Capítulo 20: Conferencias de misiones
Zoey
Nos fuimos los tres a la sala de conferencias donde Adón nos había llamado. Allí, para nuestra sorpresa había más Gifts incluida Sora. Supuse que ya había acabado la misión y ahora le había llamado otra vez el jefe. Escuchaba los pensamientos de Sora. Estaba súper cansada y apenas notaba la presencia de los otro Gifts. Estos al vernos se acercaron a presentarse.
— Hola soy Eloy Ramos — Dijo con una voz suave y segura.
Nos dio la mano a los tres. Pude ver, gracias a Blanca, que Eloy era alto, rubio y unos ojos tremendamente negros, imponía bastante. Blanca pensó que si se lo encontraba por la noche se asustaría con ese rostro. Me reí disimuladamente, pero Eloy lo notó.
— ¿De qué se ríe? — preguntó — extrañado y un poco ofendido.
— Es que he leído la mente de Blanca y me ha hecho gracia su comentario— dije intentado no reírme.
No digas lo que he pensado, no me delates — pensó Blanca.
Le apreté la mano para hacerle entender que la había escuchado, aún así todavía se me escapaba la risa.
— Mmmm con que lees mentes... ¿Cómo te llamas? — preguntó Eloy.
— Zoey Vidal — contesté de pronto y sin pensar.
— ¿y tú que don tienes? — preguntó Blanca con curiosidad.
Ella me cogió de la mano y pensó que no quería que yo desvelara el don de él. Quería que fuese una sorpresa. Me molestó que ella pensara que yo confesaría el don de otra persona. Para mí es muy serio dar privacidad a la gente, a pesar de que mi don no lo respete tanto.
— Pues... — dejó las palabras en el aire.
Acto seguido desapareció delante de nuestras narices y apareció al lado de Sora que estaba al fondo y un poco apartada de nosotros. Esta ni se inmutó cuando lo vio aparecer. Entendí que ya se conocían. Ella seguro que le habría entrenado. Eloy volvió a desaparecer y apareció delante de nosotros.
— ¿Te desintegras? — preguntó Zeth con sarcasmo y siendo un poco borde.
— No, es más chulo que eso. Puedo hacerme invisible y a la vez transportarme a donde quiero en cuestión de segundos. Da igual la distancia.
Como Son Goku — pensó Blanca.
Otra ocurrencia divertida que me hizo gracia pero intenté no reírme. Seguidamente habló el segundo chico.
— Yo me llamo Alán Portugal y mi don es bastante guay.
Alán era de estatura pequeña parecida a mí. Su pelo era castaño y sus ojos marrones. Físicamente no destacaba tanto como los demás. Algo tendría especial pero no se veía. O eso supuse al recordar que casi todos los Gifts teníamos un aspecto llamativo.
De repente apareció un unicornio de color rosa enfrente nuestro. Eso hizo que prestara atención a la sala. Me quedé asombrada al ver ese inmenso y anormal ser vivo.
— Pero... ¿Cómo ha llegado hasta aquí? — preguntó Blanca.
Ella se aproximó al animal y lo acarició suavemente. No entendía nada, es decir ¿su don era aparecer unicornios de la nada?
— ¿Exactamente cuál es tu don? — pregunté totalmente confusa.
— Puedo representar un sueño y materializarlo. Por ejemplo ella... — señaló a mi amiga.
— Blanca — le aclaré.
— Eso, Blanca, uno de los sueños que tuvo a los 7 años fue tener un unicornio. ¿Por cierto como puedes ver?
— Otro de mis dones es ver a través de los ojos de los demás — dije sin prestarle mucho atención.
Alán seguía observándome. Yo, en cambio, estaba investigando los sueños de mi amiga. Ella estaba recordando el sueño que tuvo. Vi con gran ternura a una Blanca pequeñita, feliz al lado de un unicornio rosa. Ella subía a su lomo para cabalgar en un mundo de fantasía. De pronto vi como Blanca intentaba bloquear el recuerdo y solo pude sentir un inmenso dolor. De vuelta al mundo real Blanca admiró aún más al animal.
— ¿Me lo puedo quedar? — preguntó con un tono que le hacía parecer una niña.
— Desgraciadamente no dura demasiado — justo en ese momento el animal se desvaneció — estoy trabajando en ello. Sora me está ayudando.
— Entonces — interrumpió Zeth — ¿tu don es como Esmeralda, la del mito?
— No exactamente. Esmeralda podía hacer aparecer todo lo que quisiera, yo en cambio sólo si lo has soñado. Si nunca has soñado con un elefante heavy no lo puedo hacer aparecer. Pero no lo infravalores, este don es divertido. Sobre todo para pasar el rato es entretenido.
— ¿Puedes hacer aparecer sueños de cada uno? — preguntó Eloy
— Claro, así pasamos el tiempo hasta que venga Adón — dijo contento por sentirse útil.
Me adentré en la mente de Alán para así poder entender mejor su don. Él miró a Eloy, abrió su mente y de repente empezó a aparecer miles de imágenes en su cabeza. Eligió la que más le hacía gracia y con ese fin apareció de la nada, Elsa Pataky.
