Capitulo 5


Cassiel registro casi por completo la mansión pero nada relevante encontró y eso la estaba frustrando.

Markus estaba comportándose de manera extraña y Ezael, no se cansaba de acosarla, no había podido salir de allí para poder hablar con Jared ni con Anthony y ya estaba comenzando a preocuparle lo que ellos pudieran hacer para contactarla... debía salir si o si de allí y sola, cuanto antes.

― ¿Planeando alguna nueva travesura?

Cassiel sintió que la piel se le erizaba con tan solo escuchar su voz, giro y lo enfrento con mirada fría, el único modo que había encontrado para esquivar la agudeza de sus sentidos, para evitar que viera dentro de ella, hasta descubrir que aun tenía el poder de hacerla estremecer.

―Si... estaba planeando una noche romántica con Markus― le respondió caminando hacia la puerta opuesta a la que él se encontraba.

― ¿Intentando encontrar las comparaciones?― pregunto con toda intención.

―No mi querido cuñado― le dijo sonriendo y recalcando la palabra cuñado― no hay comparación entre tú y el.

―Lo sé.

― ¿Lo sabes?― rio bajo― que bueno, pues así ya dejaras de fastidiarme.

― ¿Cómo?

―Dijiste que sabias que no había comparación entre él y tu, pues bien, si ya sabes que lo prefiero a él, ¿podrías ya dejar de seguirme como cachorro?

Ezael, apretó la mandíbula y Cassiel supo que dio en el blanco, había herido si orgullo, comparándolo con Markus.

― ¡Eso no es verdad y lo sabes!

―Dime Eza, ¿Por qué razón crees que estoy con Markus si no es por eso? Tú eres bueno si, debo admitirlo pero Markus...― jadeo suspirando― ¡El es un dios, me enloquece!

― ¡Mientes!

― ¿Sucede algo aquí?― pregunto Markus entrando en esos momentos― ¿Están peleando nuevamente?

―Para nada cariño― respondió Cassiel abrazándose a Markus― le decía a tu hermano que eres lo mejor que me sucedió y que te amo.

Markus le sonrió, la rodeo por la cintura y luego la beso apasionadamente, apretándola contra él.

―También te amo y eres mía, que no te importe lo que digan los demás, solo debo importarte yo.

―Y solo tú me interesas― le respondió Cassiel.

Para esos momentos Ezael se retiraba de la habitación ya que después de haberla hecho suya en el estudio, no toleraba que Markus la tocara frente a él, simplemente tenía el deseo irrefrenable de matarlo por hacerlo, así que se retiraba.

Por ese mismo motivo se la pasaba mas tiempo fuera de la mansión desde que Cass estaba viviendo allí y por eso prefería centrar su mente en lo que en realidad valía la pena, el liderazgo y el poder, el tenia que ser el nuevo líder de la orden, entonces ya vería que hacer con su hermano y la traidora de Cassiel.

*

*

Después de inventarle una historia creíble a Yun Ho, o al menos dibujar la verdad a medias, Saya logro que este la aceptara entre su aquelarre e incluso que la tomara bajo su protección, lo cual a la legua le molestaba a Celes. Así que estaba segura de que debía cuidarse de ella hasta descubrir cómo fue que termino junto a Yun Ho y sobre todo, hasta descubrir cómo hacer para que la recordara.

Sabia que Yun Ho no le tenia confianza, y que en algún momento la pondría a prueba para saber hasta que punto estaba dispuesta a ser su sirviente como ella afirmo que seria y esa misión no llego tan tarde como se imagino, por el contrario, apenas unas semanas después de instalarse en la nueva mansión de Yun Ho este le ordeno acercarse a Ezael, algo que le cayó como anillo al dedo, pues ya había hecho un acercamiento previo a él.

Ahora solo le quedaba poder encontrar el modo de volver a propiciar un encuentro, de modo que lo vigilo por días, mientras intentaba perder al vampiro que Yun Ho había puesto para seguirla y vigilarla.

Se notaba que no confiaba para nada en ella y estaba bien, ella tampoco confiaba en el, de modo que se entretuvo ocultándose de su sirviente, como un modo de perder el tiempo en lo que le asignaban su misión y una vez que se le fue dada la orden, se había vuelto un juego perder al idiota que pretendía seguirla por donde sea que ella iba, en lo que esperaba poder encontrarse con Ezael...

*

*

―Entonces... aquí es donde vives...― dijo Anthony mientras recorría con la mirada el campamento en el cual, vampiros, lobos, Lican y demás especies se encontraban― ¿No hay nadie nuevo además de mi?― le pregunto mirando a su alrededor.

No había percibido el olor de Jared pero eso no significaba que no estuviera por ahí... quizás ocultándose o algo así.

―Eres el único nuevo― le respondió Suzanne― ¿Buscas a alguien?

Tony negó con la cabeza y sonrió pasándose la mano por el cabello.

―Solo fue curiosidad.

―Ven te mostrare donde puedes descansar y más tarde saldremos a cazar.

―Es que... yo nunca... veras... yo no he salido jamás a cazar como lobo.

Suzanne se puso seria y luego bajo la cabeza apenada.

―Lo siento tanto Anthony, ¿en que te he convertido? Ni siquiera podría sobrevivir como lobo por mi culpa.

― ¡No!― sonrió moviendo las manos― estoy bien, realmente bien, solo necesito saber más cosas sobre esta nueva vida como lobo, ¿podrías enseñarme? Necesito ser más fuerte, poder hacerme más fuerte.

― ¿Por qué?― pregunto con curiosidad Suzanne― es que la mayoría de las personas estarían en conflicto con esto, tu pareces... tu en verdad pareces disfrutarlo.

―Porque es así, lo disfruto pero tengo mis prioridades también y necesito hacerme fuerte, ¿podrías ayudarme?

―Si, lo haré.

Anthony sonrió y se relajo, si Jared no había llegado allí significaba que aun permanecía en la ciudad y si era así, esperaba que Saya hubiese tenido suerte en su misión porque seguramente su ex jefe se aplicaría en intentar darle caza.

*

*

―No me gusta, ¿me escuchas? ¡Ella no me agrada!

Yun Ho suspiro y tomo el rostro de Celes con la mano apretando duramente su mandíbula hasta hacerla gemir de dolor.

― ¡Ya deja de fastidiarme! Tengo planes para Sayania, se quedara y no quiero escuchar ya nada mas al respecto.

―La tomaste bajo tu cuidado...― logro decir Celes con tono lastimero― ¿es que acaso te gusta?

―Es atractiva...― sonrió Yun Ho― veremos que sucede más adelante, ahora encárgate de lo que te ordene.

―Como podre acercarme a Luke si él puede percibir tu olor en mi― le pregunto Celes tocándose la mandíbula cuando Yun Ho la soltó.

