20. ¡Kenneth vs Kyle!


Idate y Mauro habían convocado a una reunión al equipo de rescate disponible y a otros miembros más.

Los que estaban reunidos eran Lionel, Idate, Arthur, Mauro, Kira, Chock, Jack, Esmeralda, Said, Asoka y Halberd.

—¡Bien comencemos! —dijo el capitán Idate una vez que ya todo estaban presentes.

Todos fijaron su mirada en él.

—Primero replanteemos todo...el robo del pergamino dorado es algo serio ya que estaba resguardado aquí en ciudad Espectra y es un artefacto muy valioso, además de que no sabemos las verdaderas intenciones de Vuka, sus objetivos siguen siendo un misterio para todos —comenzó Idate—, El otro problema es que Kenneth un amigo de nosotros que es muy fuerte y nos puede ser de mucha ayuda contra ellos está secuestrado o al menos perdido pero ahí es donde está el problema que en realidad son dos problemas eso implica que debemos formar dos grupos de búsqueda lo que nos disminuiría el personal para buscarlos, además de que si enviamos a los mejores la ciudad se quedaría un tanto desprotegida esto quiere indicar que debemos encontrar una solución pronto.

—Podemos tener más personal debido a la reunión que tuve con el líder de ciudad Cristal aproveché y le pedí su ayuda en la búsqueda, él está de acuerdo y mandará un equipo que nos va ayudar a buscar a Kenneth mientras que nosotros iniciaremos la búsqueda del pergamino —comentó Lionel mirando al resto.

—¿Pero por qué las personas que mandarán de ciudad Cristal no nos ayudaran con la búsqueda del pergamino y que nosotros nos encarguemos de la búsqueda de Kenneth? —preguntó Jack mirando a Idate y luego a Lionel.

—Porque el líder mismo decidió ayudarnos en la búsqueda de Kenneth —contestó Lionel moviéndose levemente de su silla—. Él se notaba preocupado por Kenneth, de verdad quería rescatarlo.

—¿El señor Hermes? —preguntó Said por lo bajo.

—Si, ¿l0 conoces, Said? —le preguntó Idate.

—Si lo conocí cuando estaba más pequeño.

—¡Genial entonces tú también iras en el equipo de búsqueda de Kenneth! —exclamó con leve felicidad Graff.

—No nos desviemos del tema quieren —comentó Jack de forma seria mirando al resto mientras permanecía de brazos cruzados.

—Mañana en la mañana llegara el equipo que nos ayudara en la búsqueda de Kenneth así que hoy mismo tenemos que definir en qué equipo estaremos y si vamos a estar todos —Arthur miró a todos los presentes.

—Bien yo los dividiré en cada equipo pero primero tengo que decir que Chock y Kira no estarán en ninguno de los dos, los quiero protegiendo la ciudad si algo malo llega a ocurrir —comenzó Lionel mirándolos una vez que los nombró—. En el equipo de búsqueda de Kenneth estarán Jack, Esmeralda y Halberd mientras que en el equipo de búsqueda del pergamino irán Idate, Arthur, Mauro, Asoka y Said.

—¿Pero yo pensé que iría con el equipo que enviará el señor Hermes? —preguntó Said sin entender porque lo cambiaron de equipo.

—Yo pensé que iría también en ese equipo —comentó Asoka también demostrando su desagrado.

—Es que como sabemos el pergamino lo tiene Vuka, un grupo con integrantes muy fuertes, es por eso que decidí enviarlos a ustedes dos también debido a que me comentaron que han crecido sus habilidades y actualmente son muy buenos guerreros —dijo Lionel aclarándoles la duda que tenían—. ¿Están todos de acuerdo?

Algunos respondieron con un "Sí" mientras que otros solamente asintieron

—Bueno eso es todo se pueden ir a descansar —Lionel se levantó de su asiento—. ¡Hasta mañana!

Todos despidieron también y se marcharon a sus respectivas habitaciones.

Mientras salían del cuarto Arthur notó como Esmeralda iba cabizbaja así que decidió preguntarle que le pasaba. Se acercó lo más rapido que pudo.

—¿Estas bien, Esmeralda? —preguntó Benner cuando ya estaba cerca de ella.

—Solo estoy cansada nada más... —contestó Esmeralda sin una mínima expresión de alegría.

—¿Segura? —le hizo otra pregunta Benner sabiendo que ella mentía.

—¡Sí! No se preocupe capitán Arthur —contestó inmediatamente antes de marcharse a su cuarto, después de responderle ella sonrió un poco para que el capitán no le hiciera más preguntas—. ¡Hasta mañana capitán que descanse!

