16. Comienza el experimento

—¿Señor cómo es posible que su hijo permanezca intacto aun después de tanto ajetreo y muchos viajes? —preguntó de forma curiosa Halberd—. ¿No cree qué es algo sorprendente?

—Eso mi querido Halberd es todo gracias a mi poder —contestó Gladio alzando ambas manos y moviéndolas de un lado a otro sintiéndose poderoso además de alguien importante—, Que se basa en crear campos de fuerzas, yo practiqué, entrené muchas veces tratando de perfeccionar mi campo de fuerza y aunque es uno de los más resistentes tiene sus fallas a veces contra los ataques fuertes —hizo una pausa—, Pero aprendí a utilizarlo para otros medios como es el caso de cubrir un cuerpo por completo como por ejemplo para evitar el proceso de descomposición, aunque ese objetivo fue al principio su fin inicial fue crear un armadura con mi campo de fuerza, no obstante definitivamente su uso actual es el que más me gusta ya que me ha permitido mantener a mi hijo con su cuerpo completo, además de intacto a insectos o a otros accidentes, necesito que esté en las mejores condiciones para pueda despertar de su coma.

Gladio se limpió las pocas lágrimas que rosaban sus mejillas para luego proceder a lavarse las manos, un lavado de manos que duró sesenta segundos para después proceder a colocarse los guantes estériles.

—Ahora si no perdamos tiempo —anunció el líder de los cazadores mientras sostenía una jeringuilla de diez centímetros con su mano derecha y así se acercó a Kenneth.

—¿Qué tiene este chico de especial que es primordial para sanar a su hijo? —preguntó Halberd mirando fijamente a los ojos de su jefe para luego mirar el rostro de Kenneth.

—Lo mismo me pregunto —comentó Sagit tocándose su barbilla con su mano derecha.

—Eso lo expliqué hace tiempo, o bueno parte de eso lo dije —contestó Gladio—, Pero está bien les contaré todo ya que ustedes me ayudaran con el proceso hoy, ya tendré tiempo para contarle a los demás.

Halberd y Sagit lo miraron atentamente.

«Desde los ocho años de edad mi hijo empezó a manifestar signos y síntomas extraños, el caminaba por un momento y de repente se desmayaba o cuando estaba sentado en un día normal se desmayaba, al principio Tila y yo pensamos que eran sus defensas que las tenía bajas, así que nunca lo llevamos al hospital y decidimos darles remedios naturales para su presunta anemia.»

«Unos meses después manifestó más síntomas, más de los días pasaba con fiebre, tos y les daban algunas convulsiones, por lo general las convulsiones se manifestaban dos veces al día, nos preocupamos y desde esa vez decidimos llevarlo con un médico, que nos dio una mala noticia cuando atendió y examinó a Kyle por unos días después de hacerles sus respectivos exámenes.»

«Kyle tenía una extraña enfermedad que le provocaba todos esos síntomas, además de cefalea, disnea, malestar generalizado, el medico nos dijo que ante aquella enfermedad no había cura debido a que muy pocas personas la manifestaban por ser una enfermedad nueva en ese tiempo y que quizás podría seguir manteniéndose con vida con trasfusiones de sangre y otros tratamientos más costosos, Tila y yo aún incrédulos decidimos llevarlos a tres hospitales más en donde para nuestra mala suerte lo de la enfermedad resultó ser real, fue algo devastador para nosotros, intentamos buscar muchos métodos para tratar y sanar a nuestro hijo.»

«Unos dos meses después mi esposa y yo decidimos hacernos exámenes para ver si podíamos ayudar a nuestro hijo y para nuestra suerte Tila si tenía el mismo tipo de sangre que Kyle a diferencia de mí, solo bastaban esperar tres días para las transfusiones de sangre pero algo pasó en el segundo día de espera encontré a Tila engañándome con un hombre desconocido, lo que más me molestó fue que aún con el estado de nuestro hijo ella hacía sus actos vulgares, así que en un acto de rabia y mucho enojo los maté a los dos lanzándoles rayos de energía en sus cabezas y justo cuando ella ya estaba sin vida la cordura volvió a mí y me di cuenta del gran error que cometí esa vez, si no la hubiera matado Kyle estaría más sano, no estaría en coma, aunque sea el estaría hablando con nosotros.»