―Simple... el te rescatara y te tomara bajo su cuidado.

― ¿Que? ¿Rescatarme? ¿De que?

Yun Ho clavo la mirada en Celes y esta vio colérica y espantada como el vampiro mayor iba acercándose a ella con una media sonrisa que la hizo estremecer.

―Yun Ho...

―Lo siento Celes, ya sabes lo que cita el dicho: A los amigos cerca, a los enemigos más cerca aun... investiga todo por mí, se mis ojos, y recuerda querida niña, esto es totalmente necesario.

Celes se vio cercada por el imponente cuerpo de Yun Ho sin poder alejarse.

―Yun Ho... no hagas esto...― pidió intentando ir por sus espadas.

Yun Ho se las mostró señalando con la cabeza en el extremo opuesto a la habitación y aunque Celes era rápida, el lo era aun mas, así que no tuvo oportunidad alguna.

―Descuida mi amor, es solo para llamar la atención de Luke...

*

*

Saya espero agazapada en la oscuridad de la negra noche y su oportunidad llego al fin... un lobo que se notaba era nuevo se acerco a Ezael amenazante, era grande, de pelaje gris, su mirada estaba centrada por completo en el vampiro por ello no se percato de la proximidad de la vampiro.

Su aroma le dijo a Saya que era alguien conocido pero no lograba dilucidar quién podría ser, entonces cuando el lobo se paro delante de Ezael y le gruño fue cuando le llego la idea de quién podría ser a la chica.

Como no notarlo, ese lobo era Jared...

Se preguntaba que querría Jared con Ezael Black y el único modo de saberlo era siendo paciente, así que espero oculta en el sitio en el cual de manera estratégica se había colocado para que el viento no le llevara a Ezael su aroma y estuvo atenta a lo que haría el vampiro ante la presencia de Jared como lobo.

Ezael se detuvo en seco y observo detenidamente al lobo y cuando este dio un paso hacia él, el vampiro saco los colmillos y se puso en posición de defensa, mostrándole que no debía acercarse más.

― ¿Quién eres? ¿Y que haces rondando la mansión?― pregunto Ezael― conozco el aroma de la mayoría de los lobos de la zona y tu olor no me es conocido... ¡Estás en territorio de vampiros!― le grito cuando el lobo dio otro paso hacia el― ¡Vete si no quieres encontrar la muerte aquí!

El lobo se detuvo un instante y ladeo la cabeza, luego dio otro paso más y le mostró las fauces, desafiando al vampiro de manera más abierta, entonces ambos dieron un salto uno contra el otro y se trenzaron en una lucha feroz.

El lobo intentaba alcanzar el cuello del vampiro, mientras que el vampiro sostenía las fauces del lobo lo más alejado de el, que le era posible. Giraron varias veces de un lado a otro y el vampiro de una patada logro sacarse al lobo de encima, lanzandolo contra el pavimento, lo cual arranco un rugido de dolor en el animal. Pero solo duro un segundo su aturdimiento, ya que se puso en pie, sacudió la cabeza y arremetió una vez más contra el vampiro dispuesto a acabar con él.

Saya observo la pelea oculta en su lugar, no le importaba realmente quien llegara a ganar esa lucha, pero era consciente de que necesitaba a Ezael con vida, así que se dispuso a hacer acto de presencia.

El lobo mordió el brazo del vampiro y este grito con dolor, tomándolo entre los brazos por los costados para apretar con fuerza hasta que se escucho claramente el sonido seco de los huesos al romperse. Jared soltó a Ezael entonces y se alejo gimiendo con dolor pero no parecía dispuesto a rendirse, entonces, Saya al ver que la herida de Ezael sangraba en verdad mucho, decidió salir.

Dio un gran salto y se paro delante de él, mientras este se tomaba del brazo y el lobo volvía a lanzarse tras su presa, pero al verla se detuvo en seco y la miro gruñendo.

Ella sonrió y le hizo señas con la mano para que viniera por ella pero el lobo lo pensó mejor y decidió retirarse, así que corrió a toda velocidad en dirección opuesta.

Saya giro hacia Ezael quien la miraba fijamente, reconociéndola al instante, por el momento el que le interesaba era Ezael Black por eso ignoro a Jared, pero solo por ahora.

―Tu...

―De nada... otra vez.

Ezael asintió con una leve sonrisa y se tambaleo, pues la pérdida de sangre era en verdad mucha y ya estaba formando un charco a sus pies. Saya paso los brazos por su cintura y lo ayudo a mantenerse en pie.

― ¿Dónde vives?― le pregunto― Dime donde debo llevarte.

Ezael pensó en la mansión pero recordó la promesa de Cassiel de asesinarlo así que miro a la chica y se encogió de hombros con una leve sonrisa en los labios.

―Ningún lugar en particular, ¿tienes tu un sitio en el cual podría reponerme?

Saya arrugo las cejas extrañada pero no dijo nada, solo asintió y camino con él a cuestas hacia el auto que Yun Ho le había dado para movilizarse, coloco a Ezael en el asiento del copiloto, arranco el cinturón de seguridad y se lo enrolló al brazo para detener el sangrado, después de todo ninguno de los dos lo necesitaría, luego salto sobre el vehículo hacia el otro lado y condujo al departamento que era su tapadera para casos como esos, un sitio que solo conocía Anthony.

Una vez que dejara a Ezael recostado en la cama, prácticamente inconsciente, fue por sangre fresca, la sirvió en un vaso y se la dio a beber a vampiro despacio.

Saco el cinturón de su brazo y le arranco la camisa para estar segura de que no había mas heridas de importancia.

Recorrió la piel de Ezael con lentitud comprobando que además tenía varias magulladuras en el torso e incluso una costilla rota. Heridas que pronto sanarían. Le dio más sangre y observo como la herida comenzaba a cerrarse de manera gradual. Era la primera vez que veía de manera directa la reconstrucción de los tejidos en un vampiro, por ello se quedo fascinada, viendo como los tendones se unían con lentitud, como la carne faltante se regeneraba. En verdad era una herida muy fea, pues el lobo le había arrancado un buen trozo de carne, pero el hueco iba llenándose poco a poco.

―Mas.. .sangre...― pidió Ezael aun mareado por la gran pérdida de sangre que había tenido.

Saya, fue por mas y lo ayudo a beberla despacio, notando como la piel que de por sí, ya era pálida y blanca, estaba recuperando el tono normal de un vampiro, además de que también la fuerza regresaba puesto que ahora él era capaz de sostener el vaso por sí mismo.

― ¿Te sientes mejor?― le pregunto Saya y fue a la cocina por una toalla húmeda con el cual comenzó a frotar las zonas cercanas a la herida para sacar la sangre que no era de él, limpiándolo lentamente.

―Estoy mucho mejor― le respondió Ezael ahora con más potencia en la voz― gracias.

