Capítulo 24: Una misión arriesgada


Zoey

Durante el camino en autobús, Zeth me daba la mano y me besaba tiernamente.

— ¿Qué sabe mi madre de la ODDSI, Zeth? — dije en un susurro para evitar que nos escucharan.

— No lo sé, Zoey. Pero tu madre conoce la organización. Tenías que haberle visto su mirada cuando ha visto tu Sign. Era como si hubiera visto un fantasma.

Suspiré lentamente y puse mi cabeza entre mis manos.

— Nunca me había hablado así mi madre. Ese odio...

— No era hacia ti, Zoey. Yo creo que la ODDSI le ha hecho algo muy fuerte. Y sospecho ya quién le ha hecho algo así.

— Adón — dijimos los dos a la vez.

Zeth cogió mi mano y me beso los dedos uno por uno.

— No confío en él — dijo — y ahora menos si tu madre le conoce. Eso significa que ya sabía de tu existencia. Hay que tener cuidado. A partir de ahora, no te perderé de vista.

Puse mi cabeza en su pecho y sonreí.

— Ojalá pudiera decir lo mismo.

— Te amo así, Zoey. Tu oscuridad es una de tus características. No te cambiaría.

— Lo sé. Por eso te admiro.

Nos dimos un beso y dejamos por concluida la conversación. Aparté de mi mente el tema de mi madre. Ya más tarde me preocuparía de ella. Ahora lo importante era hacer la misión y que Adón no se diese cuenta de que ya no confiábamos en él.

Llegamos a la ODDSI en un tiempo récord. Zeth y yo nos dirigimos a la sala de espera de siempre. Teníamos que permanecer allí hasta que Adón se dignase a venir. Me hubiera gustado saber qué hacía mientras nosotros esperábamos en aquella sala ¿Nos observaba?, ¿Repasaba las misiones? ¿Eso sólo lo sabía él o en todo caso su secretario, ese tal Marc?

Después de un rato escuché las mentes de Blanca e Isaac. Ellos acaban de llegar y se había unido a los demás Gifts. Sora, Álan y Eloy estaban con ellos. Blanca e Isaac en público intentaban comportarse como amigos, pero en sus mentes podía leer que estaban desesperados por besarse. Zeth y yo nos sumamos al grupo de Gifts.

— Hola Blanca ¿Cómo estás? — pregunté con entusiasmo al sentirla tan feliz.

Ella me dio un abrazo enorme de bienvenida.

— Bien aquí nerviosa por saber cuál es la misión que tenemos que hacer hoy.

Me metí en los ojos de Blanca para tener mejor visibilidad. Era un alivio poder ver. Me estaba haciendo adicta a usar mis dones. Pude ver como Isaac se me acercaba lentamente con mucha precaución.

— Zoey, ¿Podemos hablar un momento?

— Claro — dije despacio.

Me puso el brazo en su hombro y me llevó a un sitio apartado. Se puso bastante nervioso.

— Quería... quería pedirte perdón por lo del otro día.

— Perdonado — dije sin dejarle acabar — no pasa nada, no podías controlarlo.

— Fui un imbécil por todo lo que te dije y... — me tocó el costado lentamente — por clavarte la daga.

— Está todo olvidado, de verdad. Cuando estamos perdidos somos capaces de hacer cosas que en pleno juicio no haríamos.

— Lo sé.

— ¿Ya estás más controlado? — pregunté con temor.

— Sí, bastante. Aunque eso no quita que a veces desee con todas mis fuerzas "morder" a personas.

— Ya, te atraen las personas que han vivido cosas traumáticas ¿no?

Isaac miró hacia abajo sintiendo mucha vergüenza a lo que estaba a punto de decirme.

— Blanca, me atrae mucho su... bueno la desgracia de lo de su hermana. Esa experiencia le produjo un daño irreparable. Me doy asco por gustarme algo tan dañino. Pero estoy enamorado de ella, Zoey. No sé si este amor nació de la atracción que siento por ella, por su sangre o porque el destino nos ha unido.

— Yo creo que es el destino. De todas formas sé que la cuidaras Isaac. La amas tanto como la deseas y eso te da equilibrio.

— Pero sigo sintiendo asco hacía mí mismo.

Posé mi brazo sobre su hombro, dándole fuerzas.

— Tú no elegiste esto, Isaac. Es el destino que lo elige por ti. Él decidió que tu don fuera ese... pero tú eres dueño de tus actos y tú puedes mandar en ellos.

— Siento mucho por lo de tu padre de verdad. A pesar de que me atraiga el mal ajeno eso no significa que sea un monstruo y disfrute ver sufrir a las personas que me importan. Sobre todo que le importan a Blanca.

— Lo sé... — le abracé intensamente — lo sé Isaac. Lo puedo ver y sentir en tu mente.

Escuché en su mente que mi proximidad le estaba afectando. El curasangre se estaba despertando. Me alejé de él lo suficiente.

— Lo siento — dije sincera — no estoy acostumbrada. No sé qué hacer para que te sientas bien.

