Capitulo Único

Un joven peli azul miraba su expediente universitario el cual tenía una leve advertencia, si reprobaba una vez más sería sacado de la carrera universitaria que estaba cursando, eso lo ponía sumamente nervioso ya toda su familia dependía de él y si perdía esa beca sería su fin. Él cerró los ojos mientras se recostaba en su silla y se ponía a pensar en que era lo que debía de hacer, pedía con muchas fuerzas a cualquier ser que lo escuchaba, que daría lo que fuera para poder ser el mejor de su clase.

—Por favor. —susurro a la oscuridad. —doy cualquier cosa a cambio de ser el mejor en la clase y no salir de la universidad.

Un silencio se escuchó y él estaba ya al borde del llanto, apretó sus puños y cerró con fuerza sus ojos y volvió a repetir lo que había dicho anteriormente.

—Por favor. —susurro a la oscuridad. —doy cualquier cosa a cambio de ser el mejor en la clase y no salir de la universidad.

—Yo podría ayudarte. —se escuchó una voz ronca que provenía de la oscura habitación.

—¿Quién es? —miro a todos lados. —¿Quién anda ahí?

—Jeon Jungkook. —dijo la gruesa voz. —Tiene veintidós años y está en cuarto año de medicina.

—¿Quién eres? —se levantó y miró a la esquina de su habitación un bulto negro. —¿Cómo sabes mi nombre y lo que estudié?

—Yo lo sé todo Jungkook. —habló la voz. —eres un fracasado que apenas ha pasado en la universidad.

Jungkook miro como unos ojos rojos lo miraban en la oscuridad y podría jurar que podía ver una sonrisa tenebrosa formarse en el rostro de aquel ser extraño.

—¿Quién eres realmente? —preguntó con un hilo de voz, pues la sola presencia de ese ser le estaba causando temor.

—Me conocen por muchos nombres. —respondió. —soy el diablo, pero también soy llamado como lucifer, aunque raras veces me llaman belcebú.

El peli azul trago saliva al escuchar lo que el ser oscuro y que no dejaba mostrarse le había dicho, él cerró los ojos y luego los abrió para pensar en lo que diría, estaba desesperado y dar lo que fuera en ese momento le importaba poco, tal vez en el futuro se arrepentiría, pero ahora no y menos cuando su familia dependía de él.

—Te doy mi alma a cambio de que sea el mejor en mi clase. —hablo seguro, pero escucho la risa del demonio.

—Así no funciona mi querido Jungkook. —le susurro en la oreja. —yo pongo los términos y lo que quiero.

—¿Qué deseas? —dijo son atreverse a girarse, pues sentía la presencia detrás de él.

—Un sacrificio humano. —hablo. —mata a un chico en mi nombre y tu deseo se concederá.

—No, no puedo hacerlo. —le dijo.

—Entonces seguirás siendo un fracasado. —habló el demonio.

Jungkook cerró los ojos al sentir como un cuchillo se pasaba por su mejilla y luego los abrió al sentir algo en su mano, cuando la abrió vio el cuchillo en su mano y su vista se dirigió a la oscuridad donde los ojos rojos lo miraban.

—Decide ya Jeon Jungkook. —le dijo. —pues nadie más que yo soy el único que puede ayudarte.

—¿Solo es una persona? —apretó el cuchillo.

—Así es. —le dijo. —solo una bajo la luna llena y dirás que es para mí.

—Lo haré. —asintió. —de todas formas no importa si una persona desaparece, todo el tiempo lo hacen.

—Pero debe de ser alguien especial para ti. —se rio. —y ese es un chico que se llama Park Jimin.

—No, eso debe ser una locura — el temor ante los ojos de Jungkook era notorio —¿Cómo podría matarlo, él, él es todo para mí?

—Entonces ¿Eso es un no? Por un momento creí que serias más inteligente Jungkook, pero eso me lo confirma, solo eres un fracasado más, jamás serás un buen médico, todo esto será un fracaso, tu familia estará mal y recordarás siempre que fue tu culpa, por poner a Park Jimin antes que a ellos.

—Lo haré, pero necesito una garantía, de que no importa lo que haga, seré el mejor de la clase y nada le pasará a mi familia —la tartamudez de Jungkook fue el motivo suficiente para hacer un pequeño cambio en la jugada.