Saya sonrió y fue a lavar la toalla para volver a limpiar el resto del cuerpo de Ezael, sonriendo cuando el saltaba estremecido.

― ¿Que sucede? ¿Te hice daño?― le pregunto deteniéndose.

―No... deja yo lo hago.

Saya lo miro extrañada y lo mantuvo recostado en la cama con la mano firme en su pecho cuando el quiso sentarse y tomar la toalla húmeda.

―Quédate allí, no estás bien del todo, yo puedo hacerlo.

―En verdad te lo agradezco pero por favor deja que yo lo haga.

― ¿Por qué? ¿Que sucede?

Ezael desvió la mirada y luego se miro la entrepierna.

Saya le siguió la mirada y noto la erección en el.

Rio y le dio la toalla poniéndose en pie.

―Vaya contigo, ponerte a pensar en eso cuando apenas si logras sentarte.

―No es eso... es que estabas frotando mucho y de manera tan delicada...― quiso excusarse sentándose despacio en la cama haciendo en gesto de dolor.

Saya rodó los ojos y suspiro acercándose a la cama una vez más.

―Debes dejar la mano extendida para que se regenere mejor, aun tardara un poco más― le dijo sacándole la toalla de la mano― frotare tu espalda y no quiero te tengas pensamientos lascivos ¿me entiendes?

Ezael asintió riendo bajo y se dejo hacer hasta que ella creyó que ya estaba bien.

―Listo, creo que es lo más decente que quedaras al menos hasta que seas capaz de darte un baño, hueles a perro ― arrugo la nariz con evidente disgusto.

El comenzó a reír y asintió apoyando la espalda contra la pared.

―Lo dice la chica que siempre huele a perro por andar cazándolos... ― la observo por un instante y luego le dijo― En verdad muchas gracias― le dijo― me has salvado dos veces.

―Pareces una dama en apuros― bromeo Saya tomando una silla para colocarla junto a la cama, la giro y se sentó apoyando los brazos en el respaldo de la misma para mirarlo fijamente― tienes un rostro que se me hace muy familiar.

― ¿En verdad no sabes quién soy?

Saya negó con la cabeza y apoyo el mentón sobre sus manos.

― ¿Debería?

― ¿No eres de esta ciudad verdad?― pregunto sonriendo― ¿De dónde eres?

―De aquí y de allá, de ningún lugar y de todos.

―Eso es muy ambiguo, ¿no tienes un lugar de residencia estable? ¿Un hogar?

― ¿Los vampiros tienen acaso un lugar al que llamar hogar?

―Claro que si... tenemos familia, amigos, gente que proteger y que nos protegen.

―No vi que nadie te protegiera contra el lobo hace unas horas, y cuando te pregunte donde vives dijiste que no tenías un sitio, entonces... ¿cómo puedes hablar de familia, amigos y hogar?

Ezael pensó en su padre y en sus hermanos, pensó en la mujer que alguna vez pensó haber amado, en lo traicionado que se sentía, en el amor frustrado que había guardado dentro y en que no se sentía seguro allí donde él decía estar su hogar, al menos no como se sentía ahora junto a esa chica de mirada penetrante, en ese departamento casi sin muebles, osco, sin elegancia ni nada que pareciera decir algo sobre quien lo habitaba, ni tampoco dijo nada sobre el vació que siempre sentía pero no en ese momento estando ella sentada junto a el.

―Veo que toque un punto sensible― dijo Saya poniéndose en pie― saldré unas horas, no salgas, espera a que tu herida se recupere del todo. Se bien quién eres Ezael Black.

― ¿Donde iras?― pregunto riendo― ¡Lo sabia! Sabia que me reconociste...

―Iré a buscarte ropa, la tuya deja mucho que desear, no tardare mucho― ya en la puerta se detuvo y sonrió― descuida aquí nadie te encontrara, me asegure de que no nos siguieran, intenta dormir, falta poco para el amanecer.

― ¿Estarás bien tu?

Saya asintió y se acomodo en cabello detrás de la oreja.

―Soy una chica precavida, volveré a tiempo, creo que deberías pasar el día aquí, ya cuando estés más descansado y repuesto del todo podrás regresar a tu... hogar...

Ezael no dijo nada por la ironía en su tono de voz, solo se recostó y cerró los ojos con cansancio, mientras escuchaba la puerta cerrarse...

Regreso al lugar en el cual Ezael fue atacado e intento encontrar el rastro de Jared pero después de varias cuadras lo perdió por completo.

La zona era muy transitada por los humanos en sus vehículos y también era una zona de mucha actividad, Saya estaba segura de que Jared había escapado en su forma humana para poder mezclarse entre ellos.

Así que recogió algo de ropa y regreso junto a Ezael para ver como seguían sus heridas, aunque hubiese preferido que Jared lo matara, por el momento no era lo mejor ni lo más indicado, lo necesitaba con vida... por ahora.

Lo encontró profundamente dormido así que dejo la ropa sobre la silla, cerró mejor las cortinas y ventanas y luego miro con gesto adusto el sofá.

Suspiro profundamente y se dijo que no pasaría la noche en ese lugar, de modo que se acostó junto a él en la gran cama.

¡Dormiría allí!

*

*

Jared camino mal herido hasta un callejón, metiéndose en un edificio abandonado para descansar.

Esperaba haber perdido a Saya para poder reponerse de sus heridas.

No imagino que se encontraría a Saya en ese sitio y mucho menos que ella defendería a Ezael, siendo el su mayor enemigo.

Maldijo en voz baja pues ya casi tenia al maldito de Ezael, de no ser por la intervención de Sayania hubiese asesinado al maldito bastardo, ahora tendría que ver cómo se las arreglaba con la persona que le había encargado el trabajo.

Descanso un poco allí en donde estaba pero como no estaba seguro de que en verdad estaba a salvo, continuo hasta donde se mantenía oculto.

Entro a la habitación, fatigado y casi desfalleciendo, se recostó en el sofá en cuanto puso el sistema de seguridad, no confiaba en nadie, todos tenían demasiados intereses y el estaba en medio de esa guerra, así que lo mejor que podía hacer por un tiempo era mantenerse fuera del radar.

Después vería como se entendía con su jefe temporal y con su situación.

*

*

―Entonces, no sabes que eres en realidad y por lo tanto tampoco sé que soy yo― volvió a preguntar por vigésima vez Anthony, mientras descansaba.

El entrenamiento había sido más duro en esa ocasión, ya que Suzanne había invitado a uno de los vampiros del campamento para que supiera como era el enfrentamiento con uno en un campo de batalla.

Y Tony debía reconocer que le costó bastante no perder ante él, aunque tampoco había ganado.

―Me has preguntado eso mismo tantas veces Anthony que no se que decirte― le respondió Suzanne― lamento mucho lo que te hice― volvió a disculparse.

