10. together forever

 ੈ ‧ chapter ten ; together forever

Magnus y Regulus habían decidido pasar las vacaciones de verano en la mansión Rousseau, Magnus sabía que de esa manera, Regulus tendría un poco más de tranquilidad, aunque a decir verdad, tampoco tenía intenciones de apartarse de él, a su opinión, desde cualquier perspectiva, era buena idea.

Sin embargo, aunque pasar tiempo juntos generalmente era bastante agradable para los dos, ya habían llegado al punto en el que se habían quedado sin nada que hacer.

Ambos descansaban sobre un sillón en la biblioteca de la mansión, Regulus reposaba su cabeza sobre el regazo de Magnus, mientras que este acariciaba su cabello.

— Magnus, no es que no disfrute tu compañía, pero... me aburro demasiado — Se quejó Regulus tallando sus ojos.


─ ¿Quieres que...?

─ Definitivamente no, ya leímos Orgullo y Prejuicio como seis veces esta semana ─ Se quejó Black — Y tampoco leeremos ninguna otra novela de Jane Austen.

─ Tú no aprecias la buena literatura ─ Respondió Magnus fingiendo indignación.

Regulus se levantó para comenzar a caminar por ahí y ver algunos títulos, explorar la biblioteca en general, Magnus lo siguió de cerca respondiendo las ocasionales dudas de Black.

— ¿Qué es...?

Magnus se acercó para extender el tapiz que contenía el árbol genealógico de la familia Rousseau, el cual tenía el nombre quemado de su hermana, tal como si lo hubieran hecho con un cigarrillo — Oh... madre dijo que la quemarían, nunca quise saber cómo era.

─ Sí, también quemaron a Sirius, esa misma noche de hecho... yo sé que no éramos los mejores hermanos, pero aún me duele, ¿Sabes? Igualmente mis padres enloquecieron cuando supieron lo de tío Alphard — Dijo Regulus dando un largo suspiro — ¿Extrañas a Genevieve?

─ Tanto como me imagino que tú extrañas a Sirius, pero...

Antes de que pudiera terminar su oración, Regulus lo interrumpió con curiosidad ─ ¿Pero?

─ Sé que está mejor en donde está ahora — Respondió resignado — No era justo que viviera en un lugar en donde no era feliz, no... me alegra que haya encontrado un hogar.

─ Sí, supongo que es bueno que al menos ella y Sirius lo haya logrado...

Magnus asintió y ambos siguieron revisando lo que había en aquella esquina, estaban en silencio hasta que Regulus habló sorprendido.

— Creo que te gustaría ver esto, Magnus.

─ ¿Ver qué?

Regulus le tendió una carta que lucía demasiado vieja y por el polvo que acumulaba, parecía que llevaba años guardada ahí. Magnus la desdobló con cuidado y leyó minuciosamente línea por línea, aquello no podía ser cierto, no tenía sentido alguno y sin embargo, parecía ser lo más real que había leído en su vida.

— ¿Hay algo más?

─ Una carta.

Genevieve

Mierda, ¿Debería...?

─ Ábrela ─ Lo animó Regulus.

─ ¿Y si es algo malo?

─ No puede ser algo malo, Magnus — Lo miró como si fuera lo más obvio del mundo — Leíste eso, si es algo, es todo lo contrario a malo.

─ Puede ser, igualmente no va dirigida a mí, si alguien la tiene que leer es si destinatario.

─ Magnus, ¿Qué planeas...?

— Me parece que ya que te aburrías tanto y querías hacer algo interesante... ya tenemos una misión.

─ ¿No planeas...?

— Oh claro que sí, iremos al Valle de Godric.

Regulus lo miró con una especie de temor y mal humor — No creo que sea buena idea...

─ Bueno... no tienes que ir si no quieres, Reg, puedes esperarme aquí y yo me encargaré de arreglar esto solo.

─ No lo harás ─ Dejó un beso en la palma de su mank ─, tendremos que encontrar una buena excusa.