«Los años pasaron, se me hizo difícil encontrar a gente con el mismo tipo de sangre de mi hijo, yo no lo podía ayudar, nuestra sangre no era del mismo tipo, por un tiempo me cuestioné si en realidad era hijo mío, decidí abandonarlo a su suerte por un tiempo, pero no fue necesario porque en realidad es mi hijo y eso lo comprobé un tiempo después, con los debidos exámenes.»

«Cuando encontré personas con su mismo tipo de sangre sentía alegría de que por fin podía ayudar a mi hijo pero aquella alegría se desvaneció tan rápido como llegó ya que esas personas no podían ayudarlo a pesar de tener su mismo tipo de sangre puesto que la enfermedad era tan complicada y evolucionaba cada vez más, además de muchos nunca quisieron donar y también mi hijo necesitaba sangre joven y fuerte, durante mucho tiempo no la encontré y me resigné, pero él no, todo lo contrario, aún con su estado luchaba, un día se encontró sin querer con Kenneth en ciudad Cristal y al estar en contacto con su sangre por unos momentos el notó la mejoría de su estado, así que por un tiempo lo investigó, al fin el mismo había encontrado a su salvador pero de repente de un día para otro el cayó al suelo quedando inconsciente para ya más nunca despertar.»

«Pensé que había muerto, pero no, aun había una esperanza, él se encontraba en coma, así que decidí ir a buscar a Kenneth por cuenta propia y gracias a las investigaciones de Kyle lo pude contactar, tenía muchos datos sobre su salvador, al parecer él sabe más de Kenneth que el mismo Kenneth y es por eso que hoy gracias a él, gracias a Kenneth, mi hijo Kyle será sanado o al menos tratado, no importa si Kenneth tiene que morir desangrado pero lo primordial para un padre siempre serán sus hijos así que si una vida se va, otra nueva empieza.»

—Recuerden esto muy bien ustedes dos —dijo Gladio cuando terminó de contar la historia de la enfermedad de Kyle—. Yo estoy dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para salvar a mi hijo, eso incluye matar si es necesario y como no tengo problema en matar personas, pues más vale que nadie se interponga en mis planes porque no va a salir bien librado si lo hace.

Una vez que terminó de contar la historia de la enfermedad de Kyle, Gladio acomodó lentamente con ayuda de Sagit a Kenneth para dejarlo sentado.

Kenneth aún se encontraba inconsciente, después de todo el medicamento que le habían administrado aun no terminaba su efecto.

El líder de los cazadores le colocó el torniquete de manera apropiada, evitando ajustarlo tanto porque después cortaría la circulación de Kenneth.

Después Halberd le entregó un algodón para pasar por las venas del muchacho para que se dilataran y se expandieran, permitiéndole que se vean con más facilidad y aunque con Kenneth no tendría tanto problema al ver sus venas, siempre tuvo sus venas ligeramente marcadas.

Luego Gladio utilizó su dedo índice para buscar una vena, evitando utilizar el pulgar y una vez que ubicó la vena, procedió a desinfectar la zona usando una torunda para luego realizar la punción venosa.

Primero introdujo la jeringuilla en un ángulo de 25° y luego la mantuvo inmóvil mientras extraía la sangre. Llenó el tubo de recolección con la sangre de Kenneth y después soltó el torniquete antes de sacar la aguja. Cuando finalmente retiró la jeringuilla, aplicó presión en la zona de punción durante unos cinco minutos para detener el sangrado e inmediatamente introdujo la sangre de Kenneth en la zona del deltoides de su hijo Kyle, para lograr una absorción rápida y desechó la jeringuilla en un contenedor de residuos biológicos que estaba debajo de la gran mesa metálica.

Luego procedió a administrarle vía intravenosa un tipo de sangre especial que tenía en un tubo de vidrio.

—¿Y ese extraño líquido que le introdujo que era? —preguntó Halberd intrigado mientras miraba como su líder botaba el tubo y la segunda jeringuilla en el contenedor de residuos biológicos.

­—A eso es un preparado especial que hice gracias a mis investigaciones.

—¿Preparado especial? —preguntó Sagit tocándose el mentón—. Suena interesante.

—Lo es —contestó Gladio—, Este preparado hará mejorar las habilidades de mi hijo, lo hará mucho más fuerte, ya eso lo veremos cuando despierte de su coma.

