Capítulo 59: Recuerdos dolorosos pero amorosos

Abril

Su pecho subía y bajaba muy lentamente. Su cuerpo se había flexionado y se encogía en una postura fetal. A pesar de que le había inyectado el virus de la inmortalidad, a penas se movía, eso era algo inusual. De vez en cuando hacía algún espasmo, pero rápidamente volvía a su estado relajado.

Hacía a penas unas pocas horas que Zeth había traído a Zoey a mi sala. Era un nuevo miembro de la ODDSI. Adón me había ordenado explícitamente que le hiciera un tatuaje y después le hiciera un informe extenso. No sabía porqué, pero lo que estaba segura que lo no pararía hasta descubrir quién era verdaderamente esta chica.

Contemplé a Zoey que parecía que dormía plácidamente. Había acabado de hacerle el tatuaje, pero aún me faltaba ponerle la crema para facilitar la cicatriz. Me acerqué a mi mesa y cogí el producto. Me volví a Zoey. Ésta había cambiando de posición. La mano del tatuaje la había puesto a un lado de su cara como si fuera una almhoada. Tenía las piernas flexionadas y los pantalones se le habían subido un poco dejando los gemelos al descubierto.

Me acerqué lentamente e intenté ponerle bocarriba. Para curarle el tatuaje tenía que tener acceso, y en esa postura era imposible. Primero le cogí las piernas y se las estiré. Luego empujé suavemente su cuerpo para que se pusiera bocarriba.

—Zeth — susurró ella.

Sonreí, al notar su tono de voz. Le gustaba mi amigo y ¿a quién no? Zeth era amable, simpático, buen compañero y amigo. A pesar de tantos años, no había superado el asesinato de su familia. Pensaba que, con la llegada de Dalila, algo le había sanado, pero no fue así. Pero hace unas horas, cuando lo vi entrando con Zoey... le vi feliz. Nunca lo había visto así. Esta chica es importante para él. Sólo por eso merece mis respetos.

Mientras pensaba en estas cosas, miré las piernas de Zoey que tenían el pantalón subido y le bajé una. Ella no dijo nada ni se movió. Me dispuse a bajarle la otra y entonces me pareció verle un tatuaje de una garza en el gemelo. Me froté los ojos para ver si era verdad lo que estaba viendo, pero cuando volví a ver ... ya no estaba.

Parpadeé varias veces. ¿Me lo había imaginado?, pero había parecido tan real... Negué con la cabeza, para quitarme esas ideas de la cabeza y le bajé el pantalón de la otra pierna. Levanté mi vista y le cogí la mano del tatuaje. Cogí la pomada y cuando fui a ponérsela...

Tuve una visión o un recuerdo no estoy segura.

Me vi a mi haciendo un tatuaje a alguien en la pantorrilla. El tatuaje era de una garza, el mismo que me había parecido ver en la pierna de Zoey. Cerré los ojos con fuerza y respiré hondo.

Me sentía muy cansada porque Adón me hacía trabajar muchas horas. Seguro que el cansacio y el agotamiento estaba haciendo que viera cosas. Volví a abrir lo ojos y contemplé el tatuaje de Zoey detenidamente. Le puse la crema y mientras lo hacía, parecía que las líneas del dibujo brillasen.

Entonces me vino otro recuerdo y me vi a mi misma haciendo el mismo tatuaje, pero en vez de una mano, en un cuello. Entonces reconocí a la persona portadora de ése Sign. Era Zeth, mi amigo. Rápidamente le vendé la mano con papel que facilitaba la curación y me fui corriendo al ordenador. Busqué el informe de Zeth y vi el mismo tatuaje. Ellos eran almas gemelas. Esto es una bendición, pero a la vez una maldición. Serán perseguidos por Adón para toda la eternidad.

Mientras me estaba entrando el pánico, Zeth entró a mi sala. Se le notaba preocupado, pero su semblante cambió por completo cuando vio a Zoey. Corrió a su encuentro y le tocó el pelo con dulzura.

—¿Cómo está? — preguntó indeciso.

Tragué saliva. Mi respuesta iba ser: "Sentenciada a muerte", dado que si Adón se entera de la coincidencia de sus Signs estaban muertos. Pero yo no quería que Zeth tuviera ese destino. Era el único amigo que me quedaba.

Así que cerré su informe disimuladamente en el ordenador y caminé hacia él. Aún estaba esperando mi respuesta así que intenté seguir con la conversación con la mayor tranquilidad posible.

—Bien — dije aclarándome la garganta.

