Capítulo 25: Advertencias

Zoey

Me dirigía con la cabeza cabizbaja al despacho de Abril. No me podía sacar de la cabeza la imagen de Dalila y Zeth besándose. Él se había dejado besar, no la había rechazado. Además, delante de todo el mundo y con ello proclamaba a los cuatro vientos que entre ellos hay o hubo algo. Mientras tanto, nosotros, no podíamos ser libres para amarnos. Era incoherente. ¿Porqué existía esa norma de no enamorarse? ¿Por qué no podíamos ser libres de amar a quién quisiéramos? Yo sólo me sentía libre en nuestro mundo mágico, en Naélium.

Sin poder evitarlo empecé a compararme con Dalila. Ella parecía una modelo. Cualquier chico le encantaría estar con ella. Yo era ciega, con un cuerpo sin curvas, con mil heridas que se estaban curando psicológicamente ¿Qué podría ofrecerle yo? Y la última pregunta que se me formuló en la mente: ¿Por qué ella le podía besar en público y yo no?

Las normas prohibían relaciones amorosas entre Gifts y ella le había besado delante de Adón. No entendía nada. Llegado a este punto de mi monólogo interno, llegué al despacho de Abril. Suspiré hondo y entré. Abril pensaba cosas incoherentes, parecía muy preocupada. Dejé que sus pensamientos fueran personales y salí de su mente.

— Hola Zoey ¿Pasa algo? Se te ve desanimada.

— Hola Abril.He tenido mal día. Adón me ha dicho que viniese para que me modificaras el Sign.

— Sí, sí, te lo tengo que modificar para que puedas enviar información, siéntate.

Hice lo que me pidió. Habían pasado meses desde la última vez que me senté en ese lugar y Abril me explicó el mito del Rey y Esmeralda. Había vivido muchas cosas. Yo había cambiado bastante y lo más importante me había enamorado intensamente. Abril comenzó a modificarme el tatuaje. Decidí preguntar por Dalila. Quería saber algo de ella. Si era una ex de Zeth, como se incorporó... TODO. Me metí en sus ojos para sentirme más cómoda.

— Abril ¿Sabes quién es Dalila?

Se quedó paralizada, pero no hizo ninguna pregunta al respecto.

— Sí, sé quién es. Se incorporó de una manera distinta a la ODDSI. La encontramos en la carretera. Sufría de Amnesia y no se acordaba de quién era. Aun así se veía que era especial y la trajeron a la ODDSI.

— ¿Quién la trajo? — pregunté sabiendo ya la respuesta.

— Zeth la encontró cuando estaba en una misión.

Agaché la cabeza y solté la pregunta sin rodeos.

— ¿Son novios?

Ella paró de golpe. Pude ver a través de sus ojos que me miraba intentando saber hasta donde quería llegar.

— No se puede catalogar de novios dado que esta prohibido.

Esa respuesta me descolocó. No entendía nada, absolutamente nada.

— No entiendo ...

— A ver... Adón tiene una moralidad distinta. Bueno lo que hace, lo hace más a su beneficio que a beneficio de los demás. A veces los Gifts, como es normal dado que somos humanos, pasamos por malas rachas. Depresiones e incluso pensamos en dejar la ODDSI. Para evitar de que se vayan de la organización, Adón manda a "Lovers" a estar con estos Gifts.

— ¿Lovers? O sea ¿Amantes?

— Bueno, es alguien que está contigo y tiene la OBLIGACIÓN de hacer todo lo que quiera el Gift. Con esto los Gifts están contentos. Por eso cumplen con el trabajo y no cuestionan ninguna cosa que le mande Adón. El jefe está feliz, satisfecho y todos contentos.

Me quedé pensativa ante esta información poco a poco empecé a sentir náuseas y ganas de desaparecer ¿Cómo podían venderse los Gifts por solo tener una compañía?

— Pero — continuó Abril — hace bastantes meses que no la veo por aquí. Zeth llevaba tiempo sin llamarla.

— Zeth ¿La llamaba a menudo? — Pregunté cerrando los párpados lista para el golpe.

— Bastante. Zeth siempre ha sido un chico misterioso pero también muy atormentado por su pasado. Dalila le ayudaba a sobrellevar su situación. Pero como he dicho antes, llevo poco más de un año sin ver a Dalila.

Empezaron a caer las lágrimas por las mejillas. Intentaba no recordar las imágenes que había visto en la mente de Dalila. Aquellas que estaba con Zeth pero mi mente me traicionaba. Giré la cabeza para que Abril no me viera llorar.

