Capítulo 13: El mito de Eros e Psique
Zoey
Después del día 5 de octubre, el día que me confesé a Zeth, todo fue cambiando. Dejé de ser una chica diferente en un ambiente desconocido a ser una cómplice y ser la que verdaderamente sabía la realidad. Existen muchas personas como yo con dones que no le hacen ser bichos raros, si no personas especiales. Todo, de repente, cobró sentido. Por primera vez mi vida tenía un fin, una meta, un porque.
Zeth decía que la mayoría de las misiones que ordenaba la ODDSI era para reclutar a nuevos "Gifts", personas con dones (así lo llamaban ellos). Con el fin de poderle dar una nueva vida en un mundo donde no tenían que esconderse.
Poco a poco Zeth me informaba de datos curiosos. Yo me sentaba en el sofá de su casa, con un bol de palomitas a escucharle como si estuviera en un cine. Todo lo que decía me fascinaba, ansiaba saber más y más.
Llegó el día en que Zeth me llevaría a la organización. Lo malo que iríamos por la tarde y me quedaba una mañana entera de clases en el instituto que en aquel momento era un sin sentido. Después de descubrir una organización de personas con dones, era como irreal volver al instituto y además, para más énfasis, tocaba un examen de griego.
Suspiré de resignación mientras caminaba hacía la clase. Ya me sabía de memoria donde se ubicaban cada clase así que no hacía falta que usara mi don para "ver".
Llegué al aula y me senté en mi habitual asiento. Noté que algo había cambiado. Tenté a mi derecha. Toqué una mesa. Seguí palpando ala izquierda, más abajo y toqué otra mesa. Que raro yo me sentaba al lado de la pared. En ese momento escuché los pensamientos de Blanca, andando por el pasillo, pero sus pensamientos eran tan altos que lo podría escuchar desde el patio.
Increíble, es mi mejor amiga y no me ha contado nada. Ahora le cantaré las cuarenta — pensaba Blanca.
Agaché la cabeza intentando prepararme a lo que se me venía encima. Rápidamente me sumergí en sus ojos y vi que estaba casi llegando a la puerta. Instintivamente toqué a mi derecha y noté que había una persona. Salté del susto.
— Oh! tranquila soy yo — dijo Zeth cogiéndome del brazo.
— ¡Joder Zeth! Avisa, que no puedo "leerte" ¿te acuerdas? Y además... ¿Qué haces aquí?
En aquel instante Blanca pasó por la puerta. Vi a través de sus ojos que miraba a Zeth y a mí. Estábamos uno a cara del otro. Zeth delicadamente me tocaba el brazo y me miraba con... ¿admiración? El caso es que esta situación no ayudó a Blanca. Al notar que ahora éramos tres mesas en lugar de dos su enfado fue en aumento. Zeth se giró y miró a Blanca le dedicó una sonrisa de disculpa.
— ¿Qué le pasa a Blanca? — susurró Zeth muy bajito.
— Está enfadada conmigo por no contarle...
Dejé la frase en el aire dado que Blanca se fue acercando a la mesa, se sentó e intentó tranquilizarse. Pude escuchar como en su mente contaba hasta diez y pensaba como empezar a reprochármelo. Decidí cortar por lo sano. Por debajo de la mesa toqué a Zeth el me tocó a modo de respuesta y le transmití que me dejara un rato a solas con Blanca. Él al entender mi petición se levantó despacio y se fue de la clase.
— Blanca... perdóname — le dije girando mi cuerpo a su dirección.
Ella se quedó parada. Después de unos segundos, lo soltó.
— ¿Por qué leches no me contaste que sales con Zeth Rivero?
— Porque no se si estoy saliendo — dije despacio.
Blanca estaba confusa no sabía que decir. Vi como recordaba a las chicas que le habían contado el chisme. Le habían contado que nos habíamos besado, algo que aún no había sucedido.
