18. Contrataque


Kenneth estaba de pie mirando fijamente a Marck Reim y a su ejército, se pudo dar cuenta que habían varios guerreros de ciudad Capital en el suelo al igual que los guerreros de armadura de ciudad Espectra.

El espectra del moño en su cabello juntó las palmas de sus manos para crear cuatro brazos gigantes de color negro con los intentó golpear a los capitanes de ciudad Capital. Usó su técnica para crear una distracción, de su espalda emergieron dos brazos negros de un tamaño normal que se alargaron, con los cuales pudo atrapar de los tobillos a Chuck, las alas negras crecieron de su espalda, voló hacia Irina, la atrapó con su brazo derecho y luego voló hacia arriba, creó una especie de campo de fuerza de color negro, que los envolvió a los tres, además de que le sirvió para que las balas que le disparaban rebotaran.

Los cuatro llegaron hasta la parte alta de la entrada de ciudad Espectra.

El hombre del asombroso poder de crear todo tipo de cosas de color negro fue hacia Kenneth.

El muchacho miró para tras y luego giró todo su cuerpo.

—Tranquilo, no soy enemigo tuyo —dijo Kenneth cuando el espectra llamado Mauro se posicionó frente a él—. No te haré nada, no tengo intención de pelear contigo o de destruir esta ciudad.

—¿Y cómo sé que es verdad? —preguntó Mauro al mismo tiempo que de su espalda lentamente estaban creciendo dos brazos negros—. ¿Por qué le creería a un extraño que se oculta tras un trapo?

—No soy de aquí, soy un elemental —Kenneth dijo en su defensa bajando su tono de voz—. Si estoy aquí contigo es porque también quiero vencer a Marck Reim y a sus secuaces. Y me ocultó tras la tela porque no quiero que me descubra, no aún.

—No sé si debería confiar en ti —exclamó Mauro mientras que sus brazos negros no dejaban de crecer, Kenneth los observó pero trató de mostrar movimientos ligeros que demostraran que no quería pelear con el espectra.

—Pero... pero ¿qué están haciendo ésos dos? —Raven gritaba desde abajo—. ¿Vienen a pelear contra nosotros o a cuchichear entre ustedes?

Cuando le dijo aquello tanto Mauro como Kenneth lo miraron por breves segundos.

—Solo por ésta vez confiaré en ti —mencionó Mauro y sus brazos negros dejaron de crecer—. ¿Qué dices Irina?

—Mientras más ayuda tengamos mejor —contestó Irina acercándose a los dos—. Kira y Chuck no están disponibles, y si el hombre misterioso llegó hasta acá arriba es porque sus técnicas son buenas.

Kenneth sonrió de forma breve.

—¡Bien! —exclamó Kenneth chocando sus puños—. Yo comienzo.

Al terminar de hablar Kenneth se acuclilló y colocó sus manos sobre el suelo del balcón. De las palmas de sus manos emergió agua, que al caer al suelo el agua se unió de a poco hasta formarse diez hombres de agua.

Kenneth se acercó a los dos espectras después de crear los clones de agua como distracción. Los tres hablaron en vos baja, Mauro los envolvió en una capa negra segundos después la deshizo y procedieron a saltar para pelear.

—Al fin se animan a pelear, ya me estaba aburriendo un poco —les decía Raven.

Los demás guerreros de ciudad Capital peleaban con los nuevos guerreros espectras que llegaban de a poco.

Irina se acercó al capitán Benner para pelear contra él, Mauro con Raven y Kenneth contra Reim, pero para llegar a él, tenía que derrotar primero a los guerreros de ciudad Capital que se interponían en su camino.

—¡Hola guapo! —Irina se mostró frente a Arthur con una daga en mano—. Yo me encargaré de acabar contigo.

La rubia y el capitán chocaron sus armas filosas entre sí.

—¡Ya lo veremos! —el cuerpo de Arthur estaba en el combate pero su mente no. Él estaba sorprendido al ver que Kenneth estaba recuperado y se había aliado con los espectras. No tenía pruebas de que realmente el hombre de la tela en la cara era Kenneth pero tampoco tenía alguna duda.

A pesar de aquello continuó disimulando que peleando enserio contra los espectras para que Reim y Raven no sospechen.

La rubia se dispuso a darle patadas que Arthur sin dificultad las esquivaba, así se mantuvieron durante varios segundos hasta que Irina se le acercó en un movimiento rápido.

—Tranquilo guapo el chico del trapo en la cara me dijo que eres bueno —le dijo al oído y él tan solo asintió y le guiñó el ojo.

Y así se mantuvieron peleando de forma improvisada para que los demás no se dieran cuenta.

Por otra parte Mauro juntó sus manos, similar cuándo alguien va a rezar, después de que lo hizo, de su espalda salieron unos brazos de color oscuro, que luego se alargaron. Raven usó su armadura de tierra.

Mauro utilizó las manos negras para darle puñetazos, prácticamente esas manos hacían todo el trabajo, Raven se alejó un poco para lanzarle una avalancha de rocas pero el espectra del moño se protegió envolviéndose en una esfera negra creada por el mismo, las rocas solo rebotaban ante la masa negra con la que Mauro se protegía.

—¿Cómo es posible? —preguntó todo asombrado Raven.

—¡Fácil! —Mauro deshizo la masa negra—. Mi poder es muy práctico, tiene muchas utilidades, así no podrás ganarme, no con tu nivel.

Mauro mostró una sonrisa de victoria.

—No eso no será así —gritó muy furioso Raven abalanzándose contra su contendiente. Pero Mauro ya no tenía solo dos brazos sino cuatro, con dos brazos le daba puñetazos y con los otros dos los usaba para desgarras la armadura de tierra. Raven actuó rápidamente y llevó sus manos a la tierra para levantar una serie de rocas que lo lanzaran a la grieta que él mismo creó para vencer a Kira.

El capitán Marcus lanzó una ráfaga de rocas y solo así Mauro cayó en la grieta.

—¡Yo gané! —Marcus Raven se reía a carcajadas—. Ya he derrotado a dos guerreros muy fuertes de Espectra.

Ni si quiera miró a la grieta, estaba feliz de ser una vez el vencedor, pensaba ir a pelear con los demás espectras cuando de repente se escuchó un fuerte estruendo. Marcus se volteó a mirar hacia atrás.

Quedó sorprendido al ver que Mauro salía de la grieta con ayuda de ocho brazos alargados de color negro, con dos de ellos tenía agarrado el cuerpo de Kira.

—¿Pero yo ya maté a ese perro? —preguntó con sorpresa Marcus—. ¿Cómo puede seguir vivo ése perro?

Mauro soltó a Kira, el espectra se sacudió el polvo y la tierra que tenía en su ropa.

—¡Gracias ami..amigo! —dijo Kira casi sin aliento.

—De nada Kira —Mauro le sonrió—. Tienes que quedarte aquí por ahora, déjame a mí encargarme de esto, no es tan fuerte como aparenta.

Raven se molestó con las últimas palabras emitidas por Mauro, que tan solo sonreía, no se mostraba cansando, la batalla apenas comenzaba pero los espectras estaban ganando al demostrar gran contrataque.

Marck Reim había cometido un error y ese era haberse confiado creyendo que ciudad Espectra no poseía seres de grandioso poder. 

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