Zeth

—Yo no soy un chico normal —dije arrastrando las palabras.

No me podía creer que iba a contarle a alguien lo que era. Nunca lo había confesado. Mi vida era una perfecta locura y muy triste. Con Zoey era diferente, quería ser transparente con ella. Deseaba desahogarme y me daba igual si la asociación lo aprobaba o no.

— Yo también tengo un don, como tú pero diferente...

Me paré para suspirar y a la vez para darme fuerzas. Zoey esperó pacientemente sin rechistar y sin mostrar ningún signo de impaciencia.

— Yo cuando toco a una persona... puedo ver su pasado, presente y futuro casi al instante mezclado a veces.

Me giré para ver a Zoey para afrentarme a cualquier reacción de su parte, pero siguió como una estatua sin apenas cambiar sus facciones.

— Y no sólo eso— dije acercándome a ella despacio y me puse a milímetros de su cara, aún no se había dado cuenta de mi proximidad — puedo cambiar tus recuerdos, tus sucesos a mi antojo.

Zoey al notar mi proximidad dio un respingo y poco a poco alejó su rostro del mío.

— Vaya es un don bastante chulo — dijo Zoey —mejor que el mío sin duda.

Se quedó pensativa. Le di tiempo a pensar y de pronto su cara cambió. Se notaba que estaba cabreada, le miré con curiosidad esperando a que hablara.

— Entonces el día de Gimnasia... lo de la pelota... fuiste tú ¿no? Eva no entendía porque la tocaste si nunca te acercas a nadie.

— Soy un poco solitario — dije en mi defensa— y sí, fui yo. Quería respaldar mi teoría, así que usé mi don.

Zoey seguía mosqueada. Ver su cara y su cuerpo tenso por la rabia, no se porque hizo que me riera a carcajadas. Se le veía muy cómica.

Ella al escuchar mi risa se giró, me miró y porque sabía que no podía verme, porque si no juraría que me miraba con intensidad. Como un niño mira a una chuche... con ganas de zampársela, pero ella no lo haría por goloseo si no por rabia.

Le seguí observando sin decir nada. Me fascinaba todo de ella: su pelo, sus ojos tan intimidantes, como fruncía el entrecejo. Ella seguía ausente, parecía que seguía recordando todo lo que había pasado estas últimas semanas.

— Entonces— dijo después de un buen rato — en el Gran Vía 4 cuando me salvaste la vida, me tocaste ¿viste mi pasado? — preguntó con una intensa tristeza.

Recordé todas esas imágenes como si lo estuviera viendo en ese momento.Tanto dolor... ella pedía ayuda a gritos y nadie se lo proporcionaba. Deseaba poder haberla conocido antes para ayudarla en ese proceso.

— Sí — contesté totalmente sincero — pero lo puedo borrar de mi mente y dejar que tú me lo cuentes cuando estés preparada.

— ¿Eso es otro don?

— No — dije riéndome —esto es para que te sientas más tranquila y no te sientas con la obligación de darme explicaciones.

Ella miró hacia abajo, suspiró profundamente.

— Y ¿cuál es mi futuro? — dijo en una voz tan baja que me costó escucharla.

— Pues no lo sé, me pasa igual que tú. No puedes leer mi mente, yo tampoco ver tu futuro.

— Qué extraño — dijo Zoey pero parecía más bien que era un pensamiento en voz baja.

Me senté otra vez en el banco a su lado y me quedé contemplando Barcelona. Pude distinguir a lo lejos la sagrada familia, el Corte Ingles, el Tibidabo. Todo este paisaje era hermoso, muy hermoso.

— ¿A que te referías con que "al final funciona" cuando te conté que no podía leer tu mente?

Me quedé parado eso ya no era un tema personal, era profesional. Si ella era aquella persona especial que tantos años había buscado, tarde o temprano ella sabría de la existencia de la asociación.

— Zoey nosotros no somos los únicos que tenemos dones, hay miles en el mundo. Algunos lo desconocen y otros, como tú, que conviven con ello desde que nacen...

Recordé todas las veces que había hecho esta declaración. Cada vez que descubría que alguien tenía un don, le explicaba lo mismo. Pero Zoey era diferente, era la primera vez que no podía ver su futuro y ella no podía usar su don conmigo eso... eso era raro.

— ... sabedores de que vivir en un mundo - continué explicando - donde tener dones es ser un bicho raro, se creó una asociación para estas personas. Para que no se sientan solas y puedan desarrollar su don sin miedo a ser criticadas por ello.

En ese momento le toqué la mano. Vi su presente, su confusión y a la vez alegría por no sentirse única y feliz porque yo la aceptaba.

— ¿Cómo se llama la asociación? — preguntó Zoey distrayéndome de las imágenes que me venía de ella.

— Se llama "ODDSI" que significa "Organización de Dones Sobrenaturales Internacionales".

Me quedé contemplando a Zoey, ella sonreía. Aún tenía mi mano en su brazo y sentí que se llenaba de esperanza, de felicidad después de tanto tiempo sufriendo. Me quedé pensativo.

— Zeth... —dijo temblorosa— ¿porque el día del Gran Vía 4 pude ver?

Recordé aquel día como de repente sus ojos se volvían de blanco a color marrón. Recordé como ella me miraba maravillada. En ese momento me di el lujo de ver su pasado y vi sus recuerdos. Fue como ver una película, todo pasaba en mi mente. Me di cuenta que antes de mirarme a mí, Zoey se fijó en mi tatuaje.