— No entiendo, la gente dice que últimamente estáis muy unidos y ahora que entro a clase os veo sentados juntos.
Me dejé caer en el respaldo, buscaba la forma de poder explicarme, de no tener que mentirle. Lógico era que no podía explicarle lo de los dones, los Gifts y la ODDSI pero tampoco quería mentirle.
— No es fácil Blanca, yo siempre he huido de todo el rollo del amor ...
— ¿Por qué? — preguntó Blanca muerta de curiosidad.
— He tenido muchos desengaños. Hay muchas personas que aún opinan o piensan que por ser discapacitada visual necesito que la gente sienta lástima por mí. Muchas personas me han hecho daño.
Paré mi explicación. Todo esto era verdad, desgraciadamente Blanca siempre me sacaba demasiada información de mi vida personal.
— ¿Entonces no estáis saliendo?— preguntó Blanca confundida.
— Digamos que está en suspense hasta que me sienta preparada.
— Aaaa ...
Blanca se miraba las manos, se sentía un poco avergonzada por haberse enfadado tanto.
— Blanca si pasa algo serás la primera en saberlo, te lo prometo.
Ella sonrió y automáticamente se relajó.
— Bueno en realidad no estaba enfadada porque pensaba que estabas saliendo con el tío más bueno del instituto — esto lo dijo con tono de reproche — Estaba enfadada porque no me lo habías contado.
Tenía razón. Ella siempre me apoyaba, era muy buena amiga. Le toqué la mano y le dije totalmente sincera.
— Algún día te contaré todo de mi vida.
Blanca me miró y se quedó intrigada.
— ... incluso las veces que voy al baño — dije riéndome a carcajadas.
— Zoey, tía a veces eres un poco cochina — decía riendo y volviendo a ser la misma Blanca de siempre.
Unos minutos después llegó Zeth. Se sentó a mi lado no sin antes saludar a Blanca. Entró el profesor. Afortunadamente suspendió el examen, según él, por problemas técnicos, pero en verdad era porque los manchó todos con café. El docente empezó a dar clases de mitología griega.
Me encantaba escucharlo dado que parecían cuentos de hadas. Uno de los mitos que más me gustaba era el de Eros e Psique. El profesor empezó a contarlo.
— Psique era la mujer más hermosa de sus hermanas y la menor de ellas. Afrodita, celosa por su belleza, envió a su hijo Eros (Cupido) para que le lanzara una flecha del amor. Quería que le hiciese enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase por castigo de su belleza. Pero Eros se enamoró perdidamente de Psique y se la llevó a su palacio mientras ella dormía a escondidas de su madre. Para evitar que no le descubriese, y a consecuencia para que no se enfadara Afrodita, Eros visitaba a su amada por las noches. Aprovechando la oscuridad para que no le pudiera ver y descubrir que era un Dios. Pasaron los días, Psique fue a ver a sus hermanas y a contarles lo feliz y enamorada que se sentía. Estas, muertas de envidia, comenzaron a decirle que tenía que descubrir quién era su marido, porque si no se dejaba ver era porque era un monstruo.
Psique conmocionada por sus hermanas, decidió descubrir quién era su amado. Una noche mientras dormía con él, encendió una lámpara de aceite y lo acercó a la cara de su marido. Al ver quién era se estremeció con tan mala suerte que vertió un poco de aceite que calló en una ala de Eros. Él se despertó por la quemadura y vio que su amada iluminaba el lugar con una lámpara. Eros se enfadó muchísimo, por su falta de confianza y por romper la promesa de que nunca lo vería. Decepcionado la abandonó en un monte.
En aquel momento Cesar paró de contar el mito, se desperezó de la silla. Miró con admiración a toda la clase. Todos estábamos enfrascados y deseosos de escuchar la continuación de la historia.
— Creo que lo dejaremos para la clase que viene — dijo con una risilla.
Todos protestamos al unísono.
