PRÓLOGO: 2018.
«el pasado que quedó muy atras».

VERANO DEL 2018.
19:10 p.m. Ssangmun-dong.

La noche estaba cargada de humedad y el sonido de las gotas golpeando contra el suelo parecía acompañar sus pasos. El sonido de la lluvia era monótono y reconfortante, la calles de Ssangmun-dong estaban repletas de charcos cada dos pasos, la risa de los niños saltando sobre estos le hizo sonreír aliviando un poco los nervios que inundaban su mente.

Acelerando más su paso se abrió camino entre la poca gente que aún se encontraba esparcida en los alrededores, Minji respondió con reverencias a los saludos de las señoras conocidas. Al doblar la esquina el llamativo letrero de la tienda familiar le dio la bienvenida.

Los resultados del examen de ingreso a la Universidad Nacional de Seúl, se darían está noche. Después de varios meses de preparación, desvelos, llantos reprimidos y dolores de cabeza había llegado el momento de conocer su destino universitario.

Desde que Minji era pequeña, había mostrado interés por los animales. Cuidaba a los gatos callejeros de su barrio, ayudaba a los vecinos con sus mascotas y siempre estaba interesada en aprender sobre su comportamiento y cuidados. No era una sorpresa para nadie que su sueño fuera convertirse en veterinaria.

Respiró hondo, intentando calmar los nervios que la consumían, y se adentró en el pequeño local. El olor familiar de los mariscos inundó sus fosas nasales tambaleó un poco en su caminar, cerro los ojos durante un par de minutos para después seguir por el largo pasillo, con cuidado esquivó las cajas de productos que estaban al final del corredor e ingresó las llaves para abrir la puerta trasera.

Cuando abrió la puerta, se oyó el retumbar de un trueno. Minji saltó en su lugar llevándose una mano al corazón, la lluvia caía ahora tan rápida y abundantemente que era como si le estuvieran vaciando sobre la cabeza un cubo tras otro de agua helada. Maldiciendo por no haber salido con un paraguas está tarde la menor de los Cho colocó sus manos sobre su cabeza protegiéndose de la lluvia torrencial y atravesó el patio corriendo.

Con el pelo pegado a la frente y el uniforme adhiriéndose incómodamente a su piel entró a su hogar, cerró la puerta tras ella y exhaló un suspiro, sacudiéndose como un perro intentando secarse.

—¡Estoy en casa!, —el grito de la chica se escuchó demasiado fuerte, en un movimiento rápido se deshizo de sus botas era tanta su apurancia que ni siquiera se detuve a colocarse las zapatillas de interior.

—Cuidado cariño, te vas a lastimar —su madre hablo con preocupación al ver su estado, los pasos apresurados de la Señora Cho se oyeron a lo largo del pasillo, y en cuestión de minutos, estaba delante suyo con una toalla en la mano.

Minji la acepto gustosa con una sonrisa tímida antes de caminar ahora con moderación, y con cuidado de no mojar a su madre le dió un beso en la mejilla. 

—¿Está aquí? ¿Ya llegó? —el tono de su voz era demasiado ansioso, camino por los alrededores de su pequeño pero acogedor hogar pero no había rastros de la persona que tanto esperaba ver.

—Aún no, pero prometió estar a tiempo. Deberías ir y darte un baño antes de que te enfermes, —su madre le acaricio su mejilla helada con un poco de preocupación.

Minji asintió con la cabeza ante las palabras de su madre, y siguió su consejo pues no quería resfriarse en un momento tan importante. Se secó un poco más con la toalla y luego se encaminó hacia su habitación en silencio.

Una vez allí, busco su pijama favorito  y se fue al baño para darse una merecida ducha caliente y calmar su cuerpo helado por la lluvia.

Una vez que termino de ducharse sus pies la guiaron una vez más a su habitación, se fijó en la hora 19:40, PM. Aún faltaban veinte minutos para saber los resultados, frotándose los ojos se sento en su cama, mientras se peinaba divagó hacia los resultados del examen de ingreso a la universidad, y otra oleada de temor se aferró a su mente.

