Soluciones Arriesgadas
6. Lo que sucede después de un acuerdo.
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Demitir
Mi vista no se despegó de la hoja en al menos unos treinta minutos, sostenía el bolígrafo en la mano derecha pensando y pensando en las razones que debería escribir en el espacio en blanco del documento.
Tenía que renunciar cuánto antes.
No podía manejar bien la presión de ser totalmente consciente de lo que sucedía con Hyungwon, y lo sé, sé que le prometí que lo ayudaría con su club y que todo esto era una iniciativa encantadora, una muy innovadora que incluso llamó la atención de los directivos, quienes estuvieron de acuerdo en el primer momento en que leyeron la solicitud de apertura, pero la culpa, la incomodidad y la inquietud no me permitían continuar.
No podía continuar.
Mi corazón iba a mil cada que estaba cerca de él, no podía dejar de pensar ni por un momento en las cosas que me confesó con tan vibrante vigorocidad y la conversación con Dior no ayudó a mejorar absolutamente nada. Era real, no resultaba ser algún desliz en la imaginación de mi amiga, Hyungwon de verdad se quedaba viéndome por largos segundos en los que lo único que podía hacer era tragar con dificultad y rogarle a los cielos se detuviera de hacerlo; no paraba ahí, ¡él Intentó besarme! ¡Besarme! Lo hizo una vez luego de llegar de la escuela, estábamos en su auto y tuve que alejar su rostro en medio del pánico porque en serio estuvo a punto de estrellar sus abultados labios rojos contra los mios.
Estaba aterrado, pero no en un termino demasiado malo, sólo... Aterrado.
Pero además de eso, me encontraba avergonzado de tener que ver a Kihyun a los ojos, porque sinceramente mis explicaciones a cerca de todo eran nulas; no tenía las palabras adecuadas para intentar explicar nada de lo que sucedía, ya que ni yo mismo sabía qué pasaba.
Mirando hacia afuera tuve la oportunidad de ver la lluvia caer, las ventanas estaban empañadas y el cielo gris apenas y podía verse con difícil claridad; un suspiro me dejó sin aliento, y no supe si fue por el mismo ambiente deprimente que me rodeaba o porque todo esto que comenzaba a afectarme en serio, pero me sentí inútilmente solo, desolado y sin rumbo alguno.
La razón de no saber qué infiernos poner en ese espacio en blanco que se me hacia enorme, era porque en realidad no quería irme, me gustaba en serio este lugar porque al parecer ya me había acostumbrado a compartir espacio junto a Dior, Kihyun, pero sobretodo, junto a Hyungwon. La cosa era complicada, en el sentido de que, no importaba qué tan difícil fuera para mi, aún así resultaba ser relajante tener que ver a Hyungwon llegando siempre sonriente monitorando todo, alegre nos leía poemas y compartíamos nuestras opiniones en el proceso, las actividades eran increíbles y nunca imaginé antes que pudiera llegar a sentirme tan bien como me sentía yo en el club de la tristeza.
Por alguna razón el nombre le sentaba, sentía que me representaba.
Un sentimiento desolador me bordó de pronto, mis lágrimas no demoraron en salir, mis manos se pusieron frías y miré la hoja borrosa por las mismas lágrimas que brotaban sin parar.
¿Qué debería hacer?
No quería enfrentarlo de ningún modo, pero tampoco quería dejar esto tan agradable, porque a pesar de todo ya significaba mucho para mi; así que ¿qué debía hacer?
La puerta fue abierta. Asombrado guardé la hoja bajo el escritorio y rápidamente limpié mis lágrimas.
— ¿Hoseok? — Traté de ocultar mi rostro, de componerme rápido, pero Kihyun ya había notado lo suficiente para suponer. — ¿Sucede algo?
— Nada, es-es una alergia.... De estas alegrías que dan en verano. — sorbí la nariz y limpié mejor mi rostro.
