Capítulo 19: Naélium
Zoey
Abrí los párpados muy lentamente. Mis oídos me zumbaban y no podía escuchar. Parecía que estaba en la nada, que aún estaba soñando. El aire alrededor de mí, era fresco y seco. El silencio reinaban en ese lugar donde sea que me encontraba. Me sentía ajena a la realidad.
Me dolía la cabeza y cada parte de mi cuerpo. No sabía dónde estaba, ni tampoco lo que me había pasado. Sólo me acuerdo que la otra Zoey, que en ocasiones viene a torturarme, me había susurrado que faltaba poco. Decía: "Ella va a despertar, ella va a ganar". No sabía a quién se estaba refiriendo, sólo sé que al escuchar esas frases mi cuerpo entero tembló y caí en un sueño.
Ahora que estaba consciente decidí moverme. Levanté las manos y sentí que tenía cables en ellas. Me puse nerviosa y detecté que mi corazón iba a un ritmo vertiginoso. Así que intenté relajarme para que mis oídos se abrieran. Intenté detectar alguna mente, pero no había nadie conmigo.
Cuando mi ritmo cardiaco volvió a su lugar, por fin mis oídos dejaron de zumbar. Escuché un pitido agudo constante. Entonces supe dónde estaba, en una especie de hospital. Intenté recordar lo que había pasado. Unas imágenes rápidas pasaban por mi cabeza. El rostro de la sirena ocupó toda mi mente y cómo se sorprendió al mencionarle el nombre de Isaac.
De pronto recordé todo de la ciudad debajo del mar. Me incorporé de golpe y comencé a gritar: "¡Blanca!, ¡Zeth!
No sabía que les había pasado, sólo me acordaba que unos tiburones nos pisaban los talones. Yo estaba herida de muerte y la píldora que me permitía respirar debajo del agua se estaba perdiendo el efecto. No sabía cómo pero estaba viva. Zeth y la sirena habían conseguido sacarnos de allí con vida pero ¿y Blanca?
Levanté la mano donde estaba mi Sign y me toqué el cuello. Allí estaba una venda bastante grande. Lo noté nada más despertarme, dado que me molestaba e incluso me dificultaba respirar. Esa herida me lo hizo la camaleónica, me mordió con toda su ansia. Una parte de mi mente se preguntaba si se quedaría el hueco o mi cuerpo lo había regenerado. Me encogí de hombros y comencé a arrancarme los cables de mi cuerpo para levantarme.
—Eso no es buena idea—dijo una voz.
Me asusté y pegué un mini bote. No había detectado ninguna mente y pensaba que estaba sola. Pero resultaba que no y encima no reconocía la voz.
—¿Quién eres? —pregunté con dificultad.
Me di cuenta que mi voz era bastante ronca. Seguramente era debido por el mordisco en el cuello. Me habría afectado a las cuerdas vocales. Intenté localizar la posición de la persona que había hablado para adentrarme en su mente y en sus ojos. Pero no había nada, parecía que no existía ¿Estaba alucinando otra vez? ¿Era la otra Zoey que estaba jugando conmigo?
—Soy la que te ha hecho el agujero en el cuerpo—dijo lentamente y con una voz cantarina— en mi defensa digo que pensaba que eras de las malas. Pero me equivoqué, perdóname.
La voz de aquella chica era tan dulce que podría encantar hasta el más negro corazón. Lo extraño es que no podía percibir su mente, ni su ubicación. Me sentí bien, dado que con ésta extraña me sentía normal. Un ser humano sin dones y sin nada más allá de lo anormal.
—Eres ¿La camaleónica? —Pregunté en un susurro— ¿Cómo te llamas?
Mientras hacía las preguntas me erguí lentamente con la intención de levantarme. Me entró un leve mareo así que me quedé sentada esperando que se me pasase.
—Para vosotros los humanos sí, soy una camaleónica. Mi nombre me lo reservo, aún no confío plenamente en vosotros.