―No te disculpes, yo... solo intento descubrir que somos.

―Somos dos seres con ciertas habilidades, nada más.

―Tienes razón― sonrió Tony― Suzanne... yo... veras...

― ¿Sucede algo?

―Tengo una amiga que se quedo en la ciudad, estamos juntos en algo muy importante y hace semanas que no sé nada de ella, a pesar de que le envié algunos mensajes no me ha respondido, estoy preocupado...

― ¿Quieres ir a buscarla?

―Debo hacerlo, ella es como una hermana para mí, es la única familia que me queda― respondió recordando que una vez pudo haber tenido esa familia junto a Celes, cuando estaban comprometidos, cuando se amaban.

Su semblante cambio y su mirada se volvió turbia debido a los recuerdos, por ello Suzanne de manera inconsciente acaricio su brazo.

Ambos estaban sentados sobre el césped descansando, el sol estaba en el horizonte tiñendo el cielo del atardecer con colores rojizos, naranjas y violáceos. Quizás una de las tardes más bellas que había visto Tony en mucho tiempo y puede ser que influenciado por la atmósfera cargada de melancolía, por los recuerdos de un pasado que sabía nunca recuperaría, o por sentirse cerca de alguien que comprendía lo que significaba su perdida y su nueva vida, ya que, si bien estaba conforme con lo que le había tocado, aun sentía que algo le faltaba y sabía perfectamente que ese algo era poder cerrar el círculo de una vez por todas con la historia inconclusa que tuvo con Celes, pues ella jamás regresaría a él, que se inclino hacia Suzanne y la beso.

Siempre había leído sobre el sentimiento afectivo entre lobos dentro de una manada.

Conocía por los libros que cuando los hombres lobos estaban dentro de una manada, el lazo de posesión, de amor fraternal y carnal, el sentimiento de protección y unión era incluso más poderoso que el respirar, pero nunca llego a imaginar que esto fuera tan fuerte y real como en esos momentos, ya que cuando rozo los labios de Suzanne y aunque en verdad lo hizo de manera totalmente inocente, lo que experimento fue mas allá de lo que podía controlar.

Sentía que ella le pertenecía y que a su vez él le pertenecía a Suzanne.

El sentimiento posesivo se volvió tan intenso que incluso gruño insatisfecho cuando ella se aparto apenas para respirar, pues el beso de un simple roce se volvió un imperioso deseo, ansioso y casi incontrolable.

―Anthony...― susurro Suzanne aferrándose a sus hombros, mientras él se dejaba caer sobre ella, terminando ambos recostados sobre el césped.

Al escucharla, la consciencia de Anthony despertó y se aparto de ella como si acabara de darse cuenta de que estaba por cometer una locura.

―Lo siento― se disculpo apartándose― no sé que me paso... lo siento...

Suzanne se sentó acomodándose el cabello y la ropa mientras lo veía ponerse en pie y alejarse de ella. Sintiendo una especie de conexión y al mismo tiempo de extrañeza por el sorprendente control de Tony sobre sus instintos mas básicos como Lican.

*

*

―La encontramos señor.

Los ojos de Luke brillaron satisfechos y una sonrisa se dibujo en su rostro cuando su investigador al fin le trajo las noticias que esperaba.

― ¿Donde esta?

―Tiene un departamento casi en las afueras de la ciudad, vive sola, sale todos los días pero le perdemos el rastro con rapidez cuando se encuentra en la ciudad, es muy precavida, incluso le podría decir que la encontramos por casualidad, pues hace unos días estuvo cerca de la mansión.

― ¿Estuvo aquí? ¿Cerca de la mansión?― pregunto interesado Luke― seguramente vino a buscarme.

―Puede ser señor, ella parecía estar esperando algo, luego desapareció.

―Está bien, pueden retirarse.

―Sí señor.

Luke se quedo meditando en que podría haber llevado a Saya hasta la mansión.

Estaba seguro de que estuvo vigilando el lugar, que algo los unía y los apartaba de manera inevitable, también sabía que no conocía a nadie allí... definitivamente ella iba a tratar de verlo ¿o se equivocaba?

Vio pasar a Cassiel hacia la planta alta acompañada de Markus y la idea se le cruzo por la mente en una fracción de segundo.

¿Y si Saya conocía de alguna manera a Cassiel?

Recordaba que cuando su padre se la trajo al departamento, Saya tenia un leve olor similar al de Cassiel. Sería entonces que Saya estaba esperando poder encontrarse con Cassiel y de ser así, ¿que era lo que las unía?

Camino hacia el vestíbulo y se la quedo mirando fijamente.

Cassiel como si presintiera que la estaba observando giro la cabeza apenas en su dirección y sus miradas se encontraron.

Luke sonrió de costado y ella tuvo un mal presentimiento.

― ¿Sucede algo?― pregunto Markus girando hacia donde ella estaba mirando pero ya para ese momento Luke había desaparecido ocultándose de la mirada perspicaz de su hermano menor.

―Nada, me pareció ver a alguien oculto tras esa columna.

Markus detuvo sus pasos a mitad de las escaleras y observo con mayor atención.

― ¿Segura?

―Solo, me pareció... seguro solo lo imagine, continuemos amor.

Markus miro una última vez y continúo si camino.

*

*

Yun Ho observo a Celes haciendo un meneo de cabeza de un lado a otro.

―Lamento esto querida pero como sabes en la guerra un general debe hacer lo que debe hacer.

La chica no respondió pues se encontraba inconsciente.

―Es una belleza, espero que esto no haya dejado cicatrices― decía Yun Ho guardando la jeringa en su bolsillo.

Hacia bastante tiempo no había usado tanto poder en otro oponente y Celes era un oponente formidable, pero para su desgracia, el era mas poderoso y mas astuto.

― Déjenla en el edificio en el que vive Luke, el sentirá el aroma de su sangre, solo necesitamos que la meta dentro de su círculo, después ella se encargara de lo demás, y apresúrense, mi formula para mantenerla inconsciente no durara mucho.

― ¡Si señor!― respondieron sus sirvientes mientras tomaban a Celes en brazos, saliendo del auto que estaba estacionado frente al edificio de departamentos donde solía pasar Luke algunas ocasiones.

En tanto Yun Ho permanecía dentro del auto con la mirada fija en el alto edificio, esperando que su plan resulte como esperaba...

*

*

Saya despertó cuando ya el sol se ocultaba en el horizonte, giro sobre si misma solo para encontrarse con que no estaba sola.

Poco a poco el recuerdo del día anterior fue regresando a su mente, entonces abrió los ojos y se encontró con los de Ezael que la miraba sonriendo, mientras Saya tenía una pierna sobre las piernas de él y el brazo rodeándolo por la cintura.

La chica se aparto con rapidez y salió de la cama más rápido aun, provocando la risa del muchacho.

