Ira desenfrenada
Una vez que pude concentrarme y dejar de lado mi ira, desensarte la espada maestra del suelo y camine hacia el cuerpo de Midori, cargandolo. Camine hasta donde habiamos dejado el barco y subi en él, para comenzar a navegar de vuelta a Hyrule. Al llegar, cargue con el cuerpo todo el trayecto hasta el castillo de Hyrule, ignorando a todos los que se me quedaban viendo. Una vez que llegue al castillo, me dirigí a la sala de reuniones, y debo decir que me sorprendí de ver a Umbria en la misma. También estaban Zelda, las tres diosas doradas, y Dorf.
Umbria comenzó a acercarse a mí. A medida que lo hacia, su rostro comenzó a cambiar, como si una enorme preocupación suya desapareciera conforme se acercaba a mí. Una vez estuvo a pocos pasos de mi, habló.
-"¿Quien es ella?"
-"La mamá de Midna."
-"La reina..."
-"Sí ... Umbria ¿que haces aqui?"
-"Tuve un mal presentimiento, y parece que tenia razón. No te preocupes, Nigel y Ava me cubren. Pero ... ¿donde esta Midna?"
-"Él la tiene ... junto a la espada crepuscular."
Todos en la sala me seguian viendo mientras guardaban silencio.
-"Entoces ... ¿perdimos?" Preguntó Nayru.
-"No sé ... pero no me dare por vencido hasta mandar a Caos de vuelta al infierno de donde salió." Dije de manera amenazadora, tanto, que todos me miraron sorprendidos.
-"Bueno, de momento hay que sepultar a la reina y pensar en una estrategia. Si Caos se la llevo, la debe tener en su escondite. A la espada aún le falta un fragmento, por lo que aún no ha ganado." Dijo Umbria.
Yo estuve de acuerdo con la idea, así que acompañe a Umbria de regreso al reino crepuscular...
Mientras, en Malegnum (Narra Midna):
Cuando pude ver a mi alrededor me di cuenta de que estaba en un calabozo. Habian varias celdas una a la par de la otra a lo largo del pasillo. Las paredes eran de ladrillos negros y apenas entraba luz. Caos me arrojó a una de las celdas, causando que me raspara el brazo con el que aterrice. Me levante y me di cuenta de que dos soldados iban caminando hacia mi. Me levante y golpee a uno en el rostro, y al otro le di una patada en la mano con la que sostenia la espada, causando que la botara al suelo. En ese momento, senti como si una enorme ola me golpeara de lleno en el estomago y caí al suelo.
-"Vaya, vaya, siempre revoltosa ¿eh princesa?" Dijo Caos en tono burlon.
Los dos guardias de antes se incorporaron y me encadenaron a la pared, poniendole grilletes a mis muñecas. Si no fuera por este maldito brazalete que anula mi magia ya todos estarian muertos. Me incorpore y vi al grupo de frente. Los soldados parecian sonreir de satisfacción.
-"Mirenla, sin tu magia no eres más que un monstruo más que debe ser eliminado." Dijo uno de los soldados, para después escupir al suelo frente a mi.
Yo no pude evitar reír.
-"Bueno, con o sin magia parece que igual podria acabar con este reino de porqueria ... digo, ni siquiera pudieron encadenarme sin ayuda."
-"¡Nadie te dio permiso de hablar!"
Después del grito el soldado me pateo en la cara, tirandome al suelo. Pude escuchar sus asquerosas risas burlonas mientras la ira crecía en mi interior. Senti una mano en mi rostro, y luego algo me volvio a sentar. Mi rostro estaba a escazos centímetros del de Caos.
-"Tu tienes algo que yo quiero."
-"Lo siento amigo, pero ya tengo novio."
Caos comenzó a reír.
-"Ay Midna, siempre tan arrogante y ácida. Aunque, siendo honestos, comienzo a entender porque ese hyliano esta tan interesado en ti. He de decir que ... realmente eres muy ... apetecible."
-"Gracias ... supongo."
-"Pero a lo que me refiero es a la espada crepuscular, bueno, a la parte que tienes claro esta."
-"No se de que hablas."
-"Bien, si así quieres hacerlo. Realmente seria una pena despojar al mundo de una mujer tan hermosa como tu pero ... necesito mi venganza."
Caos coloco su mano sobre mi frente. En ese instante senti un dolor horrible en mi cabeza, como si esta quisiera explotar desde dentro. El dolor se espandio por todo mi cuerpo rápidamente, causando que comenzara a gritar desesperada, pues el dolor era insoportable. Finalmente me quitó la mano de ensima y el dolor acabó. Volvi a caer al suelo exhausta, esta vez sin ganas de levantarme pues mi cuerpo aún me dolía.
-"Obtendre lo que quiero, por las buenas ... o por las malas."
Lo último que vi antes de desmayarme por el dolor fue al grupo cerrando mi celda y caminando hacia la salida del calabozo...