Me quedé con la frase de que no confiaba en nosotros. No insistí en su nombre, respetaría su decisión. Por otra parte tenía curiosidad del por qué se había quedado con nosotros.
—No soy una simple humana—dije defendiéndome— soy una Gift. Tengo dones...
—Esos que conmigo no te funcionan—dijo impidiéndome acabar la frase.
—¿Cómo sabes que no puedo usar mi don contigo?
Escuché como ella se movía de lugar y llegaba al otro extremo de la sala. Un ruido suave como cuando llenas una botella, empezó a sonar. Luego ella se acercó a mí, me cogió la mano sin cortarse ni un pelo, y me ofreció un vaso.
—Es agua, supongo que tendrás sed. Llevas tres días fuera de juego.
—Gracias —dije tomando un gran sorbo acabando con todo lo que había en el recipiente.
Ella rio suavemente y sonó como si fuese una leve melodía. Me acordaba de lo aterradora que fue para mí la sirena, pero ella parecía tan inocente y tan tierna ¿Seguro que se trata de la misma persona? Aún con ésta pregunta en mi mente, comprobé que el mareo se me había pasado, así que, me levanté de la cama.
—Eres tan cabezota cómo él—me dijo sin vacilar.
—¿Él?, ¿Quién es él? —se me escapó estas preguntas.
Pero mi mente se encargó de contestarlas. En mi cabeza apareció la imagen de la estatua de Isaac y me acordé de cómo la sirena actuaba enfrente a ella. Isaac y la camaleónica tenían un fuerte vínculo, pero ¿Cuál?
¿Aún no te has dado cuenta de quién es ella? —me preguntó la otra Zoey en mi mente — Ella tiene un fuerte vínculo contigo, ¿No lo sientes?
—Pero tanto él, como tú, me caéis bien— siguió la chica hablando.
Mi cabeza me daba vueltas y tanto como "la sirena" como la Zoey de dentro de mi mente, me estaban volviendo loca. Me llevé las manos a la frente intentando sacarla de dentro.
—oye ¿Estás bien? —me preguntó ella tocándome la espalda.
—¡Estoy harta de tanto misterio! —dije chillando y tirándola al suelo.
Me puse encima de ella y le inmovilicé las manos. Ella no se podía mover. Noté que no tenía cola, dado que daba patadas y escuchaba los golpes que proporcionaba al chocar sus bambas contra el suelo.
—Dime ¡¿quién eres y por qué no puedo usar mi Dones contigo?! —dije chillando lo más cerca que podía de su cara.
Ella volvió a reír con esa voz dulce y encantadora.
—Sí que os parecéis sí—dijo riendo más alto.
—¿A quién me parezco?
—A Isaac—dijo susurrando el nombre con admiración— él también tiene problemas por controlar su ira.
—¿Cómo conoces a Isaac?
—Él... él me salvó la vida. Me hizo darme cuenta de quién era en realidad. Se lo debo todo a él.
Su cambio de actitud de arrogancia a admiración me dejó descolocada. La solté suavemente y me senté en el suelo. Ella hizo lo mismo, o al menos escuché como se recolocaba.
—Dices su nombre como si él fuera algo más...
—Claro, él es un vampiro—dijo entre risas.
Supuse por ese comentario que ella sabía el don que posee Isaac, pero exactamente no sabe que Aini dominaba su mente y cuerpo pero ¿Cómo se han conocido? ¿Ha sido un paciente del hospital de mi amigo? ¿Le salvó de algún cáncer?
—Pero tú no eres un vampiro, ¿Qué habilidad tienes? —me preguntó directamente.
Intenté adentrarme en su cabeza una vez más, pero no pude. Indignada me senté con las piernas cruzadas y maldije una vez más el "don" que tenía. Casi nunca lo quería y por una vez que deseaba tenerlo no funcionaba ¿Qué me estaba pasando?
—En teoría leer mentes, pero creo que lo he perdido.