— ¿En serio? — cerrando la puerta se sentó a mi lado, él me confortó y estuve agradecido de que lo hiciera porque lo necesitaba. — Sabes que no tienes que fingir, puedes hablar conmigo.
— No quiero tener que hablar de eso ahora. — traté de evadirlo como mejor pude, era muy incómodo tocar ese tema precisamente con Kihyun; era imposible siquiera considerarlo. — ¿Cómo va el reclutamiento? ¿Hyungwon ha logrado convencer a Jooheon? — cambiando tema sorbí la nariz una vez más, mientras que Kihyun soltaba el aire de pronto.
— Pues no sé nada sobre Jooheon, se supone que hoy Hyungwon volvería a insistir en ello, pero sinceramente pienso que es tiempo perdido. Ese sujeto parece que dirá que no hasta el final.
— Se lo advertí, Jooheon no sería fácil de convencer. — Hyungwon era un tonto terco.
— Lo único que hará que Hyungwon se rinda de intentar, es que ese chico Jooheon diga que sí. — Levantándose Kihyun fue hacia la biblioteca para acomodar los libros que descansaban a un lado en la mesa. — Con quien no hemos podido tener contacto es con Im Changkyun; Dios, ha sido imposible encontrar algo sobre él y me pregunto si estudia en esta escuela o no.
— Im Changkyun... Es la primera vez que lo escucho y mantengo en el consejo todo el tiempo ayudando a Dior. Quizá no estudia aquí.
— Lo que pude averiguar es que va a primer año, pero nadie sabe exactamente de qué curso es y está siendo complejo ubicarlo porque la secretaria se niega a darme la dirección de su casa. Traté de decirle a Hyungwon que podríamos continuar y simplemente desistir de traerlo, pero está empeñado de que tiene que reclutarlo a como de lugar.
— ¿Por qué? ¿Sabes cuál es la razón por la que deben ser miembros específicos? Al principio también le propuse a Hyungwon que podíamos hacer una convocatoria abierta para reclutar miembros, pero el insistió hasta el final en llamar a unos cuantos ¿qué planea?
Un silencio significativo se posó entre los dos. Con movimientos calculados Kihyun puso otro libro en la biblioteca, pareció pensarlo mejor antes de hablar y volvió a sonreír.
— Cierto ¿No? Es extraño. — Además de extraño desconcertante. Algo me decía que Kihyun sí entendía muy bien las razones y los motivos detrás de todo esto, pero preguntarle iba a ser demasiado difícil y aún más lo sería el que me respondiera con sinceridad. Algo en él me lo decía.
— Hoseok... — Lo mire. Kihyun se dio vuelta por completo y lo vi sonriendo, era una sonrisa extraña que no supe comprender. — ¿Hay alguna razón en especial por la que decidiste rechazar a Hyungwon?
— ¿Cómo sabes eso? — Mi ceño se frunció e incluso creo que soné exageradamente alterado, no lo sé, no estaba siendo completamente consciente después de escucharlo preguntar tal cosa.
— Hyungwon es prácticamente mi mejor amigo, estoy aquí por él y por ti.
— ¿Por mi? — Las palabras de Kihyun se me hicieron incomprensibles, él pareció reconsiderar algo y soltó el aire.
— Para Hyungwon eres muy importante, así que no pienses que porque todos creen que salgo con él hay algo que te impide aceptarlo y tampoco te sientas culpable por nada. — Hizo una pausa antes de continuar — Verás, estoy enamorado de alguien más, Yo- me confesé a esa persona, pero me rechazó... Lo amo de verdad y sólo quiero una oportunidad. — Eso me tomó por sorpresa, me mantuve en silencio y él cobró fuerzas. — Estaba triste, Hoseok y cuando lo estuve Hyungwon me confortó, se lo agradezco mucho porque ha sido un amigo que ha hecho mucho más de lo que un amigo normal podría hacer por otra persona, así que por supuesto verlo feliz es mi mayor alegría; es por eso que me sentí algo decepcionado de saber que no le correspondías. Él es un buen chico que merece muchas cosas buena...