De vuelta en Hyrule (Narra Link):
Me encontraba de regreso en Hyrule, dos semanas después del funeral de la reina Midori. Estaba en las afueras de la ciudadela gerudo, la cual estaba bajo construcción. Dorf no me habia vuelto a decir nada sobre ayudar a las gerudo a volver a su vieja gloria, y la verdad me sentía mal por eso. Di mi palabra, aunque, la verdad, no creo poder hacer mucho en estos momentos.
Estaba sentado frente a la entrada cuando senti un terrible dolor en la cabeza. Fue entonces que visualice a Midna. La tenian encadenada a una pared, sus ropas estaban rasgadas y se podia ver su segunda piel expuesta. Su pelo completamente desordenado y en su rostro una expresión de enojo y dolor. Habian algunas cortadas en su brazo derecho, las cuales aún sangraban. Ella se estremecía y gritaba de dolor, un dolor que yo era capaz de sentir. La estaban torturando ... seguramente para que les diera lo que estaban buscando. Abri los ojos de golpe y la vision despareció.
La ira en mi interior comenzó a crecer con cada segundo de esa visión que tenía, y en estos momentos estaba a punto de estallar. Nunca antes me habia sentido así de furioso o habia sentido tanto odio por alguien. Sin pensarlo, me levante de golpe desenvainando la espada maestra y dandoma la vuelta para apuntar hacia mis espaldas. Umbria quedo parada a escazos centímetros de la punta de la hoja.
-"Veo que no es buen momento." Dijo ella.
-"Yo ... lo siento."
Baje mi espada y la volví a guardar.
-"Siento tu ira. ¿Tu tambien lo viste?"
-"¿Disculpa?"
-"A la princesa y lo que le estan haciendo."
-"¿Tu ... tu tambien pudiste verlo?"
-"Sí ... Link, hay algo que Caos no sabe. Cuando la diosa crepuscular despareció de este mundo, esperando reencarnar, no lo hizo solo así. Sabía que existía la posibilidad de que la espada crepuscular cayera en las manos equivocadas una vez completa. Por eso, dividio su alma en dos partes: una de ellas vive dentro de mi, y la otra, vive dentro de Midna."
-"¿Que?"
-"Lo que quiero decir es que, una vez que la espada crepuscular sea restaurada, una de nosotras sera la nueva diosa. Pero para que eso suceda, las dos tenemos que estar presentes."
-"Así que por eso pudiste hablarme en sueños, y por eso a Midna la afecto tanto cuando la diosa crepuscular habló conmigo y con ella."
-"Lamento no haberte dicho la verdad antes, pero esperaba mantener el secreto para su protección ... es evidente que ya no es necesario."
-"Y ¿sabes donde esta?"
-"No ... desgraciadamente, soy incapaz aún de establecer una conexión así de fuerte con ella."
-"Y yo ... ¿podría hacerlo?"
-"No ... la razón por la que pudiste ver lo que le estaba pasando, es porque eres el nuevo guardián de ella, y por lo tanto, debes saber cuando esta en peligro."
-"Bien ... ahora, dime ... ¿quien más sabía sobre Midna?"
-"Solo su mamá."
-"Supongo que tambien le mintió para protegerla. Entonces, solo tengo una última pregunta ¿quien es la nueva guardiana crepuscular entonces?"
-"Nunca hubo una nueva guardiana Link ... nunca."
Me quede un momento en silencio. Antes de que pudiera hablar, un guardia hyliano llegó corriendo hacia donde estabamos.
-"¡Link, Link, Link!" Iba gritando mientras se acercaba.
Al llegar, se detuvo unos segundos a recuperar el aire.
-"¿Que sucede?"
-"Hay ... un ... problema en ... la costa."
Voltee a ver a Umbria y ella asintió.
-"Bien, puedes tumbarte a descansar un rato si quieres."
-"Bromea ... ¿en el desierto?"
-"Algo es algo."
Umbria y yo creamos portales para cada uno y entramos en ellos, apareciendo en la costa. Allí estaba Zelda con un telescopio apuntando hacia el oceano. Me acerque a ella.
-"¿Que pasa, Zelda?"
-"Hay un barco allí y que yo sepa, nosotros no tenemos flota."
Ella me pasó el telescopio y con él pude ver hacia el barco. Este era un verdadero navio, con varias velas y un mástil central enorme, pintado de color rojo casi en su totalidad. Ondeando en la punta del mástil se encontraba una bandera con un emblema que reconocí al instante: era el del reino de Malegnum.
-"No debieron acercarse a esta costa malditos..."
Baje el telescopio y se lo pase a Zelda.
-"¿Que vas a hacer?" Me preguntó ella bastante preocupada.
-"Una masacre."