Ella llegó a su cuarto y rápidamente abrió la puerta.

—¡Gracias Esmeralda igualmente! —fue lo último que dijo Arthur, no quería agobiarla con más preguntas, puesto que se dio cuenta que evidentemente Esmeralda no quería seguir hablando con él.

Mientras tanto en algún rincón muy cerca de ciudad Terra Ignul y Kenneth seguían conversando mientras pasaba la noche, Kenneth parecía no tener preocupaciones se sentía a gusto, tanto que mientras conversaba se había olvidado que lo estaban buscando.

Ignul apagó la fogata que había usado para preparar su extraño remedio.

—Y dime ¿qué quiere ese tipo que vuela? —le preguntó Ignul antes de pasarle un pescado incrustado en un pequeño palo de madera.

Una vez que Kenneth había terminado de tomar todo su remedio ya estaba listo para comer, en su rostro se vio su gran alegría y entusiasmo que tenía por comer después de pasar horas sin probar si quiera un pedazo de pan.

—¡Gracias Ignul! —dijo Kenneth con su boca llena de pescado—, Me moría de hambre—. Ya te contaré, espera que tengo hambre —contestó Kenneth mientras seguía hablado con su boca llena de comida.

—Cuando estés comiendo es de mala educación que hables y aun peor así con toda la boca llena, eso es de mal gusto y no es bien visto por muchas personas —Ignul lo regañó.

Kenneth escuchó atento lo que Ignul le decía pero mientras era regañado empezó a sudar extrañamente y su cara se tornó levemente roja.

Sonrió contento puesto que no muchos adultos le habían corregido los modales y eso se debía a la perdida de sus padres a temprana edad. No dijo nada mientras comía porque ya había entendido que no era algo bueno y que si se lo decía Ignul, un adulto con gran madurez tendría que escucharlo y corregir su comportamiento.

—Perdón Ignul espero no volver a hacerlo —dijo Kenneth en voz baja sonriendo.

—Eso espero... —comentó Ignul.

—Pero bueno sinceramente no sé porque ese sujeto quiere atraparme apenas lo vi ayer, lo último que recuerdo fue que me emboscaron los cazadores de ahí no recuerdo más hasta hoy cuando ese sujeto me tenía atrapado y me dejó caer.

—Es algo extraño —dijo Ignul frotándose su barbilla con los dedos de su mano derecha.

—Sí, pero no importa el ya no está.

—Igual debes tener precaución, no sabes si aún te siga buscando o ya no.

—Pero si regresa yo estaré esperándolo para darle una buena paliza —exclamó Kenneth alzando sus brazos demostrando que su dolor corporal iba disminuyendo favorablemente con gran rapidez.

—Aunque.... —Kenneth miró fijamente las palmas de sus manos.

—¿Aunque qué? —preguntó Ignul intrigado—. ¿Algo le pasó a tus manos?

—No a mis manos no, más bien a mis elementos —contestó desanimado Kenneth mirando con furia las palmas de sus manos.

—¿Perdiste tus elementos o algo así? —preguntó Ignul acercándose más a Kenneth.

—Sí, aunque no sé porque... —contestó Kenneth—, Todo esto ocurrió después de unos días que aprendí a usar mi tercer elemento, el elemento el hielo, desde ahí cada vez que intento crear fuego no puedo y eso es igual con el agua, es como si se hubiera desvanecido de repente, es como si ganara un nuevo elemento por la pérdida de mis dos elementos.

—Qué sorpresa de veras no imaginé que pudieras usar otro elemento aparte del agua y el fuego, definitivamente eres alguien asombroso —contestó Ignul claramente sorprendido con lo que le contaba Kenneth—, Pero si es raro que pierdas dos por tener uno nuevo pero lo que más me preocupa es que sea algo permanente, aunque también cabe la posibilidad de que solo sea momentáneamente.

—Sí pero debo resolver este misterio, debo descubrir que me está pasando realmente —Kenneth se levantó para demostrar que ya estaba completamente curado.

—¡Sí que mal! Justo cuando al fin te encuentro y yo que pensaba enseñarte una nueva técnica —comentó Ignul desanimado mientras veía a Kenneth observando al mar.

Kenneth al escuchar lo último regresó a verlo.

—¿Una nueva técnica? —preguntó emocionado Kenneth.

—Si algo así —contestó Ignul—, Vaya ya te emocionaste y ni siquiera te he dicho de que trata.

—Eso es lo de menos, si es una nueva técnica y viene de ti seguro será increíble —dijo Kenneth acercándose a Ignul tomándole sus hombros y mirándolo fijamente—. ¿Me dirías al menos de que trata?