─ Eso déjamelo a mí ─ Dijo Magnus guiñándole un ojo.

¡!

Ambos jóvenes salieron de la mansión después de dejarle a una elfina doméstica, indicaciones para informar a los señores Rousseau que Magnus y Regulus irían al Callejón Diagon por algunos materiales necesarios.

Se habían aparecido muy cerca del Valle de Godric, pero para llegar a la casa, habían decidido caminar para así asegurarse de ir al lugar correcto.

─ ¿Cómo conoces la dirección?

─ Potter — Respondió Magnus — Por si en algún momento quería visitar a Genny, podía hacerlo... o si tú querías visitar a Sirius, también me dio esa posibilidad. O alguna emergencia en general.

— Bueno, nuestra visita no se debe a ninguna de esas razones.

─ Tienes razón, Reg, pero no esperaremos todo el verano para esto, ¿Verdad?

─ Supongo que no...

Magnus y Regulus llegaron a lo que parecía ser una mansión pequeña, sorprendidos por la belleza del lugar y no solo por la casa, aquel parecía ser un vecindario de lo más agradable con niños jugando por ahí y jardines bonitos.

— ¿Aquí es? Vaya, tienen buen gusto — Comentó Regulus mirando el lugar.

─ Claro, que no vivan como nosotros, no quiere decir que lo hagan como salvajes, Regulus.

─ No quise decir eso, solo... sé aceptar quién tiene talento, es todo.

─ Por supuesto que sí, bueno, mejor démonos prisa ─ Ambos se acercaron hasta la puerta, observando el timbre con total curiosidad ─ ¿Qué crees que sea?

─ ¿Por qué yo debería saberlo?

─ No lo sé, ¿Deberíamos tocarlo?

─ Definitivamente no, quizás un muggle lo tocó.

─ No son bestias, Regulus — Respondió Magnus rodando los ojos — Además, ¿Qué haría un muggle aquí? Pero está bien, lo haré yo, claro que si contraigo una enfermedad que...

Regulus no lo dejó terminar, ya que se acercó a presionar el timbre ─ ¿Es para hacer música?

─ No Magnus, creo que es para alertar que alguien llegó.

─ ¿Con la música?

─ ¿Sí?

─ Deberíamos tener uno nosotros también.

Regulus rodó los ojos al mismo tiempo que un señor mayor les abría la puerta ─ Hola, hmm... ¿Los puedo ayudar con algo?

Magnus aclaró su garganta ─ Hola, soy Magnus Rousseau y él es Regulus Black ─ Le extendió su mano─, estamos buscando a Genevieve.

─ Por supuesto, pasen por favor — Los guió hasta la sala — Tomen asiento, ¿Les ofrezco algo de tomar?

─ No, muchas gracias, solo es una visita rápida ─ Se adelantó Regulus recibiendo una mala mirada por parte de Magnus.

─ Muy bien, entonces iré a buscar a Genny.

Ambos se quedaron en completo silencio por algunos minutos, simplemente observando la bonita casa de los Potter

─ ¿Él será el señor Potter? ─ Preguntó Regulus en un susurró.

─ Pues James no es, ¿Verdad?

Regulus le dio la razón de mal humor, recargándose en el sofá.

Algunos minutos más tarde, Genevieve entró en la habitación, seguida de James y una mujer mayor quien Magnus y Regulus supusieron, era la señora Potter.

— ¿Qué hacen aquí? — Preguntó la rubia abrazándolos a ambos.

─ Tenemos algo importante que decirte.

— Que darte, más bien — Lo corrigió Regulus.

Genevieve frunció el ceño sin entender muy bien de lo que se trataba.

— Nosotros les daremos espacio — Comentó la señora Potter saliendo de ahí con su esposo y su hijo.

¡!

