Secretos paternales

Narra Link:

La mirada de Midna denotaba confusión y algo de ... ¿preocupación? No me extrañaría que pensara que me había vuelto loco. Luego de unos segundos de incómodo silencio, fue capaz de decir algo.

-"¿Una caja ... negra? Mmmmm, es algo específico ¿no crees?"

-"Yo ... quisiera explicártelo, de veras, pero ni yo lo entiendo aún ... debes confiar en mí."

Midna miró hacia otro lado, su expresión aún no había cambiado. Realmente esta chica es complicada, nunca sé en que piensa hasta que habla. Puede lucir seria, pero puede estar pensando en alguna manera de fastudiarme el día, así que era difícil poder decir que pasaba por su mente. ¿Me creerá o pensará que le estoy mintiendo?

Finalmente volvio a verme a los ojos.

-Suspira "Esta bien, te creo. Luces demasiado preocupado como para que sea una tomadura de pelo. Y ¿buscas esta caja porque sabes que hay dentro o porque no lo sabes?"

-"Porque no lo sé."

-"¿Sabes? Podría ser algo peligroso, algo que no debe ser liberado en este mundo o algo así ... conociendo nuestra suerte."

-"Lo dudo, mis padres tenían esa caja en nuestra casa."

Midna arqueó una ceja.

-"Así que desde pequeño la conoces ¿porque la intriga ahora?"

-"Porque nunca pude abrirla, estaba bastante bien sellada."

-"¿Y que te hace pensar que podrás abrirla ahora?"

-"No lo sé."

-En tono burlón "¿No lo sabes? Vaya héroe estas hecho."

El comentario de Midna hizo que me enojara bastante.

-"¿Y que si no lo sé? Tu no sabías de las entradas secretas a tu reino y aún así destruiste el maldito espejo, ¡dejandome varado aquí como basura, como si toda nuestra aventura nunca hubiera pasado, se suponía que eramos compañeros!"

Midna dio unos pasos hacia atrás y, aunque no lo vi, juraría que algunas personas nos voltearon a ver. Su rostro habia cambiado y ahora parecía bastante molesta. Traté de relajarme un poco.

-"Lo siento, no ... no quise decir eso..."

-Molesta "¡Ah no! ¿Crees que me gustó hacer eso ah? ¿Crees que la lágrima que use para destruir esa porquería fue todo teatro, para hacerlo más dramático? ¡Pues no, no lo fue! ¿Cómo diablos iba a saber que te dolería tanto?"

Midna dio media vuelta y salió bastante furiosa de donde estabamos, al punto en que casi tira a un lado a Farore, quien se había acercado a ver que pasaba. Mientras Farore terminaba de caminar hacia mí, no pude evitar sentirme algo ... estúpido.

-"¿Está todo bien?" Preguntó Farore al llegar.

-"No, no lo está. ¿Que querías?"

Farore me vio algo preocupada, pero decidió continuar.

-"Solo ... escuché los gritos y quize saber si todo estaba bien. Además, ya que la espada maestra se destrulló, la trifuerza del valor es lo único que te queda así que ... tal vez sería bueno que aprendas más como usarla."

-"Gracias Farore, pero no será necesario..."

-"Oye, puede que no sea la diosa de la sabiduría, pero aun así me entero de las cosas. Se de tu nueva misión y de la caja negra. Creeme, necesitaras pelear."

Miré a Farore algo sorprendio pero aliviado, al menos ya tenía a alguien de quien hablar de toda esta locura.

-"Bien, pero ¿sabes como abrir la caja?"

-"No, pero ya se nos ocurrirá algo, te diré lo que sé."

Farore me contó lo que conocía, que era básicamente lo mismo que yo, con la excepción de mi último sueño y la aparente conexión de Midna con todo esto.

-"Bien, por ahora descansemos y ya mañana veremos todo esto."

Farore y yo comenzamos a caminar hacia el lugar donde estaba durmiendo.

Narra Midna:

Corrí lo más rápido que pude para que nadie me viera llorar. Puede sonar algo inmaduro, pero no quiero que los demás sepan que puedo ser vulnerable, que pueden herirme emocionalmente. Una vez que llegué a mi habitación somaté la puerta lo más fuerte que pude y me arrojé en mi cama.

¿Quién se cree ese tarado que es para venir a hacerse la víctima por lo que pasó hace 8 años? Nunca me dijo nada y ¿pretendía que simplemente adujera que le agradaba mi compañía? Actua como si romper ese espejo no me ubiera afectado, cuando en realidad me partió el corazón. No tiene idea de lo fatal que se siente ... bueno, creo que sí.

Me voltee para quedar viendo al techo, la ira se iba disipando poco a poco. Ahora que lo pienso más fríamente, creo que tal vez exageré un poco ... sí, me dolio lo que me dijo, pero tiene algo de razón con su enojo. Creo que ... a veces cruzo algunos limites con lo de fastidiar a la gente, un día de estos me voy a ganar un verdadero enemigo. Aunque, mi orgullo es demasiado grande como para pedirle perdón, dejaré que él se diculpe y haremos las paces, me parece justo.

Me deshice del molesto tocado de princesa y me acurruqué en la cama, tras lo que me invadió un sueño muy profundo...

Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que estaba en una habitación algo oscura. No había mucho que ver más allá de una ventana que daba al exterior. Al acercarme pude ver la luna llena y el cielo estrellado. Inmediatamente, escuché el llanto de un bebé que provenía de una cuna de madera que no había visto hasta entonces. Al acercarme pude ver a un niño de ojos azules envuelto en una sábana verde, el poco pelo que tenía era de color rubio. No pude evitar apoyarme en la cuna y ver un rato a aquel niño.