— Kihyun, yo- no puedo...
— Lo sé, no te preocupes. — suspiró con pesadez — Nadie elige de quién enamorarse ¿no? Cortázar lo dijo alguna vez, no hay manera de planear de qué persona nos enamoraremos, ni cómo y menos cuándo. Supongo que Hyungwon lo entiende mejor que nadie y por eso es incluso más fuerte que yo... Yo simplemente comienzo a odiar todo
Su mirada estaba fija en mi y no entendí por qué de repente un extraño sentimiento nos rodeo, era como si tratara de decir incluso mucho más con esa expresión resentida y de la nada distante, pero concluí lo más evidente; la razón debía ser, al final de todo, Hyungwon. — Quiero deminitir del puesto de vicepresidente, Kihyun, no puedo seguir aquí sabiendo que lo único que provoca es herir a Hyungwon. Y creo que es lo justo, porque no soy esa clase de persona que juega con los sentimientos de los demás.
Se lo dejé claro.
— ¿Qué? — Kihyun frunció el ceño profundamente y se molestó en serio. — ¿sabes siquiera cómo se sentiría Hyungwon si se diera cuenta de que dejaste el club por algo igual? Eso lo mataría. Hizo todo esto por ti, porque tu bienestar es lo que más le importa.
— ¿De qué hablas?
— Hablo de que... Simplemente no lo hagas, no renuncies. Piénsalo bien. — Kihyun miró al rededor sin saber qué hacer exactamente, parecía hasta nervioso. — confía en Hyungwon, por favor. Él sabe lo que hace.
La conversación con Kihyun esa tarde lluviosa del día miércoles pasó así, como un misterio sin resolver, como la ficha extraña de un puzzle que yo aún lograba comprender.
Los días se fueron ligeros luego de eso y logré convencerme de que mi permanencia en el club no sería tan mala como me lo imaginaba, incluso llegué a sentir que exageraba con todo esto porque normalmente era así de dramático, sin embargo, seguía siendo muy consciente de lo que sucedía con Hyungwon y sus sentimientos.
Su amabilidad no pasaba desapercibida para mi que ya era consciente de lo que sucedía, incluso su relación con Kihyun cambió después de todo, aunque por supuesto que no su amistad; supongo que en algún punto lo malinterpreté y sólo eran cercanos de una manera que sinceramente no comprendía. Kihyun parecía conocerlo muy bien, tenía en cuenta cosas que me eran muy difíciles de comprender con solo la simple observación y eso comenzó a hacerme sentir en desventaja.
¿Por qué?
No lo sé, tal vez porque aún pretendía querer saberlo todo sobre mi ex rival en el amor, porque a pesar de haberme rendido en mi idea de verlo enteramente como mi enemigo, aún así persistía en mi el querer saber más sobre esa persona misteriosa que despertó mi sincera admiración; en algún momento sucedió así.
Me gustaban mucho los horarios en que debíamos compartir en el club porque Hyungwon siempre estaba atento a crear un buen ambiente, incluso llevó música y me sorprendió que fuera amante de QUEEN, yo amaba QUEEN y encontrar a otra persona que le gustara tanto como a mi era... No lo sé, me sentí emocionado y extraño.
Regresábamos a casa hablando un montón y se me hacía tan rápido y ligero el viaje, que cuando era consciente de que había llegado a casa, sentía un dolor entrañable en lo profundo del pecho. De repente ya no sólo quería compartir con Hyungwon el tiempo del club sino que también buscaba poder al menos conversar un poco más luego de clases, fue de esa manera en que el sentimiento de inquietud se hizo más grande con cada cercanía; terminé, no sólo siendo consciente de los sentimientos de Hyungwon, sino también de uno nuevo en mi que nunca pedí sentir.
Continuó así, hasta que me encontré acorralado teniendo que aceptarlo; estaba perdido, totalmente hundido. De la noche a la mañana yo estaba totalmente encantado por Chae Hyungwon.