¿Y si no apruebo?, penso con preocupación. Aprobar el examen era todo lo que quería, su hermano, Cho Sang-woo, se había graduado como el mejor de su clase de la misma universidad a la cuál ella estaba tratando de ingresar. Era su mayor ejemplo a seguir y no quería defraudarlo a él ni a su madre que hacia todo lo posible por sacarlos adelante.

Su mente empezó a dar vueltas en un movimiento inconsciente se llevó la mano a su boca y empezó a morder sus uñas, pero antes de llegar un poco más lejos escucho como la puerta principal se cerraba. Sin pensarlo dos veces corrió hacia la sala, al llegar, pudo ver a su hermano, Sang-woo, de espaldas. En cuánto se giro Minji se abalanzó con fuerza para abrazarlo, la acción fue tan fuerte que le hizo soltar un pequeño gemido por el impacto.

Sang-woo rió suavemente y le correspondió de igual manera. Él la rodeó con los brazos, y se quedaron así durante unos minutos. El maletín cayó al suelo con un ruido sordo, pero a ninguno de los dos le importó. Era un buen recibimiento después de un largo día de estrés y tensión.

—Toma, —Sang-woo le dio una pequeña caja morada, la chica la recibió con extrañeza pero antes de siquiera preguntar de qué se trataba, su hermano hablo una vez más—. Gihun te lo envía, dice: felicidades por aprobar el examen.

—Ni siquiera se si aprobé, —hablo Minji mientras veía el contenido dentro de la caja, era un collar con un bonito girasol, sus ojos se iluminaron al verlo, era precioso.

—Lo hiciste, —respondió su hermano, mientras le acariciaba la cabeza con cariño.

—Tienen demasiada confianza en mí.

—Por supuesto que si, eres Cho Minji después de todo. Déjame ponértelo —Sang-woo tomó el collar de sus manos y la menor se giró dándole la espalda a su hermano para permitirle que le colgara el collar. Sintió el peso de la cadena alrededor de su cuello, y en pocos segundos, el collar y su pequeño girasol se posaron sobre su cuello.

Una sonrisa apareció en sus labios mientras daba una rápida caricia al colgante. —Gracias. Tendré que echarme una vuelta por la casa de Gihun y agradecerle personalmente.

—Le hubiera gustado dártelo personalmente y estar aquí pero tuvo un pequeño percance.

Ella asintió comprendiendo, mientras Sang-woo se dirigía a la cocina para ayudar en lo que hacia falta para la cena Minji fue a su habitación por su laptop.

Minutos más tarde los tres se encontraban reunidos en la mesa, Minji en medio con su madre a su izquierda y Sang-woo a su derecha, frente a ellos tenían la laptop encedida. El sitio de la universidad no tardaría en liberar los resultados del examen, ambos mayores le palmaban la espalda y el hombro a la menor, Minji con el corazón en la boca ingreso a la página y colocó sus datos.

Cuando los resultados se cargaron, los tres contuvieron el aliento y se inclinaron en perfecta sincronizacion hacia la pantalla, expectantes.

En la pantalla, bajo el nombre de Minji, se leía un puntaje de 95.35%. Por unos momentos, no pudo creerlo.

La menor rompió el silencio en la habitación con un grito eufórico mientras señalaba la pantalla: —¡Lo logré! ¡Aprobé!

—Oh, mi niña sabía que lo lograrías, —su madre tenía los ojos llorosos y una sonrisa de orgullo en su rostro, atrajo a la menor en un abrazo y le acarició el pelo cariñosamente.

A un costado, Sang-woo le dio un pequeño empujón a su hermana, claramente orgulloso.

Esa noche, el hogar de los Cho se llenó de sonrisas y felicitaciones, con cuidado Minji hizo a un lado su laptop y la mesa de la sala se cubrió de platos llenos de comida y aperitivos para celebrar. Ella se recostó sobre su hermano con orgullo, escuchando atenta y gustosa los elogios que esté le brindaba mientras sonreía ampliamente.

ISA SPEAKS: arrancamos con un pequeñito vistazo a la relación de minji con su familia, se que es MUY corto pero necesitaba dar una breve introducción a la dinámica de la familia y lo que a minji le apasiona.¡nos vemos en el próximo capítulo!

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