-"¿Sabes? Creo que de bebé lucías bastante tierno lobito, pero ¿porque estoy viendo tu pasado?"

En ese momento, una sombra se movio cerca de la ventana y comenzó a elevarse en dirección a la cuna. No pude verle el rostro, pero tomó al niño en sus manos y comenzó a mecerlo, lo que pareció calmar al niño, quien parecía disfrutar la compañía de aquella sombra. Me acerqué un poco y quedé atónita al reconocer el rostro de aquella sombra : era mi madre.

-"¿Vaya, así que te gusta que te mesan así eh Link? Eres clavado a tu padre, solo espero que saques el temperamento de tu madre, por tu propia salud."

-Bostezo "Escuché eso Midori."

Voltee a ver al lugar de donde provino la voz y vi a quien supongo era el padre de Link salir de una puerta de la habitación. Llevaba unos pantalones café y una camisa blanca y venía rascandose la espalda con rostro de haberse levantado hace poco y no estar muy de acuerdo con ello. La barba la llevaba incluso más crecida que Link cuando nos reencontramos.

-"Hola Hirako, espero no te moleste que tranquilice al pequeño Link. Es solo que iba de paso y, ya sabes, instinto materno."

-Bosteza " Por mi no hay problema, siempre y cuando no lo amamantes."

Ambos rieron.

-"Hablando de bebés, ¿como esta la pequeña Midna?"

-"Ya sabes, creciendo cada día. Creo que será una excelente soberana, ya comienza a dominar algunos de sus poderes. A esa corta edad, solo significa que de grande será muy poderosa."

-"Ya lo creo, pero todos necesitan algo de apoyo ¿no crees?"

Mi madre dejó al Link bebé en la cuna y se quitó la capucha, revelando su rostro por completo. No pude evitar sentir algo de emoción al verla, hasta entonces solo podía ver como era basandome en algunos retratos de ella. Lo poco que recuerdo esta demasiado perdido como para saber por mis recuerdos como era ella.

-"Entiendo lo que insinuas Hirako, pero es demasiado peligroso. Link y Midna deben ser criados por separado."

-"¿Porque Midori? Solo imagina lo que podrían hacer juntos, serían imparables. Deben estar juntos, es parte de su misión como guardianes."

En ese momento, la escena cambió por completo. Ahora estaba en el castillo y frente a mí yacía el cuerpo inerte de mi padre, recordaba este día: el día que asesinaron a mis padres. Comencé a caminar hasta la habitación donde en teoría mi madre murió, y fue grande mi sorpresa al ver que aún estaba viva, y no estaba sola. El padre de Link y quien supongo era su madre estaban con ella, ambos llevaban puesta una armadura de soldados hylianos. Me acerqué un poco para oír la conversación.

-"Vamos Midori, resiste, resiste." Decía el padre de Link, mientras sostenía la cabeza de mi madre.

La otra mujer se dedicaba a poner un trapo húmedo sobre la frente de mi madre.

-"¿Como vas amor?"

La mujer negó con la cabeza, su rostro denotaba preocupación.

-"Este veneno es muy potente, puedo retardarlo un poco pero ... ella morirá de todo modos."

En ese momento vi, bastante sorprendia por cierto, a Nigel entrar por la puerta. El padre de Link desenvainó su espada y se colocó en posición de ataque, defendiendo el cuerpo de mi madre.

-"Hi ... Hirako, tranquilo ... él es Nigel, es un amigo."

Nigel se acercó hacia mi madre y se arrodilló a la par de ella, sosteniendo su cabeza. El padre de Link volvió a su posición.

-"Mi reina, no pudimos atrapar a los que hicieron esto, pero no se preocupe, se hará justicia."

Mi madre extendió sus manos y con una tomó a Nigel del hombro, y con la otra al padre de Link.

-"Nigel ... prometeme que ... cuidaras de Midna... ella es el mundo para mí ... prometeme que la mantendrás a salvo ... prometeme que cuidaras a mi hija, mi ... dulce hija."

Nigel tomó la mano de mi madre entre las suyas.

-"Lo prometo mi reina, cuidare muy bien de ella."

-Volteandose "Y tu Hirako, sé que criaras a Link como el héroe que debe ser ... cuentale de todo esto. Él ... debe reunirse con Midna y cumplir la profecía, ... la batalla final se acerca, lo sé. Cuida bien esa caja, Link y Midna la necesitaran, será su punto de partida. Midna, ella es..."

El padre de Link colocó uno de sus dedos sobre los labios de mi madre, lo que causó que me molestara bastante. Juraría que a veces siento que en mi vida pasan ciertas cosas solo para hacerla más dramática.

-"No me digas Midori, ya se suficiente como para que los que te hicieron esto vayan a por mí y mi familia. Eso se lo dirás a Midna en persona."

El padre de Link colocó su mano sobre el rostro de mi madre y la trifuerza del valor brilló en su puño. Al instante, el cuerpo de mi madre se evaporó. Nigel se levantó asustado.

-"¿¡Qué le hiciste!?"

-"Tranquilo, es un hechizo de 'segunda oportunidad'"

-"¿Qué? Pero ese hechizo es imposible de hacer"

-"Para un twili normal sí, pero no para alguien con acceso a la magia de luz."

-"¿Cuál es ese hechizo del que hablan?" Preguntó la otra mujer

-"Le da a alguien moribundo una segunda oportunidad. Si el causante de su muerte es asesinado, esa persona podrá regresar a la vida con los años que debería tener en ese marco temporal." Dijo Nigel.

Justo en ese momento sentí como si alguien me golpeara el estómago y caí al suelo.... Desperté en mi cama, la luz del sol me daba de lleno en el rostro. Me levanté con una sola idea: en definitiva hay que abrir esa bendita caja negra.

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