Prólogo: Los hijos del fuego
Desde tiempos inmemorables, han existido seres, criaturas que podrían hacerle explotar el cerebro a un humano sin apenas pestañear. Pero en un mundo como Ayesha esto era tan habitual como una lluvia de verano o los vientos fríos de invierno, pero un solo grito de guerra: provocaba los llantos de cualquier criatura por más fuerte que fuese.
"Con fuego en nuestros corazones y la muerte en nuestros pasos, marchamos hacia la victoria, implacables e indomables"
Tales palabras...tan soberbias, tan sangrientas, sólo podían ser escuchadas cuándo los campos ardían en llamas, los gritos ahogados por el fuego y un estandarte con una rosa negra azabache ondeando en las llamas, aquellos eran nada más que la casa Rose, el linaje de dragones más antiguo y sanguinario de todo Ayesha, no existía fortaleza o castillo que logrará soportar su furia.
Esta saga cuenta la historia de esta grandiosa casa por el escribano Uller Ghishix al servicio de la casa Fireborn, desde sus comienzos de rancio abolengo, su servicio fiel a la corona draconica, los nombres que dejaron marca en la historia, hasta llegar al reinado de la emperatriz más sangrienta que se haya conocido jamás para las generaciones futuras del mundo de Ayesha.
Hace mucho tiempo, antes de que los primeros humanos caminarán por el mundo conocido existían cientos de seres, monstruos gigantes, alados y marinos. El mundo se dividía en tres grandes continentes, el continente Ixodia que era tan grande que abarca casi medio mundo, además se encontraba poblado de criaturas monstruosas, un ejemplo eran los behemot, reptiles gigantes del tamaño de dragones sin alas, su piel está cubierta de escamas doradas tan duras como una montaña y su aliento de magma volcánico los hacia sumamente peligrosos.
Otra poderosa criatura híbrida terrestre eran los dragones, reptiles igual o aún más grandes que lo behemot, aunque estos se dividían en diferentes especies cómo los wyrms o mejor conocidos como serpientes de fuego, gigantescas criaturas serpentinas que vivían en los volcanes donde las temperaturas los fortalecian.
También estaban los wyverns, eran reptiles alados parientes de los dragones y los wyrms, además de solo tener dos patas aunque de igual forma sus llamas eran infernales. Por último y más importante los dragones puros, estos eran criaturas titánicas, con sus alas gigantes, sus colas de serpiente y sus cuatros patas.
En el continente Utwhyl, hogar de los nacidos del cielo, los ángeles dominaban con justicia y rectitud, seres perfectos, parecidos a humanos solo que ellos contaba con alas blancas hermosas, además de tener una belleza extraordinaria.
Éstos primeros habitantes del mundo reinaron durante cientos de años antes de los primeros humanos, pero un día las cosas cambiarían con la metamorfosis de todas las criaturas monstruosas logrando que alcanzaran el culmen de cada especie, pero eso es una historia que deberá de ser contada en su momento...
Y con ello el legado de los Rose...
"Los hijos del fuego"
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