◇◇◇
— Podemos proponer hacer un cafe al estilo japonés. En los festivales escolares de Japón suelen ser muy populares y tratar de hacer algo así sería genial a mi parecer. — La idea de Dior fue muy buena. Todos apuntamos en nuestras libretas emocionados porque era una idea clásica, pero que sin duda lograríamos hacer fuera refrescante.
— Sin embargo sólo hay una mujer. — Sin entender a lo que se refería miré al nuevo miembro del club de la tristeza, Jooheon estaba sentado en la silla justo frente a todos y tenía puesta unas gafas pretendiendo ser intelectual; ni siquiera las necesitaba en realidad.
— ¿Y qué con eso? — Lo comenté y esperé atentamente a que me dijera lo que pretendía, pero el simplemente se dedicó a extender el silencio, se inclinó apoyando los brazos sobre la mesa y sonó serio al hablar.
— Que debemos vestir a alguno de mujer.
Kihyun soltó a reírse de inmediato, al parecer el humor de Jooheon se le hacía maravilloso, razón por la cual se llevaron bien más rápido de lo que cualquiera; Dior por su parte simplemente negó con la cabeza sonriendo, mientras que Hyungwon y yo nos miramos sin saber qué esperar.
— ¿Estás loco? — Le dije — ¿A quién diablos pretendes tú disfrazar de mujer? Hazlo por ti mismo si tanto te complace.
— Pensaba en proponer a Hyungwon — Sonrió Jooheon — luce muy atractivo en el uniforme de escuela ¿Por qué no en uno de maid?
— ¿Cómo dices? — El rostro de Hyungwon lo decía todo, hasta las maldiciones por segundo que lanzó en el tiempo que estuvo en silencio tratando de comprender. — No voy a vestirme de mujer y menos de maid ¿enloqueciste?
— No seas aburrido, presidente, además la fantasía de Hoseok siempre fue cogerse a un hombre vestido de maid. En serio, lo dijo hace un año mientras estaba ebrio, durante navidad. Creo que incluso le gritó a Santa que lo quería cuanto antes.
— ¡Jooheon! — Quería subir en la mesa y correr a ahorcar su blanco cuello hasta haberlo triturado, por Dios; Hyungwon me miró totalmente asombrado, su boca se abrió en una perfecta "O" y Kihyun no paraba de reírse con nada.
Me sentí diminuto.
— Jooheon tiene razón, Hoseok lo pidió. — Dior traidora — Apoyo que Hyungwon se vista de maid y Hoseok será nuestro mayordomo estrella.
— Cierto, Cierto. Será interesante verlos. — Kihyun se levantó emocionado colgando la lista de ideas en el tablero e iba a levantarme también dispuesto a negarme totalmente al hecho, pero un portazo nos espantó a todos; sin poderlo evitar miramos hacia la puerta y fruncimos el ceño.
— Pensé que estaba vacío, lo siento. Yo- lo siento, lo siento. Ya-ya me voy — Vi al chico de cabello negro hacer varias reverencias con desmedido respeto, pero lo que me causaba mayor curiosidad e impacto no era el que se viera tan agitado o retraído, sino las marcas de golpes recientes que tenía por todo el rostro. Kihyun y Jooheon corrieron a revisarlo y el resto nos pusimos de pie impresionados.
— ¿Qué te pasó? — Jooheon llevó una silla consigo, el chico prácticamente ocultaba su mirada de todos y pretendió disimular que se encontraba bien.
— No es nada, lamento interrumpir. Debo irme.
— ¿Cómo que irte? — Dior corrió a tomar el botiquín, Hyungwon miró sombrado la escena y yo no me quedaba atrás; el tema del café murió, en tanto nos centramos en el joven herido.
— ¿De qué curso eres estudiante? — la voz dura de Jooheon parecía asustar aún más al tímido chico, Dior lo golpeó para que fuera consciente de ello y Kihyun, quien limpiaba la herida de su labio, sonrió amable y arrugó la nariz siendo cálido.
