Capítulo 11: Boda.
Entre las cosas que el gran Sun Wukong había pensado en hacer, no estaba el matrimonio, quizás porque nunca se enamoró antes, no se había dado esa oportunidad, en especial porque no disfrutaba pasar el rato con otras personas.
Pero con la llegada de la luna, el sol había conocido el amor, un sacrificio para que se volviera más empático y aprendiera más cosas, como que no todo tiene que ser lo que el desea, se podría decir que al sol le había atraído eso, porque la luna era terca, hacía lo que quería y no permitía que lo tuviesen domado.
Y al final, la luna domó al sol.
Wukong debía admitir que amaba eso, le gustaba tanto servirle a su preciosa luna, Mihou era especial, no solo tenía una personalidad fuerte, también era divertido, y en las cartas bastante dulce. ¿De verdad el poderoso sol había aprendido a hacer varias cosas solo para cumplir los deseos de su luna? Si, lo hizo.
Luego del secuestro organizado por PIF, la luna y el sol se tomaron un mes completo para pasar tiempo juntos y preparar la boda que tanto habían hablado desde que regresaron juntos al palacio del sol. Entre las muchas cosas que el rey había pensado en hacer, nunca estuvo el ir al reino celestial para conseguir las más finas telas y llevarlas con Chang'e para que le ayudase a preparar un hermoso hanfu de boda para Mihou.
Mihou fue muy especifico sobre lo que deseaba para su boda, y entre las cosas que había querido, era que sea la mejor boda que cualquier ser celestial pueda tener, deseando las más finas telas para su hanfu y los adornos más preciosos, lo cual nada de esto era difícil considerando que todo lo que Wukong deseaba, lo conseguía del emperador de jade.
Wukong también tuvo que preparar su hanfu, debía verse realmente atractivo si deseaba que la luna lo aceptara como esposo, y no era por deseos del sol, no. La mismísima luna le dijo al rey que si no estaba realmente guapo, iba a dejarlo plantado en el altar.
Monkey King nunca se había casado antes, no había participado en bodas, así que este tipo de cosas sonaba muy complicado de hacer. Nezha era quien lo acompañó mientras preparaba todo, y solo era porque el emperador de jade deseaba mantener vigilado al rey, después de todo, no confiaba en el tipo de problemas que se metería por cumplir los caprichos de la luna. Algunas veces el emperador se arrepentía de su decisión de entregarle a Mihou, eran una unión muy peligrosa y riesgosa, quién sabe qué tipo de problemas serían capaces de iniciar.
Pero ya era algo tarde para arrepentirse.
Además, el emperador no es un idiota, sabía que era una decisión suicida la de atreverse a separar a la luna y el sol, en especial porque había escuchado lo que sucedió con la única persona que se atrevió a secuestrar a a la luna, ni siquiera quedó un pedazo de ese estúpido para poder enterrarlo, así que lo mejor era mantenerlos a ambos felices, después de todo, ahora que Wukong estaba ocupado haciendo feliz a su amante, no iba a molestar en el reino celestial.
Faltaban tres días para la gran boda.
—No estoy listo.—Wukong se cubrió con una manta, acostado en el gran sofá.
—¿Puedes irte de mi casa?—DBK estaba sentado a un lado, viendo con molestia al mono.
—¡Vine para que me consueles, eres mi amigo!—
—No quiero limpiar lagrimas en mi sofá.—
—¡Vamos, DBK! No es fácil para mi esto.—El mono tomó asiento en el sofá.—Siento que algo falta, no estoy listo.—
—Entonces cancela la boda.—
—¡No lo haré! Mihou quiere esto más que nada, ¡Y yo también! Además, se lo debo. Te recuerdo que lo obligué a casarse... Ni siquiera tuvimos una boda, ¡Y se supone que era mi matrimonio! El gran sol se casó pero no hubo una boda lujosa.—
—No entiendo cual es el problema.—
—El problema es que tengo miedo de fallarle, ¿Qué tal si me rechaza?—
—Wukong, ya están casados, idiota.—DBK frunció el ceño.—La boda solo es una celebración, es todo.—
—Ni siquiera recuerdo lo que debo decir...—
—¡Solo debes aceptar! No es tan difícil.—
—¿Y los votos que son?—
—¿No sabes qué son los votos?—
—Antes de que te enfades, te recuerdo que no me he casado antes.—
DBK se pasó una mano por la frente, tratando de relajar la rabia contenida.
—¿Recuerdas las cartas que le hiciste?—Preguntó el demonio.
—Si, ¿Qué tienen?—
—Es eso. Es como leerle una de esas cartas. Es... Decirle lo que le prometes.—
—¿Unión eterna?—
—Debe ser más que solo eso.—
—¡Necesito un ejemplo! ¿Cuáles fueron tus votos?—
—¡No te lo voy a decir, mono idiota! No es algo que puedas repetir de otras personas.—
—¡Por favor, DBK! ¿No quieres que tu mejor amigo esté felizmente casado?—
—Sinceramente, no me interesa.—
—¡DBK!—
—¿Faltan tres días para la boda y no tienes tus votos?—La voz de PIF hizo temblar a ambos hombres, quienes la miraron.
