Inspiración
Como dice el titulo, me inspire para escribir una pequeña redacción del futuro sin Leo.
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Un año y medio paso; poco después de la muerte de Leo, nació Ryou (cabello castaño y ojos azules) El bebe estaba en su cuna, mirando hacia arriba y no necesariamente al móvil.
- Hola, pequeño - dijo una voz masculina mirando fijamente al bebe - Soy tu tío Leo y te he dado el don que yo alguna vez tuve: el don para ver lo que otros no ven.
- Buaa~ - dijo Ryou con una gran sonrisa.
- ¿Quieres volar un rato conmigo? Estoy sholito - dijo Leo haciendo puchero, Ryou estiro las manos - Vamos pero no hagas ruido, tus papis duermen - dijo señalando a los adultos durmiendo.
Leo tomo a Ryou entre sus brazos y salio por la ventana con el niño en brazos. Luego de deambular por ahí un buen rato, Leo se recostó en una nube con Ryou encima de el viendo las estrellas.
- Este es solo el comienzo, pequeñín - dijo Leo viendo que Ryou ya se durmió - Cuando crezcas, te enseñare todo lo que se.
Los años pasaron, Leo visitaba a Ryou casi todos los días (los fantasmas tienen cosas que hacer, ¿saben?) Ahora, Ryou tiene 16 años y esta charlando con Leo en su cuarto.
- ¡¿En serio hizo eso?! - dijo Ryou riendo a carcajadas - ¡Ese tipo esta loco!
- ¡Es la verdad, si lo hubieras visto! - dijo Leo riendo de igual manera - "¡Quitamela, quitamela!" - dijo imitando la voz de su pana.
- ¡¿Tanto escándalo por una polilla?! - dijo Ryou con la cara roja - ¡No me jodas!
- ¡Encima por eso se murió, me cago en el! - dijo Leo tratando de recuperar el "aliento" - Lo tengo grabado, ¿quieres ver?
- Claro - dijo Ryou acomodándose para verlo pero justo antes de poner play entra Karai - Mama, te he dicho mil veces que toques antes de entrar.
- Lo lamento, cariño - dijo Karai avergonzada, es la vez "no se cuanto" que se lo dice - El desayuno esta listo, te esperamos - dijo cerrando la puerta.
- Agh, la escuela - dijo Ryou parándose y frotando sus manos en su cara - Tienes suerte tío, tu no tenias que ir a la escuela a mi edad.
- No digas eso, los humanos deben ir a la escuela, es su obligación - dijo Leo flotando a su lado - ¿Sabes que? Iré contigo para que no sea tan malo.
- ¡¿Lo harás?! - dijo Ryou con un brillo en los ojos, Leo asintió - ¡Gracias!
- ¡Ryou, el desayuno se enfría! - dijo Karai desde el comedor-
- ¡Ya voy! - dijo Ryou corriendo a la velocidad de la luz por su desayuno.
La relación entre Leo y su sobrino va bien, ojala se pudiera decir lo mismo de su relación con su hermana. Desde que murió, Karai se enojo mucho con el por no haberle dicho sobre su enfermedad. Volviendo con Ryou, Leo lo acompaño a la escuela.
- Muy bien clase, hoy comenzaremos con el capitulo 2 - dijo la maestra.
Las horas pasaron mas rápido de lo que los dos pensaron; en el recreo, Ryou uso su celular para hablar con Leo (podía hacerlo de frente pero lo tratarían de loco por hablar "solo")
- Hola, tonto - dijo un chico rubio de ojos verdes.
- Lárgate, Trebor - dijo Ryou muy molesto.
- Hora de intervenir - pensó Leo entrando en el cuerpo de su sobrino.
- ¿Que pasa?¿Hablas con tu mami? - dijo Trebor soltando una carcajada.
- No, hablo con la perrera - dijo Ryou/Leo con una sonrisa - Se les escapo un perro sarnoso y quieren tu dirección.
- Uuuhhh~ - dijeron los presentes.
- ¿Quieres morir tan joven? Bueno... - dijo Trebor tronando sus nudillos - le haré un favor al mundo - dijo tratando de darlo un puñetazo pero Ryou/Leo lo intercepto.
- Yo también - dijo Ryou/Leo tomando el brazo de Trebor - Bye bye, tonto - dijo estampandolo contra el suelo.
- Estas muerto - dijo Trebor levantándose con tierra en la ropa.
Trebor peleaba con todas sus fuerzas sin saber a quien realmente estaba tratando de vencer. Aun después de muerto, Leo siguió entrenando, solo que con otro maestro. En 5 minutos, Trebor estaba en el suelo tratando de recomponerse.
- No vuelvas a llamarme tonto nunca - dijo Ryou/Leo con un tono amenazante.
Las clases terminaron con Trebor en la enfermería y con Ryou en detención. Leo se quedo para acompañarlo, estaba aburrido.
- Lamento que te metieras en problemas por mi culpa - dijo Leo arrepentido.
- No te preocupes, al menos Trebor no volverá a molestarme - dijo Ryou con una sonrisa.
Ryou llego a casa y sus padres lo reprendieron por su castigo, dejándolo "solo" en su cuarto. Adentro, Ryou jugaba al poker con Leo.
- Me llevo todo - dijo Ryou mostrando un full en la cara de Leo.
- No tan rápido - dijo Leo mostrando una flor corrida de diamante y tomando su recompensa - Es hora de dormir, mañana seguimos.
- Okey - dijo Ryou desanimado guardando las cartas - Oye, tío.