— Zoey, no hay nada entre ellos. Hace tiempo que no los veo juntos. Además tú y Zeth estáis destinados a estar juntos.

Giré la cabeza a su dirección al escucharla, a sabiendas que me recorría dos lagrimones por la cara.

— Eso es imposible — dije con un hilillo de voz — por norma de la ODDSI no se pueden enamorar los Gifts.

Abril se rió y volvió a los asuntos del tatuaje.

— Las normas importan una mierda si tu destino está pintado en tu mano.

Me levantó el brazo para concretar más a lo que se refería.

— Lo sé, Zoey. Tu Sign es igual que el de Zeth. Estáis destinados a estar juntos. Da igual lo que pase, los problemas, las broncas, los malos entendidos, Adón. Lo que manda es tu Sign, no importa las veces que os quieran separar. Acabareis juntos.

Suspiré lentamente, intentando reprimir las lágrimas.

— Gracias Abril, necesitaba escuchar eso.

Le di un abrazo el cual ella no me rechazó.

— Tranquila, vuestro secreto está a salvo conmigo. Yo creo en el amor y no estoy de acuerdo con las normas que dictó Adón.

Me separé de ella y asentí lentamente. Estaba totalmente de acuerdo con ella. Algunas normas eran coherentes como por ejemplo no usar tu don contra otro Gift a no ser que sea entrenando. Pero la norma de no poderse enamorar era absurda porque nadie decide de quién se enamora. Suspiré hondo y me obligué a dejar aparcado el tema de Zeth y volví al trabajo.

— ¿Qué me has puesto en el tatuaje?

— Pues varias cosas: 1. Puedes descargarte información de otro ordenador o móvil a tu mente y 2 esta información la puedes enviar a la central de la ODDSI telepáticamente. Te he puesto la opción de que descargues los archivos manualmente, es decir que toques el ordenador con el Sign para que se transmita la información a tu mente. También puedes hacerlo directamente utilizando tu don con cierta distancia si lo prefieres.

— Guay — dije con sorpresa — ¿todo eso se puede hacer con un tatuaje?

— No exactamente, es el complemento junto con tus dones. Están en perfecto equilibrio. Uno no podría existir sin el otro.

Sonreí y con la otra mano me toqué el tatuaje. Sentí un pequeño relieve y una gran calidez.

— Gracias por todo Abril — le dije con una sonrisa refiriéndome no sólo al tatuaje si no a la charla anterior.

Ella me sonrió pero no pudo retenerla mucho tiempo. Me metí en su mente y sentí que estaba muy nerviosa.

— ¿Te encuentras bien, Abril?

— Necesito hablar contigo, Zoey. Es importante, pero no podemos hablar aquí.

Me quedé pensativa y sentí una oleada de preocupación. Asentí con la cabeza y me levanté del asiento. 

Acércate al sofá sin tocarlo y dame la mano. ¡Confía en mí!. 

Su mente chillaba para llamar mi atención. Hice lo que me pedía. Nos acercamos al sofá y nos dimos la mano.

Entonces sentí como si de repente hubiéramos entrado en un sitio nuevo. Los sonidos se habían esfumado. Todo parecía en calma, yo me sentía más calmada.

— ¿Qué está pasando? — pregunté sorprendida.

— Es mi otro don. Sé crear un campo de fuerza. Te lo explicaré más tarde. Escúchame, Zoey no tengo mucho tiempo. Esto lo estoy haciendo de espaldas a Adón. Me estoy jugando mi trabajo y mi familia por ti.

— ¿Por mí? Yo no soy nadie para que arriesgues tanto.

— Eres especial, Zoey. Tú cambiarás la ODDSI. Pero eso es secundario. Lo primordial que quiero decirte es que Adón quiere vengarse de ti.

— ¿De mí? ¿Qué le he hecho yo?

Lo que me faltaba. Con lo que me imponía este hombre para que ahora quisiera vengarse de mí. Pero ¿Por qué? Yo no le he hecho nada. Es más, ni lo conocía hasta que entré en la organización.

— Eso no lo sé — contestó Abril muy apenada— pero sé que quiere vengarse. Ha descubierto que Zeth es tu alma gemela. Hará cualquier cosa para separarte de él. Créeme que lo hará.