—No tranquila, no lo has perdido —dijo riendo y pasando su brazo por mis hombros. Ella actuaba como si me conociera de toda la vida— vosotros los Gifts ¿dijiste que os llamáis así? No podéis usarlo con nosotros los camaleónicos. No me preguntes porqué pero es así. Blanca, la otra chica, no podía usar su electricidad contra mí.
Ahora entendí todo. El por qué no podía usar mis "habilidades" debajo del agua ante la sirena. También por qué estábamos tan en desventaja ante la lucha con la camaleónica. Al recordar el acontecimiento, me vino a la mente que lo último que vi fue una luz y a alguien detrás de ella.
—¿Tú me salvaste de los tiburones? —pregunté atando cabos.
—Recibimos ayuda de una anciana. En verdad se le va un poco la chaveta* pero es buena persona. Dice que tiene magia y con ella nos salvó. Ya ves tú algo nuevo de que tenga poderes, no lo hemos visto en la vida.
Ambas nos reímos por el sarcasmo y comprendí que nos íbamos a llevar bien. No sabía qué relación tenía con Isaac, pero si ella creía en él, entonces era buena persona.
—¿Cómo se llama esa sabia?
—Kaliska—dijo una voz completamente distinta a la que había escuchado— Por fin te conozco Zoey, eres tal y cómo te imaginé.
Zeth
Admiraba el rostro de Zoey una vez más. A pesar de que estaba pálida, tan pálida que se acoplaba perfectamente con el color de sus ojos, blancos. Todavía mantenía la venda en el cuello, aunque ahora era más pequeño. Afortunadamente estaba viva, me sentí muerto cuando pensé que la había perdido. Un Gift sin su alma gemela, pierde la razón de su existencia. Pero ella estaba aquí, cautivándome tanto como la primera vez que la vi.
Ella, parecía que sabía lo que pensaba, dado que en una fracción de segundo me sonrió. No podía verme ni leerme la mente, pero siempre sabía cuándo la observaba. El Sign de mi cuello brillaba intensamente al notar que mi alma gemela estaba tan cerca. Eso pasaba a menudo, aunque a veces era un poco vergonzoso cuando no estabas a solas. Eso era exactamente lo que estaba pasando. Estábamos en la sala más grande de la organización. Allí se encontraba una mesa redonda enorme con ocho sillas alrededor. En las paredes se encontraba miles de cámaras. Eran para vigilar y otorgarle la "vista" a Zoey.
En cada silla se encontraba sentado una persona importante para la organización. Presidiendo la mesa estaba Abel, junto Abril a su izquierda y Zoey a la derecha. Seguidamente al lado de Zoey estaba su amiga Blanca y al lado de ésta se encontraba la camaleónica. Al otro extremo, al lado de Abril, estaba Kaliska con su semblante sereno. Luego me encontraba yo, justo en frente de Zoey. En mi lado derecho estaba la silla vacía que pertenecía a mi buen amigo Isaac. Al ver su ausencia me entristecí, echaba tanto de menos sus chistes de humor negro. Deseé con todas mis fuerzas, que aún quedase algo de él en su cuerpo que ahora gobernaba Aini.
—Os he reunido para preparar un plan. Algo para derrotar a Adón —dijo Abel lentamente— Como sabéis, ahora Aini y Adón están unidos. Aini es el Señor de la oscuridad. Eso quiere decir que los dos juntos pueden hacer que éste mundo se convierta en un verdadero infierno. La Sirena ha accedido a sumarse a nuestra causa, ella y su familia.
—Lo que sea para derrotar a Adón y para hacer volver a Isaac—dijo la camaleónica.
Blanca la fulminó con la mirada. La sirena no escondía su admiración, casi adoración por mi amigo Curasangre. Eso le hervía la sangre a Blanca ¿Habían sido novios éstos dos antes?
Isaac no me contaste nunca tu desliz con la sirena— pensé con humor.