— Tranquila Zoey. Es normal, ni yo sé tratarme. Pero soy yo quién tiene que controlarse,no tú.

Le besé en la mejilla, demostrando así mi confianza en él. Me lo agradeció telepáticamente. Di por concluida la conversación y nos reunimos con los demás. Empezamos hablar de cosas ordinarias de la vida: del instituto, de programas de televisión, de los libros que leíamos y de las películas inspiradas en ellas etc. Nos reímos todo el rato, yo disfrutaba con este momento. Nunca había tenido novio, ni unos buenos amigos y todo gracias a la ODDSI.

Pasamos unos diez minutos así hasta que de pronto se abrió la puerta. Pero no la puerta por donde siempre salía Adón, si no la puerta por donde entrábamos los Gifts. Por ella, apareció una chica hermosísima de piel café con leche, ojos de color del chocolate y de pelo moreno.

Le miraba a través de los ojos de Blanca, observando cada gesto suyo dado que nunca la había visto por aquí. Si la había visto me hubiera recordado seguro.

La chica se acercó con seguridad hacía nosotros. Concretamente hacia Zeth.

— Hola Zeth, cuanto tiempo sin verte— dijo con una voz terciopelada.

— Hola Dalila — dijo Zeth sin ganas y con ignorancia.

Ella, sin inmutarse a la reacción de Zeth se acercó y le plantó un beso en los labios. Zeth la apartó casi al instante y con rabia.

— Qué raro, tú nunca me habías rechazado — dijo Dalila.

— Estoy con una chica, déjame en paz.

— ¿Y qué? — preguntó con ironía — no hay compromiso Zeth. Sólo nos divertimos.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó cortante.

— Adón me llamó para hacer una misión. Zeth, antes te alegrabas de verme ¿qué te ha pasado? Seguro que Adón te da mucho trabajo y no tienes tiempo para descansar...

Vi con los ojos de Blanca que le guiñaba un ojo a Zeth de una forma sensual y dejando entender que algo había entre ellos. Me estaba enfadando por momentos, ¿Quién era esta y que rollo tenía con Zeth? , ¿Era su amante?

Ante mi curiosidad, me metí en su mente lentamente y no podía creer lo que estaba viendo. Veía a Zeth y a Dalila desnudos en una cama amándose de una manera... casi con dureza. Él le tiraba del pelo con mucha fuerza y ella le golpeaba en el pecho. Veía sus besos necesitados y urgentes, desesperados. Zeth estaba cambiado, lo que veía en sus ojos era lujuria y no era amor como me lo demostraba a mí.

Me quedé pálida, noté como mi alma caía al suelo y mi mundo feliz de hace apenas unos minutos se desvanecía. Blanca me cogió del hombro y se acercó a mi oído.

— Habla con él y que te explique quién es esa Zorra — dijo susurrando.

No pude contestarle, me había quedado muda. Ella seguía tonteando con Zeth. Él la ignoraba pero no le paraba los pies, ¿Qué estaba haciendo? Ante esta escena la puerta que siempre salía Adón, se abrió y por ella salió Marc su secretario.

— Isaac, Blanca, Zoey, Zeth y Dalila pasad al despacho de Adón. Sora, Álan y Eloy permaneced aquí. Más tarde os llamaré.

Pasamos. Blanca me cogía la mano, dándome así apoyo en silencio mientras que Dalila iba enganchada del brazo de Zeth.

Zeth

Entramos en la sala despacio, muy despacio. Parecía que íbamos por el corredor de la muerte y que en el despacho de Adón nos esperaba la silla eléctrica. Dalila me cogía del Brazo con ternura y me susurraba de manera insinuante al oído. Era consciente de que Zoey estaba detrás y tendría que pensar lo peor de mí.

Isaac me miraba sorprendido. Desde que él entró a la ODDSI nos habíamos hecho muy buenos amigos. Lo consideraba como mi hermano. Confiaba ciegamente en él y le había confesado que salía con Zoey. Por eso me miraba como diciéndome: "Hay algo que se te ha olvidado contarme".

Mientras tanto Dalila se acercaba más. Me decía una y otra vez que quería volver a verme. Sé a qué se refería. Deseaba pegarle un par de tortas y decirle a Zoey que Dalila no significa nada para mí. Pero desgraciadamente ahora estábamos delante de Marc y él no tenía que enterarse de la relación que mantenía con Zoey, dado que nos podían expulsar de la ODDSI. Así que tenía que hacer de tripas corazón y aguantar a la pesada de Dalila y rezar para que Zoey quisiera hablar conmigo después, cuando yo le quisiera dar una explicación.

Nos sentamos en la mesa enorme, donde nos esperaba el Jefe. Zoey se puso enfrente de mí, con la cabeza agachada con una timidez extrema. Seguro que estaba muy concentrada porque estaba viendo a través de los ojos de otra persona. Seguramente por los de Blanca.

— Bueno Gifts — interrumpió Adón mis pensamientos — os he llamado porque hay varias misiones. La primera es una misión de búsqueda. Ha desaparecido un chico joven por Barcelona. Supongo que pensareis qué relación tiene con nosotros... pues es un Gift consciente de su don y lo usa para estafar a las personas. Estafa a bancos y a empresarios. Se ha llevado ya miles de euros. Tenemos que encontrarle antes que la policía. De esta misión se encargarán Zeth y Dalila.