—Claro no hay problema aunque no creo que puedas hacerla debido al estado actual con tus elementos —contestó Ignul apartando las manos de Kenneth de sus hombros.

Al estar ambos de pie se pusieron frente a frente solamente separados por algunos metros de distancia e inmediatamente Ignul le empezó a explicar.

Lo primero que le dijo fue que obligatoriamente se tenía hacer uso del elemento fuego y del elemento agua, debido a que la técnica que le enseñaría se trataría de usar el vapor. En donde necesitaba primero crear una esfera de agua o cualquiera forma de agua para luego usar su elemento fuego y así evaporarla para que se forme el vapor de agua, que al ser de "agua" no tendría dificultad para controlarlo y usarlo de diferentes formas como formar vapor en una batalla contra múltiples enemigos para así dificultarles la visibilidad y poder escapar o derrotarlos más fácilmente y de igual manera usarlo como herir a sus enemigos debido a que el vapor al ser algo caliente podría quemar o afectar a las personas.

Otro método en que Ignul pensó que Kenneth podía usar el vapor seria para hacerse intangible al igual que Marck Reim aunque claramente para aquello necesitaría más entrenamiento y mejor control del vapor de agua.

Kenneth se sintió frustrado e impotente de no poder hacer uso de tan geniales técnicas por la pérdida de sus elementos.

—¡No puede ser! —exclamó furioso dando un fuerte golpe a la arena—. Si tan solo pudiera usar mis elementos podría estar a la par con Reim.

Kenneth observaba nuevamente las palmas de sus manos, se quedó en silencio por un momento hasta que decidió intentar crear fuego con sus manos.

Primero optó por usar su mano derecha luego tensó los músculos de su extremidad superior derecha tanto su brazo como su antebrazo y su muñeca, al hacer tanta fuerza empezó a sudar, las venas de sus brazos se le marcaron con más facilidad haciéndolas más visibles.

Permaneció así por más de cinco minutos hasta que lo único que salió de la palma de su mano fue humo, un escaso humo de sus manos.

—¡No puede ser, casi lo logro! —exclamó Kenneth molesto consigo mismo cayendo poco a poco al suelo con sus rodillas en la arena y una vez que estaba completamente arrodillado comenzó a dar puñetazos, muchos puñetazos a la arena.

Las lágrimas de sus ojos empezaron a caer.

—No seas tan duro contigo mismo —dijo Ignul tratando de calmarlo—, Puede que solo sea algo momentáneo, aunque por lo visto así es ya que salió humo de tus manos, eso puede ser una clara aunque pequeña señal de que tus elementos regresaran.

—¿Pero cuándo será eso? —Kenneth golpeaba con más lentitud la arena y a la vez con menos fuerza.

—Eso no sabría decírtelo yo, eso tendrás que descubrirlo tú, esforzándote para que tus elementos regresen, si sigues esforzándote poco a poco con más serenidad y concentración podrás lograrlo, yo lo sé.

Kenneth le agradeció por sus palabras de aliento a Ignul después de eso ambos se fueron a dormir debido a que ya se estaba haciendo tarde.

Kenneth se despertó al sentir los fuertes rayos del sol que iluminaban el día.  

Cuando se levantó notó que su amigo no estaba, se dio cuenta de que aún estaba su mochila ahí muy cerca de un tronco, así que el supuso que no tardaría en volver.

Mientras buscaba si le había dejado comida notó un pedazo de papel incrustado en el mismo palo de madera en donde estaban incrustados tres pescados.

Kenneth solamente sonrió al ver el ingenio que tenía su amigo y enseguida quitó el papel del palo de madera y comenzó a leer la nota.

Después de leer la carta el joven Kenneth Cooper la guardó en el bolsillo derecho del pantalón que Ignul le había puesto y que a él le quedaba un poco aguado al no ser de su talla.

Se sentó en el tronco y justo cuando agarraba los pescados dispuesto a comérselos unos tentáculos hechos de agua atraparon sus brazos haciéndole caer los pescados a la arena.

—Lamento que hoy no puedas comer —dijo Kyle que acababa de llegar, estaba totalmente contento de haber encontrado a Kenneth—, Pero creo que ya no comerás más porque te mataré.

Una vez que Kyle deshizo los tentáculos de agua Kenneth aprovechó a escapar.

Kyle empezó a lanzar rayos de energía por doquier.

—¿Ahora huyes? —preguntó Kyle claramente disfrutando lo que hacía.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué me quieres? —preguntó Kenneth cuando ya se había apartado lo suficiente de donde estaban las cosas de Ignul—. ¿Qué quieres de mí?

