pulmón.
El gritó dejó atónitos a todos los espectadores de la escena debido a que quien había emitido el comentario de querer pelear no era Roa sino el mismo Antonio.
—Antonio no lo hagas —exclamó Kalania muy preocupada por él—, No caigas en su juego.
Antonio miró con seriedad a la cara a todo su equipo hasta que luego regresó su mirada hacia Roa.
—No, ya me cansé de parecer endeble y de que me traten como el más débil de los doce aquí —Antonio reveló la verdadera razón de su decisión—, Sé que ustedes me han estado intentando proteger, lo sé porque no soy un tonto y sé que lo hacen porque son mis amigos pero yo quiero demostrar que también puedo contra los demás, quiero demostrar que también tengo la talla para la competencia que se aproxima —hizo una breve pausa—. A lo largo de mi vida siempre se me ha hecho difícil derrotar a mis rivales y siempre mis amigos me han estado ayudado pero ya no más, quiero demostrar que yo también soy un espléndido guerrero aun sin ser espectra o elemental, en esta competencia quiero demostrar todo mi potencial.
Sus amigos lo comprendieron y se quedaron en silencio aceptando su decisión.
Roa y Antonio se colocaron dentro del pequeño cuadrilátero de duelos que estaba en el campo de entrenamientos. Roa dejó que su rival comenzara a atacar para que el encuentro no acabara tan rápido según él, Antonio no lo pensó dos veces y se abalanzó con todas sus fuerzas hacia Roa mientras llevaba en su mano derecha su bastón metálico, en el primer ataque Roa sostuvo con todas sus fuerzas el bastón usando sus dos primeros brazos y mientras lo sostenía agarro a Antonio por el cuello con su segundo brazo derecho para golpear su abdomen con su brazo izquierdo.
Antonio no tuvo más opción que forcejear para escapar de las manos de su rival pero Roa reveló que no solo poseía cuatro brazos sino seis y aprovechó el momento para dejar más herido a Antonio.
Haciendo usó de sus grandes músculos agarró con fuerza el bastón mandándolo fuera del cuadrilátero y aprisionar los brazos de Antonio con los suyos. El primer brazo izquierdo aprisionaba su brazo izquierdo, el primer brazo derecho aprisionaba el derecho, el segundo brazo derecho apretaba su cuello mientras que el tercer brazo derecho junto con el segundo y tercer izquierdo golpeaban su abdomen y cara.
En un momento desesperado Antonio aprovechó que sus pies estaban libres para dar patadas con lo cual pudo escapar de Roa para ir por su bastón pero de repente se resbaló con lo cual cayó fuera del cuadrilátero perdiendo el duelo.
—Bueno creo que eso fue todo, fue un encuentro muy aburrido —comentó Roa riéndose por su victoria—, Al final quedó demostrado que si eres el más débil de todos aquí.
El hombre de seis brazos estaba por salir del cuadrilátero pero Antonio se levantó aun después de haber sido golpeado varias veces.
Tosió por breves segundos.
—¡No espera! —dijo Antonio desesperado—, Esto aún no ha terminado enfrentemonos de nuevo.
Roa se detuvo y regresó a mirarlo aun sonriendo.
—Está bien tengamos otro duelo —contestó Roa—, Pero hoy ya no, es evidente que te seguiré ganando si lo hacemos ahora por lo tanto nos enfrentaremos el día antes del inicio de la competencia para que veas que no soy tan malo, te doy unos días para que mejores y entrenes para ver si es que tienes aunque sea una minina oportunidad de ganar porque así como te veo lo dudo mucho.
Antonio aceptó mientras que Roa se marchó esbozando una sonrisa porque estaba seguro que ese día ganaría nuevamente.
Durante los días restantes todos continuaron entrenando pero Antonio se esforzó mucho más para poder ganar su duelo, trotó durante largas horas, entrenó y preparó sus músculos con pesas, saltó la cuerda durante todos los días, trató de mejorar su velocidad, entre otras cosas más.
El tiempo pasó volando y sin pensarlo llegó el día del duelo, todos estaban expectantes por que comenzara el duelo, los amigos de Antonio estaban nerviosos porque no resultara tan herido como en el primer duelo pero a la vez esperaban con todas sus fuerzas que el ganara mientras que los amigos de Roa estaban seguros y juraban que ganaría.
Ambos contendientes se subieron e al cuadrilátero para terminar una vez por todo su duelo pendiente.
—Comienza tu otra vez —comentó Roa de brazos cruzados con mirada desafiante—, Vamos a ver si tienes algo bueno para mí.
—Créeme que no te gustará —contestó Antonio muy seguro consigo mismo.