―Lo siento, soy mal dormida― explico Saya acomodándose el cabello lo mejor que podía― no quería dormir en el sofá... es incomodo... yo...

Ezael comenzó a reír con más fuerza mientras Saya apretaba la mandíbula y desviaba la mirada mortificada, al menos en apariencia, solo para que el la viera de esa manera.

―Descuida, no me ha molestado para nada despertar con una bella mujer pegada a mi cuerpo... al contrario, no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí tan descansado― fue sincero.

Saya contuvo la réplica mordaz que quería escapar de sus labios, sonriendo en contraste complacida.

―Creo que... ¿entonces todo está bien verdad?― evadió estratégicamente su mirada― mira, siempre he estado sola, así que no se cómo son las relaciones entre clanes de vampiros, yo soy como soy, no tenía intenciones de pasar mala noche en el sofá por eso me acosté en la cama, obviamente pretendía despertar antes de que te dieras cuenta pero como no ha sucedido así, te pido lo olvides.

Ezael elevo una ceja intrigado y luego asintió.

―Está bien, dejemos eso de lado.

―Gracias... y dime, ¿como estas de tus heridas?

―Perfectamente, todo a sanado correctamente y estoy a salvo gracias a ti.

"Ni me lo recuerdes"― pensó Saya sonriendo.

―No es nada― dijo en voz alta― allí te deje ropa y puedes darte una ducha si lo deseas, yo serviré algo de desayunar.

―Si eso sería genial, en verdad necesito un baño.

―Definitivamente, aun hueles a perro― le dijo Saya moviendo la nariz de manera significativa.

Ezael asintió riendo y se dirigió al baño.

―Ahora tú también hueles así.

― ¿Que?

―Es que estabas muy abrazada a mí y bueno es lógico que...

― ¡Ya vete a bañar!― ordeno Saya entre risas― después de ti, entrare yo.

―Podemos compartir la ducha si lo deseas― sugirió Ezael sin saber porque había dicho eso exactamente.

Saya sonrió de lado y se cruzo de brazos mirándolo de arriba hacia abajo.

―Suena tentador, créeme que en verdad suena muy tentador, pero resulta que tengo negocios que atender y bueno...

Ezael se encogió de hombros y asintió.

―Sera en otra ocasión entonces.

―Quizás― le dijo Saya sonriéndole con picardia mientras intentaba borrar de su mente la imagen de ese vampiro tan sensual bajo la ducha.

Ya había llegado a la conclusión de que sin importar cuanto odiara o apreciara a un vampiro en particular, el instinto primitivo imperaba ante todo, el deseo y el odio en ocasiones iban de la mano y mientras mas rápido aprendiera la lección mejor para ella y su supervivencia.

*

*

Markus espero con suma impaciencia en el callejón oscuro, mirando con sorna a los transeúntes nocturnos que pretendía hacerse pasar por personas peligrosas. Sonrió de costado cuando con el rabillo del ojo vio que un pequeño grupo de tres o cuatro hombres se reunía y hablaban sobre él y lo elegante de sus prendas.

¡Humanos!

No podía percibir que allí la una criatura peligrosa era él y que ellos eran nada más que ratones bajo sus pies, pero su cita estaba llegando tarde y se aburría, así que jugaría un rato con los ratones.

Espero el movimiento inicial, les daría la ventaja, sino no tenía sentido jugar con ellos... saco el móvil del bolsillo cuando este vibro, leyó el mensaje de texto y su humor cambio por completo. Enfurecido, volvió a guardar el móvil en su chaqueta y giro hacia el primero que venía hacia él con un cuchillo en la mano.

Sus ojos brillaron peligrosamente en la noche y el delincuente se quedo petrificado cuando vio la furia asesina en esos ojos rojos que lo miraban ahora directamente.

Markus gruño, sus colmillos estuvieron listos en un instante y para cuando el delincuente se dio cuenta del grave error que había cometido ya era tarde, pues el vampiro lo tenía sujeto del cuello con una mano y lo estrellaba con fuerza contra la pared.

El hombre pateaba y gemía aterrorizado intentando liberarse sin poder lograrlo, miraba de reojo a sus compañeros que primeramente se quedaron igual de sorprendidos y estáticos en su sitio y luego como si reaccionasen decidieran atacar todos juntos a quien tenía prisionero a su compañero de faena.

Markus gruño más y apretó el cuello con un leve movimiento, el hombre abrió los ojos cuán grande eran y luego dejo caer la cabeza hacia un costado. El vampiro lanzo el cuerpo sin vida contra la otra pared girando sobre sí mismo y se enfrento con los que venían tras él.

Tres simples movimientos...

Con una velocidad asombrosa y una elegancia perfecta...

Un golpe certero y Markus se encontraba de pie rodeado de varios cuerpos sin vida, los miro con desprecio y salió de allí, no bebería de esos hombres, no había nada que calmara la sed que tenía en esos momentos, ya que no era sangre lo que deseaba.

Tenía sed de venganza y esos pobres infelices no podrían saciarla.

Salió del callejón acomodándose la ropa y se metió en su vehículo, buscaría la cena en otro lugar, además a él le gustaba más el platillo femenino que el masculino, el terror intensificaba el sabor de la sangre y ningún ser temía mas que una mujer cuando sabía que estaba acorralada...

*

*

Después de que le entregaran la dirección en la cual podrían encontrar a Saya, Luke no lo pensó dos veces. En cuanto se oculto el sol se dirigió hacia allí, estaba ansioso por verla, lo que sea que ella hubiese cambiado en el, los unía mas aun que el lazo de transformación.

Estaba seguro de que si su corazón latiera, en esos momentos estaría enloquecido en su pecho, ante la perspectiva de volver a verla.

Se quedo a una distancia prudencial de su edificio, estaba más que seguro de que si lo olía o presentía que estaba cerca, huiría de él, así que se mantuvo dentro del auto y observo el sitio.

Era un edificio común en una zona poco poblada, la fachada estaba algo derruida y le faltaba pintura pero era decente dentro de todo, algunos árboles, una parada de autobús a una cuadra, un buen sitio para esconderse.

Se preguntaba por qué razón no lograban dar con ella en la ciudad pero si la había localizado allí, era casi como si lo hubiese permitido, como si Saya hubiese planeado que así fuera...

Presto atención cuando la puerta se abrió pero no era Saya, solo unos hombres que salían riendo. Luke apretó los puños y se armo de paciencia, esperaría así tuviera que pasar la noche en el auto, tenía que dar con Saya si o si.

Al cabo de dos horas la puerta se abrió una vez más y Luke pudo al fin ver el largo y negro cabello de Saya, su mirada, sus labios, su sonrisa, llevo la mano a la puerta del auto, saldría e intentaría hablarle.

¿Que le diría?