—¿No está demasiado quieta? — preguntó de nuevo mientras le tocaba la frente y el cuello para comprobar que no tenía fiebre.

—Cierto, creo que es una de las pocas Gifts, que superan la inmortalidad de una manera tan serena... pero no te preocupes, ella está bien. Se nota que tiene algo especial.

Zeth me miró con el ceño fruncido.

—¿A qué te refieres? — me preguntó con un tono acusatorio.

Me moría de ganas de contarle lo que había decubierto. Quería advertirle, que estaba en peligro. ¿Qué era mejor: contárselo y hacer que fueran perseguidos por toda la eternidad o callarme e intentar manipular la situación?

Le miré con los ojos cristalinos, amenazaba llanto sin duda. No sé porqué esta situación me superaba. No sé porque me hacía sentir tanta tristeza y a la vez ... estaba aterrorizada ¿Qué me pasaba? Cerré los ojos para intentar contener las lágrimas y Zeth no se diese cuenta.

—¿Va todo bien? — preguntó Zeth muy preocupado.

—Sí, es sólo que... — tragué saliva sonoronamente y con los ojos aún cerrados seguí intentando tener cuidado con mis palabras — creo que ella siente algo muy fuerte por ti.

Escuché como mi amigo se acercó poco a poco y me puso las manos en mis hombros. Era un gesto de cariño, de amistad muy pura. Él me quería dar apoyo o ¿quería saber lo que pasaba? Seguidamente usé mi don y levanté un muro para que no pudiera usar su don. Lo quería demasiado para que supiera la verdad, le mentiría para salvarle la vida. "Al menos salvaremos la suya" — me vino este pensamiento. Me vino un escalofrío al escuchar ese pensamiento ¿Qué me estaba pasando?

—Abril — dijo con urgencia Zeth — abre los ojos y mírame.

Negué con la cabeza.

—Porfavor amiga, ábrelos. Sé que está pasando algo, dímelo te lo suplico. No puedo ver nada.

Cerré los puños y se me escapó una lágrima. Notaba como las emociones, ahora contenidas, luchaban por salir. Quería llorar, quería gritar, quería... ¿Venganza?

—Abril, sea lo que sea estaré contigo. Te ayudaré en lo que sea — prometió con sirenceridad.

Su voz tranquila, tierna y con amor me hizo envalentonarme. Abrí los ojos con lentitud. Al hacerlo vi unos ojos grises, brillosos llenos de amor. El pelo era de un color rozijo y su cuerpo se había fortalecido con unos músculos de más. Mi reacción fue dar un salto hacia atrás y ponerme las manos en la boca. El chico que estaba viendo cambió de expresión.

—¿Tan fácilmente me olvidaste, Abril?

Caí de rodillas al suelo. Rápidamente él se acercó y cuando llegó a mi situación apareció de nuevo Zeth. Mi rostro estaba cubierto de sudor, mis manos temblaban.

—¡Abril! ¿Estás bien? ¿Estás enferma? — preguntó ahora asustado.

—Él ... pelo rojo ...gris ... sonrisa — no lograba construir una frase de una manera correcta.

Mi cuerpo temblaba y me preguntaba si estaba llegando a la locura. En ese momento Zoey hizo un pequeño grito y miramos a su dirección. Seguidamente chillé con fuerza, dado que no vi a Zoey en la silla, si no, a mi y a un chico haciendo el amor. Me levanté de golpe y salí corriendo a su situación. Me paré en seco a unos centímetros de la pareja.

Sentí como Zeth se acercó con la misma rapidez. Me tocó y dejé que viese mi presente lo que estaba viendo. Mi amigo dejo escapar un grito ahogado. No le presté más atención porque quería saber quién era ese chico ¿Era un recuerdo o una fantasía?

—Un recuerdo — susurró Zeth.

En un momento la Abril de la imagen se irguió quedándose en horcajadas encima de él. Habían acabado y el chico con una sonrisa y una mirada de amor se incorporó para besarla. Caminé lentamente para ponerme justo detrás de la Abril del recuerdo para tener de frente al chico.

—Te amo — dijo éste.

—Yo también te amo, Akin — salió de la boca de la chica.

Entonces sentí como me bombardeaban la cabeza. Me tiré en el suelo, dado que sentía un dolor muy intenso. Miles de imágenes se meclaban en mi mente, curiosamente me eran familiar. Akin en los pasillos, Akin entrenando conmigo, Yo haciéndole el tatuaje de la garza a Akin, los dos haciendo el amor en miles de lugares de la ODDSI.

—¡¿Quién es Akin?! — chillé dado que el dolor de cabeza era muy intenso.

