Siempre he pensado que el suicidio es como la vainilla, el olor es tentador piensas que el sabor es igual de agradable, no dejas de pensar en ello, tu mente se vuelve loca en ese vaivén de emociones, lo repasas en tu cabeza una y otra vez.

Soñando con un camino de libertad, ausencia de dolor y angustia de la vida pues esta te resulta más amarga que la hiel, pero quizá te encuentres con la tristeza de que no puedes hacer eso, caer ante la tentación de la idea del suicidio puede ser más difícil de lo que parece, lo planeas con detalle, sueltas comentarios disfrazados de broma alguna vez, pero tus amigos y familia solo lo ven como un chiste, mientras tu sigues maquinando la idea en tu mente, el olor es embriagante y dulce, el sueño no logras conciliarlo totalmente, ante la utopía de una felicidad absoluta, tus ojos están cegados ante una falacia tan bella.

Pero la realidad es cruel, se vuelve en un intento fracasas de manera terrible, tiempo después de un breve descanso vuelves a intentar, pues ha de ser bueno al final consumar el acto, llegar al tan ansiado resultado.

Al final te enteraste que el sabor de la vainilla es amargo, tan amargo como el dolor.

¿Aún piensas que es buena idea?

Hola, gracias por haber llegado hasta aquí, si desean hablar, pueden responder al comentario y yo escucharé o leeré lo que quieras decir.
No estás solo/sola etc.
Como dato yo también lucho constantemente con aquello y quiero ayudar aunque sea un poco.
Es mi segundo relato que hago en honor a este mes, también hice uno el año pasado.
Así intento canalizar mi dolor.

Lady X

Publicado por primera vez el 11/09/2022