— No le prestes atención, es muy enérgico.
— Claro que debo ser enérgico, Kihyun. Si soy el líder de esta banda, entonces debo tener toda la energía necesaria para representarlos.
— No eres el líder de nada. — La boca de Jooheon era más grande que su aporte semanal a las actividades del club. Sonreí en el momento en que Hyungwon negó con la cabeza y me acerqué al chico que nos miraba sin entender de qué iba todo.
— Tranquilo, estás en un lugar seguro; este es el club de poseía. El bocon de ahí se llama Jooheon.
— ¿Qué hay?
— Ella es Dior.
— Holis
— Quién te está curando es Kihyun.
— Es un gusto. Espero que te sientas mejor.
— El Chico de allá es quien creó este club y nuestro presidente, Hyungwon.
— Hola.
— Y a mi puedes llamarme Hoseok. Espero que te encuentres bien. — El joven chico miró con tintes de asombro, cerrando su ojo se quejó levemente del dolor que sintió debido a la curación, mientras que Kihyun se centró en dar lo últimos toques. — ¿cuál es tú nombre?
— Soy Changkyun, gracias por no sacarme de su aula. — Su voz era gruesa, pero justo en ese momento fue baja y cuidadosa; Hyungwon se despegó de la mesa asombrado y yo elevé la vista al cielo del lugar estando seguro de haber escuchado ese nombre antes.
— ¿Changkyun? — preguntó Hyungwon con asombro. Lo miré con atención y luego al chico de cabello negro. — ¿Im Changkyun?
Im... ¿Changkyun?
¡Claro!
Era el chico que Kihyun y Hyungwon estuvieron buscando por un par de semanas y que fue imposible de encontrar; era sombroso cómo el mismo simplemente se materializó frente a nosotros.
— Sí...
— Vaya, te hemos buscado por un buen tiempo y ahora estás aquí. — comentó Kihyun aún más asombrado, atónito miró a Hyungwon y él asintió.
— ¿Qué? No- no sé de qué hablan... — El chico miraba a todos sin saber por qué nos comportabamos de esa manera, Jooheon sonrió y Dior negó con la cabeza, Kihyun se levantó limpiando la parte de sus rodilla y yo intuí lo que Hyungwon diría; sonreí observando su alegría inmensa.
— ¿No quieres unirte al club de la tristeza?
Primero Hyungwon, luego yo, Dior, Kihyun, Jooheon y ahora Changkyun.
Al fin el team estába completo.
◇◇◇
— Chang ¿Puedes pasarme la pistola de silicon? Necesito pegar esto. — Esperé por nuestro donsaeng; él era un chico muy simpático y diligente que se unió al club casi sin ningún esfuerzo.
Su historia era una que me causaba molestia y frustración, pues resultaba ser víctima de bullying. Algunos de los chicos del equipo de fútbol — entre esos Park — lo molestaban todo el tiempo, hasta ese día en que lo golpearon y robaron su dinero. Por supuesto denunciamos el caso mostrándolo como acoso escolar, pero los profesores prácticamente habían hecho nada.
¡Nada!
Estaba furioso con el tema, más porque Changkyun no merecía tal trato. Él era muy tierno y compasivo, la voz oscura no tenía nada que ver con su personalidad sensible y encantadora e incluso Dior solía llevarlo seguido al consejo para que le ayudara a llevar las carpetas, aunque era de primero, permanecía más del tiempo normal con nosotros que pertenecíamos a tercero y Hyungwon junto a Kihyun que eran de segundo.
Y es que Changkyun no tenía amigos.
Fue una fortuna que hubiese llegado a nuestra aula ese día, porque prácticamente nadie le conocía, todos lo ignoraban y por esa razón difícilmente asistía a clases; me preguntaba qué tanto había tenido que aguantar y se me estrujaba en corazón de sólo imaginarlo.
— hyung, dejame ayudarte. — miré hacia abajo de la escalera, Changkyun estiraba su brazo, así que bajé algunos escalones dejando que el cartel de bienvenida se cayera por un lado.