Después de leer la carta y enterarse que su hermana era la heredera de los Rousseau, las cosas estuvieron mucho más tranquilas, incluso Magnus y Regulus se quedaron para la hora de la comida con los Potter y aunque para el Black había sido un poco más complicado adaptarse, finalmente terminó conversando animadamente con Fleamont.

— Disculpen, ¿Y mi hermano? — Preguntó Regulus sin poder evitarlo por más tiempo.

— Oh... cariño, él ya no vive aquí.

Regulus no pudo evitar la sorpresa en su rostro — ¿Ya no?, ¿Lo echaron?

— No, no, por supuesto que no — Habló Fleamont — Sirius se mudó a un piso en Londres muggle.

— Con el dinero de tío Alphard... — Murmuró Regulus atando cabos.

— Sí, ¿Quieres que te demos su dirección?

—  Sería increíble, se lo agradecemos, señora Potter — Se adelantó Magnus.

¡!]

Magnus y Regulus salieron de la casa de los Potter cuando el sol se empezó a poner y Black no estaba muy convencido, Magnus lo convenció de ir hasta el de piso de Sirius para así poder hablar con él.

Ambos se encontraban frente al edificio, sin saber exactamente qué hacer.

— Bueno... ¿Qué esperamos?

— Ahh, ¿Magnus? — Empezó Sirius con incomodidad — Honestamente no creo que sea buen momento y... tal vez interrumpimos algo, no, no... no me siento listo.

— Está bien, Reg, será cuando te sientas listo, no antes, no después.

— Lamento hacernos venir hasta acá.

— Está bien, fue agradable el camino — Le dijo Magnus dejando una caricia en su mejilla.

¡!

L

os dos chicos llegaron a la mansión Rousseau al anochecer, era algo triste regresar a aquel ambiente frío que desprendía el lugar y si las cenas habían sido algo incómodas desde que habían regresado de Hogwarts, aquella la superaba por completo.

─ ¿A dónde estuvieron? ─ Preguntó Katarina de mal humor.

─ En el Callejón Diagon, ya lo sabes, madre.

─ ¿Y qué hicieron?

─ Compar unas cosas, madre, ¿Acaso no te pasaron el recado? — Respondió Magnus en el mismo tono.

─ No a ti Magnus, Regulus.

─ Necesitábamos algunas cosas para el siguiente año y aprovechamos para pasarnos por Flourish y Blotts.

─ Ya veo ─ Katarina los miró con incredulidad ─ Maurice...

Maurice quien leía El Profeta sin prestar mucha atención a lo que pasaba a su alrededor, suspiró bajando su periódico por primera vez ─ ¿Qué dices, querida? ─ Katarina los señaló ─ Ah, si necesitan un libro lo pueden conseguir en la biblioteca, aunque puede que no tengamos algo de su agrado, aquellos títulos ya son bastante viejos a decir verdad.

Ambos asintieron incómodos.

— Creo que es hora de retirarnos — Dijo Magnus levantándose de su lugar — Hasta mañana.

─ Regulus ─ Los interrumpió Katarina antes de salir del comedor ─, no has estado utilizando tu habitación, ¿Hay algo mal? Podemos cambiar lo que necesites.

─ No, señora Rousseau, todo está bien con la habitación.

─ Nos hemos estado encargando de algunas cosas, madre es por eso que Regulus se ha quedado conmigo ─ Habló Magnus.

─ Sí... ─ Katarina miró a su hijo con desaprobación ─ ya me imagino que cosas, que descansen.

¡!

La noche ya estaba muy avanzada, Regulus dormía junto a Magnus, sin embargo, este no podía conciliar el sueño, las palabras de su madre resonaban en su cabeza.

Definitivamente estaba preocupado por el futuro, pero claro, de una cosa sí podía estar seguro, no volvería a dejar a Regulus jamás.

¡!

author's note: Y... con este capítulo termina
la primera mitad del primer acto, la siguiente
parte tiene muy poquitos capítulos
perooo, con ella pasamos a lmucho más
importante del fic, espero que lo
disfruten muchoo.

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