—Está claro que tenemos que hacer algo. No paran de aparecer cuerpos mutilados, especies de Zombis... Adón tiene planeado algo gordo y lo malo que no tenemos ni idea —interrumpió Zoey ajena a las malas vibraciones que desprendía Blanca hacía la recién llegada— pero quiero saber qué tiene que ver Kaliska en todo esto.
—Y qué tiene que ver la camaleónica con Isaac—dijo Blanca con un tono que claramente demostraba que estaba celosa. La mencionada le sonrió con dulzura ¿Estaba disfrutando de la rabia de Blanca?
—Creo que va siendo hora de que os digamos la verdad—dijo Abril abriendo la boca por primera vez.
Me quede perplejo ante su reacción ¿Abril siempre había sabido algo más? ¿Qué me ha estado ocultando todos estos años?
—¿Qué quieres decir con contarnos la verdad? —pregunté casi sin poder vocalizar bien.
—Que no somos de éste mundo—dijo Kaliska con un tono de misterio.
La sala entera se quedó en silencio. Kaliska nos miró a cada uno por un tiempo. Cuando comprobó que tenía toda nuestra atención, comenzó a narrar.
—Hace algunos años atrás, había un reino donde reinaba la paz. Todo estaba en equilibrio, aunque no puedo negar que hubo una que otra guerra por algún territorio. Pero todo se solucionaba con pactos entre naciones.
—¿Cómo se llamaba el reino? —preguntó la camaleónica.
—Naélium—contestó la sabía.
La cara que se nos quedó a Zoey y a mí fue de auténtica sorpresa. No entendía nada ¿El sitio dónde viajábamos al juntar nuestros Signs era el lugar que mencionaba la mujer?
—Sí, es el mismo lugar—contestó Kaliska a mi pregunta mental.
Mi mente iba a cien por hora ¿Cómo ha sabido Kaliska mi pregunta sobre Naélium?
—Puedo leer tu mente Zeth— volvió a contestar la Sabia a mi pregunta mental —La tuya y las de todos en ésta mesa. Mi poder es más antiguo a cualquiera de los vuestros. Por eso soy más poderosa, casi igual que Aini.
—¿Cómo es posible que sea el mismo lugar ? —preguntó Zoey ignorando el hecho de que Kaliska poseía el mismo don que ella de leer mentes.
Todos de la mesa nos miraron a mi alma gemela y a mí. Era completamente normal, la mitad de la conversación ocurrió en nuestras mentes. Los demás iban perdidos.
—¿Podéis hablar claro? —preguntó Blanca harta de tanto misterio.
—Sí, perdonad —dijo Kaliska. Se aclaró la garganta y siguió con la narración— Voy a empezar por el principio. Naélium estaba separado por cuatro naciones. Cada uno tenía su cualidad, su función y su motivo de existencia.
Entonces levantó sus manos he hizo que apareciera en el centro de la mesa un mapa gigante que flotaba encima del mueble. Era como transparente dado que podía ver a Zoey y a los demás a través de él. En él se podía ver tres partes en la parte central, separados perfectamente. Arriba de los tres continentes aparecía una isla preciosa. Me quedé embobado admirando el mapa. Me imaginé por un momento que vivía en alguna parte de esas cuatro naciones y me di cuenta que me era familiar.
—En la parte izquierda, es decir en el Oeste, nos encontramos con el reino de Serkan. Los habitantes de esa nación se hacían llamar "Curasangres".
Blanca abrió la boca al escuchar la raza de su amado. Su piel se quedó pálida por un segundo, pero no dijo nada. Casi no podía ni parpadear.
—El significado de Serkan significa "de sangre noble". Los Curasangres se dedicaban a curar a las personas. Eran los médicos de todas las naciones. Su característica más significativa eran los colmillos y succionaban la sangre. Por éste medio era cómo curaban. Su país reinaban los volcanes, sus tierras eran desiertas y las temperaturas extremas. Por ese motivo los Curasangres no sienten ni frío ni calor, dado que su cuerpo está acostumbrado a vivir en climas excepcionales.