No contesté. Sabía que el jefe era capaz de todo. Pero me parecía excesivo que quisiera vengarse de mí sólo porque Zeth y yo estuviéramos juntos. Abril, al ver que no contestaba, me levantó la mano y la puso en la sien.

— Léeme la mente, te doy permiso. Así verás de lo que es capaz.

Asentí y cerré los párpados. Lo primero que vi en la mente de Abril, era un chico. Éste, le abrazaba y le daba besos. Mi amiga estaba feliz, lo amaba más de lo que su alma podía soportar.

De repente esta escena tan bonita despareció para sustituirla una horrible. Me encontraba sentada y atada. Notaba como una tela me tapaba la boca y una cuerda que me ataba las muñecas. Sentía un gran dolor en las manos, sospeché que tendría algún dedo roto.

Enfrente de mí, estaba el mismo chico de antes, atado como yo. Su cara estaba sangrando y sus facciones eran de auténtico terror.

Adón se situaba a su lado, sonriente y completamente elegante. Sus puños estaban ensangrentados y magullados. Él se los tocaba cariñosamente de una manera casi de adoración.

— Te dije Abril que no tenías que desobedecerme. Tengo poder para doblegarte y hacer que hagas mi voluntad. Tanto si quieres como si no. Ésta es mi última advertencia, la próxima lo mataré.

Noté como alguien me quitaba la tela de la boca.

— Adón, haré lo que me pidas pero déjalo libre. Él no tiene nada que ver con esto.

El jefe me miró con satisfacción y dio una orden con la cabeza a un guardia.

— Llévalo con Kylian. Él sabrá que hacer.

— ¿A dónde te lo llevas? — salió de mi boca de golpe.

— No lo mataré, tranquila, he dado mi palabra. Pero me aseguraré que no sea una distracción para ti.

Acto seguido me volvieron a poner la tela en la boca, mientras se llevaban al chico.

Salí de su mente jadeando. Aún sentía que no podía respirar por la tela. Abril dejó que me sentara en el sofá para recuperar aire.

— ¿Qué le hicieron? — pregunté todavía hiperventilando.

— No lo sé, no lo volví a ver. Sospecho que le borraron la mente y lo soltaron por ahí. Porque si estuviese en su sano juicio, él estaría moviendo cielo y tierra para encontrarme. Él siempre me encontraba. Era su don, podía encontrar cosas que nadie más podía.

Ella bajó la cabeza y se sumergió en los recuerdos del chico. De pronto las imágenes de la paliza de Adón volvieron a su mente. Ésta movió la cabeza para hacerla desaparecer.

— Ahora sabes de qué es capaz Adón. Ten cuidado, Zoey en la misión. Ponte alerta y avisa a Zeth por si a él también le hace algo.

— Lo haré, gracias Abril por la advertencia.

Mi amiga me soltó las manos y el campo de fuerza desapareció. Con su ayuda llegamos a la mesa donde me había modificado el Sign. Entonces oímos que llamaban a la puerta. Sin esperar que Abril diese permiso. Adón entró.

— ¿Estás lista, Zoey? — dijo lentamente.

Escuchar su voz, me hizo recordar a la escena del enamorado de Abril. Me estremecí y sentí como mi bello se ponía de punta.

— Sí, Abril ha hecho un buen trabajo — dije lo más tranquila que pude.

— Perfecto. Ve a la sala de armas. Te enviaré a tu Sign la ubicación de la misión.

— Perfecto — dije esperando que él me acompañase. No quería que se quedase con Abril. No me fiaba de él.

— ¿A qué esperas, Zoey? Yo me quedo aquí que tengo que hablar con Abril.

Me alerté. ¿Adón se había dado cuenta de que Abril sabía su venganza? Si era así ¿Qué le iba a hacer? Me quedé paralizada, mi cuerpo se negaba a moverse.

Vete, Zoey. Si te quedas, sospechará. No te preocupes por mí, sé cuidarme sola.

Los pensamientos de Abril me hicieron despertar. Así que di una vuelta sobre mis talones y me fui corriendo por la puerta, volviendo a mi oscuridad y dejando Abril a solas con Adón. Ya me sentía culpable por dejarla. Ella se había jugado todo por ayudarme ¿Merecía la pena?


¿Qué pasará en la misión?

¿Abril corre peligro?

¿Zoey tendrá tiempo de avisar a Zeth de las intenciones de Adón?

¡Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo!

Mis Gifts en esta semana subo ya la entrevista. Si queréis aún preguntar estáis a tiempo.

¡Nos leemos pronto!

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