Mierda — pensé.

— Señor — levanté la mano para hablar — me gustaría pedir otra compañero — dije con seguridad.

Adón carraspeó decepcionado.

— ¿Qué compañero Solicita?

Ante la pregunta fui muy cuidadoso con la respuesta para evitar sospechas.

— Creo que lo ideal para la misión, sería alguien capaz de leer las mentes. La búsqueda sería mucho más fácil.

Miré de reojo a Zoey pero ella no se movió, ni siquiera pestañeó.

— A la señorita Zoey la tengo reservada para otra misión más acorde a sus cualidades. Además el don de Dalila te irá bien. Podrá convencer al Gift de que os siga sin problemas.

Refunfuñé secamente. Vi como poco a poco parecía una sonrisa triunfal en la cara de Adón. Rápidamente me di cuenta de que él lo hacía intencionadamente. ¿Conocía él, mi relación con Zoey?  ¿Cómo se había enterado?

— Sí señor — contesté más irritado que nunca.

— Seguimos con las misiones —siguió Adón — la segunda misión es de un doctor loco que se dedica a sacar grandes cantidades de sangre de sus víctimas para luego venderlas a los Curasangre. Para esta misión mando a Isaac y a Blanca.

— Vale, uno de mi misma calaña — dijo en forma de drama Isaac.

— Y la última misión y no por ello la menos importante: Hay un grupo que se hace llamar "Antidon" están investigando a los Gifts. No sabemos lo que saben ni exactamente lo que hacen. Ese es el motivo por lo que necesito que alguien entre y saque información del ordenador. Con la habilidad que tiene Zoey de introducirse dentro del sistema informático es la candidata ideal.

— Pero ¿va a ir sola? — preguntó Blanca quitándomelo de la boca.

— Sí, para esta misión se necesita discreción y habilidad para entrar en los ordenadores sin necesidad de tocarlos personalmente. Ella sola bastará para que esta misión tenga éxito. No hay necesidad de luchar cuerpo a cuerpo.

Me indigné bastante. Adón estaba planeando algo contra Zoey seguro, no me fiaba de él. Mientras meditaba en esto, intentando descifrar que narices tramaba, Dalila de pronto se abalanzó sobre mí. Me dio un beso inesperado. No podía rechazarle dado que Adón observaba y no podía sospechar que estaba con Zoey. Cerré los ojos y me dejé besar, aunque yo no le Correspondí. Mis labios serían sólo para Zoey. Ya no necesitaba otros labios donde refugiar mi dolor.

— Zeth y Dalila podéis dejar vuestros menesteres para otro momento usando, si queréis, la sala de siempre. — Adón me miró con cara de pícaro — pero ahora concentraos en vuestra misión. Marchad a preparaos con vuestro respectivo compañero. Zoey, ves al despacho de Abril. Te modificará el tatuaje para la misión.

Me levanté rápidamente y me fui para la sala de las armas. Me llevé a Dalila del brazo casi a rastras. Cuando llegamos cerré la puerta detrás de mí. Le miré con enfado.

— ¡¿Qué haces aquí?! Y quiero que me digas la verdad — dije lentamente dando importancia a cada palabra.

Dalila se acercó lentamente y comenzó a jugar con el cuello de mi camisa, insinuándose de manera evidente.

— He venido a buscarte. Hacía tiempo que no me llamabas, así que, si Mahoma no va la montaña....

— Lo nuestro terminó Dalila.

— Nos queremos Zeth, aún lo siento.

— No, no te equivoques. Lo nuestro era puro sexo, yo nunca te he amado ¡NUNCA!

Le miré directamente a los ojos. Me arrepentí de mis palabras no porque le estuviera mintiendo, sino por la dureza de ellas. Dalila fijó la vista en las armas y fue seleccionando aquellas que siempre usaba.

Observé su pelo negro como le caía por la espalda hasta llegar al trasero. Su figura no había cambiado nada y aún me sentía atraído por ella. Pero ahora era diferente. Ahora estaba enamorado. Ya no buscaba sólo atención por un rato. Buscaba a alguien con quién compartir toda la vida y esa era Zoey.

— De todas formas, me quedaré Zeth. Haré lo imposible para que vuelvas a ser él que eras.

Le miré desafiante.

— Pues tienes trabajo, porque no lo conseguirás.

Cogí las armas y salí rápidamente sin preocuparme si Dalila venía detrás de mí.


¿Quién es Dalila?

¿Por qué claramente Dalila no se esconde de Adón cuando besa a Zeth?

¿Que relación tiene Zeth con Dalila?

¿Quiénes son los Antidon?

Todas las respuestas están en el siguiente capítulo.

Recordad que aún está el apartado de las entrevistas. Podeís dejar las preguntas. Esta semana la subo!

PD: Añado personaje de reparto de Dalila!

Os quiero mis Gifts y Nos leemos pronto!

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