Noté a través del mapa como Zoey le daba la mano a su amiga. Claramente Blanca lo estaba pasando mal, sus lágrimas no dejaban de recorrerle su cara redondeada. Apreté los puños por debajo de la mesa intentando concentrarme en la historia que seguía contando la sabia.
—En el lado Este permanecía el reino de Samán. Los Samaelitas, así es como se llamaban las personas que vivían en dicha tierra, eran los ángeles de la muerte y los príncipes del aire. Se caracterizaban por ser personas oscuras y solitarias. Se encargaban de mantener a raya la oscuridad. Aunque dentro de ellos había un pequeño sector que deseaban conquistar todas las naciones. Sus dones eran de poseer a las personas y de dominar espíritus. Su líder absoluto se hacía y se hace llamar Aini.
Zoey, Blanca y yo nos levantamos al unísono de la silla, sorprendidos por escuchar el nombre de ese ser.
—Aini es quien ha dominado a Isaac—dijo Zoey.
—Él ha matado a mi alma gemela—dijo Blanca cabizbaja.
Se escuchó una leve sonrisa producida por la camaleónica. Todos nos giramos a verla. Ella con voz dulce y una sonrisa cegadora habló.
—Isaac tiene una gran fortaleza, lleva luchando contra Aini años—dijo completamente convencida—Él no le ha matado. El Curasangre se está dando un tiempo, todos sabemos que es un poco vago.
De pronto Blanca se levantó de golpe y le proporcionó un puñetazo en la cara a la chica. Ésta comenzó a reír a carcajadas mientras mi amiga no dejaba de pegarle. Zoey intentaba pararla, pero ella proporcionaba pequeñas descargas para que no la cogiera. Me levanté corriendo y le di una patada en el pecho a Blanca. Me puse en medio de las dos fieras.
—Contrólate—le dije— si no, vamos acabar todos electrocutados. Acuérdate de tu hermana.
Por la cara de ella supe que di en el blanco. Mi alma gemela consiguió cogerle por debajo de los brazos y comenzó acunarla. Zoey le susurraba cosas al oído y poco a poco se tranquilizó. Me giré de golpe dispuesto a pelearme con la Camaleónica. Ella por lo contrario se levantó lentamente, aún con una sonrisa en los labios, se limpió la sangre que le salía de la nariz.
—¡Tú! —dije señalándole— no sé qué relación tienes con Isaac pero Blanca está unida a él mucho más allá que tu adoración por mi amigo. Deja de hacer comentarios fuera de lugar. Da gracias que ella no puede usar su don contra ti, si no estarías frita.
—Lo siento — se le veía arrepentida pero no dejaba de sonreír. Ésta chica era un misterio.
—Si habéis dejado de jugar—siguió Abel— vamos a seguir con la historia de Kaliska o ¿no queréis saber más?
Volví a mi asiento no sin antes concienciarme de que todo había pasado. Miré a la sabia y asentí para que siguiera la historia.
—Samán se caracterizaba por tener una densa niebla y la tierra blanca. Los vientos eran muy fuertes y casi todo el día reinaba la oscuridad. En dicho nación habitaban dos tribus que convivían forzosamente. Los Lux eran los ángeles del aire, se encontraban rodeando la frontera. Su misión principal era controlar quién entraba y salía de la isla. Nada ni nadie pasaba sin su consentimiento. Mientras los que vivían en el interior de la isla, eran los Okotadis, ángeles de muerte. Se alimentaban de los corazones negros y de las almas vacías. Se decía que cuando un habitante de Naélium moría, si su vida había sido desdichada y mala acababan siendo alimento o esclavos de los Okotadis. Aunque sinceramente yo pienso que si acababan ahí, era porque había hecho un trato con Aini, el dueño de todo Samán.