—Déjate de tantas preguntas que me mareas —contestó Kyle arrugando su entrecejo—. Yo solo vine aquí para restregarte que tengo tus elementos.

Una vez dicho eso Kyle creó una esfera de agua de su mano izquierda y a su vez prendió en llamas su mano derecha por unos segundos hasta que luego las volvió a su estado normal.

—¡Y también vine a matarte! —anunció Kyle señalando a Kenneth con el dedo índice de su mano derecha. La punta de su dedo índice brillaba ya que estaba formando un gran rayo de energía para lanzárselo y matarlo.

Al presenciar todo eso Kenneth estaba muy sorprendido, no podía creer que mientras él había perdido sus elementos alguien más los tenia y algo que aún seguía sin entender era porque Kyle una persona que apareció de la nada quería matarlo.

Al notar el rostro lleno de sorpresa que tenía Kenneth fue ineludible que Kyle no se intentara reír. Y así sucedió, Kyle se burló de él haciendo sonidos con su boca obviamente mofándose, además de que reía cada vez más fuerte a carcajadas tanto así que decidió dejar de formar el rayo de energía de su dedo debido a que la risa no lo dejaba concentrarse como debía.

—¿De qué te ríes? —preguntó Kenneth molesto y completamente serio.

—¿De qué más? —contestó con una pregunta Kyle—, ¡De ti! De tu cara de imbécil que tienes al ver como tengo tus elementos. Eso sí que fue una sorpresa que no esperabas.

Kyle se trasladaba de un lado a otro lentamente disfrutando visiblemente de la conversación que tenía con Kenneth. Parecía que danzaba mansamente o al menos así lo hacía notar él con sus extraños movimientos cargados de locura y diversión que sin duda alguna eran una mezcla de temer.

—Tus movimientos son raros —comentó Kenneth mirándolo de pies a cabeza—. De seguro estás loco. Tu mirada... la expresión de tu rostro lo dice todo, no eres una persona tan cuerda como el resto.

—¿Loco yo? —preguntó Kyle entristeciendo su cara mientras que con su mano izquierda se tocaba su pecho—. Todos estamos locos, no solo yo...

—Si dices que todos estamos locos pues tu estas el doble —Con sigilo Kenneth movía sus manos lentamente porque no sabía con qué le saldría Kyle, tenía que estar precavido ante cualquier movimiento de su enemigo.

—Si ves... Tú también admites que estas algo loco...

—Eso no tiene nada que ver... —refutó Kenneth.

El joven Cooper poco a poco se estaba poniendo nervioso, su espalda empezó a sudar y al percatarse de eso decidió no darle la espalda a su contrincante, aunque sabía de igual manera que no podía darle la espalda en ningún momento.

Definitivamente hablar con Kyle lo estaba empezando a asustar y más con la mirada de psicópata que mostraba.

De un momento a otro los ojos de Kyle cambiaron de color, extrañamente se volvieron muy blancos, eso le daba un tono aún más tétrico.

—¿Qué es lo que veo? —preguntó Kyle con cierto tono de voz que insinuaba que ya sabía la respuesta a su propia pregunta.

—¿A qué te refieres? —preguntó Kenneth retrocediendo lentamente.

«No puede ser que este sujeto me ponga extrañamente tan nervioso, tanto que me está dando miedo, su rostro es algo perturbador», pensó Kenneth.

—A tu miedo... a eso me refiero —contestó Kyle con seguridad—, El miedo que sientes ahora y debo imaginar que ese miedo es por mí.

Kyle lanzó de manera imprevista un rayo de energía que Kenneth casi no pudo esquivar.

El joven Cooper tuvo que agacharse para no salir herido del ataque de Kyle pero al tratar de esquivarlo pisó mal por lo tanto se deslizó hacia delante de manera brusca provocándole un leve calambre en todo su pierna izquierda.

Ante lo sucedido Kenneth solo hizo una leve mueca de dolor, no quería darle oportunidad a Kyle de verlo así y que lo llegase a atacar con todas sus fuerza.

—¿Cuál miedo? —preguntó Kenneth tratando de disimular su miedo hacia Kyle mientras sostenía su pierna izquierda con su brazo de ese mismo lado.

—¡No me mientas! —contestó Kyle gritando—. Con estos ojos nadie me puede engañar.

«¿Con esos ojos? ¿Qué tienen esos extraños ojos que posee acaso es un tipo de poder nuevo ?», se preguntó en su mente Kenneth.

—Seguro ahora te preguntarás... ¿qué tienen mis ojos? —dijo Kyle muy seguro de sí mismo.

