Zoey

Caminaba despacio analizando todo lo sucedido con Adón. Ya era miembro de la ODDSI, pero no se porque me sentía mal, como si hubiera cometido un error.

Zeth me cogía de la mano y me llevaba con ternura por los túneles de la organización. Tenía algo en el pecho que me impedía disfrutar del momento. Me di cuenta que me precipité en aceptar la preposición de Adón.

— No pienses tanto Zoey— dijo Zeth con ternura—hay muchas maneras de burlar las normas. Sólo hay que buscar por donde cojean.

— Pero según las normas: los Gifts entre ellos no se pueden enamorar.

Zeth se paró de pronto. Noté como se aproximaba a mi cara. Podía oler su perfume.

— Ningún papel me impedirá amarte Zoey. Si pasa lo que veo que pasará, no dudaré en pelear por ti, aunque sea en contra de "mi familia".

— Y.. ¿Qué tiene que pasar?

Empecé a respirar rápido, instintivamente nos habíamos acercado y casi nuestros labios se rozaban. Sentía su aliento en mi boca, esta la tenía entreabierta deseando que entrara su aire.

Zeth fue el primero en reaccionar, me bajó la cabeza y me besó en la frente.

— Zoey no te besaré hasta que me pidas que lo haga. Te dije que esperaría a que estuvieras lista.

Me mordí las uñas para controlar mis impulsos. Intenté desviar la atención.

— No has contestado a mi pregunta — dije en forma de reproche.

— ¿Es difícil distraerte no Zoey?  vale pregunta a Abril Aguilera por el mito de los tatuajes y lo interpretarás.

— ¿Quién es Abril?

— Es la tatuadora, la ÚNICA tatuadora.

— ¿Por qué es la única? — pregunté intrigada — cualquiera puede hacer un tatuaje ¿no?

— Es su don —dijo Zeth muy serio —su don es saber que tatuaje le pertenece a quién y a consecuencia su destino. Los tatus no sólo nos protegen nuestra identidad, además, deciden nuestro destino. Lo que somos, lo que seremos y lo que haremos.

Zeth me cogió la mano y se la puso en el hombro. Me disgustó que no fuéramos de la mano como antes, pero después de entender y saber las normas no rechisté. Siguió andando, maldije el hecho de no poder ver. Seguro que todo el edificio tenía que ser bonito, resplandeciente dado que estaba subterráneo debajo de las Arenas. Supuse que su diseño sería igual como lo que se ve arriba. Distraje estos pensamientos y volvió mi curiosidad.

— ¿Abril elije el sitio donde tiene que estar el tatuaje o lo eliges tu?

Me vino a la mente la imagen del tatuaje de Zeth que estaba situado en el cuello. Si lo hubiera elegido él sería en otro sitio, seguro.

— No. Es ella quien lo elige dado que tendrá su función y algunas habilidades. Zoey sé que ahora no entiendes nada, ten paciencia y cuando tengas uno, lo sabrás. Vamos de camino.

Me quedé pálida, mi cuerpo empezó a temblar, sentí como mis piernas flaqueaban y deseaban tumbarse en el suelo y no andar.

— ¿Zoey estás bien?

— No — dije con un hilillo de voz — tengo miedo a las agujas.

A Zeth se le escapó una carcajada, eso me enfadó bastante.

— Me alegro divertirte, aunque podrías pensar un poco en mí ¿no?

— Lo siento, perdona — dijo Zeth intentando contener la risa — Toma.

Me cogió la mano y me puso una cosita pequeña en la palma. Puse cara de extrañada.

— Es una pastilla para la ansiedad, a muchos le pasan. Te pones la pastilla debajo de la lengua y ya esta.

Hice lo que me aconsejó y acto seguido escuché como Zeth abría una puerta, pero no era una puerta normal, sonaba como si fuera enorme. Rápidamente escuché una mente.

Esta tarde tengo que hacer muchos tatuajes. Últimamente Adón trae varios Gifts, es un poco raro.

Zeth carraspeó, los pensamientos de Abril se diluyeron. Acto seguido se sintió culpable por pensar mal de Adón. Ella veía algo raro en él, en eso coincidíamos las dos. Me metí en los ojos de ella, aliviada por poder ver e huir de mi oscuridad.

Me fijé en la sala enorme que estábamos. Estaba llena de máquinas, pinturas, ordenadores... sería un paraíso para una artista.

