06. safe and sound
ੈ ‧ chapter six ; safe and sound
Varios días habían pasado desde que los hermanos Rousseau habían vuelto a su casa para las fiestas y aunque ninguno la había estado pasando realmente bien, Magnus se alegraba al saber que si hermana estaba más animada que la última vez que habían estado ahí, Genevieve evitaba las discusiones con sus padres, se la pasaba leyendo en el jardín y su hermano más de una vez la había descubierto escribiendo cartas para James Potter, todo muy diferente a él, quien realmente la estaba pasando mal.
Durante sus últimos días en Hogwarts, Magnus había intentado hablar con Regulus, realmente lo había hecho, sin embargo, todo lo que obtenía, eran negativas por parte de Black, tal vez era justo, él había hecho lo mismo.
Magnus se encontraba recostado sobre un sofá en aquella tarde de invierno, era un día frío y aún así, la puesta de sol era bellísima. Magnus miró aire de la habitación suspirando cansado, nunca había considerado la Mansión Rousseau como su hogar, era bastante oscura, todas las paredes estaban cubiertas por tapices de colores tristes como gris o negro y las decoraciones parecían más tenebrosas que decorativas, un lugar así no hacía nada más que deprimirlo aún más.
Genevieve dio un largo suspiro mirando hacia la ventana, haciendo a su hermano reír.
— ¿Extrañas a Potter, Genny? — Preguntó burlón.
Genevieve tardó un poco en responder, sin embargo, terminó sonriendo en su dirección — Por supuesto, ¿Tú extrañas a Regulus?
— Entonces aceptas que estás interesada en James Potter.
— No estoy afirmando nada, ¿Tú estás interesado en Regulus Black?
Magnus sonrío con arrogancia — Sí, ahora contesta tú.
─ Es atractivo, estaría ciega si no viera eso. — Respondió evitando completamente la pregunta.
─ ¿Quién es atractivo? ─ La voz de Katarina se escuchó por toda la sala haciendo que los hermanos de miraran con inquietud — Vamos, Genny, puedes decirlo, soy tu madre, ¿No es cierto?
─ No hablábamos de nadie en específico, madre — Respondió la rubia evitando la mirada de la mayor.
─ ¿Magnus? — Preguntó la castaña ignorando la respuesta de su hija.
─ De... ─ Magnus sabía que no tenía alternativa, así que con todos los nervios de su cuerpo, soltó — Hablábamos de Regulus Black, ¿No Genny?
─ ¿Sales con Regulus Black? — Le preguntó la mayor a su hija — ¿No eres algo mayor?
─ No salgo con Regulus Black, no... ─ Genevieve dirigió su mirada hacia su hermano quien asintió con la cabeza en un movimiento casi imperceptible ─ No creo ser su tipo.
─ Genevieve, ¿De qué hablas...? Oh ─ Katarina carraspeó un poco ─ Solo les quería avisar que la cena se servirá en diez minutos, lávense y prepárense y oh, trata de ponerte algo decente, Genevieve.
La rubia se retiró del lugar rodando los ojos, dejando a su hermano solo con su madre — Más tarde hablaremos sobre Regulus Black, Magnus, tú y tu padre tenían un trato, ¿Recuerdas?
─ Por supuesto, madre.
Tal como lo había dicho la matriarca, exactamente diez minutos después, la familia Rousseau se encontraba alrededor de la gran mesa de madera que protagonizaba el comedor, en total silencio, mientras disfrutaban del festín que sus elfos habían preparado.
Magnus no podía evitar pensar en lo ridículo que era tener un comedor tan grande para cuatro personas, en general, había muchas que no entendía de esa casa.
El Rousseau observó a u hermana por un momento, quien había cambiado sus jeans viejos, por un bonito vestido negro de noche. La rubia miraba fijamente su comida, como si sus pensamientos la hubieran llevado a otro lado.
─ Genevieve... ¿Hay algún jóven interesado en ti? — Preguntó su madre.
Al ver que su hermana no iba a responder, Magnus le pegó en la rodilla por debajo de la mesa esperando que funcionara — Perdón, ¿Decías algo?
─ Oh, ya veo... lo hay.
─ ¿Qué hay?
─ Un chico.
─ Pues...
─ Porque a tu edad, yo ya estaba comprometida — Su madre la interrumpió.
─ Ah, que bien ─ Respondió sarcástica, haciendo que las comisuras de los labios de su hermano se elevaran.
Magnus no podía evitar sentirse orgulloso de su hermana, a veces él también deseaba ser igual de valiente que ella, porque a pesar de lo que cualquiera pudiera decir, era la única que se había atrevido a desafiar a sus padres.
─ ¿Entonces lo hay? ─ Habló Maurice por primera vez.
─ Eso creo...
─ ¿Quién?, ¿Viene de una familia sangre pura?