—Mi amor, no sabía que habías llegado a casa.—Dijo DBK al verla.
—Acabo de regresar de visitar a Chang'e. Todo está listo, ¿Pero ese idiota no tiene sus votos?—
—Había olvidado que necesitaba eso...—Wukong se excusó.
—¡Esa no es excusa!—PIF se acercó y agarró de la oreja al mono.—Tu y yo vamos a tener una larga charla, y hoy mismo tendrás esos votos o yo misma voy a arrancarte tu cola.—
No hubo una respuesta, la mujer jaló de la oreja al rey, llevándoselo arrastrado a otro lado. Wukong pidió ayuda a DBK mirándole, pero el toro solo miró a otro lado, en realidad no tenía ganas de sacrificarse por ese idiota, su esposa valía mucho más, además de que tampoco quería meterse en problemas matrimoniales.
PIF y Wukong ahora estaban en el comedor, la mujer dejó sentado al rey, además de entregarle papel y tinta para que pudiese escribir.
—Justo como dijo mi esposo, los votos es una carta de amor, donde incluyes promesas y cosas sobre lo que sientes.—
—¿Es como una confesión?—
—Si, es casi como una confesión, pero debe ser más especial, es una promesa eterna.—
—Suena complicado...—
—Solo debes escribir.—
—¿Cómo puedo comenzar?—
—No hay reglas para hacer los votos, es lo que sale de tu corazón.—
—Bueno, vengo de una piedra, así que no creo que tenga precisamente un corazón...—
—Es metafóricamente, idiota. De todas maneras, el corazón no tiene nada que ver, pero es lindo decirlo. Ahora, haz los mejores votos que existan. Mihou se merece solo lo mejor que hay.—
—¿Qué pasa si no puedo lograrlo?—
—Entonces el va a rechazarte, así que has un buen trabajo, mono.—
Escribir los votos no era nada fácil. Wukong a veces se inspiraba y escribía muchas cosas, pero PIF rompía cada uno de esos papeles y se quejaba de algo que no hizo bien. El rey de verdad lo estaba intentando, pero no parecía ser nada fácil, no podía hacerlo.
—Me rindo.—Wukong se cubrió el rostro, estaba angustiado.—Nunca podré casarme con él...—
—Quizás no lo logres hoy.—Dijo PIF, dándole una palmadita en la espalda.—Puedes intentarlo mañana.—
...
Quizás era por los nervios de la boda, pero Wukong tampoco pudo hacer sus votos al día siguiente, se sentía con poco tiempo, en cualquier momento llegaría su boda y no tendría los votos para ese momento, ¿Qué va a hacer en ese caso?
—Debes ser sincero, todo lo romántico que tengas, escríbelo.—PIF siempre le daba este tipo de consejos.
—¿Pero qué hago? No suena como si fuese suficiente.—
—Que no se te olviden las promesas, hay unas básicas. Prometerle que lo amaras en la salud y enfermedad, en lo bueno y en lo malo... Cosas así, ¿Entiendes?—
—¿Puedo tomar esas palabras como inspiración?—
—Todo lo que te sirva para hacer tus votos, úsalo.—
Pero seguía sin ser suficiente, faltaba algo más, más que solo eso, ¿Por qué era tan difícil? ¿Por qué parecía que ninguna palabra era suficiente para describir su amor? Los votos eran muy difíciles de hacer.
—El truco está en tus sentimientos, Wukong.—
Aun cuando el tiempo no estaba de su lado, ni un poco.
El día tan esperado finalmente había llegado, PIF nunca había estado más estresada en toda su vida, ni siquiera en su propia boda. Cualquiera que se le cruce iba a recibir un golpe, aunque no tenga la culpa de nada, pero preferiblemente, Tieshan deseaba romperle la cara al mono de piedra.
El tiempo se había acabado y Wukong nunca tuvo sus votos listos, y antes de irse el último día, le dijo a PIF que iba a improvisar. Tan pronto como PIF escuchó eso, seguramente la tierra tembló ante su rabia contra ese mono idiota. Si no fuese porque Mihou iba a casarse con él, lo hubiese intentado matar miles de veces por su increíble estupidez y falta de sentimientos.
—Respira, Tieshan. —Mihou trató de calmarla, tomándola suavemente de los hombros. —Todo saldrá bien. —
—Le tienes demasiada confianza a ese idiota... No parece molestarte eso. —
—Oh, si me molesta, pero primero quiero ver que tal lo hace. Si termina diciendo una estupidez, siempre puedo decirle que no acepto casarme con él. —
Aquellas palabras fueron suficientes para hacer que ella se riera, una risa que Mihou acompaño. Ambos estaban en una habitación aparte, todos los invitados fueron traídos al reino celestial, incluso todos los pequeños monos que vivían en Flower Fruit Mountain. Wukong exigió el mejor palacio para hacer la boda, y el emperador aceptó generosamente que fuese en su palacio (Luego de recibir una amenaza). Todo estaba arreglado, las personas estaban sentadas y el emperador de jade estaba esperando en el altar para llevar a cabo la ceremonia de bodas, por último, Wukong estaba allí, esperando a su pareja.
