El grupo había comenzado a correr. Siendo Ney quien cargaba a León quien se había lastimado su tobillo cuando un soldado no-muerto había aparecido ante ellos por razones desconocidas. Chartette cargaba con cierta dificultad la espada que se había caído. Yukina seguía a Gumillia que las guiaba or el sendero y Germaine mantenía a raya a los demás. También había otra razón para huir. Kyle las había inculpado de la muerte de Michaela y la "desaparición" de Allen.

Fue un paso en falso en el cual la integrante Freezis tropezó, a causa de que una mano calaverica salió de la tierra y la había tomado del tobillo. Se logró sacar, pero a causa del terror no pudo levantarse.

- ¡YUKINA!-gritaron las mujeres preocupadas, la menor grito, llamando la atención de un hombre que señaló en su dirección y una sombra enorme corría a toda velocidad. Antes que el soldado no-muerto la tocara, la enorme figura se le abalanzó derrumbándola a toda velocidad. La castaña menor retrocedió espantada al ver al tigre descuartizar al cuerpo, dejándolo inmóvil.

Germaine suspiro aliviada mientras León ocultaba su rostro en el cuello de su tía Ney espantado. Chartette estaba sorprendida al ver a tan enorme criatura en el bosque.

- Increíble....-murmuro sorprendida. Gumillia solo se estremeció al reconocer a ese tigre, se giró al escuchar unos pasos suaves. Se giraron al ver a un hombre vestido elegantemente que las miraba de forma neutral.

- ¿Quien tiene una copa carmesí?-fue lo primero en decir, casi haciendo a las integrantes Avadonia querer golpearlo, pero si no fuese por León ya lo hubieran hecho.

- ¿Conoce los modales verdad?-murmuro Ney enfadada entregando a León a Chartette.

- ¿Responderán o que?

- ¡Preséntese primero!-grito Ney queriendo acercarse, pero el tigre le gruñó enfadado acercándose arrastrando el cadaver.

[Los encontraste....]

La voz de Vanak resonó, haciendo a la joven rubia sacar la copa sorprendida al respecto, pero la mano casi calaverica del hombre se la retiró de forma inmediata.

- Vlad, ¿eres tú?-preguntó el hombre mientras observaba la copa. Una risa se escuchó desde el interior.

[¿Conque así se llamaba el demonio?]

- ¿Quien es usted?-confundido ante la misteriosa voz masculina.

[Vanak Conchita....gusto en conocerte....Lich Arcrow]

- ¡¿Usted es Lich Arcrow?!

- ¡A callar niña!-le grito a la joven el espíritu exiliado.

[Calmado con tu casi nieta....a final de cuentas fuiste tú quien le creo el cuerpo
a su madre....]

La burla del demonio se escuchó mientras el silencio incómodo se hizo presente. Ney con una expresión digna para una foto, Germaine sin creérsela y León confuso ante la revelación. Lich solo sonrió, le agradaba ese hombre, tenía sentido del humor, no como el Amargado del primo de su amigo (No, aléjense fugoshis, aquí se llevan mas como hermanos *con la chancla).

Fue cuando la voz infantil se hizo presente.

- ¿Entonces, es nuestra abuelita?-preguntó León, un ambiente tenebroso los rodeó a los reas y el espíritu lo miró con una cara de querer asesinarlo. Se abrazó a su tía Ney fuertemente mientras las dos adultas miraban temblorosas.

- ¡¿A quien llamas abuela, mocoso?!

[¡A callar!]

Fue el grito del demonio deteniendo la pelea a empezar en cualquier momento.

- Será mejor moverse....-sugirió Chartette señalando a más soldados muertos acercarse a la ubicación del grupo. Los espíritus las siguieron, uno por voluntad propia y el otro por seguir a su compañero.

*-.-*

Al final del día los dos espíritus aceptaron servirle  a Vanak por siempre. Ney suspiro aliviada, pero no se libraría de la,copa tan fácilmente, según escuchó por Gumillia, la enemiga de Elluka busca los contenedores del pecado para hacerse con ellos y poder esparcir la malcría por el mundo.

Yukina logró hacerse de más información a respecto de todo detrás de la revolución si se encontrara con el sirviente, Allen Avadonia y sobre su servicio a la "Hija Del Mal" podría dar por finalizada su historia.

- Hemos llegado....-hablo Gumillia calmada señalando un monasterio que se alzaba. Vio al pequeño León correr directamente a este cargando su espada hasta una cabellera rubia corta, la dueña daba la espalda mientras regañaba a dos menores que habían realizado una travesura.

- Que no vuelva a repetirse-Les sentenció su castigo dejándolos irse, están girándose cuando una figura pequeña lo abrazó con fuerza.

- ¡Tía Rin!-hablo emocionado sin importarle que la espada estuviera tirada

- Leon, ¿como te....?-reparó en quienes acompañaban a su sobrino. Se estremeció al ver a la aprendiz de maga, a la joven escritora y a su hermana acompañadas de Ney junto a la guerrera de fuerza sobrehumana.

- ¡Tía Rin, un hombre me lastimó mi ojo y tenía cara de menso!-hablo aterrado señalado su ojo dañado por el muerto viviente que lo había tomado y había lastimado su ojo café, retirándole sus pocos recuerdos dejándole los únicos felices, entre ellos sus amadas tías Rin y Clarith

- Eso es terrible....-le revisó el ojo preocupada, notando que se había tornado azul como el otro, el mismo tono de ojos que Kyle-Ve con Clarith a que te cure sale....-le pidió sonriéndole y veía al menor retirarse corriendo, gritando el nombre de su otra adorada tía Netsuma.

Rin miró nerviosa a las invitadas, pero se calmó al ver a Ney correr a abrazarla.

- Hermanita~, te extrañe....-le respondió alegre sin soltarla en ningún momento.

*-.-*

Luego de aclarar algunos malos entendidos entre el grupo de mujeres. Salio la duda más grande que había dejado a la joven escritora enfadada y confusa al respecto.

- ¿Porque mandó a destruir el reino de Elphegort?-la mirada de la antigua princesa Lucifeniana de obscureció mientras las lágrimas comenzaban a salir. Había dejado ese recuerdo en el pasado, en el más oscuro rincón de su mente.

- Eramuna niña caprichosa que no sabia que hacía, era una inmadura al no entender lo temas de política-le respondió mientras aguantaba sus ganas de llorar.

Iba a volver a insistirle más, cuando se escuchó la puerta ser derrumbada y una ráfaga de aire. Dejando ver a Kyle poseído totalmente, espantando a una joven Yukina que miró horrorizada todo. Rin se disponía a huir con la menor, siéndole imposible ante la terquedad de la joven escritora, Chartette se llevó a la antigua princesa, a pesar de que haya sido cruel, a los pecados se les puede perdonar si están realmente arrepentidos.

Gumillia, Germaine, Ney y Yukina salieron corriendo, siendo seguidos por el rey demonio.

[Me encantaría ayudarte, pero algo me....bloquea los poderes]

Fueron las últimas palabras del Demonio de la Gula antes de quedarse dormido por la presciencia de otro contratista, con el espíritu de la Pecadora Original como demonio.