—Ahora entiendo toda esa oscuridad que sentía en Aini—dijo Zoey— pero si Naélium era un reino antiguo ¿cómo ha llegado el Señor de la oscuridad a nosotros?
—Todo a su debido tiempo—contestó Abel con una voz tranquila—deja que acabe la historia y luego hacéis todas las preguntas.
—Gracias —dijo Kaliska al dueño de la organización — En el lado norte se encuentra el reino de Nebai. Los habitantes de dicho reino se denominaban los Camaleónicos.
Todos volvimos a observar a la recién llegada, la culpable del arrebato de Blanca. Ella sonrió al ver que habíamos captado su atención. No parecía sorprendida por el descubrimiento.
—Eran personas que se podían convertir en cualquier cosa que desearan—siguió diciendo Kaliska— Hay diferentes estadios: Los que se transforman en animales, en seres mitológicos, en otras personas y los que se transforman en objetos. Pero el más peculiar de todos e inusual es el que se puede transformar en todos los estadios. Los Camaleónicos se dedicaban a cuidar la natura. Se encargaban que el tiempo siguiera su curso y que no se estancase. Su tierra era abundante en hierba verde y lagunas hermosas. La mayoría de las zonas eran pantanosas pero llenas de vida.
—Me gusta el sitio—dijo la sirena— viviría allí sin dudarlo.
—Bueno tus antepasados vivieron allí—le contestó la sabia — por último en la zona central se encuentra el reino de Kiau. En aquél entonces los habitantes de allí se hacían llamar los Kiauntes, pero ahora sabemos que son los Gifts de la actualidad. Ellos se dedicaban a investigar las dudas de su existencia tales como: ¿De dónde venimos? Pero muy pocos tenían esos dones para investigar. Eran los científicos de la época. Sus dones eran desde ver el futuro, leer mentes, poder manipular los elementos de la naturaleza, como poder crear de la nada todo aquello que deseasen. Los dones eran variados pero con un único fin: Dar sabiduría y ayudar al prójimo. Aquellos Kiauntes que llevaban ese gen se les acusaban de brujas o brujos y eran asesinados.
Rápidamente me vino el mito del Rey Esmeralda y Charles. Ambos tenían dones, aunque Esmeralda fue quemada en la hoguera.
—¿Esmeralda y Charles fueron reales? —preguntó Zoey quitándomelo de la boca.
—Así es, ellos son vuestros antepasados.
—Pero sigo sin entender—dijo Blanca— ¿Por qué estamos aquí y no en Naélium? ¿Qué ha pasado?
—Como ya he dicho, los reinos estaban en equilibrio y en paz entre ellos. Pero por una traición todo se derrumbó. Las naciones se volvían contra las otras. Se hicieron dos bandos pronunciados: Los Camaleónicos y los Kiauntes contra los Samaelitas y los Curasangres.
—¿Por eso no puedo usar mi don contra la camaleónica? —preguntó Zoey haciendo alguna relación.
—Exactamente — dijo Kaliska— los Kiauntes y lo Camaleónicos hicieron un pacto. Serían aliados pero a cambio no se podrían atacar entre ellos para evitar una traición. Pero eso son detalles que ahora mismo no tienen importancia.
Paró un momento para coger aire. Nos miró uno a uno y siguió narrando.
—Hubo una guerra sanguinaria, hasta el punto de que el reino estaba llegando a su fin. Naélium no es sólo una tierra, es un ser vivo. El poder que tenemos, los dones que nos hacen especiales es gracias a que Naélium existe. Si el reino se destruye nuestro poder morirá. No podíamos permitir dicho fin, así que se hizo un plan. Apareció un héroe que consiguió hacer un hechizo. Era una profecía escrita desde hace miles de años, pero que le tocó a él llevar a cabo. Hizo que los habitantes pudieran viajar a otros mundos o viajar en el tiempo. Todos perderían sus dones y la conciencia. Vivirían como personas normales en un lugar donde no hubiera guerras. De ésta manera en un futuro cuando el reino de Naélium volviera a renovarse, los habitantes pudieran volver.