Todos se sobresaltaron al mismo tiempo y comenzaron a reírse dado que estaba en bikini y haciendo posturas provocativas.
— Esa es para ti Eloy — dijo Alán sonriéndole.
Este sin cortarse un pelo se acercó a la mujer, le rodeó con un brazo. Con el otro le tocó la mejilla y a continuación le dio un beso. La famosa no hacía nada, es más parecía una muñeca. Se quedaba inmóvil... yo creo que si se le metiera un dedo en el ojo no reaccionaría.
Seguí leyendo la mente de Alán, ahora buscaba a otra víctima. Empecé a ponerme nerviosa al notar que buscaba un sueño de Zeth. Tenía mucha curiosidad de saber que sueños había tenido. Observé con atención las imágenes que veía en la cabeza de Alán. Me inundó una tristeza al ver a su difunta esposa y a su hijo. Podía percibir el dolor tan grande que tenía Zeth por haber perdido a su familia.
De repente apareció un niño moreno con los ojos marrones. Mi novio se estremeció al verlo y se acercó poco a poco. Cuando lo tenía muy cerca lo abrazó profundamente. Era conmovedor ver como un padre volvía a ver a su hijo. Desvié mi atención para dejarle un poco de intimidad pero de poco sirvió porque al poco tiempo desapareció junto a Elsa Pataky.
— Gracias — susurró Zeth a Álan. Se le notaba sincero pero a la vez dolido.
— He sentido que necesitabas verlo una vez más — dijo este con una sonrisa.
Supe que estos dos iban a ser buenos amigos.
— ¿Quién era ese niño? Y ¿por qué Zeth le ha abrazado? — preguntó Blanca.
— Ya te lo explicaré en otra ocasión. No es el momento. Es un asunto delicado — le dije susurrándole al oído.
Ella asintió.
Alán volvió a la carga y me temía que me tocaba a mí. Le supliqué mentalmente que no lo hiciera, aunque sabía que no iba a servir de mucho. Él no tenía mi don así que no podía leerme la mente. El buscó en mis sueños y sólo vio a Zeth. Bueno el sueño que mil veces soñé. Las imágenes se repetían: veía sus ojos tan peculiares, su pelo, su boca... y con el tiempo el sueño se modificó y soñaba que íbamos de la mano por la calle, que le besaba, que íbamos al cine...etc
— Pero que co... — consiguió soltar Alán con un tono de sorpresa.
— ¿Qué sucede? — preguntó Eloy alertado.
Vi a través de los ojos de Blanca de que Alán me miraba, con la boca abierta. Con una gran decepción y preocupación en sus ojos.
Olvídate de él — pensaba — lo único que harás es sufrir. Adón se encargará de eso, tarde o temprano se enterará. Si no quieres sufrir asegúrate por todos los medios que Adón piense que no te importa Zeth. Porque, por lo contrario, no dudará en amargarte la existencia.
Pude sentir mucho dolor en Álan. ¿Qué le había pasado?, ¿Adón le había separado de su alma gemela? Parecía que lo decía porque él mismo lo había experimentado. El jefe le había hecho mucho daño sin duda. La cuestión es ¿Qué le había hecho?
A consecuencia, como si Adón hubiera escuchado el pensamiento de Alán, apareció detrás de una puerta enorme. Su presencia hizo que todo sintiéramos como una descarga en el ambiente. Él siempre transmitía algo raro a las personas. Como si él fuera un jefe, importante, elevado, perfecto y autoritario. Su presencia me ponía nerviosa y sentía escalofríos por todo el cuerpo.
— Gifts por favor seguidme a la sala continua — dijo autoritario y evitando mirarnos.
Todos en un silencio sepulcral nos acercamos al salón. Al entrar, los ojos de Blanca admiraron la sala que era enorme, con una mesa redonda del tamaño de un apartamento por lo menos. Alrededor había una pantalla de ordenador que cubría toda la sala. Nos sentamos Blanca, Zeth y yo al bando derecho de Adón. Sora, Alán y Eloy a su izquierda, el jefe presidía la mesa.
Estaba súper nerviosa era la primera misión que iba hacer después de 2 meses de un entrenamiento exhausto. ¿Estaría preparada?
Zeth
— Empezamos la reunión — dijo Adón seriamente y con una chispa de misterio — hay dos misiones.
Miré a Zoey de reojo, estaba claramente nerviosa. Por debajo de la mesa le di la mano para tranquilizarla.
— La primera: últimamente por las noches en la plaza España hacen un botellón los jóvenes...
— ¿A sí? Dime la hora para apuntarme que hoy hay ganas de fiesta — dijo Eloy en forma de broma.
Adón se le quedó mirando con cara de odio. Eloy al verlo automáticamente se calló y se hundió en su asiento pues Adón estaba intimidándolo demasiado. Si por él fuera hubiera usado su don para desparecer de la sala, seguro.