No lo sabía pero al menos lo intentaría, la quería a su lado, la necesitaba.

Sin embargo su mano se cerró con furia sin llegar a abrir la puerta porque tras Saya salía Ezael...

Casi rompió la manija de la puerta del auto cuando tras la que consideraba su mujer salió su hermano y para empeorar la furia que sentía lo vio pasar una mano por su cintura riendo junto a su oído. Saya no parecía incomoda, por el contacto de la mano de Ezael sobre su cuerpo, movió el cabello con coquetería y luego se encogió de hombros.

Poco después ambos miraron en todas direcciones y al ver que el sitio estaba desierto desaparecieron en la noche con la velocidad característica de los vampiros.

― ¡Maldito! Voy a acabar contigo lentamente...― susurro Luke apretando de manera inconsciente la manija del auto rompiéndolo en fragmentos pequeños.

*

*

Después de desayunar y darse un baño, Saya le dijo a Ezael que debía atender algunos asuntos y que si no tenia donde quedarse podía regresar allí si lo deseaba.

Ezael, solo asintió sin decir mucho y Saya no lo presionó.

Después ambos salieron del edificio y por un momento Ezael se sintió como un humano, ella se reía de como le quedaba la ropa que le había conseguido y él se sentía como un idiota pues en verdad se veía ridículo con esos pantalones tan ajustados y el color naranja de su camisa.

― ¿Lo hiciste a propósito?― le pregunto riendo Ezael al verse en el espejo del ascensor.

― ¡Para nada! Solo fue lo que encontré― reía de manera abierta y en su cara Saya, algo que le agrado a Ezael. Estaba acostumbrado a que todos lo mirasen con recelo, así que la espontaneidad de Saya era refrescante.

Al salir del edificio y dispuesto a vengarse de las burlas de Saya, Ezael se acerco, le paso la mano por la cintura y le dijo al oído.

―Debiste bañarte conmigo para poder apreciar mejor mi cuerpo sin esta ropa ridícula.

Saya solo rio y se acomodo el cabello.

―Prometo que en la próxima dejare que me laves la espalda― le respondió.

Ezael había olvidado lo que se sentía coquetear con una mujer, llevaba tanto tiempo pendiente de los deberes como hijo de Jacob Black, y buscando respuestas al enorme vacío en su vida que incluso había perdido el gusto por la conquista y aunque no podría jurar que había dejado eso de lado, por una vez actuar con normalidad se sentía bien.

Pensando en Cassiel durmiendo bajo el mismo techo y en los brazos de su hermano, Ezael se dijo que intentaría olvidar su pasado con Cass, aunque estaba seguro de que eso no ocurriría, porque ella no se lo permitiría, al menos lo iba a intentar.

Aunque antes debía averiguar a que se refería cuando dijo que el le robo algo importante. Después de aclarar eso con Cass, y poner las cosas en orden, se haría con el poder de la orden de sangre y luego se lo ofrecería a Saya...

Este pensamiento lo dejo perplejo, desde cuando pensaba en ella como su futura mujer si apenas la conocía.

―Estas serio― le dijo Saya sacándolo de sus pensamientos melancólicos.

―Solo recordaba el pasado que debo dejar ir y de pronto una absurda idea se me cruzo por la mente... olvidalo, es una verdadera tontería.

Saya no dijo mas, se despidió de él y le aseguro que si lo deseaba podría regresa allí cuanto quisiera.

*

*

―No me gusta mucho regresar a la ciudad― le comento Suzanne cuando Anthony bajo del tren y miro en dirección a ella que aun permanecía subida.

―No te sucederá nada Suzanne, tu y yo somos una manada...― rio y extendió la mano hacia ella― cuidare de ti, no estás sola.

Suzanne, observo la mano y después asintió tomándola.

―Somos una manada― repitió riendo y bajando al fin― una manada de dos.

―Pero nos protegeremos uno al otro.

―Si... y... ¿donde encontraras a tu amiga?

― Tiene un departamento fuera de la ciudad, a unas horas de aquí, creo que podremos descansar allí y esperar, se que va cada tanto y si todo salió bien, en mañana tenemos que reunirnos en ese sitio.

―Está bien.

―Suzanne... hay algo sobre mi amiga que debes saber.

Ambos caminaban fuera de la estación, la noche estaba comenzando a cerrase sobre sus cabezas y el aire saturado de la ciudad les dio de lleno al salir de la estación.

―Dime.

―Suzanne, mi mejor amiga es un vampiro.

La chica se lo quedó mirando unos minutos, quizás sopesando el significado de sus palabras pero al cabo de ese tiempo se encogió de hombros y sonrió.

―Está bien, nuestra manada es fuera de lo común, eso es agradable y si tú dices que ella es parte de nuestra familia, pues por mi bien.

Tony asintió riendo, paso el brazo por los hombros de Suzanne y camino hacia la parada de autobús. Hubiese sido mas cómodo viajar como lobo pero en la ciudad no era tan fácil como en las afueras, de modo que el autobús era una opción aceptable.

Se había adaptado a su nueva condición como lobo, la libertad y la sensación de júbilo que experimento durante el corto entrenamiento que Suzanne le dio, le hicieron ver que ser lobo era lo mejor que le había podido suceder en mucho tiempo.

*

*

Las heridas que Saya le causo estaban ya recuperadas, lo que no estaba bien era el sentimiento de frustración y cólera que embargaba a Jared. Jamás ni remotamente imagino que ella fuera a hacerle eso, que se enfrentara a el por defender a uno de los hermanos Black.

El no tenía opción, pero ella... ¿que la había orillado a eso?

Tenía que encontrar el modo de acercarse a Saya para poder hablar.

Ser el malo de la historia no le molestaba, desde hacía ya mucho tiempo sabia que eso sucedería, lo que le molestaba era que Saya perdiera la fe en el tan pronto y de manera tan radical.

Ellos tenían algo especial o al menos eso pensó, sin embargo después del modo en que lo ataco y protegió a Ezael Black, ya no estaba seguro de lo que podría esperar en el futuro con respecto a ellos.

*

*

El olor a sangre le llego de lleno apenas salió del ascensor, miro en todas las direcciones a su alrededor buscando la fuente del aroma y tirada sobre las escaleras de emergencias la vio. Cabello negro y largo, su cuerpo estaba muy lastimado aunque podía ver que se iba regenerando muy lentamente.

Era un mujer muy bella pero sobre todo, tenía algo que le recordaba terriblemente a Saya y eso era algo con lo que aun estaba luchando.

Pues por un lado estaba loco por ella y por otro solo deseaba poder ponerle las manos encima para vengarse por lo que estaba haciendo con él.

¡Lo estaba volviendo un idiota!

¡Maldita!