Lo siguiente que vi fue a Zeth, con la figura difuminada como siempre, pero ahora podía llegar a ver su vestimenta. Eso era algo nuevo nunca lo había hecho, supongo que mi don se iba amoldando a él. De todas formas poder ver su vestimenta era muy agradable. Iba vestido con unos tejanos que le quedaban de miedo y una camisa azul que imaginé que le hacía juego con su ojo derecho, que era del mismo color. Era un completo Adonis.

Seguidamente me vi a mí que estaba a su lado con gafas de sol y con el bastón. Tenía la cabeza cabizbaja mi cuerpo temblaba inconscientemente.

Cada día Zeth está más bueno — pensó Abril — lástima que nuestro Sign no coincida.

Me extrañé ante esa palabra que no había escuchado nunca, me lo apunté mentalmente para preguntarle a Zeth.

— Hola Abril — comenzó a hablar Zeth con un tono de ternura — te traigo a Zoey, una nueva incorporación a la ODDSI.

Abril se levantó de su asiento, caminó hasta nuestra posición a paso lento. Cuando llegó me miró.

Ella tiene algo muy especial ¡Ya siento ganas de hacer su tatuaje para averiguar su destino! — pensó Abril.

— Hola preciosa. Bienvenida a mi cueva — rió a carcajadas — si alguna vez necesitas información relacionado con informática y tatuajes: yo soy tu mujer.

Seguidamente me dio un abrazo enorme. Olía a vainilla. Automáticamente me empezó a caer bien. Ella resplandecía simpatía.

—Hola Abril encantada de conocerte — dije — estoy un poco nerviosa... me dan pánico las agujas.

— No pasa nada, ni lo notarás.

Me cogió del brazo, me llevó a la camilla para hacerme el tatuaje. Con precaución me sentó y me puso una almohada en la cabeza. Se quedó observándome.

— Zeth, te tengo mucho aprecio pero ya sabes mis normas: Tres son multitud.

— Lo sé Abril. Trátala bien ¿eh?

No Zeth no te vayas — pensé— Necesito apoyo moral.

Escuché como se cerraba la enorme puerta. Abril seguía observándome, sus pensamientos iban a mil por hora. Venían imágenes de mi pasado y borrosas de mi futuro. Después analizó cada parte de mi cuerpo. Su mente parecía la de un robot tan rápida como ilegible. Terminó de observarme de mirarme y acto seguido sonrió.

— Vaya, si que eres especial... — susurró Abril.

Puse cara de no entender nada. Abril comenzó a preparar la tinta.

— Tendrías que verte la cara Zoey, tranquilízate.

Me vino a la mente la conversación que había tenido hace unos minutos con Zeth.

— Zeth me dijo que te preguntara por el mito de los tatuajes.

Abril me cogió la mano izquierda, me puso alcohol. Acto seguido aparté la mano.

— Tranquila Zoey, no duele tanto como parece.

— Pero, ¿tiene que ser en la mano?

— Es tu destino Zoey. Confía en mí, es mi trabajo.

Suspiré profundamente y deslicé la mano poco a poco. Me puso la palma hacia arriba y empezó a tatuar. Tenía razón no dolía mucho la verdad. Notaba como pequeños calambres.

— Cuéntame lo del mito, me ayudará a distraerme.

— Claro — dijo despacio — pero es bastante largo.

— Tengo tiempo — dije con una sonrisa.

— Vale... pues empiezo. Se dice que los Gifts antiguamente nos escondíamos dado que nuestro aspecto era tan... llamativo. Pero los que pasaban desapercibidos físicamente podían vivir sin problemas. Este era el caso de un rey llamado Charles Turner, amado por su pueblo. Este guardaba un gran secreto: tenía un don. El don de que si miraba a alguien podía saber si lo que decía era verdad o mentira. En aquella época estaba de moda acusar a todo el mundo de brujería. Sobre todo cuando alguien te molestaba o te debía dinero le acusabas de brujo y te resolvía el problema. No sabes la cantidad de personas inocentes que murieron por culpa de un vecino enfadado.

Paró de narrar la historia, se rió de alguna broma personal suya. Alargó la mano y cambió la pintura. Estaba en sus ojos para ver los instrumentos que utilizaba para hacerme el tatuaje. Aunque cuando miraba mi mano yo salía de su visión. Me daba angustia verlo. Igualmente me moría de ganas de seguir escuchando la historia. Empecé a mover los pies por impaciencia. Abril al verlo suspiró y siguió narrando.