—y ¿Ese héroe está aquí? —preguntó Blanca.
—Por favor dime que no es Adón— dijo la camaleónica con fastidio.
Mencionó ese nombre con rabia y odio. Ésta chica sabía mucho más de lo que aparentaba. Eso me llenaba de curiosidad. Decidí hablar con ella en algún momento para sonsacarle información. Estaba dispuesto a saber todo de ella.
Kaliska se rió y eso me despistó de mis pensamientos. Mi atención volvió a la sabia mientras ella negaba con la cabeza.
—No, el precio que tuvo que pagar para enviarnos a otro mundo, fue su vida. Él no superó el hechizo.
—y ¿Qué ha cambiado? —preguntó Zoey— Que yo sepa hace siglos que existen aquí los Gifts. Es decir, has dicho que el hechizo era mandar a los habitantes de Naélium a otro mundo o tiempo pero a consecuencia no se acordarían ni tendrían dones...
—¿Por qué tenemos poderes? —acabó Blanca harta de tanto rodeo.
Zoey sonrió, no se molestó por el corte que le hizo su amiga. Por otra parte Abel se mostraba sospechosamente distante. Dejaba que Kaliska mandase e hiciese a su antojo. Eso era algo antinatural para él, dado que le gusta ser el centro de atención.
Por un momento mi mirada se cruzó con la suya. Sus ojos estaban llorosos y se le veían llenos de dolor. Había algo más que la Sabia no estaba contando, algo grave. Lo único que le importa a Abel es Zoey, eso quiere decir... Que Zoey está en peligro pero ¿Por qué? ¿Y de qué manera?
—Adón sabe nuestra procedencia desde siempre — siguió la mujer— su relación con Aini viene de años. Ha estado buscando la manera de hacer despertar los dones en éste mundo.
—¿Con qué fin? —preguntó la sirena.
—Si dominas el mundo donde la magia reina, puedes dominar cualquier cosa —concluyó Zoey con aire de misterio.
Nos quedamos mirando a mi alma gemela e intentando analizar su oración. Kaliska hizo desaparecer el mapa de encima de la mesa y se sentó sintiéndose por satisfecha. Para ella todo estaba aclarado y nada más lejos de la realidad. Había muchas dudas que resolver.
—¿Por qué Zoey y yo podemos ir a Naélium cuando juntamos los Signs? —pregunté desvelando nuestro más preciado secreto.
Ya no me importaba si mis sospechas eran ciertas, mi alma gemela corría peligro. Abel cada vez se mostraba más alicaído, como si cada palabra que se dijera fuera una puñalada. Miré a mi chica y ella cerró sus párpados. Estaba seguro que no se enfadaría por descubrir nuestros viajes. La situación actual con Adón era más peligroso que nuestra intimidad.
—Cualquier persona que haya encontrado a su alma gemela en éste mundo tiene la oportunidad de viajar a Naélium. Si no me equivoco Blanca e Isaac también pueden ir ¿Me equivoco? —le preguntó a Blanca directamente.
Me quedé sorprendido al escucharlo. Pensaba que éramos los únicos, ahora resultaba que no éramos tan especiales. No sabía si sentirme comprendido o defraudado. La nombrada bajó la mirada con gran tristeza y asintió con la cabeza.
—Por vuestra sangre corre la magia de Naélium, dado que pertenecéis a esa tierra. Estáis conectados, por eso ella os llama por medio de: sueños, alucinaciones, viajes a través de los tatuajes...
—¿Cómo va Adón a gobernar Naélium? ¿Qué sabe él que nosotros no sepamos? —preguntó Abril por primera vez. Se ve que no lo sabía todo.
De pronto el walkie-talkie de la tatuadora se escuchó la voz de un hombre. Ella se sorprendió por dicha información. En seguida que se apagó el cacharro, ella sacó un mando y encima de la mesa apareció una pantalla transparente que se asemejaba a una televisión.