Con los colmillos listos y un gruñido gutural se acerco a la chica inconsciente dispuesto a sacarse con ella todo el resentimiento que sentía, la tomo del cabello y levanto su cuerpo herido con una mano, entonces al verla mejor, algo dentro de él se congelo pues le pareció que veía a Saya.

Apretó la mandíbula con fuerza, dudo sobre que hacer un momento y al final la colgó de su hombro y la metió dentro de su departamento. La dejo caer sin mucha delicadeza sobre el sofá y se sentó en la mesa ratona para mirarla fijamente, después se puso en pie abruptamente y fue hasta la ventana que daba al balcón, la noche moría poco a poco y el aun continuaba preguntándose porque había llevado a esa vampiresa extraña a su departamento cuando debió dejarla morir fuera.

―Te dejare morir en el balcón― le dijo a la chica inconsciente mirando hacia afuera como moría la noche con suma rapidez― así no tendré que...

Se quedo callado y escucho atentamente cuando ella se removió inquieta y murmuro algo.

― ¿Que dijiste?― pregunto Luke acercándose a la chica nuevamente.

―No...Yun Ho... por favor no...

Luke tenso la mandíbula y la miro con mayor atención ahora preguntándose que tendría que ver esa chica con Yun Ho.

*

*

Yun Ho le indico al chófer que pusiera en marcha el vehículo y se pregunto una vez más cuanto podría confiar en la fidelidad de Celes... aunque en el mundo vampiro una promesa era una ley inquebrantable, siempre había una excepción a la regla.

La palabra dada era aun más poderosa que los lazos de sangre, cuando encontró a Celes, ella suplico por ayuda y prometió fidelidad hasta que el la liberara de su promesa y hasta el momento había cumplido pero ¿cuánto más podría hacerlo teniendo el motivo de su más oscuros rencores a un palmo de distancia?

Esperaba que lo suficiente para poder ambos vengarse.

Solo esperaba que Celes fuera capaz de contenerse para que juntos lograran alcanzar la meta dispuesta.

―No me falles Celes, no lo hagas.

*

*

Markus regreso a la mansión hecho una furia, estaba harto de fingir y estaba mucho más cansado de tener que contenerse.

La situación estaba pasando de su límite de tolerancia,

Ezael pagaría caro el haberse atrevido a tocar a su mujer pero ella también pagaría el haberlo traicionado y en cuanto a Luke... más le valía no meterse en su camino porque no tendría piedad con nadie.

Así como el maldito viejo había cometido el error de tomarlo a la ligera, sus hermanos también lo hacían y el ya estaba más que cansado de tolerar ser el bufón.

―Cariño regresaste― lo saludo Cassiel caminando hacia él con intención de besarlo pero Markus estaba tan furioso y ciego que la tomo del cuello y le gruño ferozmente.

La chica se llevo las manos a las que apretaban brutalmente su cuello, mientras movía los pies en el aire, intentando que la soltara.

―Que... haces...

Markus gruño aun más fuerte y luego la beso con la misma brutalidad, luego la soltó y Cassiel cayó al suelo tocándose el cuello.

― ¡Que te pasa! ¿Por qué hiciste eso?― le grito mientras Markus caminaba hacia la planta alta de la mansión.

―Ven a nuestra alcoba, te quiero desnuda y en mi cama― fue lo único que respondió Markus mientras Cassiel se ponía en pie.

Después de que él se perdiera escaleras arriba, Cassiel sonrió y ladeo la cabeza.

―Como quieras cariño― dijo y sus ojos eran dos llamas llenas de furia― tu también espérame... tengo una sorpresa para ti― toco la daga que siempre llevaba con ella oculta entre sus ropas y se soltó el cabello.

En ese sitio no estaban ni Saya ni Celes por lo tanto ya era tiempo de volver a ser la que siempre fue.

La cazadora...

Cassiel se acomodo el cabello, la ropa, y dibujo una sublime sonrisa en los labios, mientras subía con lentitud las escaleras.

Realmente estaba ansiosa por hacer lo que tenía en mente, no soportaba un solo segundo más cerca del imbécil de Markus y después de acabar con el iría tras sus hermanos, después de todo eso era lo que hacía.

Era un vampiro que cazaba vampiros.

Cuando llego a la habitación, lo vio sentado en el borde de la cama con la cabeza entre las manos, estaba inquieto, se le notaba a la distancia, murmuraba cosas que al principio no comprendió pero que luego fueron más claras para ella. Parecía desquiciado, como si hubiera perdido la cabeza y no fuera capaz de razonar o pensar con coherencia.

Estaba murmurando sobre la manera en que todos lo menospreciaban, que su padre tenía la culpa y que había hecho bien en asesinarlo.

― ¿Tu... fuiste tú?― pregunto sorprendida― ¿tu mataste a tu padre?

―Se lo merecía― le respondió Markus levantando la mirada hacia ella― le dije sobre lo nuestro, le dije que quería compartir todo contigo pero se negó, me prohibió volver a verte... ¡No podía hacerlo! ¡Nunca voy a dejarte ir Cassiel! ¡Nunca!

―Markus...

―Se que estuviste en la biblioteca con Ezael... dime porque... ¿Porque me traicionaste? ¡Estaba dispuesto a darte el mundo, ibas a ser mi reina! ¡Por primera vez iba a enfrentarme a quien sea sin ocultarme, sin tener que hacer cosas tras las sombras! ¡Pero me traicionaste con mi propio hermano!

Cassiel se preparo para un enfrentamiento con Markus.

Al parecer, el sabia más de lo que había dicho y eso la ponía en desventaja pues se preguntaba que más sabía sobre ella.

―No se dé que...

―Si, si lo sabes... no te preocupes, acabare con la tentación muy pronto.

― ¿Que significa eso?

―Que voy a matar al maldito perro que tengo por hermano... voy a vengarme de él, de Luke por menospreciarme, de ti... por traidora... ― gruño mostrándole los colmillos.

Cassiel sonrió y lo miro fijamente.

― ¿De mi?― rio bajo― ¿Vas a matarme también?

―No... haré algo mejor.

Cassiel lo vio ponerse en pie y caminar hacia ella, la tomo de la cintura y la pego a su cuerpo, luego aspiro el aroma de su cabello cerca del cuello y la apretó contra él en un abrazo fuerte. Estaba frenético, sin control y temblando con frustración.

―No podría dejarte ir, pero comprende que me traicionaste y debes pagar por ello― le susurro al oído.

Cassiel se dejo hacer sonriendo, lo dejaría confiarse y cuando lo tuviera en sus manos, le enseñaría quien jugaba con quien allí.

Markus la guio hacia la cama y comenzó a besarla con ansiedad, mientras le sacaba la ropa y acariciaba su cuerpo, Cassiel lo dejo hacer hasta que llego al sitio en el cual tenía oculta su daga, con el emblema de las cazadoras.