— Será por el tatuaje — dije en voz alta — .

— Es muy raro ¿que significa? —preguntó Zoey con mucha curiosidad.

— Es mi signo de identidad y de la organización. Este tatuaje es como un protector...

— Protector ¿para que?

Le miré perplejo, ¿no era evidente? Me dispuse a explicarlo como tantas veces lo había hecho.

— No sé si te has fijado. Los que tenemos dones nuestro aspecto es... peculiar. Yo tengo un ojo de cada color y tu ...

— ¿Yo qué? —preguntó Zoey claramente ofendida — .

— Tienes el pelo tricolor, castaño, rubio y pelirrojo... eso no es teñido ¿no?

Zoey bajó la cabeza, su cara estaba tan roja como un tomate, acto seguido negó con la cabeza. Seguro que pensaba que le iba a nombrar la ceguera. A mí eso no me importaba en absoluto. Ella era perfecta tal y como era. Se produjo un silencio incómodo, después de varios segundos Zoey siguió preguntando.

— ¿Qué tiene que ver el aspecto con el tatuaje? — preguntó sin levantar la cabeza.

Miré a la lejanía, volví a relatar el mismo argumento que hacía a cada persona que quería incorporar a la ODDSI.

— Los tatuajes nos hacen como invisibles a los ojos de los demás, es decir puedes ser de color verde, pero si tienes el tatuaje eres completamente normal.

— Por eso no podía verte a través de los ojos de Blanca... — me interrumpió Zoey pensativa.

— En cierta manera así es pero no es normal que otra persona con dones no pueda usar su don con otro de su misma condición. Es decir tendrías que haberme visto. Este tatuaje sólo afecta a las personas "normales" para no llamar la atención.

— Ósea que es un misterio.

— Es nuestro pequeño misterio que lo conservaremos en secreto.

Observé que estaba anocheciendo poco a poco... los colores eran preciosos y con Barcelona como protagonista parecía un cuadro digno del mejor pintor. Suspiré melancólicamente, era totalmente hermoso. Me volví a ver a Zoey maravillado, advertí que su pelo tenía un ligero brillo con el atardecer.

— Me he equivocado... — dije en voz alta sin poder remediarlo.

Zoey levantó la cabeza y me miró. Observé sus ojos blancos, me había acabado de enamorar de ellos. Ella había cambiado mi vida. ¿Sería consciente Zoey de lo que significaba para mí?

— ¿En qué te has equivocado? —Preguntó Zoey un poco preocupada—.

Volví a mirar sus ojos blancos y opacos, vi su total hermosura. Era más hermosa que el paisaje que estaba ante nosotros.

— Que eres lo más hermoso que mis ojos han visto.

Ella sonrió y se ruborizó.

— y tú — dijo Zoey — lo más bello que mis ojos nunca han visto.

Sonreí ante esta declaración. Sin pensarlo dos veces cogí su mano. Al instante vi un fragmento de su pasado. Me vi a mi mismo contemplándole de cerca. Le miraba como si estuviera ausente pero intensamente... ya falta poco dije en su mente.

Automáticamente veía a Zoey como se despertaba de un sueño y contemplé como se repetía a lo largo de los años. Observé como sin darse cuenta, ella se estaba enamorando de mí y comprendí que lo más importante no es ver a la persona, si no ver dentro de ella. Porque aunque la realidad ponga inconvenientes para separarnos, el destino siempre nos ha acercado. Permitió que Zoey me viera en sueños cuando en vida nunca podría hacerlo. En ese momento me resigné con la vida ¿Por qué no le había dado la vista? ¿Por qué ella?

Le puse la mano encima de mi tatuaje, al contacto con mi piel sus ojos se volvieron marrones poco a poco, ella al poder verme me sonrió.

— Hola — dijo tocándome la cara con ternura.

— Hola, te he estado esperando — dije con total sinceridad.

Ella sonrió.

Me acerqué para poder besarle, cerré los ojos para disfrutar del momento, pero ella me puso sus dedos en mis labios y con una gran tristeza dijo:

— Aún no estoy preparada, dame tiempo para acostumbrarme a la idea de que alguien me pueda querer. Nunca he tenido a nadie que me quisiera con total sinceridad.

Abrí los ojos y asentí obligándome a mi mismo a ser paciente. He esperado muchos años para encontrarla, podría esperar a besarla. No corría prisa.

Le cogí la cabeza con ambas manos y se la giré para que viera el paisaje. Ella aún con su mano en mi cuello, abrió su boca de par en par. Sus ojos empezaron a humedecerse.

Allí me quedé quieto, contemplando el paisaje, siendo testigo de la segunda vez que se abrían los ojos de Zoey. Dejé que llorara y se desahogara. A partir de ese día su vida cambiaría y deseé de todo corazón que fuera para bien.

¿Aceptará Zoey entrar en la ODDSI?

¿Cómo será la iniciación?

¿El jefe de Zeth estará satisfecho?

¿Porque ni Zoey ni Zeth pueden usar sus dones con el otro?

Si quieres saber las respuestas te espero en el siguiente capítulo !!!

Votad y comentad!!! Gracias de verdad por vuestra dedicación a leer. Cada día al entrar y ver que cada vez somos más me colma de felicidad.

Os quiero !!

Nos leemos pronto!