- ¿Si? - contesto Leo.
- ¿Puedo ir al campamento contigo y tus panas? Todos son muy majos - dijo Ryou emocionado.
- Sabes que tu madre te tiene que dar permiso para ir, aun no tienes 18 - dijo Leo, Ryou se desanimo.
- Jamas me dará permiso, no después de lo que paso hoy - dijo Ryou enterrando su cara en la almohada.
- Te diré algo: si llegas a convencerla, aquí tienes el formulario - dijo Leo dejando la hoja en la mesita de luz y apagando la luz - Buenas noches.
- Hasta mañana - dijo Ryou entrando en la cama y cubriéndose con las frazadas.
A mitad de la noche, Ryou tuvo un sueño en el que su tío escribía una carta a su madre pero que al final nunca se la dio. Ryou despertó gracias a los gritos de su madre.
- ¡Ryou, el desayuno! - dijo Karai golpeando la puerta.
- ¡Ya voy! - dijo Ryou despezándose.
Ryou se levanto y se higienizo, volvió a ponerse los zapatos y vio el formulario en la mesita. Recordó la charla y lo tomo, al llegar se lo dio a su madre.
- ¿Un campamento? - dijo la madre confundida.
- Si - respondió seco por alguna razón - No puedo ir sin tu autorización.
- No lo se, ¿quien ira contigo? Espero conocerlo - dijo Karai tomando un sorbo de su café.
- Claro que lo conoces, es mi tío Leo - dijo Ryou, se tapo la boca en cuanto se dio cuenta de lo que dijo.
- ¡Pphh! - Karai escupió un poco de café - ¡¿Quien dijiste que era?!
- ¡Hola, Ryou! - dijo Leo volando hacia el mencionado sin saber que podían verlo - Veo que le contaste, ¿te dio permiso?
- L-Leo - dijo Karai con asombro, no todos los días ves el espíritu de tu hermano muerto.
- ¿Eh? - Leo se dio cuenta de que todos lo muraban, solo significaba una cosa - Les dijiste, ¿no?
- F-Fue un accidente - dijo Ryou nervioso - Estaba en trance por el sueño de anoche.
- ¿Sueño? - pregunto Leo confundido.
- Roñe que tu escribías una carta para mi madre pero al final nunca se la diste - explico Ryou, Leo se tenso - ¿Estas bien?
- Si, si, estoy bien - dijo Leo ocultando su nerviosismo - Los sueños muchas veces no tienen explicación, lo mejor es dejarlos ir.
- Leo, ¿hace cuanto que hablas con Ryou? - pregunto Karai de brazos cruzados.
- Lo visito desde que era un bebe, siempre jugábamos - dijo Leo con los brazos cruzados igualmente - No es culpa del niño que me odies.
- No te odio, sigo molesta porque no me dijiste sobre tu enfermedad - dijo Karai molesta.
- Y volvemos a lo mismo - dijo Leo rolando los ojos - No había nada que pudieras hacer para salvarme y no quería convertir el momento mas feliz de tu vida en un recuerdo triste, perdóname por pensar en ti.
- ¿Pensar en mi?¿Así llamas a dejarte morir? - dijo Karai con sarcasmo - Me tuve que enterar de todo por parte de tu amigo, yo quede como una egoísta al poner mas atención en mi matrimonio que en mi hermano. Desde que anuncie mi compromiso, te aislaste y no quisiste dirigirme la palabra mas de lo necesario.
- No podía hacerlo - dijo Leo sintiendo una opresión en el pecho - Si te contaba, tendría que decirte el "por que" y no lo haría ni aunque me torturaran.
- ¿Por que, Leo?¿Que necesidad tienes de mentirme? - dijo Karai herida, Leo bajo la mirada y le entrego una carta - ¿Que es esto?
- Léela, ahí esta todo - dijo Leo con un tono neutral.
Karai abrió el sobre y leyó el contenido, lagrimas descendían de sus mejillas conforme avanzaba. Al finalizar, doblo el papel y se lo entrego al propietario.
- Fue mi culpa... - dijo Karai con un nudo en la garganta - yo lo cause.
- Miwa, ¿de que hablas? - dijo Splinter preocupado.
- Leo murió por mi culpa, yo le rompí el corazón - dijo Karai, Splinter la miro mas confundido - El estaba enamorado de mi, por eso su corazón dejo de funcionar.
Los presentes abrieron los ojos con sorpresa, Leo se "sentó" en la mesa y dirigió su vista a la ventana con la mirada perdida.
- Por eso no te dije... - dijo Leo captando la atención de su amada - no quería que te sintieras culpable cuando el momento llegara. No te preocupes, no te culpo de nada. Ademas, la vida que llevo no es tan mala como crees, tengo amigos por montón. Las cosas pasaron porque tenían que pasar, son cosas de la vida.
- Leo, yo... - Karai intento hablar pero no encontraba palabras para justificarse, solo... - lo siento.
- Descuida, lo entiendo - dijo Leo con una pequeña sonrisa - Ahora solo me falta encontrar a esa "persona especial", las cosas se darán en su momento. Y... si no quieres que Ryou venga al campamento contigo, lo entenderé - Leo cerro los ojos hasta que sintió algo en su mano - ¿Eh? - miro bien, era el formulario firmado.
- Cuida bien a mi hijo o haré que lo lamentes - dijo Karai con un tono amenazante pero sonriendo.
- Si, señora - dijo Leo haciendo una pose de soldado.
Ahora si, fin.
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