—¿No lo recuerdas, Abril? — escuché que decía Zeth muy cerca de mí. Se había sentado al lado de mí en el suelo.

—Mmmeee du – du - duele — dije tartamudeando — no me puedo concentrar.

—Él era tu alma gemela — dijo mi amigo con temor — nuestro amigo, nuestro acompañero, tu amor...

—No es posible — dije apretando los dientes — si fuera así me acordaría.

Zeth levantó las manos y las puso en las sienes. El dolor de cabeza menguó un poco y escuché como mi amigo gemía de dolor. Estaba compartiendo el dolor conmigo.

—Lucha por recordarlo — dijo con dificultad — se merece que lo recuerdes... él ... él

Justo en ese momento apareció en mi mente el dibujo de un libro. Allí estaba el tatuaje de Zeth y de Zoey. Hablaba con Akin sobre las almas gemelas. Él señaló su tatuaje y tocó mi oreja.

—Nadie nos podrá separar — dijo él con amor — nuestras almas lucharan para nunca poderse separar.

Y ... lo recordé. Recordé todo y cuando lo hice el dolor de cabeza cesó.

Zeth suspiró de alivo al no sentir más dolor. Me levanté con dificultad y él me imitó. Le miré con determinación. Él me sonrió, pero con tristeza.

—¿Lo recuerdas? — dijo lentamente.

Asentí.

—¿Qué le pasó? — dijo ya sabiendo la respuesta.

—Hace unos años que tu y Akin os fuiste de misión. No sé que pasó, pero todo cambió — dijo torciendo el gesto — Adón dijo que Akin nos traicionó y se marchó. Tu volviste magullada, sangrando y con una comboción celebral. Según los informes Akin te dio una paliza y se marchó. Fueron a tu búsqueda y te encontraron así.

—¡Eso es mentira! — dije temblando de rábia.

—Volviste diferente. Noté que no recordabas varias cosas, incluso a Akin. Yo pensé que fue a consecuencia de la paliza y nunca te pregunté. Supuse que fue muy duro para ti.

—¿Te creíste que Akin fuera capaz de hacerme esa barbaridad? — dijo furiosa.

Él negó con la cabeza y miró a Zoey con dulzura.

—Él te amaba y alguien que ama no haría daño a la persona que comparte su alma — dijo con amor — pero no pude investigarlo dado que Adón me tenía vigilado y me enviaba continuamente a misiones y tu...

Le miré con dureza. Me mordí el labio haciéndome sangre.

—Estabas demasiado dolida para poderte preguntar... pensé que era mejor que tu misma lo recordases.

—Gracias, Zeth por estar conmigo — dije agradecida porque me había cuidado y respetado mi tiempo de curación — ¿Me ayudarías si te pidiese algo descabellado?

—Por supuesto — contestó rápido y sin dudar.

—Quiero a Adón muerto — dije gritando — él nos torturó a Akin y a mí. No sé donde se lo llevó, pero seguro que le hizo algo horrible. Necesito encontrarlo, necesito recuperarlo ¿Me ayudarás?

Zeth se acercó a Zoey, dado que ésta no paraba de moverse más y más. Le quedaba poco para despertarse. La cogió en brazos como si no pesase nada.

—Siempre estaré de tu lado — dijo girándose y ofreciéndome una gran sonrisa — Eres mi amiga, más que eso, como mi hermana. Akin ha sido también como de mi familia. Así que, te ayudaré en lo que sea.

—Gracias — susurré con lágrimas en los ojos.

Entonces él se giró y salió por la puerta con Zoey en brazos. Estando ahora sola en la sala me dirigí al ordenador. Abrí el expediente de Zeth y de Zoey. No podía cambiarle el tatuaje dado que la base se actualizaba automáticamente al hacer yo el dibujo. Pero puse medidas, para que no lo pudieran encontrar muy fácilmente. Si no tenían conocimientos de informática como yo les será muy difícil encontrarlo.

—Zeth gracias por tu ayuda. Ahora salvaré y protegeré tu secreto, aunque tenga que dar mi vida por ello.


¡Hola mis queridos Gifts!

Deseo de todo corazón que os haya gustado este capítulo.

Os informo que este era el último capítulo que tenía escrito. A partir de aquí no tengo ninguno más, dado que se me acabó las ideas. Quiero decir que no podré actualizar cada semana como era costumbre porque los capítulos no están escritos. Os ruego paciencia.

Espero tener el próximo capítulo lo más pronto posible.

Os quiero muchísimo

¡Nos leemos y nos escuchamos pronto!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top