— Bueno sigo contando. Noto que os gusta la historia. Cuando Psique se da cuenta de lo sucedido —sigue narrando la historia — ruega a Afrodita que le devuelva el amor de Eros. Pero la diosa, rencorosa, le encarga cuatro tareas casi imposibles para un mortal, antes de recuperarle.
Como cuarto trabajo, le encargó que fuera al Hades y pedir a Perséfone, un poco de su belleza que guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, pensando que el camino más corto para poder llegar al Hades sería la muerte. Pero una voz la detuvo en el último momento y le indicó el camino que le permitiría entrar y salir con vida; además de decirle cómo pasar peligros como el perro Cerbero o Caronte. Psique calmó a Cerbero con un pastel y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase.
Una vez obtuvo el favor de Perséfone; abandonó el inframundo y decidió abrir la caja para tomar un poco de belleza para sí misma, pensando que si hacía eso, Eros la volvería a amar. Pero cayó en la trampa y la sorprendió el sueño estigio.
— ¿Psique se quedó dormida permanentemente? — preguntó Blanca
— Como Blancanieves — soltó Isaac el gamberro de clase.
Algunos rieron.
— Algo así — Contestó Cesar — pero como toda historia de amor tiene un final feliz. Eros la perdonó, voló rápidamente hasta su cuerpo para despertar a su amada mediante un beso. Suplicó a Zeus su permiso para casarse con Psique. Éste aceptó y la hizo inmortal.
Se hizo un silencio rotundo. Quería saber más así que pregunté:
— ¿Y qué significa esta historia? Es decir tiene que tener una moraleja. Como los cuentos que todos tienen una ¿no?
Cesar sonrió, lo pude ver a través de los ojos de Blanca.
— Sí, tiene una moraleja. Este relato representa la unión del amor (Eros) y el alma (Psique), que tras duras pruebas y su superación, consiguieron unirse eternamente. Todo un ejemplo de amor romántico, de ese amor verdadero que nos inunda el alma y nos hace sentir invencibles.
Nos quedamos todos sorprendidos. Esperando a que continuase la historia.
— Chicos, ya os he contado mucho por hoy. Os dejo un rato para que podáis estudiar.
Acto seguido cogió un libro y se puso a leer. Yo atraje hacia mí, el libro de mitología y empecé a pasar mis dedos para leer. No estaba muy atenta dado que ya me sabía la lección así que, empecé a leer las mentes para pasar el rato.
La mayoría aún pensaban en el mito que habíamos escuchado unos minutos antes. Era curioso que la mayoría de chicas se imaginaban a su Eros.
Casi todas coincidían con el mismo, veía en sus mentes una figura difusa que no podía ver bien. Deduje que era Zeth. Incluso con el tatuaje no pasaba desapercibida su belleza.
No pude evitar una sonrisa, para mí también era mi Eros. Ese mito se asemejaba a nosotros. Mi oscuridad, no me dejaba contemplarlo en todo su esplendor. Él era hermoso como Eros eso me hizo pensar y reflexionar.
Psique amaba a Eros siempre de noche, en la oscuridad. No lo podía ver, se habían hecho una promesa. Mientras respetaban esa promesa todo era felicidad. Hasta que Psique le vio. Entonces perdió a Eros y este lo abandonó.
Yo no podía ver a Zeth, tanto por mi ceguera como con mis dones. Sólo le podía ver cuando tocaba su tatuaje. Por alguna razón del destino lo he podido ver en mis sueños por las noches. Como Psique podía sentir a Eros, en sus noches de amor. ¿Podía ser nuestra relación como el mito?, ¿El día que vea a Zeth completamente, perdería su amor? Es más ¿algún día podría ver sin necesidad de tocarle el tatuaje?
Ya he podido ver tocando a Zeth, quien me dice a mí que puede ser que un día se me vaya la ceguera. Sería un sueño cumplido. Claramente Zeth era mi llave. ¿Pero en cuál cerradura tenía que entrar?
