16. i know places we won't be found

 ੈ ‧ chapter sixteen ; i know places we won't be found

Magnus y Regulus sabían que no regresarían a Hogwarts después de las vacaciones de Navidad, cerca de Brighton, había una mansión modesta que sería su nueva residencia durante los meses siguientes. 

Ni Walburga, ni Katarina sabían nada sobre su plan y lo poco que sabían sus padres, era que tenían algunos asuntos que tratar fuera, así que ese asunto, lo tenían resuelto de alguna manera.

Por otro lado, no había sido nada sencillo convencer a Lord Voldemort que los dejara marchar así nada más, pero finalmente había accedido cuando plantearon la idea de que su partida, traería grandes cambios en sus filas y tal vez sí los habrían, pero no los que aquel hombre se esperaba. 

Los dos jóvenes tenían todo resuelto, después de despedirse de sus hermanos, partirían durante la tarde de Navidad para no volver en un buen tiempo, tenían como aliados a Pandora Lestrange quien no era de extrañar, al ser mejor amiga de Regulus, pero a Magnus le sorprendió cuando se enteró que el director de su colegio también los apoyaría, al parecer él y Regulus habían hecho una alianza para destruir los horrocruxes, así que tenían ese apoyo seguro. 

Todo se complicó un poco cuando Genevieve había insistido para acompañarlos diciendo que no estaría tranquila si no lo hacía y aunque Magnus estaba algo inseguro al principio, terminó accediendo.

Y desde ese día, ya habían pasado seis meses, seis meses en los que ninguno había salido de aquella casa de descanso y no sabían demasiado del exterior, más que lo que Pandora les contaba en sus visitas recurrentes.

Magnus y Regulus habían logrado reunir tres horrocruxes, solamente necesitaban dos más para tenerlos todos y de cualquier forma, tenían un enorme problema, no tenían ni idea de cómo destruirlos o qué hacer con ellos, habían intentado de todo y nada parecía funcionar.

Kreacher, el elfo fiel de Regulus, había llegado a la mansión algunas horas antes con la ubicación exacta del cuarto horrocrux, pero para la mala suerte de todos, al parecer sería más difícil encontrarlo de lo que planeaban, de cualquier forma, se mantenían positivos ante la idea de al menos ya tener tres. 

Regulus acababa de salir de la cocina, en donde Kreacher había insistido en quedarse para ayudarlos con la comida y el aseo y realmente ninguno se podía quejar, sería agradable comer bien después de meses de comer tostadas y cambiar el té caliente por café.

— Nunca he estado celoso de nadie... salvo de Kreacher — Comentó Magnus llegando a lado de Regulus — Siempre siento que lo quieres más que a mí.

Regulus río — No seas ridículo, por supuesto que lo quiero más que a ti — Magnus lo miró mal — Bromeo.

— Pues tus bromas no me dan risa.

— Pues a mí sí.

Magnus se cruzó de brazos dándose la vuelta.

— Ya te dije que es broma — Dijo Regulus siguiéndolo — Solo... me molesta que los traten como si fueran esclavos y no creo que mis padres estén siendo muy amables con él.

— Pues porque eso son — Comentó Magnus rodando los ojos, recibiendo una mala mirada por parte de Regulus — Lo siento, todos menos tu adorado Kreacher.

— Magnus...

— Está bien, ya ni siquiera diré nada.

Regulus rodó los ojos negando con la cabeza — Si sobrevivimos a esto y no terminamos como prisioneros en Azkaban, haré una fundación para ayudar a los elfos.

— Para empezar, ¿Tú crees que quieran ser ayudados?

— ¿Has visto cómo trata Lucius Malfoy a sus elfos? Yo creo que lo deben estar pidiendo a gritos.

— Ya lo creo... Pandora vendrá para cenar, por cierto — Comunicó Magnus en un tono alegre, la rubia se había convertido en una buena amiga de su hermana, por lo que se pondría contenta porque los visitara — Espero que tu elfo se luzca con la comida.

— Sabes perfectamente que lo hará.

¡!

Magnus acababa de bajar al primer piso cuando se encontró a su hermana y a Pandora preparando la mesa para que todos se reunieran a cenar y aprovechó para reunirse con Genevieve durante un momento mientras que Regulus se ponía al día con Pandora.

— ¿Cómo estás? — Preguntó el menor abrazándola.

— Siempre es agradable que Pandora venga,al parecer todo está bien en Londres... — Magnus sabía que cuando su hermana decía Londres, se refería específicamente a James Potter, pero él no mencionaría nada — ¿Han descubierto algo nuevo?

— Nada aún... pero ya lo haremos, tranquila — Sonrío tratando de transmitirle algo de confianza — Cuando menos lo esperes, nos iremos de aquí.

— Eso espero... dicen que el clima de París en verano es delicioso, ¿Tú qué opinas?

— Creí que regresaríamos al Mundo Mágico, al menos a Londres.

Genevieve sonrió incómoda — Vamos a cenar, Magnus.

¡!

La cena había sido agradable, realmente era alentador recibir visitas, más si se trataba de sus seres queridos.

Había buenas noticias, ya que al parecer, el profesor Dumbledore había estado investigando sobre cómo descubrir los horrocruxesy ya estaba a punto de averiguarlo.

Ambos chicos se encontraban reposando sobre la cama en un silencio absoluto, Regulus se encontraba boca abajo mientras que Magnus trazaba figuras en su espalda desnuda y una vela era lo único que iluminaba la habitación.

— ¿Qué haremos cuándo terminemos con esto? — Preguntó Magnus recostándose a lado de Regulus.

Regulus sonrió — Si terminamos esto... nos iremos lejos, en donde nadie nos vuelva a encontrar y bueno, siempre he querido tener hijos.

A pesar de que Magnus nunca había pensado en tener hijos más allá de verlos como herederos, no pudo evitar sentirse atraído por la idea — ¿Es una propuesta o una advertencia?

— ¿Está mal si digo que un poco de ambas.

— Puede ser — Magnus besó sus labios cortamente acomodándose en su lugar — Buenas noches, Reggie.

¡!

author's note: que emoción, ya
le quedan como tres capítulos a
esta historia, espero que la hayan
disfrutado hasta ahora porque yo
he disfrutado mucho escbriéndola!

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