Se mostraba más seguro cada vez que sus ojos se tornaban blancos, desde que aprendió a utilizar este extraño y misterioso poder muchos de sus problemas se habían resuelto, entre esos estaban que siempre sabia cuando alguien le mentía y eso le ayudaba mucho en juegos o al momento de comprar algún objeto que él quisiera—. ¡Te lo explicaré! Pero solo si sobrevives a mis ataques.

Cuando terminó de hablar creó grandes llamas de las palmas de sus manos y las lanzó hacia Kenneth, este creó un grueso muro de hielo aprovechando que estaba acuclillado, tocar el suelo con sus manos se le hacía mucho más fácil porque estaba a poca distancia.

Cuando el muro fue impactado por las dos llamas comenzó a derretirse poco a poco. Kenneth retrocedió y creó un muro mucho más grande para poder defenderse mejor de los ataques de Kyle.

El joven que asesinó a su padre estaba asombrado y por ese instante sus ojos volvieron a su estado normal.

—¿Qué fue eso? —preguntó desconcertado Kyle—. ¿También controlas el elemento hielo?

Kenneth notó el cambio de actitud de su contrincante al verlo crear el muro de hielo. Él sabía que podía utilizar eso para distraerlo y quizás poder ganarle, aunque no tenía idea de cómo lo iba a hacer, tenía la certeza de que si podía, no pensaba rendirse.

—¡Sí! Controlo el hielo... —contestó Kenneth seguro de sí mismo—, Aunque por ahora ya no controle más el fuego y el agua aun puedo defenderme con el hielo.

Kenneth deshizo al instante el gran muro de hielo que había creado, su rostro de temor cambio por uno lleno de valentía.

Dejó de retroceder y por unos cuantos centímetros se acercó a su enemigo aunque igual guardó cierta distancia.

En ese momento parecía que los papeles se habían invertido, Kenneth de ser el asombrado pasó a ser el muchacho seguro mientras que Kyle pasó a ser el asombrado pero eso no duró mucho puesto que nuevamente su rostro cambio de expresión, su cara era muy expresiva y a la vez cambiante aunque para cualquier persona sus pensamientos seguían siendo un misterio.

—¡Eso es genial! —exclamó Kyle emocionado y extrañamente muy contento como un niño cuando ve un juguete nuevo.

El asesino de Gladio empezó a bailar de forma lenta de un lado a otro alzando sus brazos unas cuantas veces.

—Definitivamente estás loco... —comentó Kenneth frunciendo el ceño. Cada vez entendía menos la actitud de su enemigo—. ¿Qué te parece genial?

—Todavía lo preguntas... —contestó Kyle cambiando su actitud nuevamente puesto que se mostró serio—, Lo genial es que con la trasfusión de sangre junto con las demás cosas que hizo mi padre para curarme con tu ADN pude obtener tus elementos fuego y agua pero ahora que veo que tienes otro elemento... entonces no falta mucho para que también lo pueda utilizar.

Después de hablar Kyle rio de una forma muy macabra mientras alzaba sus brazos de forma gloriosa como si hubiera ganado algo.

—¡Ven y demuéstrame que más tienes para mi Kenneth! —exclamó mientras sus pupilas se dilataban, estaba muy emocionado con la idea de descubrir que más habilidades poseía Kenneth así que para descubrirlo decidió atacarlo.

Al estar a unos cuantos metros de la playa Kyle fijó su mirada al mar y mientras levantaba sus manos creó cuatro grandes dragones de agua.

Kenneth no tuvo más opción que correr y para ocultarse decidió introducirse por un lugar en donde estaban muchas palmeras. Los dragones con su fuerza iban destrozando las palmeras con facilidad, una detrás de otra caían las hojas y los troncos de las palmeras. El joven Cooper para no salir lastimado transformó la parte superior de su cuerpo en hielo, empezando por toda su cabeza, luego su cuello, hombros, brazos, antebrazos hasta su abdomen.

Mientras Kenneth corría Kyle iba más atrás caminando con cierta rapidez con sus manos elevadas para controlar los dragones.

Al ver hacia delante Kenneth se percató de que ya no había tantas palmeras eso indicaba que ya no podría esconderse con ellas. Lo único que seguía después de las palmeras era una enorme estatua de una ballena de color amarillo, optó por esconderse detrás de ella.

—¿Dónde estás Kenneth? —preguntó Kyle mirando para todos lados mientras los dragones dejaron de moverse con rapidez esperando que su creador las utilice para atacar a Kenneth de nuevo cuando lo encuentre—. ¡No huiras por mucho tiempo, más vale que aparezcas y me muestres todo tu potencial!

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