— Gracias, de verdad que odio las alturas. Sentí que moría.
— No te preocupes, baja con cuidado. — salté en el último escalón, corriendo tomé el cartel y se lo pasé a Changkyun junto a la pistola. — Con que un café maid ¿En serio? — lo mismo me preguntaba yo, pero luego de hacer todo el papeleo correspondiente para que Changkyun comenzara clases extracurriculares con nosotros, la idea del café se volvió a someter a votación y nuevamente todos quisieron hacerse los graciosos; la cosa es que las votaciones estuvieron en total desventaja de un 4 contra 2, Changkyun apoyó la idea simplemente porque la mayoría lo presionó para que aceptara la locura de vestir a Hyungwon como una maid, pero no sólo a él, sino también a Kihyun quien aceptó tal locura sin chistar.
Así seríamos tres maid y tres mayordomos. La distribución era justa, pero la idea era anormal al igual que el grupo.
— a Jooheon se le ocurrió la idea. — sostuve la escalera mirando que todo quedara bien fijado.
— Pues parece una idea digna de él. — el comentario era muy propio, porque en algún sentido tenía razón.
—Me refiero a que la idea del café fue de Dior, pero Jooheon es quien dijo que debíamos vestirnos para la ocasión. Estuve en desacuerdo, pero Kihyun lo apoyó; se han vuelto muy amigos últimamente.
— Increíble. Pero me siento contento de haber aceptado estar con ustedes... Es emocionante.
— ¿Cierto? — Lo que sentía Changkyun lo comprendía perfectamente.
Mientras que mis días de ser estudiante regular y pertenecer al consejo eran normales, ahora que pertenecía al club de la tristeza me sentía más animado, mucho más diligente y hasta feliz, las actividades me gustaban, pero lo mejor de todo era cuando estábamos reunidos hablando de cualquier tontería que se nos ocurriera; era como estar entre familia en serio.
Nos conocíamos bien, sabíamos la personalidad de cada uno y cuando discutíamos no lo hacíamos por más de un minuto, porque al siguiente estabamos concretando algo que nos gustara a todos y que ciertamente resultaba ser mucho mejor que nada; nosotros pensábamos mejor cuando lo hacíamos juntos. Sin darme cuenta comencé a encantarme, no sólo de Hyungwon, sino de sus ideas y todo lo demás, para mi el club de la tristeza se volvió un lugar cálido e indispensable donde me gustaba estar más que ningún otro lugar.
Al final del día regresé a casa junto a Hyungwon; se detuvo frente a su casa y apagó el motor mirándome, en tanto me puse ansioso porque no quería irme de inmediato. Lo había dicho antes, que me costaba mucho terminar la jornada porque tenía que esperar un largo tiempo — el largo tiempo de la noche — para volver a verlo.
Comenzaba a comportarme caprichoso.
— ¿Estás nervioso?
Su pregunta me pareció fuera de lugar y solté a reírme.
— Te recuerdo que no soy yo quien va a disfrazarse de mujer. — Hyungwon aceptó que era verdad, un movimiento de la cabeza fue suficiente y una sonrisa. El auto de nuevo quedó en silencio, jugué con las cintas de mi morral y miré hacia mi casa que no estaba a más de tres metros. — Bien, creo que bajaré.
— ¿Tan pronto? — Sonreí y señalé con mi dedo pulgar hacia afuera.
— ¿No debería entonces?
— Si te confieso, sería espectacular que me acompañaras a casa, Hoseok... Me gustaría mostrarte mi colección de QUEEN.
Para mi eso sonó bien, mucho más que bien.
— ¿En serio? — mis ojos se abrieron y sonreí extrañamente emocionado.
Aquel viernes sería uno de tantos que nunca podría olvidar.
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Hola a todas mis personas favoritas.
Espero que el capítulo haya sido de su agrado y también deseo que estén disfrutando de la historia.
Gracias por apoyar! ♥️✨
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