En otro lado del globo aerostático se encontraba Mace muy concentrado jugando online en la computadora que estaba en el cuarto de control y no se había percatado de que el grupo de rescate de Kenneth estaba cada vez más cerca.

Caleb iba entrando al cuarto de control cuando notó que a lo lejos Jack y sus amigos se dirigían hacia ellos.

—¿Pero qué? —exclamó asombrado Caleb.

—Pendejo deja de jugar y vente a acá —Caleb se molestó al ver que su compañero no se había dado cuenta. Le quitó los auriculares de forma brusca y los lanzó a una silla.

—¡No molestes pendejo! —le contestó Mace haciendo caso omiso a lo que le decía Caleb pero no le importó que lo dejaran sin auriculares, él sabía que eso no era un impedimento para él.

Lo único que quería era seguir pasando los niveles de su juego online.

—Pendejo serás vos, muévete tu trasero y ven acá ayúdame a detener a esos sujetos o sino el señor Gladio nos castigará —Caleb alzó su voz y con todas sus fuerzas lo levantó en un solo movimiento.

—¿Acaso quieres pe...? —preguntó enojado Mace ante la brusca acción de su compañero pero claramente no llegó a completar la oración cuando se dio cuenta que era verdad—. ¡Vamos rápido a detenerlos! —exclamó algo preocupado.

—Ahora si te preocupas pendejo —dijo Caleb aun molesto con su compañero.

—Si pues y ¿Qué pasa? —contestó de mala manera Mace—. Deja de pelear y vamos rápido a lanzar los cañones para detenerlos.

Caleb no dijo nada solamente hizo una mueca de fastidio.

—Vamos a la cuenta de uno, dos y tres... —dijo Mace antes de apretar un botón de color verde.

Después de él, Caleb también apretó el otro botón verde que estaba de su lado.

Seis proyectiles salieron del globo aerostático con dirección hacia el equipo de rescate de Kenneth.

Al ser los proyectiles de gran tamaño para Esmeralda y el resto de sus amigos no fue tan difícil ver que como se dirigían hacia ellos.

—¡Ya nos vieron! —exclamó muy fuerte Esmeralda.

—¡No puede ser! —dijo Aria.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó temeroso Drake.

—¡Maldición, se perdió el factor sorpresa! —enunció Jack.

—Debemos pensar en algo rápido los proyectiles están cada vez más cerca —dijo Said.

—Tengo una idea —comenzó Jack—, Chicos del aire, usen su elemento y cambien la dirección de los proyectiles.

—¿Chicos del aire? —preguntó Drake cuestionando el sobrenombre que le había puesto Jack.

—Solo hazlo y ya.

Aria y Drake usando sus manos atraparon a los proyectiles en una esfera de aire para luego desviarlos, unos hacia la derecha y otros hacia la izquierda, aunque les costó un poco finalmente pudieron desviarlos porque para lograr su hazaña tuvieron que usar la fuerza de sus brazos para poder cambiarlos de dirección correctamente.

—¡Eso estuvo cerca! —exclamó aliviado Drake.

—No cantes victoria aun —dijo Esmeralda al percatarse como más proyectiles iban hacia ellos.

—¡No puede ser, esta vez vamos a morirnos! —expresó Aria asustada—. Lo que hice hace unos momentos fue algo agotador, hasta sudé y no creo que pueda volver a hacerlo hasta después de un rato.

—Tengo otra idea y esta vez necesitamos nuevamente de ti Said —dijo Jack con seriedad.

—¿Otra vez? ¿Qué puedo hacer yo? —preguntó desanimado Said—. Mi escudo de metal no será tan fuerte frente a tantos proyectiles.

—Lo sé —contestó Jack—, Pero recuerda que los proyectiles son de metal y por lo tanto...

—Puedo desviarlo así como lo hicieron Aria y Drake ¿Verdad? —contestó Said emocionado esa vez.

—No Said hay algo mejor que desviarlas a la izquierda y a la derecha y es re direccionarla a hacia el globo mismo —dijo Jack esbozando un tanto malvada.

—Genial eso suena aún más divertido —exclamó Said cada vez más emocionado con la idea.

Said alzó sus brazos y los colocó al frente para luego empezar a mover sus manos de un lado a otro, intentó por unos segundos pero no podía.

—No pasa nada, no puedo controlarlos —dijo desanimado Said.

—Concéntrate Said, tu eres nuestra esperanza —le aconsejaba Jack.