Extendi mi mano hacia abajo y cree un portal bajo mis pies, cayendo justo en la cubierta del barco. Habian unos cuatro soldados en la misma, y ellos me vieron algo asombrados. Desenvaine mi espada, y comence a atacarlos. No les di tiempo a reaccionar y con un solo tajo los mate, uno por uno. Pude escuchar ruido dentro del barco, pasos que se acercaban hacia la cubierta. Rompí la puerta de una patada y apuñale al primer tipo que se asomo. Arroje su cuerpo por las gradas y continue matando a todo el que me encontrara en el camino. Estaba furioso, y solo queria deshogarme con alguien, solo queria hacerlos sifrir sin piedad ... de la misma forma que ellos estaban haciendo sufrir a Midna. Las paredes del barco se manchaban con su sangre, así como el piso y mis ropas, e incluso tal vez mi rostro...
Narra Umbria:
Link desapareció justo frente a nosotros. Zelda me volteo a ver preocupada, y la verdad es que yo también lo estaba. Link no parecía él mismo cuando desapareció.
-"Tranquila princesa, ire a ver que este bien."
Cree un portal bajo mis pies y apareci justo arriba de la cubierta del barco. La misma estaba manchada de sangre, y habian cuatro cadaveres de soldados. Definitivamente Link habia pasado por allí. Escuche gritos viniendo desde dentro del barco, por lo que corrí a la puerta destrozada que daba al interior del mismo. Una vez allí, solo tuve que seguir el rastro de cadaveres. Realmente estaba sorprendida de lo que estaba viendo, pues algunos tenian más cortes de los necesarios para acabar con ellos, como si Link los estuviera lastimando primero solo porque si, y ya después los matara.
Continue recorriendo el barco hasta llegar a un cuarto vacío. Allí, vi a Link dentro, parado frente a un soldado tirado en el suelo. El soldado estaba intacto.
-"¡Link!"
Él me volteo a ver, y debo decir que senti un leve escalofrió al verlo. Su ropa y su rostro estaban manchados de sangre, y su mirada denotaba un odio increíble. Comence a acercarme poco a poco a él.
-"Link ... tranquilo, soy yo, Umbria. Por favor ... baja la espada. Ya has matado a todos."
-"No ... aún falta este. Es la última rata de este barco."
-"Y lo necesitamos con vida. Puede darnos la ubicación del reino de Malegnum, y tal vez allí tengan a Midna."
Me acerque lo suficiente como para poner mi mano sobre la de él, y forzarlo a bajar la espada.
-"Bien ... si eso es lo que quieres."
Link tiro la espada al piso y tomo al soldado del pelo, comenzando a arrastrarlo. Me fui detras de él, y cuando llegamos a la cabina del capitán, Link lo hizo sentarse en una silla y lo pegó a la mesa, para después ir a apoyarse en la pared. Yo cerre la puerta y camine hacia el soldado, quien aún se mantenia serio.
-"Bien, creo que ya viste lo que le paso a tus compañeros, así que mas te vale decirnos lo que queremos."
-"No les tengo miedo."
-"¿A no?"
-"No ... y prefiero morir antes que hablar."
-"Bien."
Link se despegó de la pared y comenzó a caminar en dirección a él con una mirada amenazante. Yo lo detuve.
-"Controlate Link."
-"Ah, el gran Link, héroe de Hyrule" Dijo el soldado "Realmente le haces honor al título al ir por allí matando gente de esa manera tan bestial. Vamos, matame, y dame la razón."
Link se quedó parado unos segundos, para después separarse de mi y retroceder.
-"No ... ustedes son los malos y despiadados."
-"Sí claro ... sabes, ya que estamos, creo que aprovechare a decirte unas cosas. Al inicio sentia repulsion al pensar en esta idea, pero luego de unos momentos he llegado a la conclusión de que no me importa, esa mujer twili realmente es atractiva."
Link volvio a caminar hacia él, tras lo que volvi a detenerlo.
-"No tienes derecho a decir nada sobre ella."
-"Si lo tengo. Debo decir que nunca habia visto a una mujer tan ruda y terca, además de con un cuerpo tan celestial ... debo decir que últimamente me ha sido difícil el no aprovechar que esta encadenada para divertirme un rato..."
Solté a Link, tras lo que él tomo la cabeza del soldado, comenzando a golpearla repetidas veces contra la mesa. Finalmente, lo solto y regresó hacia donde yo estaba.
-"Gracias." Dijo.
-"Tranquilo ... el idiota se lo merecía."
El soldado levantó la cabeza, la cual estaba llena de cortes y golpes y comenzó a reír. La sangre cubria buena parte de su rostro, y tambien la mesa.
-"Dudo que vaya a hablar." Dijo Link.
-"Tienes razón, pero no creo que sea necesario. Tal vez podamos usarlo para ... mandar un mensaje."
-"¿Un mensaje? Pero ¿de que?"
-"¿Que no es obvio? ... un mensaje de guerra."
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