— Sigo con la explicación. La cuestión es que no es sólo un botellón. Hay un grupo de Gifts que aprovechan ese momento para usar sus dones y hacer daño. Para ellos es una competición ver a cuantos pueden dañar y de qué forma hacerlo. Las víctimas, al estar ebrias, no se acuerdan. Pero esta noche ha muerto un chico. Según la policía en circunstancias sospechosas. Vosotros os preguntareis ¿que es lo que quieres que hagamos? Pues primero que impidáis más muertes y que traigáis a esos Gifts a mi presencia. De esta misión se encargaran Sora, Alán y Eloy, los tres hacéis una buena combinación dado que sois expertos en la lucha. Eloy me interesa que vaya por si se desmadra la cosa, puede transportar a los tres a la ODDSI.
— Sí señor — dijeron los tres a la vez.
Observé a Sora, estaba absolutamente ida, pensando en alguna otra cosa, ¿qué le pasaba? Ella siempre era muy profesional, no dejaba que ningún problema le afectase. Me moría de ganas de preguntar a Zoey sobre qué estaba pensando Sora. Guardé mi curiosidad en un cajón con la intención de preguntárselo más tarde.
— La segunda misión — prosiguió Adón — es en el Prat.
Acto seguido nos miró a los tres, dado que Zoey, Blanca y yo vivíamos allí.
— Ayer se inició una feria "La fira del gall de Potablava". Es la feria de los gallos de la raza autóctona.
— Sí es verdad — dijo Blanca — está en un parking enorme, que es gratis.
— El caso—siguió Adón — hay personas que afirman haber visto a un chico mordiendo a personas.
Me puse tenso, ese don era el más complicado de controlar y de razonar con la persona afectada. La situación se nos tornaba bastante difícil.
— Quiero que vayáis los tres y confirméis si es verdad o no. Recordad que el don de curar enfermedades por medio de beber sangre es muy complicado de controlar. El chico no se controlará. No uséis la razón, usar la fuerza bruta. Si él acepta entrar en la ODDSI será un gran reto para disciplinar.
— No es la primera vez que entreno a un Curasangre, podré con él — dijo Sora despertándose de su ensueño.
— Perfecto — dijo Adón — Debajo de la mesa tenéis todo lo que necesitáis para vuestras respectivas misiones, cogerlas y os podéis marchar para prepararos.
Tanteé por debajo de la mesa, encontré un móvil extraño muy fino con forma de parche. Su funcionamiento, según la inscripción que llevaba, señalaba que debía ponerse en el Sign. Despegué la pegatina y me lo pegué en el cuello. De repente me vino a la mente: los planos de la feria, donde se había visto el chico, las declaraciones de los testigos, todo.
Volví a buscar algo más y encontré una pistola pequeña pero muy potente (lo sabía por experiencia) y una daga especial que llevaba grabada en la empuñadura, mi símbolo de Sign. Me acerqué a Zoey para ayudarla a coger todos los utensilios, que eran iguales a los míos.
— No, espera Zoey — dijo Adón — a ti te doy este móvil, es especial dado que lo han creado exclusivamente para ti. Te lo metes en el bolsillo y con tu don puedes introducirte dentro de su sistema. Una de las cosas que no tiene del resto de los móviles es que tiene una red Wifi que te facilitará meterte en los dispositivos de los demás sin ningún impedimento.
— Gracias Adón — dijo Zoey un poco tensa.
Observé a mi novia. Algo le pasaba con el jefe, habíamos hablado muy poco sobre él. Tenía la sensación de que le tenía miedo pero no entendía el porque dado que no le había hecho nada. Yo le odiaba por lo que hizo a mi familia pero a Zoey no le ha había hecho ningún daño.
— ¿Nos vamos? — me preguntó Zoey.
— Claro — contesté.
Le ofrecí mi brazo, ante el contacto vi su presente. El terror que sentía porque temía no estar a la altura o que alguno de los tres saliera herido. Blanca le cogió el otro brazo y juntos dejamos atrás la sala de conferencias.
En el despacho de Adón
Adón volvió a su asiento, miraba con atención la marcha de Zeth, Zoey y Blanca. Él pensó que algo raro había entre Zoey y Zeth, los vigilaría de cerca. Nadie se saltaba las normas de la ODDSI. Él se ocupaba personalmente de ese asunto. Y ellos no serían la excepción.
— Perdone, ¿Adón?
Preguntó un siervo de Adón, más que siervo era su esclavo.
— ¿sí? Que quieres Marc.
— Hemos verificado la información de Zoey Vidal. Tienes razón, es ella ¿quieres que la eliminemos?
— No, tengo otros planes en mente. Además yo creo en el refrán que dice: "la venganza se sirve en un plato frío".
Rompió a carcajadas, mientras Marc se retiraba confuso y con miedo. Sabía perfectamente de qué era capaz Adón.
¿Cómo será la misión?
¿Saldrá con éxito?
¿Quién será el Curasangre?
¿Qué le pasa Adón con Zoey?
Todas las respuesta en el siguiente capítulo!!! Gracias mis Gifts por seguir la historia y hacerme sentir querida y valorada. Espero que sigáis disfrutando del libro!!!! Entramos en el centro de la historia!
Nos leemos pronto!
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