—¡Vamos Said tu puedes! —exclamaron con fuerza los demás al unísono.

Los proyectiles estaban cada vez más cerca de ellos, el único que podía salvarlos en ese momento era Said con su habilidad de manipular el metal, el empezó a sudar y temblar, sabía que tenía que hacerlo, sabía que no podía fallar.

Después de algunos intentos fallidos finalmente Said pudo controlar aunque no a la excelencia los proyectiles y lanzarlos hacia la parte izquierda del globo, los proyectiles una vez que impactaron al globo lograron un gran estallido que dejó un gran y enorme agujero de donde emanaba mucho humo debido a la explosión.

El equipo de rescate de Kenneth con ayuda del control del aire tanto de Aria como de Drake lograron llegar al agujero que era la parte expuesta del transporte de sus enemigos y además de ser el lugar más viable al que podían ir, debido a que podían entrar con facilidad.

—Mace vamos a detenerlos desde adentro, los proyectiles ahora ya no nos sirven —comentó Caleb preparando los Katar de ambas manos.

—¡Está bien! —contestó Mace antes de agarrar su maza que tenía en el suelo cerca de la silla en donde él estaba sentado—. Debemos emboscarlos y debemos estar listos antes de que lleguen y si es posible matarlos a todos.

Ambos con sus armas listas estaban preparados para detener al equipo de rescate de Kenneth, no pensaban defraudar a su líder Gladio, no en ese momento en que ya tenían a Kenneth, no podían correr el riesgo de perder lo que habían cazado.

Mientras corrían hacia el lugar de la explosión se encontraron con Shaila.

—¿Saben que está pasando? —preguntó Shaila aun desconcertada, en su rostro se notaba preocupación, nunca en todo su tiempo que había estado con los cazadores había pasado por algo así, de ahí su preocupación y su miedo, el ultimo que aunque era pequeño seguía sintiéndolo.

—Los amigos de Kenneth nos encontraron —contestó Mace rápidamente.

—¿Los amigos de Kenneth? —preguntó Shaila sorprendida—. ¿Pero cómo nos encontraron?

—Eso no lo sabemos aún —dijo Caleb—, Pero no importa por ahora, detenerlos eso sí, debemos acabar con ellos no debemos permitir que sigan avanzando, ya con lo que llevan es suficiente.

—¡Tienes razón, yo los acompañaré! —dijo Shaila sacando sus Chakram de la parte posterior de su blusa.

Caleb y Mace asintieron, con rapidez se dirigieron los tres a la parte izquierda del globo, hacia el hoyo que había quedado por la explosión. Cuando finalmente llegaron se dieron cuenta que aún no llegaban ninguno de sus rivales.

Mace se incorporó en la silla de una cabina que quedaba cerca de la sala en donde estaban y esperó con tranquilidad, a la vez sonrió alzando una de sus cejas, él ya tenía pensado como atacarlos, un plan que esperaba no podía fallar.

No pasaron muchos segundos hasta que el equipo de rescate de Kenneth finalmente llegó al lugar.

Aria y Drake llegaron más cansados y algo agotados a diferencia del resto debido a que habían usado su elemento para transportar a los demás miembros del equipo de rescate.

—¡Ay que cansado fue eso! —exclamó Aria bostezando, alzando sus manos y por ultimo sentandose en el piso, haciendo notorio su cansancio.

Cuando se sentó unas extrañas luces de color azul se prendían y apagaban de manera constante, ella llegó a pensar que el motivo de que las luces se prendieran de repente se debía a su última postura.

—¿Qué está pasando? —preguntó Esmeralda mirando al igual que los demás a todas las luces del cuarto.

—Sesión iniciada —se escuchó una voz femenina un tanto robotizada por todo el cuarto—, Nivel de peligrosidad alta, comenzando en tres, dos, uno, ahora.

Cuando la voz robótica dejó de escucharse por todo el lugar, las luces se apagaron y en un segundo Aria recibió dos balazos, el primero en su hombro izquierdo y el segundo en su brazo izquierdo.

Lo sucedido fue tan rápido que no tuvieron tanto tiempo de reaccionar, ella gritó muy fuerte por el dolor que sentía.

Rápidamente todos miraron hacia atrás y fue ahí cuando se dieron cuenta que un gran grupo de robots se preparaban para atacarlos, tenían sus armas listas.

—Oh no, nuevos problemas —exclamó Drake. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top