—No os vais a creer esto—dijo Abril alarmada— mirar.
La pantalla se encendió y apareció los informativos. Se podía ver a dos presentadores bien vestidos, informando de las noticias más recientes. Nos quedamos todos en silencio escuchando cada palabra.
"Ha aparecido una nueva tendencia en los jóvenes. Pequeñas bandas donde se hacen llamar "Alfas". Con un extraño brazalete transparente llamado Dynami, les aparece un tatuaje y con ellos poderes. Dichos Alfas se ofrecen de voluntarios a los bomberos y a la policía nacional.
Se les consideran héroes, comparándoles con los superhéroes de los cómics, pero para otros dicen que son una amenazada dado que se pueden volver en contra de la sociedad pero ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Es cierto que tienen poderes? ¿De dónde ha salido el brazalete llamado Dynami?
Por el momento nadie ha reclamado su derecho de autor y los protagonistas no quieren soltar prenda. Para mientras las bandas de Alfas van creciendo a un ritmo vertiginoso. Todos los jóvenes quieren ser Alfas y sumarse a la causa. Por ahora no hay más noticias, seguiremos informando".
—No entiendo nada—dijo al fin Blanca— Los Alfas eran temidos por los humanos, eran los culpables de armar escándalos como la guerra que tuvimos en plena plaza Cataluña ¿Cuándo se han vuelto superhéroes?
—Esto no me gusta —susurró Zoey— Adón quiere hacer parecer a los Alfas buenos, que las personas crean en ellos pero ¿Con qué fin?
—Parecéis nuevos —soltó de golpe la sirena— Adón quiere que la humanidad crea en él para tener poder sobre ellos. Como una secta donde el líder es el que tiene la última palabra y es como Dios.
—Coincido contigo—le di la razón a la camaleónica— he estado muchos años con él y le encanta sentirse dueño y señor de todo. Pero vuelvo a la pregunta de Zoey ¿Con qué fin?
—Con el fin de crear un ejército—concluyó Kaliska y todos nos quedamos más extrañados que con el informativo que acabamos de ver.
Palabras con * del texto:
—Se le va la Chaveta: Una manera de decir que se le va la cabeza, que está loca.
Mapa de Naélium
—¿Quién es la Camaleónica?
—¿Qué relación tiene con Isaac?
—¿Qué vínculo tiene con Zoey?
—¿Qué sabe Abel y por qué se muestra tan alicaído?
—¿Qué está tramando Adón?
—¿Qué función tiene verdaderamente Del brazalete Dynami?
¡Todas las respuestas en los siguientes capítulos!
Y por último tengo curiosidad:
—¿Qué nación os gustaría pertenecer? ¿A los Curasangre, a los Gifts, a los Camaleónicos o a los Samaelitas?
A mí me gustaría ser Camaleónica, aunque un Gift depende del don sería maravilloso ¿Qué pensaís?
¡Hola mis queridos Gifts! Soy consciente que llevo mucho tiempo sin actualizar. Se me está haciendo muy complicado encontrar un momento para sentarme y escribir. Entre trabajos, navidades, vida personal y sobre todo la falta de inspiración ha hecho que me tome un respiro. Pero ahora he vuelto para intentar escribir más a menudo. Gracias por vuestra comprensión.
Otra cosa que os quería comentar. A partir de éste capítulo en los encabezados pondré un Booktrailer de algún libro que me ha gustado, tanto de Wattpad como publicados por editoriales. Así fomentamos la lectura.
¡HASTA LA PRÓXIMA! ¡NOS LEEREMOS PRONTO!
PD: Perdonad por el mapa, soy novata en hacer mapas de mundos fantásticos, así que perdonad mi poca habilidad. Lo he hecho con la mejor intención.
Video del encabezado
Book Trailer: Esclava — Noélia Fernández Lo encontrarás en Wattpad
https://www.wattpad.com/story/75286404-esclava-libro-en-edici%C3%B3n
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