— Había una chica de descendencia gitana que se ganaba la vida con su don. Podía con solo su imaginación crear todo lo que quisiese: rosas, animales,ropas... pero era una chica humilde y no usaba su don para su beneficio. Trabajaba a escondidas y para un público peculiar, dando espectáculos para alimentar a su familia y poder vivir mejor.

— ¿Pero no podía imaginar lo que quisiera? Podría desear dinero, comida y su familia nunca pasaría penurias.

— Como ya he dicho, ella era humilde. Quería ganarse la vida haciendo las cosas bien, por lo difícil y no atajar por el camino más fácil. Un día una amiga suya al ver que ganaba bastante dinero, más que ella, la envidia le cegó y la acusó de bruja. Todo el pueblo se llevó a la gitana delante del Rey Charles. Éste le preguntó si era bruja, ella le contestó que no, que lo que hacía ella era por un don que tenía. Charles usó su don y supo que decía la verdad, rápidamente se enamoró de la gitana. Él declaró que no había ninguna prueba de que era una bruja y no la acusaría si no lo viera con sus propios ojos. Su pueblo creyó al monarca ya que era un rey que cumplía su palabra y era muy querido. Turner y Esmeralda, que así se llamaba la chica gitana, empezaron una relación a escondidas. Su amor era completamente irracional, morían el uno por el otro.

Paró de nuevo de narrar y me puso una crema desinfectante para curarme el tatuaje.

— Un día, en una fiesta del reino en medio de la plaza de la ciudad, el rey estaba viendo un baile que el pueblo le había dedicado. Esmeralda bailaba junto al pueblo. Ese día un traidor del rey quería darle muerte. Le disparó una flecha, pero Esmeralda al ver el arquero, creó de la nada un arco y una flecha. Disparó al traidor de muerte. El pueblo entero se quedó atónito ante el ataque, pero rápidamente empezaron acusar a Esmeralda de bruja. El rey apenado, se dirigió a ella con lágrimas en los ojos. El pueblo apretaba al rey para que la enviara a la hoguera, recordando la promesa que había hecho. Esmeralda aceptó su destino, no sin antes crear un "Sign" al rey y a ella. Es decir, los tatuajes, para que pasase lo que pasase siempre estuviesen juntos.

Suspiré, esta historia me estaba afectando demasiado. No entendía la similitud de esta historia con Zeth y yo.

— Comentan — siguió narrando Abril — que sus tatuajes eran iguales. Al ser iguales se dice que incluso muerta, Esmeralda se podía comunicar con Charles y nunca estuvo solo.

— ¿Cómo? — interrumpí bruscamente — ¿Cómo se comunicaban?

Abril se encogió de hombros.

— Ni idea, eso no se sabe, pero igualmente es muy difícil que los Signs coincidan. Sólo pasa 1 de cada 10 veces.

— ¿Lo has visto alguna vez? — dije intrigada —.

Ella sonrió, se le veía un poco traviesa.

— Sí, dos veces. La leyenda dice que las personas que poseen los Signs iguales, son almas gemelas. Su amor está unido, nada ni nadie puede separar la pareja. El destino siempre acabará juntándolos. Vivos o muertos.

Me quedé perpleja, poniéndome en orden mis pensamientos y preparándome para la siguiente pregunta, pero antes de que pudiera preguntar Abril habló.

— Ahora estate quieta. Te voy a pinchar el cuello para hacerte inmortal esto si que duele no te voy a mentir.

Acto seguido noté un dolor intenso en el cuello y caí en un amargo sueño.

¿ Qué tiene que ver la historia del Rey Charles y Esmeralda?

Si quereís saber más de estos dos personajes podeis leer un mini relato que escribí para un concurso se llama : "El último aliento". Narra la ejecución de Esmeralda. Está en mis obras :D os la recomiendo. https://www.wattpad.com/story/76018786-el-%C3%BAltimo-aliento-tecriticsawards 

¿Tendrán Zeth y Zoey los mismos Signs?

¿Qué esta organizando Adón para reclutar tantos Gifts?

Todo esto y mucho más lo veremos el próximo Capitulo!!

Mis Gifts!! Si os gusta, comentad, votad y añadir a la Biblioteca!!!

PD: La foto del principio es Esmeralda

Nos leemos pronto!