Corrió hacia Roa lanzado su bastón de forma directa hacia su rival.
Roa agarró con sus dos primeros brazos el bastón por cada extremo.
—¿Otra vez? —preguntó Roa—, Te gusta que trapeen el piso contigo por lo que veo, pues esta vez yo me quedaré con tu bastón y lo usaré en tu contra.
—¡Inténtalo si puedes! —exclamó Antonio halando su bastón con gran fuerza desde su posición.
La unica forma en que pudo obtener su bastón de vuelta ante tal distancia fue debido a que había amarrado su muñeca derecha con el bastón gracias a una cuerda resistente y difícil de ver debido a su transparencia.
Roa quedó asombrado ante lo ocurrido y no se percató de que Antonio se acercó lo suficiente para envolver sus piernas con el hilo de su bastón, el espectra quedó arrodillado y fue ahí cuando Antonio aprovechó para golpear su tórax con el bastón para luego desprenderlo de la cuerda y botarlo por su pies, en el momento que le iba asestar puñetazos Roa hizo aparecer sus cuatro brazos más para atraparlo pero Antonio aprovechó, dio un saltó quedando detrás de su rival y fue cuando empezó a darle un sinnúmero de patadas giratorias que dejaron al espectra tendido en el suelo bocabajo.
Roa intentó quitarse la cuerda que apresaba sus piernas para luego levantarse pero no pudo, Antonio se sentó sobre su espalda con rapidez.
—¡Te gané! —Antonio se acercó al odio izquierdo de su rival.
Luego se marchó victorioso hacia su grupo.
El espectra quedó sumamente furioso que de la rabia utilizó sus brazos para romper la cuerda que lo apresaba y rápidamente corrió hacia Antonio.
—¡Cuidado atrás tuyo! —exclamó Kalania preocupada por su amigo.
Al escucharla Antonio se agachó para no recibir los puñetazos de su rival, luego se levantó para lanzarle su bastón a la cara de Roa para hacerlo retroceder.
Con sus seis brazos Roa se tocó su cara, sintió mucho dolor, Antonio aprovechó el momento para asestarle una patada en la mandíbula. El revolucionario utilizó tanta fuerza en esa patada que lo mandó lejos del cuadrilátero quedando como claro ganador del duelo.
El grupo de Kenneth estaba muy contento con la victoria de Antonio tanto así que lo alzaron en peso.
Marck Reim había visto todo desde los monitores de su cuarto, no estaba muy contento con lo sucedido tanto así que golpeó muy fuerte la mesa que tenía cerca.
—¡Malditos! —exclamó muy fuerte—, Disfruten sus últimos momentos juntos porque en unas horas empezaran a morir uno por uno.
Al finalizar el último día de entrenamiento todos los integrantes del grupo de Kenneth se abrazaron en conjunto esperando que sus planes funcionaran.
Cada uno se marchó a su celda individual como de costumbre a descansar porque sabían que la competencia no sería tan fácil con el otro equipo que quería matarlos.
Al día siguiente en las primeras horas de la mañana Marck Reim hizo despertar a los doce cautivos, cada uno se aseo, comió y se vistió como quería de acuerdo a la competencia.
Fueron llevados a un gran coliseo que estaba totalmente lleno de personas que ansiaban ver la competencia.
El gobernador de ciudad Capital se levantó de su asiento para dar la bienvenida a todos.
—¡Buenos días a todos! —comenzó Marck—, Sean bienvenidos a la competencia por el puesto de capitán, recordemos que esta es una competencia en donde el vencedor y único sobreviviente se convertirá en capitán, ese es objetivo inicial, esto ya ha ocurrido antes con el capitán Raven y con el traidor, el excapitán Benner.
Mientras hablaba en una gran pantalla del centro de la ciudad pasaban imágenes de las competencias antiguas en donde se veía como Raven y Arthur peleaban ferozmente en competencias de diferentes años.
—Así que no es nada nuevo —continuó Marck—, En esta ocasión doce serán los participantes que se enfrentarán a morir, así que denle la bienvenida que ellos son: Emmanuel, Martin, Kalania, Antonio, Maia, Cesar, Roa, Katia, Ivo, Log, Taled y por ultimo ustedes ya lo conocen...él es Kenneth.
Al entrar Kenneth al gran coliseo se escuchó una audiencia divida debido a que si mismo como muchos lo aplaudían otros lo abucheaban.
—De los doce solo uno quedará vivo...¿Quién será? —exclamaba Reim causando expectativa entre los espectadores—. Así que sin más doy inicio a la competencia en tres, dos...uno...
El sonido de una alarma muy fuerte se escuchó por todo el coliseo marcando el inicio de la competencia de vida o muerte.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top