─ Sí.
─ Y supongo que es algún traidor, de cualquier otro modo, no sé cómo podría salir contigo ─ Soltó Katarina de mala manera haciendo que su hija se quedara callada. ─, por supuesto que sí, no sé ni para qué pregunté.
─ ¿Entonces podemos saber quién es? ─ Insistió Maurice.
─ No.
─ Genevieve ─ Advirtió Catherine, pero aún la rubia no contestó.
─ Magnus ─ El castaño también se quedó callado, así que Katarina sacó su varita apuntándolo, estaba aterrado por supuesto, pero si sus padres descubrian que Genevieve salía con James Potter, sería peor para ella de lo que podría ser para él ─ entonces, Genny... nos dirás o tendremos que usar otras medidas.
Genevieve se quedó en silencio, sin embargo, por la expresión de su rostro, Magnus dedujo que algo estaba pasando.
Katarina la miró con desdén ─ Por supuesto, no me podía esperar menos de ti.
─ ¿Quién es el desafortunado, querida? ─ Preguntó Maurice.
— ¿Y quién más? El hijo de los Potter — Respondió soltando a Magnus — Tus hijos no dejan de tomar malas decisiones.
— ¿Los dos?
La castaña se acercó a su hijo con una sonrisa perversa en sus labios — ¿Algo que quieras contar, Magnus?
— Yo...
— Tu hijo está muy interesado en Regulus Black.
— Regulus... el menor, me imagino — Maurice miraba a su hijo sin ninguna expresión en particular — ¿Walburga y Orión saben sobre esto?
─ ¡No! — Magnus se arrepintió en ese momento de lo preocupada que había salido su voz, sabía que sus padres no conocían los límites y que aquello podría ser muy malo para Regulus — Por favor, no se lo digan... él no está interesado de esa manera y nada de lo que he acordado va a cambiar.
— Por supuesto que nada va a cambiar, hijito, es momento de que tu futura esposa sea elegida.
El menor miró a su hermana con pánico, a lo que la rubia le dio una mirada significativa tratando de calmarlo un poco, funcionó.
— Me parece increíble cómo por primera vez estás tomando mejores decisiones que tu hermano, Genevieve — Comentó Maurice después de varios minutos — Al menos con Potter vivirás como traidora pero jamás te faltará nada.
Ninguno de los hermanos dijo nada.
— Magnus, te puedes retirar.
El castaño se levantó de su lugar en silencio, sin embargo, no se podía ir de ahí sin tener la certeza de que Regulus estaría a salvo — Sobre Walburga y Orión...
— No diremos nada — Katarina sonrió maliciosa — Pero eso dependerá de tu comportamiento del sábado, hijito, así que todo dependerá de ti.
Magnus salió del comedor con el corazón latiéndole a mil por hora, estaba asustado es poco, siempre supo que un día tendría una esposa, sin embargo, nunca creyó que eso fuera tan pronto y aún así, era un precio justo por pagar si eso significaba que Regulus estaría a salvo.
Después de varios minutos, Genevieve lo alcanzó en su recámara, según la rubia, la cena había acabado tan desastrosa como solo sus padres sabían hacerlo, aunque eso ya no era novedad para nadie.
─ Tus padres arruinan todo.
Magnus le empujó el hombro sonriendo — Hey, también son tus padres.
─ ¿De qué hablas? Si no les intereso en lo más mínimo, me parece que son más tus padres que míos.
— Oh Genevieve, pero si me parece que después de esta noche tú serás la predilecta.
Genevieve iba a responder cuando algunos golpes en la ventana los interrumpieron ─ Oh...
Genevieve abrió un pedazo de pergamino sonriendo inmediatamente.
─ Potter, supongo... — Genevieve no dijo nada, lo que hizo a Magnus rodar los ojos — El que calla otorga, Genny.
─ Cállate, Magnus.
─ Déjame ver.
─ No.
─ Pero...
— El día que tu recibas una nota, yo no iré de indiscreta a leerla, ¿cierto?
— No. Porque seré buen hermano y te dejaré leerla.
Genevieve rodó los ojos — Eres imposible, Magnus.
Después de escribir una respuesta y enviarla, Genevieve se acercó a su hermano para abrazarlo de manera protectora.
— ¿Genny...?
— No te diré qué decía la nota, Magnus.
— No... ah... ¿Cómo crees que nos vaya en la cena de los Black?
La rubia apretó a su hermano tratando de transmitirle algo de seguridad — Todo va a salir muy bien, Magnus, estaremos bien.
Por un momento, Magnus le creyó a su hermana, así había sido siempre, aquel era el poder que ella tenía sobre él, siempre lograba transmitirle paz, aunque muy dentro de él, sabía que aquella cena tenía todo para salir mal.00⁰⁰
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