―Dime cariño― le decía mientras giraba sobre sí misma y se sentaba a horcajadas sobre Markus manteniéndolo bajo ella― ¿conoces a una chica llamada Saya?

Markus la miro negando.

― ¿Debería?

―Entonces tu no la conoces...― medito Cassiel― eso me deja a Ezael y Luke... muy bien.

― ¿De que hablas?― pregunto intentando levantar el cuerpo de la cama pero Cassiel lo sostenía con fuerza contra la cama apoyándose en su amplio pecho.

La chica se inclino y lo beso en los labios, mordiéndolo y haciéndole un pequeño corte con los colmillos.

―Voy a contarte un secreto mi amor― le dijo Cassiel sobre los labios, mientras llevaba la mano hacia su espalda para tomar la daga― conozco a la cazadora que estas buscando.

Markus se tenso, la tomo de la cintura y la alejo de él, de un tirón.

Cassiel salto hacia atrás y se agazapo mientras apretaba fuertemente la daga en su mano aun tras la espalda.

―No me gustan tus juegos Cassiel― le gruño.

― ¡A mí no me gustas tú!

― ¿Que dices?

Cassiel tenía al igual que él, el torso descubierto, solo con el sujetador negro y el pecho de ambos subía y bajaba de manera controlada mientras sus miradas se encontraban en una guerra muda de voluntades.

―Te diré también algunas verdades ya que estamos en esas― rio Cassiel relajando la postura― me acerque a ti no porque me gustaras, de hecho jamás me gustaste y aún cuando me hacías el amor, pues... a decir verdad, pensaba en tu hermano Ezael en esos momentos.

Markus gruño apretando los puños y se abalanzó sobre ella, cegado por los celos y la furia.

Cassiel lo esquivo saltando hacia un costado para volver a poner distancia entre ellos.

―Solo quería entrar a tu aquelarre, no sé lo que te dijo sobre mí ese viejo malnacido y me importa realmente poco el que lo mataras, después de todo pensaba hacerlo yo misma de ser posible, pero te adelantaste ― continuó Cassiel ahora sacando la daga de su funda y mostrándosela a Markus mientras la tomaba con firmeza de la empuñadura.

― ¡La daga de la cazadora!― murmuró Markus y su expresión ahora no solo era de furia sino de precaución― donde la conseguiste.

― ¿En verdad eres el hermano idiota no?― se mofo Cassiel― ¿cómo crees que la obtuve?― rio dando un paso hacia él― dime Markus ¿como piensas que llego a mí?

Markus la miró herido por sus palabras y al mismo tiempo lleno de furia.

―Tu eres la cazadora― replicó más como confirmación que como pregunta― ¡eres la maldita cazadora!

―Hasta que por fin tu mente comienza a funcionar como debe ser.

― ¡Maldita!

Volvió a irse sobre ella, atrapándola de la cintura, la estrello contra la pared y la quiso tomar del cuello pero Cassiel lo golpeo en el estómago y se libero.

Markus se repuso de inmediato y volvió a ir tras ella pero Cassiel lo esquivó y comenzó a reír con ganas.

―Te la pasas gruñendo y maldiciendo porque todos te subestiman según tú, mi querido amante pero la verdad es que eres un pobre imbécil― le dijo al tiempo que saltaba impulsándose con una de las paredes y le hacia un corte en el brazo, haciéndolo gritar.

Markus se tomo el brazo y la miró con furia.

―Estas vencido cariño― le dijo Cassiel con sorna― voy a disfrutar esto como no te das una idea, llevo demasiado tiempo queriendo clavar mi daga en tu corazón.

Markus y ella volvieron a saltar uno sobre el otro.

Cassiel acabo en el suelo y la daga se escapo de sus manos, mientras que Markus sonreía de lado.

― ¿Ahora que harás cazadora?

Cassiel se paró derecha y paso la punta de la lengua por los labios mientras caminaba hacia el moviendo las caderas con sensualidad.

― ¿Tú que crees?

― ¡Eso ya no funcionará!

―Claro que si cariño... recuerda lo que dijiste no puedes vivir sin mí, harías lo que fuera por mí...

Markus no respondió, solo tenso la mandíbula y la miro con fiereza.

Cassiel llego hasta él y acaricio el pecho de Markus, se inclinó y paso la lengua por su cuello despacio, mientras se pegaba a su cuerpo y bajaba la mano hacia su ingle.

―Aunque sabes quién soy aún me deseas― le susurró mientras besaba el lóbulo de su oreja y acariciaba el bulto entre sus piernas― incluso me dejas llegar hasta ti sabiendo que quiero asesinarte... es una pena...

Lo empujó contra la pared y fue trazando besos húmedos sobre su abdomen hasta llegar al cinturón, así como estaba arrodillada elevo la mirada hacia él y vio lo excitado que estaba, le sonrió y luego se puso en pie de golpe clavando una daga que acababa de tomar de su bota, en su corazón.

Markus abrió los ojos cuan grandes eran, la miro a los ojos y luego se desintegro volviéndose polvo.

Parado en la puerta de la habitación que se encontraba abierta, estaba Ezael mirándola entre sorprendido y al mismo tiempo dolido.

― ¡¿Que... hiciste?!

― ¡Lo mismo que te haré a ti!― le respondió Cassiel mientras lo observaba con determinación.

Ambos de miraron por un leve momento.

Entonces Cassiel sintió un aroma conocido en Ezael, entrecerró los ojos y maldijo, tomo una camisa moviéndose con rapidez y salto por la ventana huyendo de allí cuanto antes.

Ezael corrió hacia la ventana pero ella ya había desaparecido, luego giro la mirada hacia el montón de cenizas y golpeo con el puño la pared destrozándola.

― ¡Voy a vengarte hermano!― juro sacando el móvil para llamar a Luke.

Al tercer timbrazo este atendió de mal humor pero Ezael lo ignoró.

―Descubrí quien es la cazadora― le dijo sin preámbulos.

― ¿Quién es esa maldita?

―Es Cassiel y acaba de asesinar a Markus...

Las palabras de Ezael quedaron en el aire, entre ambos hermanos.

Los gritos vociferantes de Ezael y el silencio pesado de Luke.

¿Realmente eso estaba sucediendo?

¿Realmente la cazadora había logrado infiltrarse entre ellos y había matado a uno de los Black?

Markus había metido en la mansión a la misma persona que había tomado su vida y ahora ambos estaban en medio de una situación en la que quedaban frente a frente.

Realmente a ninguno le importaba mucho la muerte del inútil de Markus, lo que importaba era que ahora solo uno de ellos seria el líder de la orden de sangre y de todo el imperio de la ciudad de Londres, el tema era cual de ellos lograría ganar el puesto.

Y eso ambos lo sabían, no estaban sufriendo por su hermano muerto, estaban calculando los planes a futuro y como enfrentarse uno a otro.

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