03. i want to thank you
ੈ ‧ chapter three ; i want to thank you
Octubre se pasó volando y antes de que Magnus se diera cuenta, el penúltimo mes del año había comenzado, él y Regulus habían iniciado su proyecto hacia algunas semanas y pese a la negativa de ambos cuando el profesor Slughorn decidió que trabajaran juntos, la verdad era que todo había salido bastante bien, de hecho, ambos habían comenzado a pasar demasiado tiempo juntos; durante la semana, todos los días se quedaban despiertos hasta muy tarde simplemente platicando y era sorprendente cuantas cosas tenían en común.
Poco a poco ambos fueron descubriendo cosas sobre el otro que jamás se hubieran imaginado, como la razón por la que Magnus tenía una cicatriz en la espinilla o cómo el elfo doméstico de la mansión Black, le contaba los cuentos de Beddle el Bardo todas las noches antes de dormir a Regulus, parecían cosas insignificantes, sin embargo, eran cosas pequeñas que les permitían conocerse mucho más.
Otra cosa que había pasado era que ambos habían comenzado a sentarse juntos en varias clases en las que destacaban a comparación del resto, lo que tenía a muchos de sus maestros más que complacidos.
Regulus era una persona completamente distinta a lo que Magnus se había imaginado, era divertido pasar riempo con él y cuando lo conocías bien, te podías dar cuenta que incluso era algo torpe en algunas ocasiones, claro que eso lo sabía disimular bastante bien.
En general, las cosas iban bien, pero había algo que tenía preocupado a Magnus y era el hecho de que él y Bash no habían podido pasar nada de tiempo juntos y no es que lo extrañara de forma sentimental, pero era cierto que él y Blanc habían sido amigos por ya bastante tiempo, era completamente natural que lo extrañara y que no hubieran convivido en tanto tiempo, lo tenía algo triste, aunque también un poco confundido, ya que había notado que el mayor jamás salía de la biblioteca y parecía querer estudiar todo el tiempo, Magnus sabía que Bastian siempre se había preocupado por su educación, pero ciertamente no a ese nivel. En fin, era algo que investigaría más adelante.
Por otro lado, estaba su hermana, quien era quien más confundido lo tenía, no sabía qué pasaba, pero la rubia parecía completamente cambiada, ahora llegaba tarde por las noches y se levantaba de muy buen humor por las mañanas y eso no cambiaba durante el día. Magnus solo se podía hacer una idea de lo que era, sin embargo, no se quería entrometer, Genevieve hablaría cuando estuviera lista y mientras, solo podía estar feliz por ella.
─ Magnus ─ La voz de Regulus lo sacó de sus pensamientos ─ ¿Estás bien?
─ ¿Eh? Sí, sí.... ─ El Black dirigió su mirada a dónde anteriormente se encontraba la de Magnus y lo miró con tristeza.
─ ¿La extrañas? ─ Preguntó señalando a Genevieve.
─ No está muerta para que la extrañe, Regulus — Dijo con humor — Solo está desayunando en otra mesa, es todo.
─ Pero no pasas tanto tiempo con ella como solías.
─ Vaya, tal parece que te encontrabas muy al pendiente de mí, ¿No crees, Reggie? — Lo picó — Pero tienes razón, no hemos pasado tanto tiempo juntos como solíamos hacerlo, tal vez se deba a que pides mucha atención, muy mal, Regulus Black.
─ No sé de qué me hablas — Respondió evitando su mirada — Ahora deja de decir tonterías y mejor hay que darnos prisa o se nos hará más tarde de lo que ya, Rousseau.
─ Oh, volví a ser 'Rousseau', no te preocupes, que voy detrás de ti, Black.
─ No me digas así.
─ No te preocupes, cuando te cases podrás tomar el apellido de la pobre persona que tenga que pasar el resto de su vida contigo ─ Se burló mientras salían del comedor ─ digo, si tanto te molesta el tuyo.
─ Solo cállate, ¿Quieres?
─ Podría hacerlo, claro... o podrías hacerlo tú — Sonrío coqueto, Magnus nunca había considerado a Regulus como un posible interés, sin embargo, Black a veces llegaba a ser tan reservado, que para Rousseau, molestarlo con esas cosas resultaba de lo más divertido — Vaya, es tan sencillo hacer que te sonrojes.
─ Guarda silencio, Magnus. Solo avanza, ¿Quieres?
─ No, honestamente no quiero, pero ya que me lo pides...
Al llegar al aula de Pociones, ambos jóvenes tomaron asiento al frente del salón, no sin antes saludar al profesor Slughorn quien ya se encontraba ahí.
─ Buenos días, joven Black, joven Rousseau.
─ Buenos días, profesor.
─ ¿Cómo van con su proyecto?
─ Vamos...
─ Excelentemente, profesor, lo vamos a sorprender — Comentó Magnus confiado — Ya verá.
─ No me esperaba menos de las mentes más brillantes de su generación.