—Muy bien Jeon Jungkook, después de que me des a Jimin, serás el mejor estudiante, no solo de tu salón, también de toda tu generación, te volverás el mejor médico, a tu familia jamás nada les faltara. —Y sin ninguno titubeó, aquel trato se cerró, pero las mentiras dichas por el diablo, alguna vez ¿Pudiste creerlas al 100?

—Jungkookie, para qué me pediste que viniera aquí. —La emoción en los ojos de Jimin era profunda, en secreto aparente para él, llevaba enamorado de Jungkook desde el primer semestre de la carrera.

—Debo decirte algo, Jimin yo, Jimin tú, Jimin me gustas y quiero que salgas conmigo. —Mamá había dicho que las mentiras eran malas, pero de ser necesario debían ocuparse, Jimin jamás me ha gustado, como yo lo hago a él, pero de una manera él debía caer para poder terminar con su vida y cumplir mi trato.

—Creí que simplemente me veías como tu mejor amigo Jungkookie, jamás creí qué.

—¿Qué tus sentimientos fueran correspondidos?, cuando digo eres todo para mi Jimin, ¿No lo creías?, los amigos no se ven como lo hacemos nosotros.

—Siempre imaginé que este momento sería distinto, en todos imaginé que siempre me decías que no, pero ahora soy yo quien te dice que sí, Si Jungkook, quiero salir contigo, quiero llegar de tu mano y que todos sepan que el niño más lindo de toda la facultad es mío. —La voz de emoción de Jimin me hizo sentir escalofríos, realmente iba a matarlo, él realmente parecía amarme.

Al pasar de los días, las cosas mejoraron, aun sin haber cumplido el trato comenzaba a ser uno de los mejores de su salón, pero lo peor era que al pasar de los días, teniendo a Park casi 24 horas a su lado, su corazón se confundía, jamás imagino que besar esos labios color carmín sería tan mágico, por su mente pasaban varias preguntas ¿Cómo mataré a Jimin antes de los finales? ¿Él podrá perdonarme? ¿Por qué debe de ser Jimin? ¿Y si le cuento y fingimos su muerte? ¿Puedo cancelar mi trato?

—La noche desde tu ventana se ve increíble, Jungkook. —Aquella voz se encontraba ahí otra vez.

—¿Qué haces aquí? —El tartamudeo era bastante notorio.

—¿Siempre recibes así a tus visitas? Yo vengo aquí con un motivo, saber ¿Cuándo me vas a entregar a Park?

—¿Por qué debe ser él? Señor me enamoré.

—El señor está en los cielos y a mí me vale un carajo si estás o no enamorado, debe ser él por una sencilla razón, ese niño tiene algo que me pertenece, así que debes regresar a mí.

—Por favor, déjeme cancelar el trato. —Entre aquel llanto desconsolado, ese trato jamás fue cancelado, jamás tienes que creerle al cien a un demonio qué te dice que cambiará toda tu vida, por otra más.

—Jungkook, yo he cumplido mi parte, tienes 3 días para darme al niño, y si no es así, olvídate de ser médico, y sobre todo olvídate de Park Jimin, no eres el único que me está pidiendo ese título a cambio.

—El mejor escenario sería una pelea, tal vez así pueda apuñalar a Jimin, y si soy descubierto diría que fue en defensa personal. —El plan estaba presente, pero el valor de Jungkook no, es verdad Lucifer jamás le dijo cómo debía hacerlo y ese fue su error, mezcló el amor con el trabajo — Jimin perdóname.

—Eres un idiota Jungkook, como puedes creer que te estoy poniendo los cuernos con el estúpido de Taemin, acaso no confías en mí.

—Es notorio qué te le paseas por enfrente como si estuvieras llamando su atención y a ese idiota le fascina.

—Eres un maldito celoso Jungkook, yo jamás te faltaría, pero si eso te vale, será mejor que me vayas y hablemos cuando estés bien.

—Tú de aquí no te vas —Como si algo dentro de él se hubiera apoderado de su alma, con aquel cuchillo a Jimin mataba o al menos eso él pensaba— 5 puñaladas, en distintas partes de su cuerpo, la sangre estaba por todos lados, pero ahora debía irse, la casa de Jimin ya no era un lugar seguro.