Estas preguntas retumbaban en mi cabeza, de algo estaba segura, este mito nos describía.
Blanca dio un suspiro, eso hizo desviarme de mis pensamientos. Movida por mi curiosidad entré en su mente. Le vi a ella, preciosa como siempre, besando a Isaac el gamberro de clase. Me extrañé por la rara pareja y me enfadé un poco porque nunca Blanca me dijo que le gustaba Isaac.
Pero eso no fue lo único que me sorprendió. Nunca me había fijado en Isaac. Era rubio, tan rubio que parecía blanco y su piel clara como la nieve. Claramente era alvino y eso lejos de hacerlo feo, lo hacía interesante y hermoso.
Zeth mencionó que las personas con dones destacamos físicamente, ¿será Isaac también un Gift o sólo será una mera casualidad?
Blanca, unas horas después
Desperté sobresaltada. Por la frente me caían gotas de sudor. Intenté respirar despacio para tranquilizarme. Cuando lo conseguí pude ver que estaba en el sofá de mi casa. Miré alrededor y vi a mi madre con sus gafas de sol. Ella me estaba sujetando la mano. Vi que la tenía levemente roja, se había quemado.
— Blanca cariño por fin despertaste — dijo con una sonrisa.
— Hola mamá —dije aún débil — ¿cuánto ha durado?
— 10 minutos —dijo con tristeza —. Cariño cada vez los ataques duran más. Tenemos que ir al médico.
Le volví a mirar su mano y me levanté a coger el botiquín. Mi madre al notar que me levantaba me soltó la mano. Ella se quedó sentada en la silla. No tenía el bastón para orientarse por la casa. Tampoco quería que me siguiera.
— Mamá no conseguiremos nada con los médicos. Ya tengo la medicación, con eso debería bastar.
— Para alguien normal sí — dijo con pesar.
Me acerqué a ella y le curé las quemaduras. Ella mostró un poco de dolor pero me dejó curarle.
Cuando acabé le di un beso en la mejilla. Ella en forma de respuesta me tocó el rostro. Era su forma de "verme". Esto era una de las cosas que me llamaba la atención de Zoey. Ella nunca tocaba los rostros. Supongo que era muy tímida.
— Me lo pensaré — dije al fin. No quería hacerla enfadar. —Pero por ahora necesito una tila.
— Claro cariño, acércame el bastón y te hago una.
Le acerqué el bastón y ella se levantó hacia la cocina. Yo para despejarme un poco del ataque, me salí al balcón a respirar aire puro. Desde éste, se podía ver una gran plaza. La plaza Cataluña. Hacía poco que lo habían reformado. Habían puesto zonas de hierbas, bancos, el metro y un parque.
Desde mi casa podía ver las pequeñas colinas de hierba. Me fijé bien que en una de ellas había unas niñas. Una tendría 6 años, mientras que la otra tendría como mucho 6 meses lo suficiente para mantenerse sentada por si sola. La grande jugaba a cocinitas, mientras que la pequeña le tiraba los platos por todos lados.
Sonreí al recordarme de mi hermana pequeña. Esas dos niñas se asemejaban a nosotras. Siempre jugaba con mi hermana a gatear detrás de ella haciendo carreras. Cómo la añoraba, deseaba tanto volver a verla.
Empecé a llorar en silencio. Deseaba tanto poder cambiar el pasado. O al menos que pudiera ver a mi hermana una vez más.
¿ Creéis que tiene razón Zoey de que el mito se asemejan a los persones?
¿Pensáis que Isaac es un Gift?
¿A que se refería la madre de Blanca, con que ella no era normal?
Las respuestas en el siguiente capítulo!!!
Hola Mis lectores!!!! He pensado de llamarnos los Gifts a los seguidores de la historia de Zoey y Zeth
¿Que os parece? Dejad comentarios y votad!!!
Nos leemos pronto!
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