—Es tu turno, ya presentaron al novio. —Dijo PIF, sonriendo mientras veía a Mihou, cubriendo su rostro con el velo color rojo y dorado. —¿Estás listo? Aún podemos huir. —
—Muy tentador, pero personas importantes me ayudaron a conseguir este vestido, no planeo desperdiciar este regalo. —
Tieshan sonrió y abrazó dulcemente a Mihou, luego, lo agarró de una mano.
—Es tu momento de brillar entonces. —
...
La boda fue una mezcla de una ceremonia tradicional y moderna, esto porque la pareja no es fanática de seguir las normas, así que disfrutaron de la boda que tanto deseaban, siguiendo algunas cuantas tradiciones. Finalmente, el momento de decir los votos, iniciando Mihou.
—Yo, Mihou, prometo estar a tu lado en lo bueno y en lo malo, en especial en lo malo, porque siempre te metes en problemas, seguramente necesitarás compañía, y allí estaré. Juro amarte y siempre estar allí, te cuidaré cuando nadie más lo haga, soportaré incluso lo tonto que puedes ser, porque puedo ver más allá de un mono idiota, puedo ver como eres en realidad, puedo oír tu corazón siendo honesto, y tras conocerte, debo decir que te amo, juro siempre hacerlo. —
—Ahora, los votos del otro novio. —Dijo el emperador de jade, esta vez todos mirando al rey.
Aunque, había un pequeño problema.
Wukong tiene pánico escénico, y ahora más que nunca sentía que se estaba muriendo por tantos ojos sobre él en el altar. ¿Por qué nadie le advirtió que esto sucedía en una boda? Trató de abrir la boca y decir sus votos, pero apenas pudo hacer el gesto, sus manos y pies temblaban, no podía sostener la mirada, quería tanto solo huir de allí. El ritmo de sus latidos aumentó de forma violenta, no podía hacerlo, no podía, iba a arruinar su boda, Mihou lo iba a odiar, ¿Cómo podría soportar ver la mirada de desprecio de la luna?
—Wukong. —Escuchar su nombre lo sacó de su trance, mirando al mono frente a él, quien le llamó. —Estoy esperando. —Le regaló una suave sonrisa, además de estar tomándole de las manos, afirmando el agarre y acariciando sus dedos. —Mírame a mí, solo a mí. —Susurró.
Entonces Wukong lo supo, lo amaba tanto. Su corazón se calmó y el temblor se relajó bajo el agarre de la luna.
Mihou no estaba decepcionado, él nunca lo estaría.
Y saber eso era hermoso.
—Yo, Wukong, acepto a Mihou, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo. Porque desde el principio fui egoísta, lo que llamarías una bestia, pero me enseñaste cosas que no sabía, me enseñaste a amar y a ser amado. Te he herido, y quiero que eso no se repita, quiero sanar cada herida, quiero cuidarte como lo mereces. Soy un reino con un reino y su pueblo, pero cada día miraba a mi lado pensando en la soledad que me esperaba, pero ahora...—Wukong sonrió más, admirando los ojos de la luna. —Ahora que te tengo a mi lado, no te quiero perder, Mihou. Me diste a probar el amor, y ahora no tengo suficiente de ello, quiero amarte como es debido, para toda la eternidad. —
El corazón de la luna latía fuertemente, opacando el del mismo sol gracias a los nervios. La luna se sentía tan feliz, con un sentimiento indescriptible de infinita emoción, su sonrisa aumentó y su cola se movía tan ansiosa y feliz, nunca esperó que Wukong sería capaz de decir tan hermosas palabras, un digno buen trabajo hecho por Tieshan.
Ambos monos se miraban, perdidos en su propio mundo, admirando los ojos del otro, sintiendo los latidos de sus propios corazones. La ceremonia siguió, pero no les importó nada más que decir acepto y el beso final. Wukong abrazó de la cintura a Mihou, acercándolo para besarlo, la luna no se apartó, apegándose mucho más. Todos aplaudían y felicitaban, el reino celestial estaba feliz por la unión, digamos que tienen la esperanza de que ahora el rey comience a comportarse mejor.
Cuando se separaron del beso, ambos monos seguían mirándose con una sonrisa.
—Te amo, Mihou.—Susurró el rey, perdido en los hermosos ojos de la luna, deseando cumplir sus caprichos, sus fantasías, todo lo que la luna desee se lo iba a entregar.
—Y yo te amo a ti, Wukong.—Respondió dulcemente Mihou, tomando en manos el rostro rel rey, acunando su rostro mientras el mono de piedra era como un cachorro hambriento de más tacto.
Finalmente se habían casado, compartiendo unos hermosos anillos de una unión del sol y la luna.
El sol egoísta entregó su corazón.
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