Cuando Jungkook abandonó el lugar, y sin darse cuenta, las puñaladas creadas por él ante su crimen atroz habían formado de manera inconsciente un pentagrama en el pecho del ya fallecido Park Jimin, pero este al poco tiempo despertó, sus ojos eran totalmente blancos y una sed de carne humana estaba en su interior por lo que sin pensarlo mató a sangre fría a su familia y luego iría por quien lo asesinó...

Por el mismo Jeon Jungkook.

Jungkook por su parte corría con todas sus fuerzas viendo la sangre en sus manos, llegó al bosque y buscó el río para poder quitarse la sangre de sus manos y ropa y arrojar lejos el cuchillo, se sentía culpable por lo que había hecho, por lo cual se puso a llorar y decidió que marcaría a la policía y se entregaría, pues no iba a soportar vivir con la culpa se supone que sería médico y los médicos salvan vidas no las quitan. Por otro lado, un pálido dormía en su habitación hasta que escuchó un ruido, abrió los ojos y se encontró con una mujer de blanco que solo lo miraba.

—Bosque. —dijo la mujer.

—¿Qué? —la vio confundido.

—Bosque. —repto para desaparecer de ahí.

Yoongi se levantó de su cama y se puso sus zapatos para salir y dirigirse al bosque siendo guiado por aquella mujer, Yoongi era conocido por ser un chico sumamente extraño y solitario, estudiaba la carrera de artes y sus dibujos eran sumamente extraños, nadie sabía su secreto que era que podía ver ángeles, demonios y fantasmas. El pálido llevó su mano a su nariz al sentir el claro aroma a azufre en sus fosas nasales, él miró todo el lugar y se detuvo en seco al ver al peli azul en el río llorando, este tenía una extraña aura que conocía perfectamente, Jungkook al sentir la presencia se giró y vio al mayor el cual lo observaba sin decir nada.

—Yoongi. —lo vio con lágrimas en los ojos.

—Jungkook. —se acercó a paso lento. —¿Qué hiciste?

—Él me obligó. —lo vio. —yo no quería.

—¿De qué hablas? —le pregunto. —¿Quién te obligó?

—Cometí un crimen. —respondió. —yo no quería, pero estaba necesitado.

Ambos vieron al río el cual burbujeaba, de ahí salió un chico conocido para ambos, el peli azul retrocedió asustado al ver como la sangre fluía de su cuerpo, Yoongi vio la acción del menor y luego al chico el cual sonreía mientras sangre se escapaba por su boca.

—Miren a quienes tenemos aquí. —hablo.

—Jimin. —hablo Jungkook. —¿Estás bien?

—Jeon Jungkook me sorprende tu cobardía. —le dijo. —pensé que eras mucho más valiente, pero me equivoqué.

—Supongo que este era tu juego. —hablo Yoongi. —¿No es así Lucifer?

—Yoongi qué sorpresa. —le sonrió. —justo a la persona que quería ver.

—Veo que parte de ti está en Jimin. —se acercó a paso lento.

—Si lo quieres. —le acarició la mejilla. —sabes lo que debes de hacer.

Yoongi cerró los ojos al sentir los labios del chico que siempre amó en los suyos, mientras sentía cómo le acariciaba la frente, al alejarse, la dulce sonrisa del chico estaba presente, Yoongi se giró hacia Jungkook, el cual vio como el mayor se acercaba y le extendía la mano para ayudarle a levantarse, cuando se levantó Jungkook fue abrazado por el pálido.

—Lo siento Jungkook, pero no eres el único que hizo un trato con el diablo por un deseo. —le dijo mientras le clavaba el cuchillo en la garganta.

Jungkook escupió sangre por la boca y cayó al suelo, le vio como el pálido, tenía un pentagrama en la frente y pudo ver como un aura oscura salía del cuerpo de Jimin haciendo que este cayera desmayado en los brazos del pálido al cual el aura entró en su cuerpo. Él vio unas pezuñas las cuales estaban cerca de su cara, él seguía intentando detener la hemorragia de su garganta, pero le era imposible.

—Fuiste una buena marioneta Jeon Jungkook. —le dijo el diablo. —porque ya tengo lo que quería y ese era a la mano derecha de Dios, Min Yoongi.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top