Regulus asintió con una expresión serena, todo lo contrario a Magnus a quien se le formó una sonrisa de superioridad en el rostro. Ambos jóvenes mantenían una animada conversación sobre la Bolsa, según Rousseau, Maurice había insistido en que estaba por desplomarse, por lo que había decidido no invertir, todo lo contrario a Orión, quien estaba convencido de que todo iba de maravilla. Ambos jóvenes habían tenido bastante de ese tema en sus casas, por lo que casi se podían considerar expertos.
Después de varios minutos, la clase dio inició y el profesor les dio oportunidad de continuar con su investigación.
─ Todavía no estoy convencido de la Poción Crece-Huesos ─ Murmuró Regulus, continuando anotando en su pergamino.
─ Ni siquiera lo pienses, Regulus Black, ya llevamos la mitad y yo no comenzaré de nuevo — Se quejó Magnus — Además, sin esa poción, no podrías jugar Quidditch como lo haces, ¿Verdad?
─ Bien, bien... como sea, solo era un comentario.
─ Mejor así, Reggie — Respondió Magnus con una sonrisa, a lo que Black rodó los ojos.
¡!
La clase de Pociones terminó, así como todas las demás, Magnus y Regulus se dirigían a su sala común, caminaban por los pasillos haciéndose algunas bromas, lo que había ocasionado que ambos jóvenes se dieran leves empujones al avanzar, haciéndolos reír. A lo lejos, Magnus logró visualizar a su hermana junto a los Merodeadores y Sophie y sin pensar demasiado, se acercó a ellos arrastrando a Regulus con él.
─ Hola, Genny ─ Magnus besó su mejilla pasado un brazo por sus hombros — Tiempo sin verte.
─ Tiempo sin verte, Magnus ─ Mencionó la rubia algo nerviosa, como si creyera a su hermano capaz de armar una escena ahí y sabía que lo era — ¿Qué hacen por aquí?
─ Queríamos saludar.
El mayor de los Black, quien abrazaba a Sophie por la cintura, escaneó a los dos menores de pies a cabeza con descaro, deteniéndose precisamente en sus manos entrelazadas — Regulus... — Saludó sin saber qué decir.
─ Sirius.
─ Magnus ─ Lo saludó James a lo que el mencionado alzó una ceja sorprendido, era evidente para él que el azabache estaba tratando de ser cortés por Genevieve, así que si le quería dar el gusto, no sería él quien lo arruinara.
─ James.
─ ¿James? ─ Preguntó la rubia por la familiaridad de la situación.
─ James — Afirmó — Soph...
─ Magnus. — Lo saludó animada la castaña.
— Remus — Esta vez fue turno de Sirius.
─ No me metas.
─ ¿Peter? ─ Dijo el rubio en un tono más de pregunta.
─ Regulus... — Volvió a intervenir su hermano mayor — ¿Qué hacen aquí?, ¿Ustedes...?
─ No, no ─ Se adelantó el menor de los Black, con las mejillas completamente rojas.
El tono que había usado Sirius, no le había gustado para nada a Magnus, a lo que no tardó en hablar ─ ¿Y si sí qué?
─ Magnus, por favor ─ Advirtió Genevieve.
─ Está bien, está bien... solo queríamos saludar, pero como veo que no somos oportunos, nos retiramos ─ Regulus había quedado en una especie de trance, a lo que Magnus tuvo que apretar su mano para que volviera a la realidad.
— Sí... hmm, feliz cumpleaños, Sirius... creo.
Regulus no esperó respuesta y simplemente salió de ahí junto a Magnus.
— Vaya, eso fue...
─ Intenso ─ Dijo Regulus quedándose callado por un momento — Gracias, por cierto.
─ ¿Por qué?
─ Fue la primera vez que pude hablar con mi hermano en años, gracias — Magnus no sabía qué decir, apenas habían sido unas cuantas palabras, sin embargo, Regulus no tardó en agregar — Sé que no parece mucho, pero de verdad lo aprecio.
─ Me alegra ayudarte. — Sonrío sincero.
Ambos siguieron su camino hasta las mazmorras sin separar sus dedos ni por un segundo, aquello no le molestaba a ninguno y al ver que el otro no tenía intenciones de separarse, continuaron así hasta llegar a la sala común. Para Magnus el toque de Regulus era bastante reconfortante, era seguro y para Regulus, Magnus era cálido, era el tipo de persona con la que no le molestaba convivir para nada.
Los dos chicos se encerraron en su habitación para leer un rato, había varios silencios prolongados pero cómodos en los que simplemente se dedicaban a mirar el techo y justo ahí fue cuando Magnus se dio cuenta de lo cómodo que se sentía en presencia de Regulus, estaba tan cómodo como no se había sentido jamás, lo cual lo aterrorizó.
Ninguno bajó a la cena y solo se fueron cada uno a su cama.
─ Magnus ─ Susurró Regulus cuando su contrario ya se estaba quedando dormido.
─ ¿Sí?
─ De nuevo gracias.
Magnus sonrío ─ No tienes nada de que agradecerme, Regulus, descansa.
─ Tú igual...
Y sin más, ambos se fueron quedando dormidos poco a poco, sin embargo, antes de perder la consciencia, Magnus se dio cuenta de algo, Regulus Black iba a ser su perdición y peor aún, estaba por desatar un caos en su vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top